Nota informativa
6 de septiembre de 2020
6 de septiembre de 2020
Fuente: Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera Citibanamex
El
testamento es el documento que dejas antes de morir como instructivo
sobre tus deseos en caso de fallecimiento y que puedes realizar a partir
de los 16 años. Es
una guía que indica qué de tu patrimonio se hereda a quién, para evitar
disputas, desgastes emocionales y económicos a tus seres queridos.
¿Por qué no lo hacemos?
Según
la Comisión de Comunicación del Colegio de Notarios, en México, sólo 1
de cada 20 personas adultas cuentan con un testamento, y en la Ciudad de
México se concentra
el 30% del total de testamentos del país.
Generalmente
el tema del testamento se asocia con llegar a una edad cercana a la
muerte (si hago mi testamento, es porque me voy a morir pronto) lo que
genera miedo.
O también se deja de lado debido a los problemas que se tendrían que
enfrentar, lo cual se puede describir como el efecto desidia. Este
efecto que nos hace ir dejando las tareas para después, con el fin de
evitar emociones no tan agradables como puede ser
ansiedad, culpa o preocupación por tener que enfrentarse a decisiones
que pudieran generar tensión en nuestra familia y amigos con respecto a
lo que se va a dejar.
Otra
razón puede ser la percepción de que hacer el testamento “es difícil y
caro”, al no saber con quién acudir para realizarlo, o cuánto puede
costar el trámite. Sin
embargo, morir y no contar con un testamento genera problemas entre
familiares y amigos que puede llegar a disolver las relaciones a corto y
largo plazo, problemas económicos, e incluso, legales que podrían
derivar en años de juicios.
¿Cómo hacer mi testamento?
Para evitar dejar problemas a tu partida, te compartimos algunos puntos a considerar para preparar tu testamento:
·
Enlista tus pertenencias.
Realiza una lista de todos tus bienes y documentos importantes que
serán necesarios cuando ya no
estés: cuentas bancarias, seguros, bienes inmuebles e incluso tus
pertenencias. Respecto a los productos financieros, toma en cuenta los
beneficiarios que designaste al momento de su apertura, y si lo
consideras necesario realiza ajustes.
·
Define a tus beneficiarios.
Si tienes hijos, esposa/esposo o concubina, la ley buscará protegerlos
ante tu pérdida. Adicionalmente
podrás nombrar a algún otro familiar como hermanos o sobrinos o algunas
personas que no formen parte de tu familia, e incluso, puedes hacer
donaciones. Esto puedes consultarlo con un notario público.
·
Reflexiona sobre las personas (familiares o amigos) a las que te gustaría dejar tus pertenencias y bienes.
Si ya tienes contempladas
algunas de ellas en algo en específico que quieras heredarles, acércate
y coméntalo con ellas para que tengan presente estos deseos y no sea
una sorpresa. El testamento es el papel donde quedará plasmada tu
voluntad, así que detállalo lo más posible para evitar
malos entendidos, incluye objetos que quizás no consideres de gran
valor económico, pero si sentimental, quizás un espejo, una pintura, un
reloj, alguna fotografía, etc.
·
Elige tu albacea (o albaceas).
Esta persona será encargada de hacer que sea cumplan tus decisiones al
momento de partir, por
lo que es importante que sea alguien de tu entera confianza, honesta,
responsable, justa y ética. Recuerda pedírselo en vida, ya que este rol
no es obligatorio.
·
Infórmate más.
Puedes solicitar más información en la página de la Secretaría de Gobernación (www.gob.mx/segob), y en la página del Colegio Nacional del Notariado Mexicano, A.C.
(www.notariadomexicano.org.mx/).
¿Cuánto cuesta?
Septiembre
es el mes del testamento, en el que las notarías cuentan con descuentos
de hasta 50% para realizar este importante y necesario trámite. El
precio regular
de un testamento ronda entre los 2 mil 400 pesos y los 3 mil 800.
Si ya cuentas con el tuyo y requieres hacer algún ajuste, también puedes hacerlo.
¿Por qué sí hacerlo?
La
ventaja de hacer tu testamento es que podrás decidir cómo heredar tu
patrimonio por el que trabajaste, para evitar peleas entre la familia,
que se pierdan tus bienes
y que sea un tormento arreglar papeles para los que se quedan.
Aprovecha
para hacer el tuyo y cuida a las personas que más quieres para cuando
ya no estés. Déjales la costumbre de hacer un testamento.
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