Villa Guerrero, Méx.- El cultivo de la fresa es una
actividad campesina que requiere mucha inversión monetaria, de cuidado y
trabajo. Martín Montes de Oca, pequeño productor antorchista de la comunidad La
Finca en Villa Guerrero, explicó que esta es la mejor temporada para ofertar el
producto.
Y es que la siembra se realiza a finales de la
primavera porque es cuando la tierra se comienza a calentar para que la fresa
crezca de mejor tamaño y sabor y se pueda vender más cara. Su cultivo es
resistente a todas las estaciones del año, pero para sacarle mayor beneficio,
se busca que su siembra y cosecha se realicen en climas de templados a cálidos.
En cuanto al proceso Martín Montes explicó, que
primero se necesita preparar la tierra; se voltea con el tractor, se le pone el
acolchado, la cinta de goteo y después de cuarenta días la fresa se empieza a
dar, es cuando se dice que la siembra está hecha. “Estos frutos necesitan
tierra rica en abono que contengan potasio para que crezcan, boro para que no
tengan deformaciones y calcio, además del riego que se tiene que hacer en su
justa medida porque suelen ser sensibles a demasiada humedad”.
Por otra parte también advirtió, que el sembradío se
debe vigilar constantemente debido a que en el proceso se pueden presentar
plagas como la trips, palomita blanca, araña roja, y araña ciclamina, que se
solo se erradican a tiempo con el uso de herbicidas para evitar la pérdida. Por
último, el fruto es recolectado en canastas para después ser almacenado en
cajas y distribuirlo a los pequeños productores para que puedan venderlo en
mercados y supermercados.
Debido al alto costo que representa la siembra de la
fresa, don Martín hizo un atento llamado a las autoridades agrarias para que
apoyen al campo con fertilizantes y herbicidas porque muchos de sus compañeros
campesinos dejan perder sus siembras por no contar con el dinero suficiente
para que la cosecha llegue a buen término.