A 30 minutos al sur de la capital de Aguascalientes se encuentra el Bosque de Cobos, uno de los lugares arqueológicos y paleontológicos más importantes del país y de gran impacto ambiental. Una pequeña parte de esta área ha sido clasificada como un área natural protegida por el gobierno estatal y municipal; sin embargo, la construcción de fraccionamientos y la poca regulación de aguas contaminantes desechadas en su arroyo están amenazando este sitio.
El bosque no sólo es un área paleontológica y arqueológica donde se encuentran fósiles de la era del hielo y vestigios de comunidades prehispánicas con gran valor histórico, también cuenta con una enorme biodiversidad. Zorros, mapaches, coyotes, venados, linces, murciélagos y la tortuga casquito (una especie endémica) forman parte de este ecosistema, un ecosistema que peligra. En nuestros recorridos por el arroyo de Cobos, cada vez encontramos más caparazones vacíos de tortugas casquito.
Este pulmón verde ha sido protegido por los habitantes regionales durante años pero necesitamos la participación de las autoridades para que se tomen medidas de protección a sus cauces y que exijan a las empresas constructoras la creación de la planta de tratamiento del Fraccionamiento Lunaria y echar a andar las plantas tratadoras de Calvillito y del Fracc. Valle de las Palmas para proteger la localidad paleontológica y zona de recarga de agua más importante de Aguascalientes; de no hacerlo, las consecuencias podrían ser fatales para los animales que habitan la zona, aumentaría la crisis hídrica en la que ya nos encontramos y la contaminación se elevaría aún más.
Está en nuestras manos conservar el Bosque de Cobos y preservar nuestra flora y fauna ¿Te unes? Firma y comparte.
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