lunes, 14 de septiembre de 2020

Acreditación de programas educativos, respaldo para el Modelo B-Learning UAG


La calidad académica y mejora continua de sus programas educativos son una prioridad para la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG).  
Con el objetivo de ofrecer carreras con los más altos estándares, esta institución respalda su calidad educativa mediante las acreditaciones de sus programas académicos, base fundamental para el Modelo B-Learning UAG que está centrado en el aprendizaje del alumno.   
El mecanismo para lograr una acreditación consiste en que un organismo ajeno, respaldado por la Secretaría de Educación Pública, realiza una revisión exhaustiva de los programas académicos para avalar que cumplan con los estándares de calidad, tanto generales como de la profesión en particular.  
Esto se hace con la finalidad de asegurar que los estudiantes son formados adecuadamente en cada una de las carreras, explicó el Ing. José Luis Torres Pérez, Director de Acreditaciones y Ranking de la UAG.  
“En este momento habiendo en México tantas opciones educativas, lo primero que necesitan tener, tanto los padres de familia como los alumnos, es la certeza de que están inscribiendo a sus hijos en programas que cuentan con la calidad”, afirmó el funcionario universitario.  
“No porque lo decimos nosotros, sino porque hay un ente experto en esa área que le está diciendo a la sociedad que el programa cuenta con esa calidad”.  
Actualmente existen dos tipos de acreditaciones: las institucionales y por programa de estudio.  
A nivel institucional, la UAG trabaja con la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES). Mientras que las acreditaciones por programa las realizan diversos organismos dependiendo del área de conocimiento, pero que son regidos por el Consejo Para la Acreditación de la Educación Superior A.C. (COPAES).  
El análisis exhaustivo para acreditar la calidad educativa de un programa está basado en 11 parámetros, entre los cuales se encuentran la calidad y experiencia de los docentes, el desempeño académico de los alumnos, el plan de estudios, la generación de investigación, la vinculación, los servicios de apoyo al aprendizaje y la evaluación de los métodos de aprendizaje, entre otros. 
Pero las acreditaciones no solamente contemplan el plano académico, ya que también se hace una evaluación de aspectos como las instalaciones, la planeación organizacional, el marco normativo institucional y la formación integral del alumno.  
“Con todo ese tipo de elementos que no son del plan de estudios, pero de valor agregado, lo estamos formando de una manera más integral”, afirmó el directivo universitario.  
Ahora con la implementación del Modelo B-Learning UAG, la institución continúa apegada a todos los parámetros de calidad exigidos por las acreditadoras; “Todo esto aun con pandemia lo seguimos manteniendo porque son aspectos prioritarios para el aseguramiento de la calidad de los programas de estudio. El Modelo B-Learning UAG viene a refrendar ese compromiso que tenemos como institución hacia esa formación de excelencia”, afirmó el Ing. Torres Pérez.  
Fue la carrera de Medicina la que inició con el proceso de acreditarse, que se intensificó y generalizó a otras carreras desde hace varios años. El avance ha sido importante, ya que actualmente la UAG cuenta con 36 programas acreditados en todos sus campus, lo que representa que el 80 por ciento de los alumnos estudian una carrera que cuenta con el aval de las acreditadoras. 
Cabe mencionar que las acreditaciones tienen una vigencia, que en promedio es de 5 años, y se tiene que renovar cuando se termine.  
Precisamente para reacreditarse, los programas tienen que pasar nuevamente por un proceso de evaluación, lo que asegura que las carreras tengan una mejora continua y ratifiquen su calidad con el tiempo.  
El Ing. Torres Pérez explicó que todos los organismos acreditadores cuentan con un consejo directivo, el cual establece la mecánica para que exista un catálogo de evaluadores compuesto por académicos de diversas instituciones educativas ajenas a la universidad y programas que evalúan.  
Este grupo se encarga de realizar la evaluación y vigila que el programa cumpla con todos los parámetros de calidad. Posteriormente la evaluación se pasa por un comité dictaminador, quien avala o rechaza la petición de acreditación.  
De hecho, la UAG actualmente tiene a 10 profesores evaluadores en diferentes organismos que participan en la evaluación de programas educativos de otras universidades. 
Con el avance actual de las carreras avaladas, ahora el reto para la UAG es lograr acreditaciones a nivel internacional y, de hecho, ya se trabaja con dos programas en las áreas de Negocios y de Ingenierías.  
Estas acreditaciones internacionales ayudarían a la UAG a recibir más estudiantes extranjeros y participar en redes de colaboración e investigación a nivel mundial.  
Apoyo institucional  
Desde hace un año la UAG creó la Dirección de Acreditaciones y Ranking con la finalidad de acompañar a las Escuelas y Facultades en la acreditación de sus programas.  
“Lo que buscamos nosotros es integrar un equipo base de especialistas que se encarga de trabajar todos los indicadores que tienen que ver con la cuestión institucional. Todos los elementos que son comunes para todos los programas de estudio”, comentó el Ing. Torres Pérez.  
“Cuando arrancamos un proceso de acreditación o reacreditación hacemos equipo junto con la academia porque ellos son los expertos en ese programa de estudios”.  
De esta manera, la Escuela o Facultad trabaja de la mano con los especialistas de la Dirección de Acreditaciones y Ranking para integrar la información necesaria para someter el programa a un proceso de acreditación.  
Para la Universidad Autónoma de Guadalajara los alumnos y la calidad educativa son dos pilares fundamentales. El estudiar en un programa acreditado garantiza que el alumno cursa un programa con los más altos estándares de calidad.  
 
Estos son los parámetros que miden las acreditadoras para avalar un programa educativo: 
  1. Calidad y experiencia de los docentes.  
  2. Instrucción y desempeño académico de los estudiantes.  
  3. Plan de estudios.  
  4. Evaluación de métodos de aprendizaje.   
  5. Formación integral del alumno.  
  6. Servicios de apoyo para el aprendizaje.  
  7. Vinculación y extensión.  
  8. Investigación. 
  9. Infraestructura y equipamiento de las instalaciones.  
  10. Planeación, evaluación y organización.  
  11. Marco normativo institucional.  

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