martes, 2 de abril de 2024

Citibanamex. Pre-Criterios 2025: un reto para la siguiente administración.

 El indicador de confianza empresarial en marzo permanece en zona positiva. • En marzo, el INEGI reportó el indicador de pedidos manufactureros en 52.9 puntos, mientras que el indicador no manufacturero del IMEF se ubicó en 52.1 puntos. • En la encuesta Banxico, la mediana de la inflación general para 2024 permaneció sin cambios en 4.10% y la subyacente subió a 4.15% (4.06% anteriormente). Sin cambios en el PIB de 2024 en 2.40% y la tasa de fondeo interbancario sigue proyectándose en 9.50% al cierre de año. • Oro registra un máximo histórico en 2,271.8 dólares la onza.

Mañana

En México, conoceremos las cifras de demanda interna para el mes de enero. • En EUA, se publicarán los datos de la balanza comercial a febrero, estimamos un déficit de 6,850 (mdd) desde un déficit de 6,740 mdd en enero.

Pre-Criterios Generales de Política Económica 2025 (PCGPE): consideramos difícil estabilizar deuda el siguiente año

Calendario fiscal permite a las nuevas administraciones elaborar el Paquete Fiscal desde su primer año. La SHCP publicó los PCGPE 2025 en cumplimiento con la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria. Este es el último documento respecto a la perspectiva de finanzas públicas que presentará esta administración, ya que la elaboración del Paquete Económico 2025 será tarea del gobierno entrante, que tomará posesión el 1 de octubre. La fecha límite de envío al Congreso de la iniciativa de Ley de Ingresos y del proyecto de Presupuesto de Egresos para 2025 es el 15 de noviembre de este año. SHCP hizo revisiones al marco macroeconómico, algunas optimistas. Mientras dejó sin cambios el crecimiento para 2024 y 2025 en 3.0% y 2.5%, respectivamente, por arriba de nuestras estimaciones de 2.2% y 1.7%, y las del consenso de 2.4% y 1.8%. El tipo de cambio se ajustó al alza, a niveles más cercanos a nuestros estimados. Finalmente, se revisaron sensiblemente los indicadores petroleros, el precio del barril al alza y la producción a la baja, ubicándose ambas variables por arriba de nuestras proyecciones.

Anticipan mayores ingresos para 2024. Respecto a los ingresos presupuestarios, la SHCP realizó revisiones al alza para 2024 y 2025 en 0.6pp y 0.4pp, con lo que los ingresos públicos alcanzarían 21.9% y 21.5% del PIB, respectivamente. El ajuste de 2024 responde tanto a mayores ingresos tributarios, como a mayores ingresos petroleros, esto último es algo que ya anticipábamos desde la presentación del Paquete 2024 dada la estimación excesivamente baja considerada para el precio del petróleo. Por su parte, el ajuste de 2025 se debe exclusivamente a los no petroleros. Considerando las diferencias en los supuestos, nosotros estimamos los ingresos presupuestarios de 2024 0.3pp por debajo de la SHCP. A pesar de la revisión al alza, los ingresos presupuestarios continuarían con una tendencia a la baja; en una comparativa sexenal estos promediarían 22.1% del PIB, marginalmente por debajo del promedio de 22.2% del sexenio anterior, por menores ingresos petroleros. Continúa la mayor expansión del gasto para 2024. La SHCP sigue estimando para 2024 el mayor nivel de gasto como porcentaje del PIB desde hace tres décadas al ubicarlo en 26.9%, 0.7pp mayor que el aprobado y 1.3pp por arriba de 2023. La revisión al alza proviene principalmente de un mayor gasto programable que se ubicaría en 19.5% del PIB, 0.3pp  por arriba de 2023 y 0.7pp mayores a lo presentado en el Paquete Fiscal 2024. Nosotros anticipamos que se cumplirá esta expectativa de gasto. De cumplirse las estimaciones de SHCP, el gasto público promediaría 25.2% durante este sexenio, por arriba del 24.5% del sexenio anterior. Contracción del gasto en 2025 para estabilizar deuda. SHCP plantea un fuerte recorte de 2.9pp del PIB en el gasto durante 2025 para mantener la deuda constante como porcentaje del PIB respecto a 2024. Dentro de los principales rubros en donde se plantea el recorte está el gasto de capital, que pasaría de 3.2% del PIB en 2024 a 2.1% en 2025, con la inversión física cayendo de 2.6% a 2.1% y la inversión financiera pasando de 0.6% a 0.0%, respectivamente. También dentro del gasto de operación se plantea un recorte de 1.3pp para 2025, con recortes de 0.3pp en servicios profesionales y de 0.9pp en el rubro de subsidios. Además, se debe considerar que desde 2000 el gasto neto ha crecido en promedio 8.6% cada año. La reducción en el gasto planteada por la SHCP sería ligeramente mayor a la 2017, de 2.8pp, que se registró en un contexto de expansión de la deuda pública y de riesgo de recorte a la calificación crediticia de los bonos soberanos. Consideramos complicado implementar en 2025 una disminución del gasto más allá de la relacionada con el menor costo financiero (por recortes a las tasas de interés), los egresos relacionados con la organización de las elecciones, y un menor apoyo a Pemex. En este sentido, estimamos que el gasto público se ubicaría en 26.3% del PIB durante 2025.


Se estima para 2024 el mayor déficit público desde 1988. La estimación de SHCP para el déficit primario de 2024 aumentó en 0.2pp del PIB respecto al Paquete aprobado, a 1.4%, mientras que la del déficit público amplio (RFSP) se elevó hasta 5.9% del PIB (+0.4pp), el mayor en más de 30 años. Considerando el faltante de ingresos que estimamos, proyectamos que este déficit se ubicaría en 6.2% del PIB y la deuda neta (Saldo histórico de los RFSP) en 50.5% del PIB.

Finanzas públicas sanas, un reto para la siguiente administración. Si bien las métricas de la deuda pública seguirían siendo mejores en comparación con países pares emergentes y de la región, con una tendencia al alza del déficit público, crecientes presiones de gasto y una recaudación de impuestos relativamente baja, la próxima administración enfrentará un panorama fiscal más complicado. Consideramos que sería un reto significativo para la nueva administración llevar a cabo los recortes de gastos que estabilizarían la deuda en 2025, ya que sería políticamente costoso dar marcha atrás a programas sociales, arriesgado negar totalmente los apoyos a Pemex y difícil acomodar nuevas prioridades de gasto bajo crecientes presiones no discrecionales. Por lo anterior, consideramos probable ver una combinación de alguna reforma que mejore modestamente los ingresos, ligeros recortes al gasto y un incremento moderado en la deuda como porcentaje del PIB. Así estimamos para 2025 un déficit primario de 1.1% del PIB, un déficit público de 4.4% del PIB y una deuda neta de 52.5% del PIB. El legado de este sexenio: aumento moderado de la deuda, ingresos tributarios modestamente mayores (aunque con ingresos presupuestarios estancados), presiones de gasto crecientes y mayor déficit con menores amortiguadores. Se implementaron medidas de eficiencia que aumentaron moderadamente los ingresos tributarios, pero los ingresos presupuestarios se han mantenido bajos en comparación con sus pares. Al mismo tiempo, las presiones de gasto han aumentado y continuarán haciéndolo, especialmente las provenientes de pensiones. Además, consideramos discrecional la asignación del gasto, ya que no estuvo respaldada por documentos publicados por el gobierno que demostraran la superioridad en términos de beneficio social y económico de la inversión en programas y proyectos emblemáticos respecto de otros proyectos y de los programas anteriores. Si bien hubo ganancias en eficiencia recaudatoria, el gran ausente de este sexenio fue una reforma fiscal, compromiso planteado al inicio de la administración. En nuestra opinión se dejó pasar la oportunidad de aprovechar el capital político con el que se contaba al inicio del sexenio para obtener consensos y fortalecer a la hacienda pública. Además, observamos que, para no aumentar en mayor medida la deuda como porcentaje del PIB, la SHCP utilizó activos financieros (e incluso recortó el gasto en rubros como infraestructura y salud), lo que implica cierto deterioro de las finanzas públicas, independientemente del crecimiento moderado de la deuda como porcentaje del PIB. Asimismo, consideramos que existe un problema por la ausencia de coordinación (incluso contradicción) entre la política fiscal y la política monetaria, ya que al tiempo que se plantea la mayor expansión fiscal en décadas, el banco central implementa una política de apretamiento monetario para bajar la inflación. Por último, también consideramos desfavorable el deterioro de la reputación fiscal al presentar un déficit fiscal de magnitud injustificada para 2024 y una propuesta de consolidación fiscal muy difícil de cumplir. Necesario fortalecer la posición fiscal en los próximos años. Pensamos que las tendencias recientes implican un riesgo de debilitamiento de la posición fiscal que considerarán las agencias calificadoras hacia delante. En nuestra opinión, el fortalecimiento de la posición fiscal requiere de una reforma fiscal para mejorar la recaudación de impuestos, una asignación del gasto destinada a aumentar la productividad, políticas para fomentar la inversión privada y, por lo tanto, el crecimiento del PIB (el cual conduciría a mayores ingresos públicos), así como una mejora de la situación financiera de las empresas productivas del Estado.  

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