La
información personal de los niños tiene una gran demanda entre los
ciberdelincuentes. ESET te cuenta cómo pueden robarla y qué puedes hacer
para protegerlos.
Ciudad
de México –
El robo de identidad de niños tiene una gran demanda entre los
ciberdelincuentes y es más común de lo que puedes imaginar. Y es que de
acuerdo con el equipo
de investigación de ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, los estafadores la
utilizan para muchos de los mismos fines que la información de los adultos:
-
Abrir cuentas bancarias para usarlas en lavado de dinero y estafas.
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Abrir nuevas cuentas de tarjetas de crédito para acumular deudas.
-
Obtener beneficios y préstamos o planes de asistencia social.
Parte
del atractivo de los datos de menores es que los niños generalmente no
tienen malas calificaciones crediticias y el estafador puede estar más
seguro de
que los datos no serán bloqueados por bancos o agencias
gubernamentales.
Además,
es poco probable que los niños revisen regularmente su cuenta bancaria o
informes crediticios; las estafas pueden pasar desapercibidas durante
años.
¿Cómo ocurre el robo de identidad infantil?
Los
ciberdelincuentes suelen recopilar datos personales y luego venderlos
en mercados y foros de la dark web, para que los estafadores los
utilicen.
Una vez más, los métodos para obtener estos datos son similares a los utilizados para comprometer a los adultos. Incluyen:
Phishing
por correo electrónico, redes sociales o incluso mensajes de texto. Las
personas son atraídas a hacer clic en enlaces maliciosos,
potencialmente instalando
malware que roba información, o bien engañadas para que entreguen sus
datos personales, tal vez para participar en un sorteo de premios
inexistentes.
Infracciones
de terceros. Aproximadamente 7 millones de niños estadounidenses, o 1
de cada 43, tuvieron su información personal expuesta y potencialmente
comprometida
a través de una violación de datos el año pasado.
Adquisición
de cuentas: los juegos, las redes sociales e incluso las cuentas de
aprendizaje en línea pueden ser valiosos tesoros de información de
identidad.
Pueden verse comprometidos a través de ataques de phishing,
desciframiento / adivinación de contraseñas de fuerza bruta y otras
técnicas.
Compartir
en exceso en las redes sociales: Los padres pueden ser tan culpables
como sus hijos de compartir demasiada información personal a través de
cuentas
sociales. Incluso las fechas de nacimiento y los detalles sobre su
escolarización pueden convertirse en armas en estafas de seguimiento
diseñadas para obtener más información.
Miembros
de la familia: El fraude familiar es sorprendentemente común. En
aproximadamente el 67% de los hogares que experimentan fraude de
identidad infantil,
la víctima conocía personalmente al perpetrador. El acceso cercano a
documentos confidenciales brinda a estos miembros de la familia la
oportunidad perfecta, y la suposición de inocencia significa que el
fraude puede pasar desapercibido durante años.
Robo
físico: Las viejas formas siguen siendo populares, como confiscar
documentos de la basura o incluso directamente del correo.
¿Cómo mantener segura la identidad de nuestros hijos?
Afortunadamente,
varias mejores prácticas probadas y comprobadas pueden tener un impacto
positivo significativo en el robo identidad infantil.
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Evita compartir demasiado información sobre el menor en las redes sociales.
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Monitorea la actividad en las cuentas del niño para detectar movimientos inusuales (banco, teléfono, etc.).
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Manten todos los dispositivos domésticos actualizados con los últimos parches y software antimalware.
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Explica a los pequeños los peligros de compartir en exceso en las redes sociales: ataques de phishing o robo de identidad.
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Limita la cantidad de cuentas/servicios a los que se inscribe al niño. Ingresa tus datos en su lugar.
Junto
con las medidas preventivas, tiene sentido mantenerse alerta ante la
posibilidad de intentos de fraude utilizando los datos de identidad del
menor.
Las siguientes son señales de que algo puede estar mal:
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Facturas / estados de cuenta inusuales o inesperados llegan dirigidos al niño.
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Solicitudes de cuentas bancarias rechazadas debido a un historial crediticio negativo.
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Las agencias de cobro comienzan a llamar pidiendo hablar con el menor de edad.
En
caso de detectarlo, es importante tomar medidas rápidamente. Solicita
un informe de crédito y si hay algo allí, actúa inmediatamente.
Denuncia
el incidente ante la policía. Y notifica a cualquier organización donde
se haya utilizado la información del menor para abrir una cuenta
fraudulenta
y pide el cierre y una confirmación por escrito que aclare que el niño
no es responsable.