martes, 3 de septiembre de 2024

Los riesgos en el panorama económico de México. INTERCAM BANCO.


Resumen Ejecutivo

De momento, estamos frente a un escenario particularmente incierto, no solamente por cuestiones idiosincráticas locales sino también por eventos internacionales. Resulta particularmente complejo, dibujar un panorama macroeconómico con cierto nivel de certidumbre dada la serie de eventos ceñidos en el calendario que pudieran suceder en los siguientes meses. La cristalización de uno o varios riesgos que describimos a continuación pueden modificar de manera puntual el desarrollo de la economía de nuestro país.

La presidencia que encabezará la doctora Claudia Sheinbaum el próximo 1 de octubre será caracterizada por tener “el carro completo”, un evento sin precedentes en nuestra historia moderna, ya que el partido del poder tiene mayoría calificada en la cámara de diputados y se presume que la tendrá en la de senadores, además de 24 gubernaturas y 26 congresos estatales. La dominancia en el frente político le otorga una enorme responsabilidad y el compromiso de dar resultados, sin embargo, la presidenta electa tendrá un margen de maniobra mucho más estrecho que el gobierno saliente, puesto que los recursos son limitados.

En ese tenor, existen una serie de riesgos en el panorama que pudieran modificar los fundamentales, el rumbo y la estructura de la economía mexicana. Los principales riesgos que esbozamos son:

1.  Reformas constitucionales como la reforma al poder judicial y la desaparición de organismos autónomos. Al margen del resultado final que se discuta en el pleno, la propuesta no ha sido bien recibida por varios agentes locales e internacionales que han señalado implicaciones negativas para México tanto en el corto como el largo plazo.

2.  Finanzas públicas. El panorama es retador. La posibilidad de tener menores ingresos frente a un gasto rígido, sin descartar creciente, imposibilitará el regreso a un déficit sostenible y por ende lograr la consolidación fiscal. Dependerá mucho de las proyecciones de la SHCP en el paquete económico que se discutirá en octubre y se deberá aprobar en el noviembre.

3.  Pemex representa el eslabón más débil, ya que es el principal riesgo para las finanzas públicas en el corto y mediano plazo. Los constantes apoyos del gobierno incurridos en esta administración hacia la petrolera, no han contribuido a solucionar el problema de fondo: pérdidas operativas y falta de liquidez para sus obligaciones en moneda extranjera. Al momento, la nueva dirección de Pemex ha manifestado que buscarán un mayor enfoque hacia la transición energética.

4.  La trayectoria de desinflación en México es cuestionable pues no incluye la inflación de servicios que se ha mantenido persistentemente arriba de 5% por casi dos años consecutivos. La caída en el componente subyacente ha sido originada por las mercancías cuyo descenso ha sido provocado por la apreciación del tipo de cambio. La reciente depreciación del peso trae aparejado cuestionamientos sobre la trayectoria de baja en la inflación.

5.  Posibles revisiones a la calificación crediticia del soberano mexicano dado el panorama y la coyuntura local. Fitch y Moodys han sido vocales en que revisarán la calificación del soberano, antes de terminar el 2024. Los mercados financieros han venido incorporando un mayor riesgo país en México que en sus pares, reflejado en mayores tasas en moneda local, tasas en dólares y en prima de riesgo soberano.

6.  Elecciones en Estados Unidos. Dependiendo de quien resulte ganador la relación comercial podría modificarse. Recordamos que la economía mexicana se encuentra altamente expuesta a la relación comercial con EE.UU. dado que el 70% de las exportaciones de nuestro país se destinan a este mercado. En caso de que Donald Trump regrese a la Casa Blanca el proteccionismo, junto con su propuesta de reducir nuevamente los impuestos corporativos, serán una preocupación para nuestro país en materia comercial y de captación de inversión. En caso de que Kamala gane, los efectos son mixtos, aunque puede ser previsible de mayor estabilidad.

7.  Tensiones geopolíticas. De momento en el balance de riesgos, la guerra en Medio Oriente y la invasión Rusia-Ucrania han dejado de ser el motivo principal de preocupación, pero no podemos dejar de señalar que representan un riesgo latente para el enrarecimiento de las condiciones económicas y financieras internacionales.

 

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