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Inician el desarrollo de un proyecto que será postulado ante el
Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés),
para fortalecer la protección de la biodiversidad.
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Esta Procuraduría, cada año, hace dos operativos de inspección y
vigilancia en el Archipiélago de Revillagigedo, en los meses de
abril y noviembre, meses de mayor incidencia turística en la región.
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La PROFEPA y SEMAR acuerdan acciones para fortalecer la vigilancia de
este parque, ya que quedó prohibida toda actividad de pesca en su
interior.
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El PNR se considera único por sus características insulares y
procesos geológicos, lo que lo constituyen como un laboratorio
natural.
La
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) y la
Secretaría de Marina (SEMAR) han realizado, de 2013 a 2018, diez
Operativos de inspección y vigilancia en el Área Natural Protegida
Parque Nacional Revillagigedo (PNR), por lo que se han levantado 13
actas circunstanciadas y 2 actas de inspección.
Lo
anterior debido a la revisión física de embarcaciones turísticas
que arriban a la Isla Socorro, donde se supervisa que cuenten con
autorización de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas
(CONANP) para el buceo autónomo; que hayan efectuado el pago de
derechos, y se realice el manejo y disposición adecuada de desechos
sólidos, aguas residuales y aceites gastados. Para ello se solicita
la documentación probatoria correspondiente.
El
titular de la PROFEPA, Guillermo Haro Bélchez, en gira de trabajo,
llevó a cabo un recorrido de campo en el Área Natural Protegida
Parque Nacional Revillagigedo, con el objeto de revisar y acordar
con el Mando Naval sobre el Plan Operativo de Inspección y
Vigilancia a aplicar en este sitio, de poco más de 14 millones de
hectáreas.
En
ese sentido, fue expuesto el seguimiento diario de embarcaciones
pesqueras mediante el sistema de vigilancia satelital con el que
cuenta la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), y la
coordinación permanente con la Secretaría de Marina (SEMAR), al
reportar las situaciones anómalas.
La
Supervisión de proyectos y autorizaciones diversas otorgadas por la
Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para el
desarrollo de obras y actividades, investigaciones, estudios, control
de especies exóticas, colecciones, etc., levantándose en su caso
las actas correspondientes.
También,
la PROFEPA ha asesorado al personal de la SEMAR para el manejo de
combustibles, y disposición adecuada de basura y residuos peligrosos
en el campamento militar, instando el reciclaje, por lo que se
fomentó un reglamento local.
Asimismo,
ambas dependencias federales han hecho recorridos de campo en la
periferia de la isla, verificando las condiciones ambientales
prevalecientes en la misma, particularmente en lo relacionado al
grado de erosión que ha sufrido y, en su caso, proponer las medidas
de contención y/o de mitigación necesarias.
Cabe
señalar que desde noviembre pasado, la Reserva de la Biosfera cambió
de categoría a Parque Nacional, aumentando además su extensión en
23.2 veces, al pasar de 636 mil hectáreas a 14 millones 808 mil
setecientas ochenta hectáreas, lo que implica un ambicioso y
extenuante trabajo de vigilancia, en consideración de que se
prohíben totalmente las actividades pesqueras en todo el nuevo
polígono que abarca el PNR.
A
fin de fortalecer las acciones de vigilancia en este extenso Parque,
la PROFEPA en coordinación con la SEMAR y CONANP han iniciado el
desarrollo de un proyecto que será postulado ante el Fondo para el
Medio Ambiente Mundial (GEF, por sus siglas en inglés), y buscará
el apoyo de financiamiento a largo plazo para fortalecer la
coordinación interinstitucional, para la protección de la
biodiversidad en el Parque Nacional Revillagigedo.
Recordemos
que esta Procuraduría, a través de la Delegación Federal de la
PROFEPA en el estado de Colima, realiza cada año dos operativos de
inspección y vigilancia en el Archipiélago de Revillagigedo, en los
meses de abril y noviembre que son los de mayor incidencia turística
en la región, a fin de preservar la zona y evitar prácticas que
dañen el ecosistema en el lugar.
El
PNR se localiza en el Pacífico Tropical Mexicano, a 382.7 kilómetros
de Cabo San Lucas, Baja California Sur, y a 661.6 kilómetros de
Manzanillo, Colima. El 27 de noviembre del 2017 fue decretado el
Parque Nacional Archipiélago de Revillagigedo (PNR) con una
extensión equivalente a la superficie total del estado de Coahuila o
siete veces el territorio del estado de México, incluso 100 veces
más grande que la Ciudad de México.
Los
rasgos principales que hacen único al PNR, son sus características
insulares y los procesos geológicos que lo constituyen como un
laboratorio natural; además del ofrecimiento de grandes expectativas
para el estudio de procesos de colonización, dispersión y
adaptación de especies.
Tiene
la designación internacional de Sitio Ramsar por la Convención de
Humedales Patrimonio Mundial, pues entre sus ecosistemas y procesos
ecológicos más notables tenemos que mantiene un alto porcentaje de
reserva genética del Pacifico Oriental. También, en él se
reproducen y habitan numerosos peces de importancia comercial como el
atún, tiburón y langosta. De este lugar, resulta de primordial
interés, para el mejor conocimiento de los sistemas insulares, el
estudio de los procesos geológicos, oceanográficos y ecológicos.
En
el año 2016, la UNESCO declaró al Archipiélago de Revillagigedo
como Patrimonio Natural de la Humanidad al considerar, para su
inscripción, que posee una belleza natural y un valor estético
excepcionales; es un ejemplo representativo de procesos biológicos y
ecológicos de los ecosistemas marinos y, contiene hábitats
naturales para la conservación in situ de la diversidad biológica,
en particular de especies amenazadas que tienen un valor universal.
Cabe
resaltar que en las aguas ricas y productivas de la región de
Revillagigedo existe un elevado número de especies de corales (25),
moluscos, equinodermos, crustáceos, peces (366), pelágicos y
elasmobranquios como tiburón martillo (Sphyrna lewini), tiburón
puntas blancas (Carcharhinus albimarginatus) y manta gigante (Mobula
birostris); además de ser una zona de anidación, alimentación o
reproducción de cuatro especies de tortugas marinas: laúd
(Dermochelys coriacea), golfina (Lepidochelys olivacea), carey
(Eretmochelys imbricata) y verde o blanca (Chelonia mydas), todas
incluidas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010, al
igual que diversos mamíferos marinos que tienen sus zonas de
alimentación o reproducción en el área, como la ballena jorobada
(Megaptera novaeangliae), delfines y zífios.
Asimismo,
se considera que el PNR contribuye a mantener la conectividad de
ecosistemas del Océano Pacífico, incluyendo otras áreas protegidas
en ese extenso corredor marino como el Atolón de Clipperton, las
Islas Galápagos y la Isla del Coco, en Costa Rica.
Actualmente,
quedó prohibida en la zona que abarca el PNR toda actividad
pesquera, así como la extracción de cualquier recurso natural y la
construcción de infraestructura hotelera; por lo cual se plantea un
gran reto para mantener su estado de conservación y, sobre todo,
garantizar su protección y la preservación de los recursos
naturales ahí existentes.