1. Introducción En el segundo trimestre de 2024 prevaleció la notoria debilidad que la actividad económica en México ha registrado desde finales de 2023. Dicho comportamiento ha reflejado, principalmente, la atonía de la actividad industrial y la pérdida de dinamismo de los servicios. Además, en lo que va del año las actividades primarias se han contraído de manera significativa en algunos meses. A nivel regional, se estima que la actividad económica habría experimentado atonía en todas las regiones durante el segundo trimestre de 2024.1 No obstante, el sur continuaría ubicándose en niveles relativamente más elevados que los observados antes de la pandemia, en comparación con el resto de las regiones. Desde una dimensión sectorial, se anticipa que la contracción de la producción manufacturera en las regiones norte y centro norte habría contribuido al débil desempeño estimado para el trimestre. En el norte y el sur también habría respondido a una disminución en la construcción, si bien la obra pública se mantiene en niveles elevados en el sur. Asimismo, se prevé que la caída de la minería habría influido en la atonía de esta última región. Además, algunas actividades terciarias, como el turismo, se debilitaron en todas las regiones, a la vez que el comercio mostró un estancamiento en el norte. Finalmente, la producción agropecuaria retrocedió en las regiones centrales. Como complemento del análisis de la actividad económica regional, el Recuadro 1 presenta una estimación de los impactos regionales y sectoriales en el empleo derivados del incremento en la inversión en construcción pública en el sur del país entre 2021 y 2023, utilizando la Matriz InsumoProducto Multi-Estatal 2018 del INEGI. Los cálculos indican que este incremento no solo habría beneficiado al empleo en el sur, sino también el del resto de las regiones por los efectos indirectos sobre las industrias proveedoras de insumos y servicios para el sector de la construcción. Por su parte, en el Recuadro 2 se estima el efecto de la exposición a la sequía en la producción y el precio de la carne de res. Las estimaciones sugieren que la sequía causa una disminución transitoria del peso de las reses al momento del sacrificio y un aumento transitorio y rezagado del precio por kilogramo de carne de res pagado al productor, si bien ambos efectos son relativamente acotados. En todas las regiones, la inflación general aumentó entre el primer y el segundo trimestre de 2024 y siguió al alza en julio. Este comportamiento se debió, exclusivamente, al incremento de la inflación no subyacente. En agosto, la inflación general se redujo en todas ellas ante la moderación de la inflación no subyacente. Por su parte, la inflación subyacente de todas las regiones continuó descendiendo en el segundo trimestre y en lo que va del tercero. En relación con el avance del proceso desinflacionario en las ciudades en las que se cotizan los precios del INPC, el Recuadro 3 describe cómo la disminución de la inflación subyacente ha sido generalizada a ese nivel de desagregación geográfica. Además, la dispersión de la inflación subyacente entre ciudades ha disminuido durante este proceso, tras el aumento registrado en los años posteriores al inicio de la pandemia. En el Recuadro 4 se analiza la relación entre la concentración de mercado en tiendas de autoservicio y los niveles de precios e inflación de los alimentos procesados y bebidas entre 2015 y 2023. Los principales resultados sugieren que mayores niveles de concentración en las tiendas de autoservicio de las ciudades de México se asocian con niveles de precios más elevados de los alimentos y bebidas, pero no necesariamente con una inflación más alta en estos productos. Los índices de difusión que miden las expectativas de los contactos empresariales entrevistados sobre la demanda de sus productos, sobre la contratación de personal y sobre la inversión en activos fijos para los próximos doce meses siguieron anticipando un crecimiento en esas variables. En el trimestre que se reporta, en el caso de las expectativas sobre la demanda, los índices mostraron un aumento en las regiones centrales y el sur, si bien se ubicaron en niveles similares o menores a los observados al cierre de 2023. Por su parte, en la región norte la señal se debilitó. En relación con el personal contratado, los índices disminuyeron en todas las regiones, excepto en el centro, donde mostró un ligero incremento. En cuanto a las expectativas de inversión en activos fijos para los próximos doce meses, los indicadores correspondientes a las regiones norte y centro experimentaron una reducción. En contraste, en las regiones centro norte y sur mostraron un incremento, luego de la disminución registrada el trimestre anterior. Los directivos empresariales entrevistados señalaron los siguientes riesgos que podrían afectar el crecimiento económico regional durante los próximos doce meses. A la baja: i) que se deterioren los indicadores de seguridad pública; ii) que persistan niveles de inflación y tasas de interés elevados, y iii) que se materialicen fenómenos climáticos adversos para la actividad económica regional. Entre los riesgos al alza, los directivos mencionaron: i) que el gasto público, en particular la inversión en obras de infraestructura, sea mayor que el esperado, y ii) que se observen, tanto en el ámbito local como internacional, condiciones más favorables que incentiven una mayor inversión privada. En el norte y las regiones centrales, el mayor porcentaje de respuestas de los directivos consultados se asignó a que los precios de venta de los bienes y servicios que ofrecen se incrementen a tasa similar en los próximos doce meses en relación con los doce meses previos. Además, este porcentaje aumentó en las regiones norte y centro, y se mantuvo en un nivel similar en el centro norte. A su vez, en el sur, la mayor proporción de respuestas anticipa que los precios de venta aumenten a tasa menor, y dicha proporción también se incrementó en el trimestre reportado. En cuanto a los precios de los insumos, la proporción de directivos que prevé que estos aumenten a tasa similar o mayor continuó incrementándose en todas las regiones. Por su parte, la mayoría de los directivos entrevistados en todas las regiones sigue esperando un incremento en los costos salariales a tasa similar o menor en los próximos doce meses en relación con los doce meses anteriores. Se anticipa que las economías regionales continúen expandiéndose a pesar de enfrentar un entorno complejo e incierto que presenta desafíos significativos para su crecimiento. Uno de estos desafíos es la posible disminución en la demanda externa, especialmente de Estados Unidos, en caso de que esa economía registre un crecimiento menor al esperado. Además, el proceso electoral en ese país podría generar mayor incertidumbre a corto plazo y, posiblemente, llevar a la implementación de políticas que afecten el comercio global, así como el flujo de inversión y remesas. En función de cómo se materialicen estos fenómenos, las entidades del norte y las regiones centrales, que dependen en gran medida de las exportaciones, podrían verse particularmente afectadas, al igual que aquellas que reciben flujos considerables de remesas o turistas de ese país, como ocurre en algunos estados de las regiones centro norte y sur. Otro reto son los problemas de inseguridad pública, ya que los directivos empresariales continúan comentando sobre sus efectos en el funcionamiento de sus empresas en ciertas áreas del país. Adicionalmente, la ocurrencia de eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, representa un riesgo para el bienestar de la población y la actividad regional. Ante estos retos, es importante continuar fortaleciendo las fuentes internas de crecimiento, generar condiciones que propicien la inversión y aprovechar las oportunidades que representa el proceso de relocalización. En efecto, de acuerdo con las opiniones empresariales recogidas en el Recuadro 5, los mayores beneficios de este proceso se esperan en el futuro. No obstante, también se subraya la necesidad de implementar acciones para capitalizar esta oportunidad de crecimiento. Específicamente, se requiere seguir impulsando la construcción de infraestructura de transporte, hidráulica y energética, así como la formación de capital humano. Asimismo, es necesario robustecer la seguridad pública y el estado de derecho. Debido a los riesgos que representa el cambio climático para las economías regionales, es esencial implementar políticas de mitigación y adaptación en las áreas más vulnerables. Estas medidas no solo ayudarían a las regiones a enfrentar los desafíos actuales con éxito, sino que también promoverán un crecimiento más inclusivo y sostenible a largo plazo, mejorando así las condiciones de vida de la población.
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