Un niño de 11 años a través de una donación
de sus órganos (dos riñones, válvulas del corazón, córneas, hígado y piel), le salvó
la vida a siete personas.
La decisión de sus padres permitió al ISSSTE,
por medio de su Programa de Trasplante Hepático, que Patricia Yzaguirre tuviera
una segunda oportunidad.
A 12 años de su operación, ella sigue
agradecida con el pequeño Edson, quien perdió la batalla tras padecer un
aneurisma cerebral.
Fue un 17 de diciembre de 2003 cuando se
apagó la vida de Edson, pequeño de 11 años originario de Michoacán, pero ahí
comenzó la esperanza de otras siete vidas que, gracias a él, fueron salvadas en
el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado,
entre ellas la de Patricia, derechohabiente de Tamaulipas.
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