- Pequeños y medianos productores lecheros son un elemento clave para
avanzar en la autosuficiencia lechera que prevé el Plan Nacional de
Desarrollo, afirmó el subsecretario de la Secretaría de Agricultura y
Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.
- En la conferencia del ciclo “Autosuficiencia alimentaria e
innovación tecnológica con prácticas sustentables”, organizada por
Agricultura, participaron representantes industriales y productores de
leche, quienes destacaron los potenciales de mejora productiva.
De manera
lenta, pero gradual y firme, el país avanza en la mejora de la
producción de leche y en disminuir la dependencia de importaciones de
este alimento y sus derivados, afirmó el subsecretario
de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y
Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.
Señaló que en 2020 se prevé que las
importaciones del lácteo representarán 23.3 por ciento del consumo
aparente, de 16 mil 30 millones de litros equivalentes. En 2019, dijo,
ese porcentaje fue de 25.1 y en 2018 de 27 por ciento.
Al participar en la conferencia número 18
del ciclo “Autosuficiencia alimentaria e innovación tecnológica con
prácticas sustentables”, que organiza la Secretaría de Agricultura,
afirmó que en 2019 y 2020 el crecimiento de la producción
lechera ha sido de 2.2 y 2.3 por ciento, respectivamente, lo que
“muestra una tendencia que permite tener confianza en el potencial de la
rama lechera para aumentar la producción de leche y avanzar en la
autosuficiencia”.
Destacó que los productores lecheros de
pequeña y mediana escala (con hasta 30 vacas, en el primer caso, y de 31
a cien, en el segundo) representan 57.6 por ciento del total de
productores y 45.4 por ciento de la producción, y
ellos serán claves para elevar la oferta nacional lechera con calidad y
sustentabilidad, de la mano de los ganaderos de mayor tamaño.
En la conferencia con el tema “El reto de
la autosuficiencia lechera”, reiteró que el Plan Nacional de Desarrollo
2019-2024 establece como prioridades la autosuficiencia alimentaria y
el rescate del campo y, en ese contexto, determina
que se reducirán las importaciones de leche, alimento básico para la
población.
En su
ponencia también habló de la pertinencia de la política agroalimentaria
que impulsa la Cuarta Transformación, la cual –expuso— implica la
recuperación del Estado de la conducción del desarrollo
soberano de la nación y la atención prioritaria a los sectores de la
población menos favorecidos, así como una visión integral que considera
producir alimentos sanos de manera sustentable, respetuosa del medio
ambiente.
Destacó que el presupuesto para el campo
está orientado fundamentalmente en la atención de los productores de
pequeña y mediana escala, y su conformación así ha posibilitado un
crecimiento de las actividades primarias de 5.1 por
ciento en este 2020 (hasta septiembre).
Asimismo, añadió, la balanza comercial
agroalimentaria muestra cifras superavitarias crecientes gracias a
exportaciones pujantes de productos agroindustriales (cerveza y
tequila), agrícolas (jitomate y aguacate), pecuarios (ganado
bovino en pie) y pesqueros (camarón congelado).
Refirió además que las divisas generadas
por las exportaciones agroalimentarias suman hasta septiembre de este
año 29 mil 323 millones de dólares, con lo que el sector primario se
sitúa como la segunda fuente de divisas, apenas
debajo de las remesas, que sumaron, hasta septiembre, 29 mil 964
millones de dólares.
El director de Análisis de Mercado
Interno de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Rolando
Herrera y Saldaña, señaló la tendencia internacional de reducción de
unidades de producción lechera de pequeña y mediana escala,
al tiempo que se fortalecen las grandes explotaciones, lo que conlleva
desempleo y prácticas menos sustentables de producción.
Si bien en México la pequeña y mediana
producción es importante y crucial para la oferta nacional, el país no
está exento de estas tendencias, comentó.
Planteó que el reto que tenemos en el
país es abatir las importaciones de leche y lácteos que implicaron
cuatro mil 42 millones de litros equivalentes en 2019. Existe el
potencial para lograrlo, ya que en el país se tienen más
de 259 mil unidades de producción lechera, de las cuales más del 90 por
ciento son pequeñas, medianas y de doble propósito (leche y carne) y su
producción diaria es de 33.6 millones de litros.
Refirió que la región con mayor
producción es el norte (Chihuahua, Durango y Coahuila), con el 31 por
ciento de la producción nacional, pero allí se registra escasez de agua,
y el potencial de crecimiento se encuentra en el sur
sureste, con disponibilidad de agua y terrenos. Esta región (Veracruz,
Tabasco, Oaxaca, Chiapas y Campeche) produce 12.5 por ciento del volumen
nacional de leche. El resto de la producción se obtiene en el occidente
(Jalisco, Michoacán y Aguascalientes), con
26.7 por ciento y en el centro (Guanajuato, Querétaro, Estado de
México, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala), con 21.8 por ciento.
En la conferencia participaron también el
presidente de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche (Canilec) y
el vicepresidente de Nuevos Negocios de la empresa Danone, Mariano
Salceda Servín de la Mora; la presidenta del
Sistema Producto Leche en Chiapas, Consuelo González Pastrana, y el
presidente de la Federación Mexicana de Lechería (Femeleche), Vicente
Gómez Cobo, quienes destacaron las capacidades del país para elevar
producción y productividad por medio de financiamiento,
tecnología, ajustes en fórmulas alimentarias, normatividad y
organización de productores y trabajo coordinado a nivel de cadena
productiva.