viernes, 9 de marzo de 2018

Mensaje del Ing. Marcos Martínez Gavica, Presidente de la Asociación de Bancos de México Discurso Inaugural 81 Convención Bancaria 8 de marzo de 2018



Don Enrique Peña Nieto.
Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos;

Don Héctor Astudillo Flores.
Gobernador Constitucional del estado de Guerrero;

Senador Ernesto Cordero Arroyo.
Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores;

Diputado Edgar Romo García.
Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados;

Don José Antonio González Anaya.
Secretario de Hacienda y Crédito Público;

Don Alejandro Díaz de León Carrillo.
Gobernador del Banco de México;

Don José Calzada Rovirosa.
Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación.

Don Francisco Guzmán Ortíz.
Jefe de la Oficina de la Presidencia de la República.

Don Juan Pablo Castañón Castañón.
Presidente del Consejo Coordinador Empresarial;

Distinguidos miembros del presídium;

Honorables representantes del cuerpo diplomático acreditados en nuestro país;

Miembros de la Asociación de Bancos de México;

Representantes de los medios de comunicación;

Señoras y señores;
Tengan todos ustedes muy buenas tardes.

En nombre de la Asociación de Bancos de México, les doy la bienvenida a esta octogésima primera Convención Bancaria.

Agradezco particularmente al presidente de la República, Don Enrique Peña Nieto, que nos acompañe esta tarde. Señor Presidente, sea usted bienvenido.

Quiero agradecer también al señor Gobernador de Guerrero por su hospitalidad y por todas las facilidades que nos han brindado para la realización de esta Convención.

Hace un año asumí la honrosa distinción de encabezar la Asociación de Bancos de México. Han sido meses de arduo trabajo, enormes retos, pero también de grandes satisfacciones.

Durante este tiempo he contado con el privilegio de acompañarme de un Comité de Dirección comprometido. Quiero reconocer a Alberto Gómez, a Luis Robles, a Enrique Zorrilla, a Carlos Rojo y Emilio Romano por su apoyo en este periodo, así como a los 1,835 miembros de las cinco Comisiones y 40 Comités Operativos quienes, con su trabajo de todos los días, contribuyen a tener una mejor interlocución con los distintos actores y, con esto hacen más fuerte a nuestra Asociación.

No quiero dejar de hacer una mención muy especial a la Fundación Quiera, nuestra organización dedicada a atender a infantes en situación de calle, en riesgo o que trabajan pese a su edad. La Fundación Quiera está celebrando en 2018 su aniversario 25.  En estos años, la fundación ha apoyado a más de 270 mil niños y adolescentes, además de impulsar el desarrollo de asociaciones comprometidas con ellos.

Muchas gracias a todo el equipo de Quiera, muchas gracias a Alicia y a Mónica, Viviana, Luzma, Pía, Aliza, Carmela y Juan Carlos, al igual que a todo el grupo de voluntarios. La labor que realizan con tanta pasión representa la diferencia para regresar la sonrisa a miles de niños y nos llena de orgullo el saber que la banca, a través de ustedes, está comprometida con la población más vulnerable de nuestro país.

I.             Entorno y Desempeño

En primera instancia, me gustaría expresar nuestro punto de vista, como gremio, sobre lo acontecido en el país durante los últimos doce meses y el papel que la banca ha jugado.

Hace un año, en este mismo salón, reflexionábamos sobre los nubarrones de incertidumbre que se cernían sobre la economía mexicana, los que indudablemente marcarían la evolución de nuestro sistema financiero.

El impacto que sobre las finanzas públicas había representado el ajuste tan importante en los precios del petróleo; el inicio del proceso de reversión a años de extrema liquidez por parte de los bancos centrales en todo el mundo; algunas decisiones complejas en ciertas regiones como el Brexit o la elección norteamericana, eran algunos de los elementos que en ese momento dificultaban imaginar un panorama positivo para nuestra economía en el corto plazo.

Hoy, con la ventaja que otorga el paso del tiempo, parece que lo peor de ese entorno ha quedado atrás, en buena medida por la renovada resistencia de nuestra economía.

Gracias a las decisiones tomadas por nuestras autoridades, México ha superado las enormes dificultades.  

Aprovecho este momento para agradecer su presencia Señor Presidente durante estos años en nuestra Convención, pero sobre todo reconocer en todo lo que vale su apertura para trabajar con nosotros. Con usted a la cabeza, junto con las autoridades financieras, profundizamos el compromiso de la banca para apoyar el desarrollo de México, sus familias y sus empresas. Muchas gracias por estar siempre cerca y comprometido con nuestro gremio.

Más allá de la coyuntura del 2017, lo construido a lo largo de este sexenio constituye la base firme del desarrollo futuro de nuestro país.

El México de hoy es más sólido y más productivo, gracias a la visión plasmada en esa delicada operación política que concluyó con la renovación de las bases institucionales de nuestro país, a través de la más ambiciosa agenda de reformas estructurales en la historia reciente de nuestra nación.

Hoy somos uno de los principales destinos para la inversión privada en el sector energético, con compromisos de inversión superiores a los 200 mil millones de dólares al cierre de esta administración.

Contamos con un mercado de telecomunicaciones que funciona en beneficio de sus usuarios, con un decremento del 84 por ciento en las tarifas de interconexión entre 2014 y 2017, la mayor disminución en todo el mundo de acuerdo con la OCDE.

Se han sentado las bases de un sistema educativo que verdaderamente forje a nuestros niños y jóvenes para enfrentar los retos actuales y que, por otro lado, elimine cotos de poder y fomente la rendición de cuentas de los profesionales en la materia.

Los anteriores son apenas unos ejemplos concretos de los beneficios ya percibidos de las reformas.

En medio de la complejidad del mundo en el que vivimos, perdemos de vista lo alcanzado y, sobre todo, no le damos la justa dimensión al impacto trascendente que el trabajo realizado por todas las fuerzas políticas, y la altura de miras mostrada por el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, tendrán en la evolución futura de nuestro país.  

Hoy, gracias a decisiones firmes y a la búsqueda de acuerdos, México cuenta con un sólido andamiaje que le ha permitido hacer frente a un entorno complejo, pero, principalmente, sienta las bases para que las generaciones futuras, sin atavismos, enfrenten un mundo cada vez más competitivo.

Es cierto, la sociedad mexicana demanda mejorías en materias como seguridad y combate a la corrupción. Son asuntos aún pendientes en nuestro México y requieren la atención inmediata del Gobierno y sociedad para acabar con estos lastres.

Quiero ahora referirme a la reforma financiera, por sus efectos en la labor que realizamos los que integramos la ABM.

Sustentada en los objetivos plasmados en dicha reforma y gracias al trabajo coordinado entre instituciones y autoridades, la bancarización en nuestro país, medida a través del crédito interno otorgado al sector privado como porcentaje del PIB, pasó de un nivel de 26 por ciento en 2012 hasta un nivel estimado de 37 por ciento al cierre de 2017, de acuerdo con el Banco Mundial.

Es decir, en apenas cinco años, la importancia de la banca apoyando a las familias y a las empresas mexicanas en la construcción de su patrimonio, la preservación de sus ahorros y el impulso a su expansión y modernización, creció once puntos del Producto Interno Bruto.

La cartera de crédito vigente se incrementó 73 por ciento en dicho periodo. El financiamiento destinado a las personas y a las familias creció 63 por ciento y el crédito otorgado a las empresas aumentó un 86 por ciento en estos cinco años.

Quiero destacar que el financiamiento a la vivienda se incrementó un 66 por ciento, y el crédito otorgado a las micro, pequeñas y medianas empresas se expandió más del 65 por ciento. 

En términos de la captación, se registró un crecimiento significativo del 64 por ciento en este periodo, lo que muestra cómo la expansión del crédito se da sobre bases sólidas.

Hoy vivimos un ciclo expansivo del crédito que mantiene la calidad de la cartera. El índice de morosidad al cierre de 2017 fue de 2.1 por ciento, mientras que la capitalización es del 15.6 por ciento, siendo ambos indicadores los mejores registrados en la última década.

II.            Infraestructura y Operatividad

Un segundo mensaje que quiero compartir el día de hoy es dimensionar la magnitud del alcance que tiene el sistema bancario en nuestra nación.  

La banca en México atiende a millones de personas y a cientos de miles de empresas, cubriendo las necesidades de productos y servicios financieros de prácticamente todos los segmentos de nuestra sociedad. 

Contamos con más de 59 mil puntos de atención, entre sucursales y corresponsales bancarios, un incremento del 63 por ciento respecto al cierre de 2012, con una presencia que se extiende en todos los estados del territorio nacional.

En paralelo, en los últimos años la banca ha afrontado una profunda transformación que tiene que ver con el aumento exponencial en el uso de los canales digitales. Esto trae consigo enormes oportunidades y también grandes retos para garantizar el mejor servicio en un entorno de seguridad para nuestros clientes.

De esta forma, el número de usuarios de la banca por internet creció un 112 por ciento entre 2012 y el cierre de 2017, un incremento de casi 19 millones de usuarios; es decir, una sexta parte de todos los mexicanos se incorporaron a este canal en el periodo.

Sin embargo el medio más dinámico en los últimos cinco años es el teléfono celular. Mientras que al cierre de 2012 se contaba con 800 mil contratos para transacciones vía celular, en 2017 alcanzamos más de 15 millones de contratos, lo que representa un incremento de 1,800 por ciento.

Los avances en cada uno de los rubros son muy significativos, lo que demuestra que los beneficios por la aplicación de la Reforma Financiera han comenzado a materializarse en el sistema, en beneficio de los usuarios.

Para concluir con este recuento y no ahondar en más cifras, quiero poner en perspectiva todo el esfuerzo que conlleva la prestación de servicios bancarios en nuestro país.

Si consideramos solamente las operaciones a través de algún medio de pago, es decir, cheques, tarjetas de crédito o débito, transferencias, corresponsales, entre otras, sólo en 2017 se realizaron más de 10,960 millones de operaciones, es decir, más de 20 mil operaciones cada minuto los 365 días del año.

De esta magnitud es el sistema financiero nacional, y desarrollarlo con calidad es nuestro principal compromiso.

III.           Ley Fintech

La aparición de nuevos jugadores que brindan servicios financieros basados en tecnologías digitales demanda contar con un régimen normativo que promueva la innovación, garantice un piso parejo para todos los participantes y, sobre todo, proteja los recursos de nuestros clientes.

Con esto en mente, desde la ABM, damos la bienvenida a la aprobación por parte del Honorable Congreso de la Unión el pasado primero de marzo de la Ley para regular las Instituciones de Tecnología Financiera, la Ley Fintech, propuesta por el Ejecutivo.

Continuaremos trabajando muy de cerca con las autoridades para construir un entorno competitivo de vanguardia, que se traduzca en más y mejores productos y servicios para la población en general.

En sintonía con esta revolución digital, como gremio reforzaremos el uso de las nuevas tecnologías para garantizar la seguridad de las operaciones de nuestros clientes, luchar contra el robo de identidad, redoblar esfuerzos en contra del lavado de dinero y, sobre todo, mejorar la experiencia y calidad en el servicio.

Quiero reconocer de manera muy particular el esfuerzo de coordinación que realizaron las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para hacer una realidad el proyecto de la Ley Fintech.

IV.          Gobierno Corporativo de la ABM

Un elemento fundamental de nuestro trabajo en la Asociación en los últimos doce meses tiene que ver con el fortalecimiento de su gobierno corporativo. El gobierno corporativo es un tema de relevancia que se extiende cada vez más en las organizaciones, ya que sus miembros exigen tener mejores procesos internos que generen certeza y estabilidad dentro de la institución.

En este sentido, hemos robustecido nuestro marco de gobierno con el fin de contar con una Asociación más sólida y mejor representada.

Concretamente, gracias al trabajo de todos los asociados y a la visión compartida respecto al futuro de la ABM, en julio pasado modificamos nuestros estatutos para establecer una Presidencia de dos años, permitiendo la continuidad y maduración de los proyectos e iniciativas del Comité de Dirección electo.

En paralelo, se renovó el mecanismo de elección de la Presidencia y Vicepresidencias, a través de voto secreto mediante notario público, garantizando una fiel representación de los intereses de los asociados.

Hoy en la ABM contamos con una mejor organización que da espacio y voz a todas las inquietudes, que procura la equidad entre sus miembros, y que da rumbo con tiempos bien definidos en su Presidencia. En suma, hoy, todos juntos, somos una mejor ABM y esto es un logro de todos los asociados.

Sin embargo, la transformación continua de nuestra industria requiere de una Asociación en permanente actualización. Hacía adelante seguiremos revisando y renovando las formas de trabajar de la ABM con el fin de garantizar su trascendencia.

Así como hemos dado pasos decididos para asegurar la evolución de nuestra Asociación, es ahora nuestra responsabilidad trabajar por la sostenibilidad del entorno en el que nos desarrollamos, de la mano de nuestros clientes y la sociedad en su conjunto.

La agenda sustentable, valiosa por sí misma, también trae consigo amplias oportunidades de negocio para todos los asociados. De acuerdo con la Corporación Financiera Internacional, sólo en las 20 economías emergentes más relevantes del mundo hay oportunidades de negocios por 23 millones de millones de dólares.

Así, en los próximos meses también avanzaremos con propuestas claras que sumen la atención y el interés de la banca en México hacia este tema, a fin de dar un paso evolutivo para que la sostenibilidad sea abordada también desde una óptica de estrategia de negocio y no sólo como parte de nuestras labores de responsabilidad social, es decir, dejar de verla como una obligación y convertirla en una oportunidad.  

De forma paralela, conscientes de la responsabilidad que compartimos con otros actores para fomentar la educación e inclusión financieras, el año pasado lanzamos el Programa Gremial de Educación Financiera, una plataforma digital educativa, cuyo objetivo es proveer herramientas que contribuyen a la formación financiera de la población.

En los próximos meses, en alianza con la AMAFORE, la AMIB y la AMIS, pondremos en marcha nuevos módulos para configurar un programa de formación de todo el sector financiero que acompañe al usuario durante su ciclo de vida en materia financiera.

Ahora, quiero realizar algunas reflexiones sobre el papel de la banca en los momentos que vivimos.

No es menor que este año celebramos el aniversario número 90 de nuestra Asociación y que ésta sea la convención número ochenta y uno, lo que señala nuestra sólida presencia gremial y una clara muestra de nuestra incidencia en la agenda pública del país a lo largo de muchas décadas.

El haber experimentado de primera mano las diferentes etapas del desarrollo moderno de nuestro país ratifica nuestro compromiso, nos concede una memoria histórica excepcional y nos otorga una madurez que se refleja en nuestras acciones.

Hoy, la banca en México otorga el máximo nivel de crédito al sector privado como porcentaje del PIB en la historia de nuestro país. Esta expansión nunca vista la hacemos con solidez y con prudencia, garantizando su sostenibilidad, comprometidos con la estabilidad económica y el bienestar de las familias.

La fortaleza lograda se debe a que hemos aprendido algunas lecciones. Es cierto, la banca es un agente de desarrollo, mismo que necesita de ciertas condiciones, las cuales hemos construido en los últimos 25 años y que nos han permitido alcanzar 16 años de crecimiento continuo. Puntualmente, algunas de las condiciones muy importantes e incluso, imprescindibles, para haber logrado ese desarrollo sostenido son las siguientes:

1.            Prudencia en la política económica y estabilidad macro. En estas últimas dos décadas los mexicanos hemos aprendido el valor de estos pilares, los cuales nos permiten planear a largo plazo.

2.            Un Banco Central autónomo. Hemos aprendido que el contar con un banco central autónomo, con un mandato claro para combatir a la inflación, es una condición necesaria para el desarrollo y la lucha contra la desigualdad.

3.            Finanzas públicas sanas. Tenemos clara la valía de mantener un marco fiscal en orden, con un manejo prudente del endeudamiento público y la obligación de contar con fuentes estables y competitivas de ingresos.

4.            Un tipo de cambio flexible. Después de muchos costos y sacrificios en nuestro desarrollo, reconocemos el valor de contar con un tipo de cambio flexible, el cual funciona como válvula de escape para modular cualquier presión interna o externa, sin afectar la marcha real de nuestra economía.

5.            Libre comercio. Aprendimos también que la interacción permanente con el resto del mundo y el libre intercambio de bienes y servicios, significa volvernos más productivos y ser actores principales en un mundo interconectado, sobre todo a la luz del surgimiento de visiones proteccionistas alrededor del mundo que atentan contra el bienestar que hemos alcanzado.

6.            Sistema financiero sólido y con libre competencia.  Estamos convencidos de que un sistema bien capitalizado, que mantiene óptimas condiciones de regulación y supervisión, y que dota a sus integrantes de la capacidad para establecer sus estrategias de negocios, ofertas de productos y condiciones de precios en un ambiente competitivo, se traduce en beneficios palpables para nuestros clientes.

7.            Respeto a las instituciones. Asimilamos la necesidad de contar con instituciones sólidas que favorezcan la toma de decisiones y promuevan la inversión. Es muy claro, las naciones desarrolladas cuentan con una base de instituciones fuerte, la cual les permite fomentar el desarrollo.

8.            Respeto al Estado de Derecho. Hemos ratificado una y otra vez que la vigencia plena del Estado de Derecho y el respeto absoluto a los derechos de propiedad son condiciones imprescindibles para alcanzar un desarrollo pleno e incluyente.

9.            Libertad individual y derechos humanos. Reconocemos el valor de las decisiones de cada individuo en el marco de la ley y el apego a los derechos humanos como ejes en el fortalecimiento de una sociedad más democrática.

10.         Igualdad y justicia social. Anhelamos la construcción permanente de una sociedad más justa y próspera, que combata los rezagos sociales y otorgue a cualquier individuo las mismas oportunidades. Como banca, el garantizar condiciones de ingresos adecuados para un mayor número de personas, significa la oportunidad de contar con más clientes.

Estas son las lecciones aprendidas por muchas décadas y deberían de ser las columnas que sostengan la gran obra de llevar a México a un nuevo y renovado nivel de desarrollo.

Como banca, somos respetuosos de las diferencias ideológicas que existen en nuestro país, y no es nuestro papel hacer política. Somos promotores del desarrollo de nuestros clientes y de nuestra nación, acompañando a cualquier gobierno que emane de un proceso democrático.



Señoras y Señores:

De cara al próximo cambio de administración, estamos preparando un plan estratégico que englobará nuestra perspectiva sobre los pasos a seguir en materia de regulación, supervisión, innovación y políticas públicas, que sirva de base para el trabajo conjunto con quien resulte electo y que enriquezca la visión respecto al papel que la banca jugará durante los próximos seis años.

La banca ha sido y continuará siendo un actor comprometido con México y su desarrollo. Nuestros planes de inversiones para los siguientes años lo reafirman. Somos una de las industrias que más invierten en nuestro país, con objetivos cercanos a los 100 mil millones de pesos para los próximos dos años.

Como parte de este compromiso, también es nuestra responsabilidad recordar las lecciones aprendidas de los momentos más críticos que ha vivido nuestra economía.

Basados en nuestra experiencia, podemos señalar con énfasis lo que no debe estar a discusión: la estabilidad macroeconómica, el respeto a las instituciones y a los derechos de propiedad. Sólo así podremos avanzar, solo así podemos estar seguros de haber aprendido las lecciones. 

Como gremio hemos demostrado que podemos con todos los desafíos.  Hemos sido actores y testigos clave de la historia de México.

Como desde hace muchos años, la banca mexicana aportará certeza y visión para seguir construyendo el México próspero y justo que nos merecemos y al cual aspiramos.

Muchas gracias.


---00---


No hay comentarios:

Publicar un comentario