● Durante la sección “Mujeres en la historia”, la subsecretaria de Educación Básica, Angélica Noemí Juárez Pérez, recordó la vida y legado de Juana Belén Gutiérrez Mendoza
● Gutiérrez Mendoza forma parte del listado de mujeres emblemáticas incorporadas al calendario cívico oficial, como parte de la reforma impulsada por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, para reconocer a mujeres que han transformado la historia de México
La subsecretaria de Educación Básica, Angélica Noemí Juárez Pérez, recordó la vida y el legado de Juana Belén Gutiérrez Mendoza, destacada luchadora social, feminista y fundadora del periódico Vésper: Justicia y Libertad, en el marco de su aniversario luctuoso, ocurrido el 13 de julio de 1942.
Durante la sección “Mujeres en la historia” de la conferencia de prensa Las mañaneras del pueblo, encabezada por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, Juárez Pérez conmemoró la figura de esta revolucionaria, quien impulsó uno de los periódicos de oposición más relevantes del siglo XX, desde el cual combatió abiertamente al régimen porfirista.
La subsecretaria subrayó que solo el paso del tiempo pudo detener a una mujer como Gutiérrez Mendoza, cuya vida fue, en sí misma, una revolución. Además, destacó su compromiso con la prensa independiente y con la defensa de los derechos laborales, en particular de los trabajadores mineros, causa por la que fue encarcelada en múltiples ocasiones.
La conmemoración, explicó, se enmarca en la reforma enviada al Congreso de la Unión por la Presidenta de México, que propone modificar el artículo 18 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, a fin de incluir como efemérides oficiales a mujeres que, como Juana Belén, han dejado una huella profunda en la historia nacional.
Durante la transmisión de la cápsula informativa, se recordó que Juana Belén Gutiérrez Mendoza nació el 27 de enero de 1875 en San Juan del Río, Durango. En su labor periodística, publicó un reportaje sobre las condiciones de los mineros en La Esmeralda, Coahuila, lo que la llevó a prisión en 1897. Desde entonces, su vida estuvo marcada por la defensa de los derechos de los trabajadores y de los pueblos indígenas.
Tras enviudar en 1901, se trasladó a Guanajuato, donde fundó Vésper, medio que contó con el respaldo de figuras clave del movimiento social, como los hermanos Flores Magón. Ese mismo año, sin embargo, su imprenta fue decomisada, lo que la obligó a trasladarse a la Ciudad de México. Allí se unió al Club Liberal Ponciano Arriaga, junto con destacados luchadores sociales como Ricardo y Enrique Flores Magón, Juan Sarabia, Santiago de la Hoz y Santiago de la Vega. Su militancia le valió un nuevo encarcelamiento por los delitos de rebelión y sedición.
Al recuperar su libertad, se exilió en Estados Unidos, donde reanudó la publicación de Vésper con el apoyo de Elisa Acuña. Regresó a México en 1905 y, en 1909, participó en la fundación del Club Político Femenil Amigas del Pueblo y del Club Hijas de Cuauhtémoc.
Su participación en el movimiento de apoyo a Francisco I. Madero durante el fraude electoral de 1910 le valió otro encarcelamiento en 1911. No obstante, la persecución constante nunca quebrantó sus convicciones. Poco después, se incorporó al zapatismo, movimiento en el que consolidó un pensamiento feminista y anarquista más definido.
En 1922, tras varios encarcelamientos, retomó la publicación de Vésper, sobre el cual escribió: “Vésper surgió a la vida con firmeza de roca y rebeldía montaraz, que nada ni nadie pudo quebrantar; porque Vésper no surgió de los invernaderos de la civilización, surgió de las montañas, entre las asperezas del monte y la inmensidad azul, a donde no pueden llegar las fragilidades de la civilización”.
Finalmente, la subsecretaria Noemí Juárez recordó con admiración la fuerza inquebrantable de Juana Belén, quien escribió en sus memorias: “En todos los rincones del mundo se abren unas mandíbulas dispuestas a triturar, y yo no tengo indiferencia para ver, ni cobardía para oír, ni mansedumbre para acomodarme allí”.
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