En El Parián Atelier se utilizan productos nacionales, especialmente mezcales de Ocotlán, Coyul, Tultepec e Ixcatlan. También hay productos de otras regiones: mezcales de Durango, quesos de Querétaro y trigo de la Mixteca con el que hacen su propio pan. El conjunto de estos ingredientes hacen que cada bocado cuente una historia de respeto por la tierra.
Aquí se honran las raíces de Oaxaca al utilizar productos locales y apoyar a pequeños productores que promueven prácticas sostenibles. Además de que al chef Israel le preocupa ayudar a promover la economía de la región trabajando con agricultores, artesanos y productores para garantizar la calidad y autenticidad de todos los ingredientes que entran a su cocina.
El Parián Atelier es un viaje a través del tiempo, la casa que alberga este restaurante es un testimonio de la arquitectura de la época, destacando elementos característicos como los remates que coronan sus ventanas y puertas. Cuando los comensales entran, son recibidos por un pequeño espacio que recuerda a una tienda de abarrotes de antaño, con estanterías de madera y detalles que evocan la elegancia clásica de la época.
Dentro de El Parián Atelier se encuentra una tienda que tiene como objetivo ser una plataforma para que el producto local llegue a un público mucho más amplio. En la tienda se ofrecen productos como la sal de chicatana o chapulín, café, granola y chocolate, entre otros. Además, aquellos que lo deseen, pueden disfrutar de un espacio para trabajar, fusionando placer y productividad.
Aquí las bebidas también hablan y por eso cada trago cuenta una historia inspirada en las estaciones del ferrocarril que se instalaron en Oaxaca durante el porfiriato. Así como El Parían, también hay bebidas inspiradas en “Las Sedas”, “Tomellín”, “Chahuites” e “Insurgentes”.
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