jueves, 12 de octubre de 2017

Atención Fiscal General de Justicia del Estado de México, Alejandro Jaime Gómez Sánchez; comisionado de Seguridad, Eduardo Valiente Hernández y Secretaria de Seguridad, Maribel Cervantes Guerrero; oleada de extorsión telefónica desde el número 83-42-15-37-57


Estado de México, 12 Septiembre 2017.- Comerciantes de Chalco, Ixtapaluca y Valle de Chalco sufren extorsión vía telefónica desde el número 83-42-15-37-57 desde el cual reciben llamada diciendo que tienen vehículos cerca del negocio, esperando una señal para matar a quienes se encuentren dentro del negocio en caso de “no llegar a un acuerdo”.

“El teléfono suena y preguntan si es el encargado. Al decir que que es lo que se le ofrece, la voz de un sujeto dice: tenemos varias camionetas vigilando su negocio y si no nos paga ahora, les daré la indicación para que vayan a su negocio y lo maten y a todos los que están allí”, dijo uno de los comerciantes vecinos de estas localidades, que pidió no ser identificado, por razones obvias, pero agregó que sospecha de un sujeto al que apodan “el garrafones” y “el rojas” como el que “pone” a las personas para ser extorsionadas.

El acto de extorsión busca obligar  a otra persona a dar, a hacer, dejar de hacer o tolerar algo,  obteniendo un beneficio para sí o para otro, causando daño en su patrimonio, según se tipifica el delito en el código penal.

Por ello, los quejosos solicitan la intervención del Fiscal General de Justicia del Estado de México, Alejandro Jaime Gómez Sánchez, del comisionado de Seguridad, Eduardo Valiente Hernández y la secretaria de Seguridad, Maribel Cervantes Guerrero; a fin de investigar el número telefónico 83-42-15-37-57 para detener estas actividades y detener a los involucrados.

Cabe señalar que recientemente el gobernador Alfredo del Mazo Maza, fue contundente en materia de lucha en contra del crimen y emitió líneas generales de acción que detalla que “se concentrará en la Secretaría de Seguridad, en las tareas y mando del esfuerzo estatal en materia de seguridad pública y privada”, y que enfrentará desde una perspectiva integral la prevención, investigación y persecución de los delitos, con base en la inteligencia policial.

Mediante un comunicado, el gobierno estableció que realizarán “una reingeniería al modelo de policía estatal y coadyuvará en el fortalecimiento de la policía municipal”, además de redireccionar la estrategia estatal contra la delincuencia, enfocada en el combate al robo en transporte público, el de vehículos, extorsión, feminicidio, secuestro, homicidio, narcomenudeo, entre otros.

El decálogo incluye el fortalecimiento “del sistema único de información criminal estatal, el combate a la corrupción con un enfoque frontal y sistemático, desarrollo de la doctrina y normatividad del uso legítimo de la fuerza, y fortalecer la estrategia para la prevención del delito con la participación ciudadana”, además de fortalecer los mecanismos de control y seguimiento penitenciario, y consolidar el modelo de control de confianza estatal.

La extorsión telefónica es una forma de extorsión indirecta, la cual ocurre cuando la víctima recibe una llamada o mensajes escritos en donde se le exige una determinada cantidad de dinero, a cambio de no hacerle daño a él o su familia.

Un modo recurrente es en el que se exige a la víctima depositar determinada cantidad de dinero en un lugar solitario, haciéndose la aclaración que, de ser detenidos, la familia sufrirá las consecuencias.

Se recomienda a quienes sean víctimas de esta clase de hechos, guardar el número del que les están llamando mediante un Identificador de llamadas, el cual en los celulares ya está incluido.

Cabe señalar que cuando se da la amenaza de secuestro o daño a algún familiar al que mantienen bien vigilado, los delincuentes solicitan, para continuar la negociación, códigos de tarjetas para activación de crédito en teléfonos celulares.

Actualmente hay bandas delictivas dedicadas a la extorsión telefónica, operando en grupos que obtienen los datos de sus víctimas a través de directorios telefónicos públicos y especializados;
falsas encuestas telefónicas y callejeras a estudiantes, amas de casa y adultos mayores; tarjetas de presentación obtenidas en ferias y exposiciones; robo de recibos telefónicos y otros estados de cuenta; solicitud de informes directamente en las empresas de las víctimas.

Las autoridades recomiendan tomar las siguientes precauciones:

Si recibe una llamada en la que el delincuente intenta extorsionarlo con la táctica del familiar detenido, indique que usted no está en condiciones de ayudarle ni es una persona que favorezca un pago de ese tipo para salir de un problema.

Si recibe una llamada a su celular y le indica una operadora que su teléfono ha sido reportado como clonado y le pide que lo apague durante algunos minutos para proceder a restaurar su sistema, ¡alerta!, puede tratarse de la llamada de un extorsionador que le pide apagarlo para poder llamar a su hogar e intimidar a su familia, pues cuando intenten llamar a su celular y constatar que se encuentra bien, el hecho de que su teléfono esté apagado puede hacerles creer que usted está efectivamente secuestrado y accedan a pagar por su “rescate”.

Si usted recibió una llamada de un delincuente y éste lo amenaza, no pierda la calma ni entre en pánico. Considere que la gran mayoría de estas llamadas son efectuadas por reos dentro de las cárceles y que utilizan ese medio para conseguir crédito para sus teléfonos celulares y continuar extorsionando gente “según se dejen”. Las probabilidades de que se cumplan sus amenazas son realmente bajas.

Grabe la llamada, de ser posible. No le muestre temor al delincuente, no le proporcione mayor información, ni lo rete o insulte; mantenga su dignidad y no se comprometa a pagar ni tampoco diga que no lo hará. Pida tiempo para consultar la petición con alguien más. Registre el número y la hora que aparecen en el identificador de llamadas, escuche y recuerde bien el acento de la voz (norteño, costeño, caló) y denuncie el hecho a la policía. No vuelva a tomar la llamada, deje descolgado el teléfono por algunas horas.

Si vuelven a llamar, planee sus repuestas, finja otra voz al contestar y cuelgue con cualquier pretexto. Si el delincuente insiste al paso de los días, lo mejor será cambiar el número de teléfono. Si no grabó la llamada, anote en un papel de manera clara la conversación sostenida, considerando las palabras que cada una de las partes utilizó.

Esto servirá posteriormente para que la autoridad y los especialistas en el tema puedan dar su opinión profesional y de ahí asesorarle en los pasos a seguir.

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