La enfermedad renal crónica puede afectar la salud de la sangre y los huesos.[i]
Ciudad de México a, 10 de marzo de 2021.- Mañana
se celebra el Día Mundial del Riñón, y a pesar no ser muy visualizado a
nivel nacional tiene una gran relevancia a nivel mundial, debido a que
promueve el acceso asequible y equitativo a la educación sanitaria, la
atención en salud y la prevención de las enfermedades renales, entre las
que destaca la Enfermedad Renal Crónica (ERC), que resulta de
diversas enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes mellitus
tipo 2 (DT2) y la hipertensión arterial y que, lamentablemente conduce a
un desenlace fatal si no es tratada. [ii]
La
ERC es uno de los principales retos de la Salud Pública en nuestro
país, pues está considerada una enfermedad catastrófica debido al número
creciente de casos, por los altos costos de inversión, recursos de
infraestructura y humanos limitados, la detección tardía y altas tasas
de mortalidad[iii]
De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2018, en
México se estima que 10.3 % de la población padece DT2, lo que coloca al
país con una de las tasas más altas a nivel mundial. Por otra parte, el
porcentaje de adultos de 20 años o más con sobrepeso u obesidad en
nuestro país es del 75.2% [iv] situación
que, aunada a un mayor acceso a los servicios de salud, ha traído como
consecuencia un aumento en el registro de las complicaciones crónicas,
como lo es la ERC.
Los
signos y síntomas de la enfermedad renal crónica se desarrollan con el
paso del tiempo y el daño renal suele avanzar lentamente. Los pacientes
con este padecimiento pueden presentar náuseas, vómitos, pérdida de
apetito, fatiga y debilidad, problemas de sueño, cambios en la
producción de orina, disminución de la agudeza mental, espasmos
musculares y calambres, hinchazón de pies y el tobillo y presión
arterial alta.[v]
Lo
anterior tiene severas repercusiones tanto para la sangre, como para
los huesos de los pacientes que padecen ERC. La afectación en la sangre
se manifiesta a través de anemia (trastorno en el que la sangre tiene menos glóbulos rojos de los que debería tener)[vi]
debido a que los riñones no producen suficiente cantidad de la hormona
eritropoyetina (EPO) que es la que indica al cuerpo la producción de los
glóbulos rojos[vii],[viii] .
En la anemia por ERC, el tratamiento consiste principalmente en
corregir la falta de hierro y la administración de agentes estimulantes
de la eritropoyesis que ayudan a producir glóbulos rojos al estimular su
formación por el mismo mecanismo por el cual la EPO lo hace en el
cuerpo.
El
daño a los huesos por ERC se debe principalmente a las alteraciones en
el metabolismo óseo mineral que llegan a presentar algunos pacientes, es
decir los niveles de calcio en sangre disminuyen mientras que los de
fósforo se elevan y existe una deficiencia de vitamina D[ix]. Estas anormalidades afectan de manera secundaria la
función de unas pequeñas glándulas que están en el cuello, por detrás
de la glándula tiroides, llamadas “glándulas paratiroides”, que producen
una sustancia llamada “hormona paratiroidea” (PTH), cuya función es
restablecer nuevamente el equilibrio mineral en el organismo[x],[xi].
Sin
embargo, el exceso de producción de PTH no logra normalizar los niveles
minerales lo que ocasiona que las glándulas paratiroides trabajen de
manera excesiva y enfermen ocasionando hiperparatiroidismo secundario
(HPTS).[xii] Y Como
consecuencia del HPTS, los huesos se debilitan y pueden fracturarse;
los vasos sanguíneos y las válvulas del corazón se calcifican,
volviéndose rígidos y endurecidos, afectando la circulación y aumentando
el riesgo de complicaciones graves[xiii],[xiv].
El tratamiento de la HPTS además de diálisis requiere medidas
dietéticas y medicamentos específicos que controlen los niveles de la
PTH, el calcio y el fósforo.
“En
el caso de la ERC lo más importante es la prevención, el mantenerse en
forma y activo, tener un control regular de los niveles de glucosa en
sangre, monitorear la presión arterial, comer saludablemente y controlar
el peso, mantener una ingesta de líquidos saludables y no fumar, hacen
la diferencia. (…) Es importante que de tener uno o más de estos
factores de riesgo y presentar algún síntoma, acudan a checar su función
renal.” Dr. Max Saráchaga, Director Médico de Amgen México.
En
general, el tratamiento consiste en medidas para ayudar a controlar los
síntomas, reducir las complicaciones y retrasar la progresión del
padecimiento, que termina afectando al paciente en diferentes aspectos
de su vida, incluyendo su propia sexualidad. [xv]
En
Amgen tenemos el serio compromiso con los pacientes, de continuar
innovando en pro de su calidad de vida, de generar las opciones más
eficientes para contrarrestar estas enfermedades y sin lugar a duda,
apoyar a que el sistema de salud nacional pueda proveer de estas
soluciones con un acceso amplio.