jueves, 9 de junio de 2022

Tu perro en la oficina… es posible. Conoce los beneficios de llevarlo


 

¿Te imaginas llegar a tu oficina para trabajar, saludar a tus compañeros, prender tu computadora, leer tus mensajes y hasta tomarte un café mientras tu perrito te acompaña? Sí, ya es posible.

 

Algunas empresas han tomado como práctica, dentro de sus políticas Pet Friendly, permitir que sus trabajadores pasen momentos agradables en sus lugares de trabajo con sus perros. Ahora que la “nueva normalidad” ha permitido regresar a las empresas u oficinas, quizá tú también lo puedas hacer.

 

El origen de esta iniciativa fue en los años noventa, cuando algunas empresas de Estados Unidos y Reino Unido comenzaron a celebrar la compañía que un perro puede dar a su tutor. A nivel mundial muchas de ellas han aprovechado el Día Mundial de Llevar a tu Perro al Trabajo, que se celebra entre el 21 y 24 de junio, porque han notado una mejor productividad y muchos beneficios en sus trabajadores.

 

Esta política se realiza en la actualidad en al menos 20 países, entre ellos Canadá, Reino Unido y también en México. Por ello te decimos cuáles son los beneficios físicos y emocionales de compartir tu lugar de trabajo con tu mejor amigo.

 

Los principales beneficios que se identifican con este tipo de iniciativas son:

 

  1. Aumento del ánimo en los empleados. La tranquilidad de tener al lado a tu perrito hará que te sientas más feliz.
  2. Reducción de estrés. La convivencia con tu perro permitirá que nada te perturbe y te sientas en calma.
  3. Regula la presión arterial de las personas. El contacto diario con un animal de compañía puede contribuir a reducir la presión arterial y a disminuir el riesgo de enfermedades del corazón.
  4. Equilibrio trabajo-vida. Te permite hacer tus labores de la mejor manera y al mismo tiempo cuidar y pasar más tiempo con tu perrito.
  5. Mayor lealtad a la empresa. Realizarás tu trabajo con el mayor compromiso y serás agradecido con tu lugar de trabajo por permitirte pasar tiempo al lado de quien más quieres.
  6. Aumento de la productividad. Te sentirás tan tranquilo y feliz que rendirás en tus horas laborales.
  7. Reducción de culpa por dejarlo en casa. Podrás estar al pendiente de tu animal de compañía y fortalecerán su vínculo.
  8. Te mantendrá “en línea”. Salir a pasear con tu perro te permitirá incrementar la actividad física. Lo puedes hacer en tu hora de descanso, hora de comida y al regreso a tu hogar. 

 

 

Si eres de los beneficiados con este tipo de acciones o quizá en algún futuro lo puedas ser, toma también en cuenta lo siguiente:

 

  • Platos de comida y agua. Si te es posible, lleva los que siempre usa para que no sienta extraño comer en algún otro plato y tome su dieta de manera normal. Si el perro puede estar regularmente en la oficina mantén unos limpios allá para que no se te olviden nunca.
  • Juguetes. Lleva sus preferidos para que no se inquiete y se sienta lo más cómodo posible.
  • Bolsas compostables. Te serán de utilidad cuando lo saques a hacer sus necesidades fisiológicas.
  • Toallas limpiadoras y aromatizantes de ambiente. En caso de orinar en algún lugar que no está permitido, podrás usarlas para limpiar y evitar olores extraños.
  • Plan de vacunación y desparasitación. Asegúrate de tener su cartilla de vacunación actualizada con todas sus vacunas y desparasitaciones necesarias para evitar problemas en caso de que alguno de tus compañeros lleve también a su perro.
  • Educación. Quizá te encuentres con personas a las que tu perro pueda incomodar, ante esto te recomendamos traerlo con correa. También es muy importante educarlo para que no se “suba” en las personas al saludar y que no sea agresivo.
  • Paseo. Haz una o varias pausas durante el día para caminar un poco con él alrededor de la cuadra.

 

 

Llevar a tu perro a la oficina tiene un impacto positivo no solo en ti, sino también en todos tus compañeros de trabajo. Si consideras llevarlo, visita antes a su médico veterinario para que revise su estado de salud y puedas pasar un día maravilloso a su lado.

 

Por: Dra. Claudia Edwards, etóloga y directora de programas

Humane Society International México (HSI/México)

 

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