Versión
estenográfica Acapulco, Gro., 09 de marzo de 2018.
Intervención candidatos a la Presidencia de la
República
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MARCOS MARTÍNEZ GAVICA: Buenos días.
La Convención Bancaria se ha caracterizado
por ser un espacio privilegiado en el que se analizan los temas económicos,
financieros y sociales que tienen enorme trascendencia en el futuro del país.
Con esto en mente, cada seis años nos acompañan los aspirantes a la titularidad
del Poder Ejecutivo Federal, para que nos presenten su diagnóstico acerca de
los principales temas de interés de la ciudadanía, así como su visión de
futuro.
Si a estas intervenciones sumamos ejercicio
de análisis como el espléndido panel que acabamos de presenciar, podemos formar
nuestro criterio y tomar decisiones informadas.
Nuestros siguientes invitados son conocidos
de todo el público y realmente no necesitan mayor presentación, mejor
aprovechar el tiempo para escucharlos.
Las intervenciones comenzarán con José
Antonio Meade ya aquí presente que, por supuesto, es el que menos presentación
necesita.
Es un viejo conocido nuestro a pesar de que
apenas cumplió 49 años la semana pasada. Felicidades, Pepe, nos has acompañado
de muchas facetas, como autoridad, como regulador, como compañero, como colega.
Bienvenido, esta es tu casa, y aquí está Leonardo para hacerte la entrevista.
Muchas gracias.
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LEONARDIO CURZIO: Doctor Meade, bienvenido.
Y como ya sabes, la mecánica ha sido
acordada, decía el ingeniero que fueron sorteados. Te toca hablar a ti en
primera instancia, te escuchamos hasta por 25 minutos, los temas fundamentales
que preocupan a la audiencia, la selecta audiencia que nos acompaña hoy aquí en
Acapulco te fueron remitidos.
Así es que sin más, José Antonio, te
escuchamos con toda atención.
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JOSÉ ANTONIO MEADE: Muchas gracias, muy buenas
tardes.
Efectivamente me siento como en casa, me
siento muy contento de estar con ustedes, de reencontrarme con ustedes.
Participé en mi primera Convención Bancaria
en 1999, busqué la fotografía y me permite hoy acreditar que ciertamente no es
lo mismo los Tres Mosqueteros que 20 años después. Lo digo naturalmente por Vicente Corta, que ahí está en la fotografía, yo
me ve exactamente igual que hace 20 años.
Me mandaron cinco
preguntas e hice un esfuerzo por contestarlas para que conocieran ustedes mi
visión, visión que además hemos venido construyendo juntos desde hace 20 años.
Hago solamente un paréntesis antes de empezar.
Esa convención, la de
1999, fue la primera que se dio después de que se aprobó una ley que permitió
la participación extranjera en la banca mexicana.
Cuando uno piensa lo que
ha cambiado el sistema financiero en estos 20 años, hubiera sido prácticamente
imposible de imaginar, en una convención
se anunciaba que Bancomer iba a comprar BBVA, al poco tiempo se anunció que
Santander iba a comprar Serfin, y si revisamos cómo es el sistema financiero
hoy, no lo hubiéramos podido reconocer respecto de los temas que se discutían
hace apenas 20 años.
Y yo he sido un
privilegiado en formar parte de esa transformación y de haber en ello hecho
equipo con muchos de los que están aquí hoy y se los agradezco.
Se dice mucho que es
importante el Estado de Derecho y se dice mucho que es importante la certidumbre.
No hay manera de que uno niegue las raíces hacendarias, y no hay manera de que
uno haga presentaciones muy distintas.
Revisé ayer la de Pepe
Toño, que fue espléndida y me di cuenta que venía el mismo gusano en su
presentación que en la mí, debo en mi defensa de decir que usé el gusano
primero, y por eso me siento legitimado de volverlo a hacer.
Primer elemento que se
planteaba en las preguntas: ¿qué esperamos de la política económica? Hace un
año, justamente en este foro, había grandes dudas de qué iba a pasar con la
economía en México. Hace un año, tres calificadoras nos tenían en perspectiva
negativa, no se esperaba que fuéramos capaces de alcanzar un superávit; se
pensaba que la deuda, como porcentaje del PIB iba a seguir cayendo y que íbamos
a crecer bastante menos de lo que tenía el paquete económico.
Un año después podemos
dar cuenta de que se alcanzó el superávit, de que bajó la deuda, de que nos
subieron la calificación y de que crecimos 50 por ciento más de lo que entonces
se pensaba.
¿Qué tendríamos que
comprometer hacia adelante y por qué tendríamos que hacerlo? En medio tenemos
un entorno de gran incertidumbre y tenemos la necesidad, en consecuencia, de
recuperar el espacio fiscal.
¿Qué debíamos de esperar
hacia adelante en materia de balance primario? Dijimos que lo íbamos a
alcanzar, alcanzamos el balance primario y vamos por delante de los países del
G20 y de los latinoamericanos en recuperar espacio fiscal, y hay que hacerlo,
porque podríamos enfrentar turbulencias hacia adelante.
Lo mismo es cierto en
materia de la deuda como porcentaje del PIB. Dijimos que lo íbamos a reducir,
por primera vez en una década se logró debiéramos perseverar en esa ruta. No es
difícil que enfrentemos un entorno en donde las tasas
de interés de los países emergentes vuelvan a subir. Y eso nos planteará retos
de estabilidad y nos obligará a tener espacio fiscal y colchones para poder
enfrentarlos, y enfrentarlos de forma tal que podamos ir creciendo.
Ahí se ven 32 trimestres de crecimiento
positivo, y debemos de aspirar a mantenerlo, a incrementarlo y que el
crecimiento siga siendo, robusto, balanceado e incluyente.
¿Qué quiere decir y por qué es importante
el Estado de Derecho? El mundo en 1910, México arriba de Venezuela, en términos
generales baja esperanza de vida y poco nivel de ingreso. Y podemos ver cómo
vamos evolucionando.
Ahí se ve la Primera Guerra Mundial, se ve
la crisis del 29, se ve la Segunda Guerra Mundial. Y se empieza a ver en México
los efectos del desarrollo estabilizador, ahí se ve China e India, se ve cómo
nos empiezan a alcanzar.
La crisis del 82, la crisis del 95, la
recesión del 2000, la crisis del 2008. Y ahí estamos hoy parados, y lo que
vemos es una enorme dispersión en términos de esperanza de vida y de PIB per
cápita. Y lo que vemos es que hay correlación entre esa dispersión y el Estado
de Derecho, los países que tienen un mejor índice de Estado de Derecho tienen
más esperanza de vida y mayores ingresos.
Los que tienen menos índices de Estado de
Derecho tienen menor esperanza de vida y menores ingresos. Si México quiere
consolidar su crecimiento tiene que mejorar su índice de Estado de Derecho.
Pero, ¿qué quiere decir y por qué importan?
Y podemos encontrar cuatro ejemplos de países que tenían en común todo:
historia, tradición, ubicación geográfica, recursos naturales y que sin embargo
han tenido un desempeño muy distinto.
Corea del Norte y Corea del Sur. La misma
península, la misma historia, la misma genética, 10 años menos de esperanza de
vida en Corea del Norte, y órdenes de magnitud menos incluso en medida y talla.
Vietnam del Sur y Vietnam del Norte.
Mientras estuvieron separados Vietnam del Sur crecía al doble de lo que crecía
Vietnam del Norte.
Alemania Oriental y Alemania Occidental.
Uno podría haber asumido que Alemania Oriental tenía mejores condiciones, más
educación y más salud. Y, sin embargo, después de la caída del Muro de Berlín
Alemania Oriental incrementó en tan solo seis años el 83 por ciento de sus
niveles salariales.
Finalmente, la zona Bolivariana.
Compartíamos los mismos libertadores, la misma historia, las mismas ambiciones.
Y, sin embargo, si nos comparamos con 1977 hoy Venezuela tiene 20 por ciento
menos ingreso per cápita que el que tenía entonces, Panamá 200 por ciento más,
la región y México, 65 por ciento más.
Estos cuatros ejemplos ilustra que países
que eran iguales en todo, menos en su Estado de Derecho, tuvieron resultados de
crecimiento muy diferente.
¿Qué quiere decir Estado de Derecho en
México? Quiere decir sí, y habremos de abundarlo: seguridad y corrupción, pero
quiere decir que construyamos un país que tenga un gobierno en la medida de
cada quien y en donde podamos ejercer a plenitud nuestros derechos. ¿Cuáles? Sí
seguridad, sí corrupción habremos de tocarlo, pero en la Constitución consagra
varios derechos más.
Y debiera uno en consecuencia de poder
cargarla en el teléfono, si además lleva uno la foto de Juana todavía mejor. Y
en teléfono consultar cada uno de los derechos para ver a nivel ciudadano qué
es lo que tenemos que hacer.
Tenemos un derecho, por ejemplo, de
educación: prescolar, primaria y secundaria, y para el 2022 tenemos que
terminar la preparatoria.
¿Qué tenemos que hacer para que ese derecho
se ejerza? La mayor parte de quienes no acceden a educación prescolar tenían a
la mano guarderías y estancias, no instalaciones de prescolar, habría que
convertir a la guardería y a la estancia para que además de cuidado y
alimentación dieran educación.
¿Qué otros derechos vienen consagrados en
la Constitución que implicaría un ejercicio similar? Sorprendente, pero
importante nos regresa a la primera pregunta, hay la obligación constitucional
de velar por la estabilidad en las finanzas públicas y del sistema financiero.
Estado de Derecho consecuencia implica un
manejo de finanzas públicas responsable que permita condiciones de crecimiento,
no queremos estabilidad por sí misma, la queremos porque la estabilidad nos da
confianza, la confianza trae inversión, la inversión trae empleo y el empleo
nos ayuda a combatir la pobreza.
¿Qué otro elemento es central en el Estado
de Derecho? Dice, Juana que voy muy bien y tiene razón, siempre hay que atender
a lo que dice Juana. Por cierto, Juana me acompañaba a muy poquitos eventos,
pero por 20 años me ha acompañado a la Convención Bancaria y se lo agradezco.
Estado de Derecho implica sin ninguna
ambigüedad, simplificación y mejora en los trámites, es también una obligación
constitucional.
Y hoy cuando revisamos un gobierno a la
medida de cada quien, eso quiere decir para la pequeña y a la mediana empresa
un entorno de menos regulación, un entorno que les permita florecer, un entorno
que les permita tener menos contacto con un burócrata, un entorno que les dé
mayores espacios de libertad.
Estado de Derecho en México implica todo
eso, sí seguridad, sí corrupción, pero también educación, vivienda, estabilidad
y un entorno de mucho menos regulación para que puedan crecer de mejor manera.
Contratos. A la Secretaría de Hacienda, y a
la Secretaría de Relaciones y al Presidente le toca cuidar buen nombre y buen
crédito; pasa porque se tenga certeza en México, y ahí encontramos contrastes
importantes entre las tres alternativas que van ustedes a escuchar hoy.
En los elementos centrales en la pregunta
que nos hicieron hay tres visiones diferentes.
En materia, por ejemplo, en la reforma
energética, hay quien plantea echarla para atrás, hay quien no sabemos qué
plantea porque la mitad de la coalición está a favor y la otra mitad está en
contra, y nosotros pensamos que esa reforma le va a cambiar el rostro al país.
Hay quien piensa que hay que echar para
atrás el aeropuerto, en el otro caso no sabemos porque uno está en favor y otro
está en contra, y hay quienes pensamos que el aeropuerto es fundamental para la
competitividad del país y la reconversión del viejo aeropuerto para la
reinvención de la ciudad.
En materia presupuestal hay quien plantea
una política de gastos que no se colige con la realidad presupuestal, y hay
quien plantea una reforma fiscal más progresiva en la mitad de la alianza y
menos progresiva en el otro; y hay en cambio quien frente a ustedes compromete
finanzas públicas, sanas y responsables.
En materia educativa hay quien plantea
echar la reforma para atrás, hay quien no sabemos qué plantea porque la mitad
de la coalición está a favor y la mitad está en contra, y hay quien plantea que
hay que apostarle a que México en ese tenor siga siendo una potencia.
¿Qué tendríamos que hacer en materia de
seguridad? Claramente es un tema que no hemos resuelto bien y tenemos algunos
elementos que nos orientan hacia dónde deberíamos de dirigir nuestros
esfuerzos.
1997 en diferente intensidad de azul la
violencia, la cantidad de armas producidas en Estados Unidos, ahí vamos viendo
cómo evoluciona, tenemos un buen arranque de ciclo; la seguridad a partir de
2008 empieza a deteriorarse y vemos una correlación muy importante entre
violencia y disponibilidad de armas. Esa es la violencia en el 2011,
concentrada sobre todo en el Norte y con un reto muy importante en Guerrero
hacia adelante; una muy buena recuperación hasta el 15 y de nuevo un
reconocimiento de la violencia al 17.
Llama la atención de esta gráfica dos
cosas: de nuevo con la correlación, con la accesibilidad de armas, pero una
violencia que emigra del Norte, hacia el Sur y hacia el Pacífico. Hay que
entender ese fenómeno en términos de comprender cómo cambiar los elementos que
causalmente le dan origen a la seguridad, pero hay que hacernos cargo de que
una constante es la disponibilidad de armas en manos de la delincuencia, y eso
sugiere a cuatro pilares.
Un primer pilar, necesitamos una política
de armas, se calcula que en México tenemos entre 500 mil y 1.5 millones de
armas en manos de la delincuencia organizada. Lo pongo en perspectiva.
El gobierno, el Ejército
guatemalteco tiene 150 mil armas, y el canadiense 1.7 millones de armas, eso
nos ubica en términos del tamaño del reto y la necesidad de actualizar nuestra
visión alrededor de las armas.
Los ingresos que están en
manos de los carteles y la imposibilidad de que se los quitemos si no cambiamos
nuestra Ley de Extinción de Dominios.
La importancia de la
policía, en donde tenemos la mitad de los que necesitamos y ganan menos de lo
que tendrían que ganar para que en él encontraran espacio para satisfacer su
vocación.
Y un tema muy importante
y en el que reparamos poco. Tenemos que cambiar la forma en como enfrentamos
los delitos y en cómo los dividimos entre el fuero federal y el fuero común.
Pongo dos ejemplos.
El segundo estado en el
país en donde hay más extorsión es en Nuevo León. La extorsión no está definida
como delito en Nuevo León, en los dos estados que lo rodean, sí.
Si vemos otros ejemplos,
en el caso del occidente, robo a casas-habitación; Jalisco, Nayarit y
Zacatecas, en donde el castigo es menor es en Jalisco, en donde la incidencia
de robo es mayor es en Jalisco, eso quiere decir que policías, armas y dinero
importan, pero que el marco institucional y la forma en cómo definimos cada uno
de los crímenes y su castigo importa también. Si los definimos de la misma
forma, los vamos a investigar de la misma manera, y si los investigamos de la
misma manera, vamos a poder homologar la gestión de los ministerios públicos.
Y si hacemos las cuatro
cosas, vamos a mejorar sustancialmente el impacto de seguridad en el país.
Se dice mucho que no
podemos contra la corrupción. No basta la voluntad política, hay que hacernos
cargo de que tenemos que cambiar también nuestro marco institucional, y podemos
encontrar en el mundo ejemplos que han sido exitosos, ejemplos de países que
partieron con retos mucho mayores que el nuestro y que mejoraron su entorno
para hacerse cargo del problema. Ahí están Singapur, Hong Kong, Italia, México
y Somalia. Singapur y Hong Kong tenían problemas brutales de corrupción e
Italia los tenía, y un gobierno infiltrado incluso por la delincuencia
organizada.
¿Qué hicieron estos
cuatro países? Primero, cambiaron la norma para hacer más fácil recuperar lo
robado. Segundo y absolutamente central, les dieron autonomía a los ministerios
públicos, esto es lo que está al centro del debate. Si nosotros escuchamos aquí
un candidato que dice “yo voy a meter a fulano o a sutano a la cárcel” no entiende
de Estado de derecho. Lo que México necesita es un presidente que reconozca que
el ministerio público está por arriba de él, que el ministerio público lo
pueden llamar a cuentas y que el presidente, en consecuencia, está sujeto a su
imperio; no el ministerio público al imperio del presidente.
Necesitamos cortarle el cordón umbilical al
Ejecutivo del ministerio público. Y necesitamos a un Presidente que esté
dispuesto a reconocer de entrada que se va a sujetar a su árbitro, que se va a
sujetar a la competencia del ministerio público para que él mismo pueda ser
llamada a cuentas.
Eso pasó en Hong Kong, eso pasó en
Singapur, eso pasó en Italia, eso pasa en nuestros países vecinos y no hay
ninguna razón para que no pueda pasar en México, excepto que quiera todavía en
lo político seguir teniendo el ministerio público a su disposición.
Tenemos que tener una buena certificación
de evolución patrimonial, no una revelación voluntaria del 3de3, una auditoría
que nos asegure que nuestras manifestaciones externas de riqueza sean
consistentes con la declaración patrimonial, consistentes con la declaración
fiscal y consistentes con los registros públicos de la propiedad.
Tenemos que tomarnos en serio el hecho de
que los funcionarios públicos tenemos que vivir conforme a nuestros ingresos, y
que un tercero tiene que dictaminar que ese sea el caso.
Tenemos que tener penas más severas, y las
cuatro cosas están a nuestro alcance y lo podemos hacer.
México como potencia en el ámbito
internacional. Éste es un tema que Curzio maneja mucho mejor que yo, y, por lo
tanto, voy a ser tímido en mis observaciones porque tiene una enorme
experiencia. Pero México tiene una gran bendición, es posible que México sea el
país del mundo que tiene más pertenencias y que tiene la oportunidad en
consecuencia de convertir las pertenencias en un conjunto que ensanche nuestras
posibilidades de crecimiento.
Esa es Norteamérica, visto desde el punto
de vista de su infraestructura: oleoductos, gasoductos, las vías ferroviarias,
carreteras, puertos, aeropuertos. Si nosotros vemos Norteamérica desde esa
perspectiva, la geografía y las fronteras son menos importantes.
Desde el Tratado le apostamos a un espacio
de integración. En 1994 el Tratado ancló el proceso de integración, hoy el
proceso de integración ancla al Tratado, esa es una realidad que existe y que
existe más allá del Tratado y que le da a México una vocación norteamericana y
una posibilidad de dialogar en un entorno mucho más amplio que solamente el que
se da entre dos administraciones.
México y Estados Unidos hablan todos los
días, hablan todos los días los presidentes municipales, los gobernadores, los
empresarios, lo migrantes, los académicos, los estudiantes, y ellos son los que
enriquecen y le dan soporte a esa relación.
Si queremos blindarnos de la incertidumbre
que nos viene de fuera ahí está la respuesta, hay que apostarle a nuestra
infraestructura y a nuestras instituciones.
Si tenemos buena infraestructura y buenas
instituciones nos va a ir muy bien con el Tratado.
Si tenemos buena infraestructura y buenas
instituciones nos va a r muy bien aún si no tenemos Tratado. Tenemos, por lo
tanto, que perseverar el resolver y hacer la tarea dentro, y con esa fortaleza
presentarnos fuera, pero no solamente somos norteamericanos, sino que somos
también un país caribeño, y, en consecuencia, tenemos acceso al recurso
turístico más importante del mundo.
Y al mismo tiempo somos un país
Centroamericano. Si cambiamos la matriz energética en el sur de nuestro país y
nos vinculamos con Centroamérica en donde vive más gente que Canadá, podemos
hacer del sur de México y de Centroamérica la siguiente gran historia de
desarrollo en el mundo; suficiente con que bajemos gas y nos integremos de
mejor manera.
Somos y definimos como Latinoamericanos. El
esfuerzo que estamos haciendo con la Alianza del Pacífico nos ubican como
economía regional por arriba de Rusia y Canadá, seríamos del tamaño de
Alemania.
Y si sumamos lo que estamos haciendo en la
Alianza con una mejor vinculación con Brasil y Argentina, sería la cuarta
economía del mundo por arriba de Alemania, de Francia y de Inglaterra.
Eso quiere decir que México tiene la enorme
posibilidad de todas esas pertenencias aprovecharlas y sumar a las que
describí, la de Asia Pacífico.
México tiene una última pertenencia, somos
parte del G20. Y siendo parte del G20 podemos traducir ese espacio de diálogo
permanente en un mejor espacio de oportunidad.
Y cuando vemos el mapa del G20 reconocemos
que hay algunos países en donde hemos avanzado mucho, la relación de México con
buena parte de los países del G20 es una relación madura, comerciamos,
invertimos, dialogamos, cooperamos, intercambiamos experiencias de academia.
Pero hay muchos países del G20 con los que
no tenemos un diálogo igualmente maduro, hay que construirlo, hay que voltear a
ver, por ejemplo, a Arabia Saudita.
La Península importa más todos los años que
el PIB de México. Y nosotros les vendemos menos de 100 millones de dólares al
año.
Hay en el espacio del G20 la posibilidad de
traducir pertenencia, en diálogo; el diálogo en oportunidades de negocio; y de
desvincular así de la concentración geográfica que vamos a tener siempre, pero
que podemos diversificar en el contexto norteamericano.
¿Qué hemos hecho juntos? Y con eso termino.
Esto ya no es parte de las preguntas, pero es parte de una historia que hemos
compartido.
Acá en los últimos años nos ha tocado
hablar de la CONSAR y del sistema de pensiones, probablemente unas reformas
fundacionales más importantes que hayamos hecho, y una que le da a nuestro
sistema financiero una gran profundidad.
Enfrentamos y terminamos de resolver los
pendientes de la crisis bancaria juntos a través del IPAB, nos tocó la primera
reforma financiera en el año 2000, que eventualmente nos dio acceso a la línea
de crédito flexible; les tocó acompañarme en la transformación de Banrural
hacia la Financiera Rural; les tocó aquí financiar los primeros contratos
incentivados que hacía México en el mundo energético; les tocó acompañar la
reforma del ISSSTE que complementó a la del SAT y que nos da viabilidad
financiera.
Trabajar juntos en el G20 en un momento
definitorio para la economía del mundo, poner en el mapa del mundo a través del
G20 la inclusión financiera; trabajar a través de Relaciones Exteriores para
hacer realidad la inclusión financiera en nuestros migrantes y darles así un
mejor espacio de protección.
Juntos trabajamos en bancarizar a los que
recibían programas sociales e hicimos un esfuerzo inédito de darle acceso al
sistema financiero a quienes en México estaban típicamente excluidos; y nos
tocó en esta última iteración enfrentar también juntos la peor crisis de
confianza que haya tenido el país.
¿Qué nos gustaría hacer juntos los
siguientes seis años?
Ayer se aprobó la Ley Fintech, todo ese
desarrollo tecnológico puesto en manos de los bancos debe de llevarnos una
revolución en materia de servicios financieros. Juntos tenemos la oportunidad
en la siguiente administración de formalizar la economía y darle una mucha
mayor presencia a los servicios que la banca ofrece, y juntos tenemos la
oportunidad de darle a los mexicanos la posibilidad de identificarse y que no
se necesite más allá que presentarse para tener acceso a todos los servicios
financieros y a todos los trámites de gobierno. Ese es un esfuerzo que se debe
de poder consolidar y que debemos de poder consolidar de la mano.
Y si no nos planteáramos ninguna otra meta,
deberemos de aspirar a que para la siguiente elección todos los candidatos por lo
menos tuvieran cuenta de cheques.
Muchas gracias.
-
LEONARDIO CURZIO: Muchas gracias, doctor Meade, muy
interesante la presentación.
Tengo aquí un montón de preguntas, muchas
giran en torno al mismo tema que en un momento más te pondré sobre la mesa.
Tú nos pusiste, y además es sumamente
revelador, el caso de varias reacciones que han podido con una frontera de por
medio cambiar.
Vemos efectivamente el caso de Venezuela y Colombia, el caso de Corea.
Podríamos poner también ahí el mapa de Tamaulipas y Texas.
Yo te pregunto de una
manera muy clara, ¿este país puede, desde tu punto de vista enfrentar en esta
generación un cambio institucional para que tengamos una Procuraduría que
funcione y policías que le den tranquilidad a la gente? Pepe, el 95 por ciento
de los compatriotas en algunas regiones del país tiene miedo de salir a la
calle, y el digamos promedio nacional es 75 por ciento. No podemos seguir
viviendo así. ¿Tú cómo enfrentarías esto?
- JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA: Estoy absolutamente de acuerdo y me parece que
cuando habla uno de Estado de Derecho el primer tema es el de salvaguardar la
integridad de la persona, su integridad física y su integridad patrimonial. Y
eso implica que tengamos mejores instituciones, no hay manera de resolver esto
con discursos.
Hay que hacernos cargo de
que algo no está funcionando, parte, y yo lo asumo como autocrítica, todo el
año pasado siendo Secretario de Hacienda, nos juntamos una vez a la semana con
la PGR, con la Bancaria, con la UIF, con el SAT, para ver cómo podríamos desde
Hacienda jugar un papel más relevante.
Y una de las cosas que
nos dimos cuenta y que empezamos a tratar de cambiar es que no teníamos una
política de armas. Cuando preguntamos en Aduanas cuál era el protocolo de
armas, no teníamos ninguno desarrollado, eso quiere decir que nos preocupábamos
más por lo que salía del país que por lo que entraba, y cuando vemos el tema de
la violencia, todos los estudios serios apuntan a que las armas son un tema.
La forma en cómo se
comercian las drogas y la forma como se comercian las armas es distinta, el
comercio de drogas tiende a ser en camiones de carga y tenemos tecnología no
intrusiva para supervisarlos.
El comercio de armas
tiende a hacerse en vehículos privados y no teníamos esa tecnología, desarrollamos
la tecnología y le pusimos un nombre al primer programa piloto en materia de
armas absolutamente aspiracional, se llamaba “Aduanas impenetrables”. Si
tenemos un millón y medio de armas en el país, impenetrables, impenetrables, no
queda muy claro que fueran, pero esa había de ser la ambición 1, 2.
En México, la extinción
de dominios es consecuencia de un proceso de responsabilidad penal, eso quiere
decir que para poder quitarle yo su patrimonio a la delincuencia organizada,
tengo que acreditar de quién es, tengo que acreditar que fue resultado del
delito que le estoy imputando y tengo que acreditar que él fue el responsable
de cometerlo.
En todas partes del mundo
la extinción del dominio funciona al revés. Parto el proceso en dos, y lo
primero que hago es que el delincuente que no puede explicar el origen del
recurso, lo pierde. Después sigo el proceso de responsabilidad penal.
El otro elemento central,
y no hay manera de darle la vuelta y debiéramos de estar profundamente
agradecidos con las fuerzas armadas, que han venido jugando un papel
complementario que no les corresponde y que nos han
permitido y nos han dado tiempo para fortalecer la propia presencia policiaca.
Pero tenemos que hacerlo, sino tenemos ni el número ni le dedicamos los recursos
a la construcción de un policía que nos dé confianza no va a haber manera que
recuperemos seguridad.
Pero el último punto que hacía yo es
igualmente relevante, si tenemos policías, pero no pueden hablarse con el
vecino. El problema que enfrenta el gobernador Astudillo, es que si se comete
el delito en Michoacán o se comete en el Estado de México o se comente en el
Estado de Morelos, la posibilidad que la policía y el ministerio público en
Guerrero le dé seguimiento es bajísimo.
De la misma manera, si se comete el delito
en Guerrero la posibilidad de que se le dé seguimiento en los estados que son
vecinos es bajísima, y no por falta de voluntad, porque no se definen los
delitos igual.
Si uno revisa la geografía de Guerrero los
mayores retos que enfrenta el Estado están en esas fronteras, están en las
fronteras con sus Estados vecinos. Y están en esas fronteras porque los
delincuentes saben que, si bien hay fronteras en la forma como definimos la
ley, ellos pueden actuar impunemente a través de cualquiera de ellas.
Si tenemos muy buenos policías, pero no
definimos extorsión en Nuevo León, no vamos a poder combatir la extorción en
Nuevo León.
Si tenemos muy buenos policías, pero
castigamos el robo de automóvil diferente en cada uno de los distintos Estados
no vamos a lograr, no importa cuántos recursos le metamos, ministerios públicos
estandarizados que homologuen sus procedimientos de investigación.
Ahora, ¿esto se ha hecho en el mundo? Sí.
Lo podemos hacer nosotros también y podemos dar resultados que mejoren la
seguridad también, haciéndonos cargo de que lo que hemos hecho hasta ahorita
por falta de darle al Estado y a los Estados esos instrumentos han resultado
insuficiente.
-
LEONARDO CURZIO: Somos una República Federal que ha
tendido a centralizarse, desde el pago a los maestros, el tema de la
transparencia, por supuesto, el tema de la recaudación, decir: “Nosotros
recaudamos y después nos replanteamos cómo se distribuyen las cargas entre los
niveles de gobierno”.
Pero si hay algo, Pepe, que ha hecho crisis
es la seguridad pública, es decir, tú lo que no puedes es desde la Presidencia
de la República con 40 mil policías federales y el ejército están enfrentando
la grave crisis de seguridad que tiene el país.
Te planteo el tema federal en términos
generales, cómo se puede gobernar una federación moderna, y en caso de que tú
fueses Presidente, cómo incentivar para que los gobiernos locales tuvieran,
efectivamente, capacidades institucionales.
-
JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA: Creo que hay dos o
tres elementos de los que vale la pena hacerse cargo. Seguimos definiendo el
fuero federal y el fuero común como en la época de los bandidos del río frío.
En esa época no había capacidad de moverse. En esa época la delincuencia era un
fenómeno estrictamente local y absolutamente concentrado, no riñe el
federalismo con definir algunos delitos de la misma forma.
Ya avanzamos. Tenemos un nuevo proceso,
todo un nuevo sistema judicial, el nuevo sistema judicial acusatorio; avanzamos
también, tenemos un solo Código de Procedimientos Penales. Es sorprendente
pensar que no es sino hasta hace unos pocos años que el procedimiento penal se
homologó en el país.
Qué nos falta si tememos un Código de
Procedimientos Penales homologado, nos falta no en todos los delitos, pero en
los ocho o 10 delitos que están atrás de la inseguridad que hoy aflige al
ciudadano, que sí nos pongamos de acuerdo.
Y eso no atenta contra el federalismo, eso
abona en favor de un federalismo en donde tengamos capacidad funcional de
cooperar. El federalismo predica sobre la base que cooperemos entre niveles de
gobierno; pero es muy difícil cooperar entre niveles de gobierno, si no tenemos
el mismo andamiaje y si no hablamos el mismo idioma delincuencial.
No atenta contra nuestro esquema federal el
que nos pongamos de acuerdo en los 10 delitos que más nos preocupan.
-
LEONARDO CURZIO: Pero se debería centralizar eso, o
sea, el Presidente debería de tomar eso.
-
JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA: No. El 92 por ciento
de los delitos son del fuero común. La gran fuerza de reacción que tiene el
estado mexicano son policías estatales y municipales.
Tú decías 40 mil policías federales, son
más o menos 60 mil, pero son solamente o más bien 60 mil federales contra casi
400 mil estatales y municipales.
El grueso de la delincuencia y el grueso a
la capacidad de respuesta está en estados y municipios.
Ahora, allá hay que dedicarle más recurso
presupuestal, más capacitación, mejores sueldos, pero vuelvo a insistir, la
forma cómo decidimos a quien le toca le investigar el delito, no debiera ser
dónde se cometió, sino cómo se cometió.
El robo de automóviles si hoy salimos y
alguien --aquí no pasaría, ciertamente todos los convencionistas van a
encontrar sus vehículos cuando salgan--, pero si de repente aquí a tres o cuatro
cuadras se roban tu vehículo, y eso se agota como un fenómeno local, le toca al
municipio o al estado.
Pero si resulta que se lo roban en Guerrero
para llevárselo a la Ciudad de México, que ahí lo deshuesan y lo convierten en
autopartes y luego se las llevan a vender en Centroamérica, eso no fue un robo
de vehículo, eso fue una operación que implica a varios estados y que debiera
por la forma como se comete el delito de incorporar una presencia federal.
Nos iría mucho mejor en materia de
seguridad si es la forma como se comente el delito la que determina a quien le
toca investigarlo, en vez del lugar en el que se comete el delito, el que
determina quien es competente para realizarlo.
-
LEONARDO CURZIO: Te preguntan rápidamente, doctor,
el tema del federalismo hay que repensarlo no solamente desde el ámbito de la
seguridad pública, también habría que pensar en una nueva coordinación fiscal,
y yo no sé si las intervenciones de los gobernadores discutieron nuevamente la Constitución.
Tenemos un gobernador malito y otro peor,
digo, en los que han salido me refiero. Entonces, tú dices ya es demasiado aquí
en Guerrero que haya tantitos malos…
-
JOSÉ ANTONIO MEADE: Nada más sí hacer una
reivindicación de nuestro gobernador en Guerrero, que nos sentimos muy
contentos que nos reciba siempre en su estado y en Acapulco.
Por cierto, por cierto y lo señalo, una
constante que vimos en el mapa es el reto que tenemos en Guerrero, y ese reto
que tenemos en Guerrero exige mucha presencia, presencia continua, dar la cara,
estar en frente de los retos en un fenómeno que por mucho rebasa Guerrero.
Parte de lo que vimos en términos de la
evolución de la delincuencia en México tiene que ver, entre otras, con el
comercio de heroína y metanfetaminas. Si nosotros dejamos a Guerrero solo no
hay manera que resuelva el problema, y eso vuelve a poner énfasis en que la
cooperación es clave, pero para que la cooperación sea efectiva tenemos que
tener un marco institucional que permita que hablemos el mismo idioma.
-
LEONARDO CURZIO: En todas las preguntas sale la
inquietud, no hay duda que eres un hombre honrado, que tienes una trayectoria,
que se puede exhibir a la opinión pública, pero no se puede decir lo mismo del
partido que te postula. ¿Qué vas a hacer con esa apelación?
- JOSÉ
ANTONIO MEADE: Ningún partido tiene el monopolio ni
de la virtud ni de la falta de virtud, y los que vamos a contender somos
candidatos y el candidato que va a contender soy yo; y en materia de
trayectoria de vida sin ninguna ambigüedad soy quien con más calidad puede
voltear a ver no solamente a la ciudadanía, a mi esposa y a mis hijos y decir
que he sido honorable.
Y vale mucho la pena aquí reivindicar a la
política y reivindicar al servicio público. Yo haría solamente un ejercicio
para efectos de validar mi punto. Si aquí levantan la mano quienes han sido
servidores públicos, no sean tímidos, yo los conozco a casi todos, yo metería
la mano al fuego por prácticamente todos. Es que después de ese aplauso ya no
diría prácticamente, yo metería las manos al fuego por todos (risas).
Ese servicio público es un servicio público
honorable, es un servicio público que además con sacrificio de patrimonio,
tiempo y familias le dedicó al país muchos años para que el país fuera mejor.
Ese servicio público es el que nos pide a nosotros ser implacables en el
combate a la corrupción, ese servicio público es el que está en primer lugar
ofendido, enojado, molesto, por los
servidores públicos corruptos que han manchado un ejercicio y una forma honesta
de vivir.
Ese servicio público es
el primero que reclama, que me reclama y que me pide que el combate a la
corrupción sea central en esa administración. Y ese servicio público puede dar
fe de que en mi actuar no solamente ha sido regla, sino que lo que aquí estoy
planteando es lo que ellos mismos reclaman y piden, un servicio público que
esté o en el que nadie esté por arriba de la ley. Y la forma más gráfica de
expresarlo es un servicio público que esté dispuesto a pararse aquí y decir “yo
no soy el que voy a meter a la cárcel”, sino más bien decir “yo estoy dispuesto
a que si fallo, me metan a la cárcel a mí”.
- LEONARDO CURZIO: El fiscal autónomo. A ver si te lo planteo bien,
yo no tengo la menor duda de que lo que dices es cierto, hay muchos servidores
públicos, aquí lo escuchamos, que son un orgullo y que además uno se siente
también orgulloso de conocerlos y de frecuentarlos. Pero tenemos un Estado como
insular, ¿no?, en archipiélagos.
Lo mismo sucede, tú
fuiste canciller de la República con el Servicio Exterior, lo mismo sucede con
las fuerzas armadas, pero si vas y preguntas a los comandantes de la PGR te
dirán: “No sé si estoy orgulloso”, digamos, tuvieses el mismo aplauso que en
este caso la burocracia hacendaria, comercial, claramente tiene. Y tiene ese
reconocimiento social.
¿Cómo, digamos, pasar del
archipiélago de la confianza por instituciones a un país que puede decir: el
servicio público en general es digno de confianza?, empezando, Pepe, por
nuestras policías
- JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA: Con esos cuatro elementos. Primero, yo reivindico
primero a los policías, se ponen en riesgo todos los días, y reivindico a las
fuerzas armadas, sin cuyo compromiso valiente el reto de seguridad sería
infinitamente superior, pero los cuatro elementos son centrales e implican que
acompañemos la voluntad de las modificaciones.
Hoy el ciudadano está
sujeto a ese escrutinio. Cuando cualquiera y ustedes presenta su declaración de
Impuestos Sobre la Renta, el SAT revisa que ese Impuesto Sobre la Renta
declarado sea consistente con las manifestaciones externas de riqueza, y si
tienes un gasto mayor que tu ingreso, el SAT, con todo comedimiento, con un
trato excepcional, te manda una carta generosa de mucha empatía y te dice:
“Oye, compañero, dices que ganas 20 y gastas cien, me debes los impuestos del
80 que no gastaste”.
Ahora, si eso facultamos
al SAT para hacer al ciudadano, ¿por qué no se lo pedimos al político? Con una
ventaja, a mí me lo han hecho 20 años y lo que han encontrado es que Juana, que
es la que maneja las finanzas públicas en el hogar, con un control mucho más
férreo que el que tenía Cordero en la Secretaría de Hacienda, siempre se ha
asegurado de que nuestro nivel de gasto sea menor a
nuestro nivel de ingreso, pues hay que tomarlo en serio, uno. Dos, a quien no
lo tome en serio hay que quitarle los bienes.
Tres, todos los servidores públicos
tendrían que saber que ninguno está por arriba de la ley, si hoy tenemos dudas
tendrías que quitárnoslas.
Esos tres elementos son los
institucionales.
En el caso de Hong Kong, el lema de los
bomberos en Hong Kong, en los 70’s era “Sin dinero no hay agua”. Eso quería
decir que si se te estaba incendiando la casa y llegaba el bombero le tenías
que dar una “lana” para que prendiera la manguera. Y hoy en Hong Kong cualquier
servidor público tendría mucho cuidado de estar involucrado en un proceso de
corrupción.
Lo mismo era cierto en Singapur. Singapur
no tenía Estado de Derecho cuando se separa de Malasia, y hoy es un ejemplo.
¿Por qué no podríamos hacer nosotros lo mismo? Es estrictamente un tema
institucional.
Ahora, implica asumirlo como un tema
institucional. Si nosotros pensamos que es un tema político, si pensamos que es
un tema de discurso, si pensamos que es problema y atribución del Presidente ya
nos equivocamos, tendríamos que estar ciertos de que el Presidente en primer
lugar tendría que someterse a ese marco de leyes y estar dispuesto a ser
revisado, auditado, y, en su caso, procesado, con un elemento.
Y hoy estoy en la Asociación de Bancos de
México 90, y quiero después ser Presidente y regresar a la 96 y a la 97, por lo
que estoy seguro que no me voy a equivocar.
-
LEONARDO CURZIO: Cuando Miguel, este fiscal que ha
recaudado mejor me ponía nervioso porque los temas fiscales siempre a los
contribuyentes resultan incómodos. Pero te pregunto, ¿qué puede hacer nuestro
país con el cambio fiscal que han hecho los vecinos? ¿Tenemos espacio para
cambiar? ¿Debería haber desde tu punto de vista una reacción mucho más audaz
por parte de México?
-
JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA: La situación fiscal
en Estados Unidos se puede descomponer de dos maneras: la reducción es del 35
al 21, más o menos del 35 al 29 es una reducción que se explica porque Estados
Unidos va a incurrir en más deuda, va a incurrir y se calcula en más o menos
1.5 trillones de deuda adicionales.
Cuando hablábamos de la importancia de
preservar nuestro espacio fiscal lo decíamos, porque un país del tamaño de
Estados Unidos incurriendo en ese nivel de deuda va a generar una brutal presión
de tasas en el mundo. Y si además ese estímulo se traduce en Estados Unidos en
presiones inflacionarias por las dos razones vamos a ver incrementos en las
tasas.
El resto de la disminución, del 29 más o
menos al 21, se explica por una ampliación en la base, una ampliación en la
base que tiene tres elementos que la hacen preocupantes y que debíamos de
estudiarla con cuidado, se eliminaron las deducciones de restaurantes, se
eliminados las deducciones de gastos médicos, se eliminó la posibilidad de actuar
la tarifa en el Impuesto Sobre la Renta por la inflación, se acotó la
deducibilidad de intereses, y se redujo la posibilidad de deducir los impuestos
locales.
Eso quiere decir que esa ampliación de la
base tiene potencialmente enormes efectos distorsionantes, entre sectores lo
que perdieron la deducibilidad respecto de las que lo mantuvieron, entre
regiones, los estados que tienen impuestos locales altos respecto de los que
nos lo tienen.
Y eso debiera de darnos pausa en términos
de revisar si ese es el tipo de reforma fiscal que queremos, con un elemento
adicional, cuando consideramos que la ampliación de la base los ubica más o
menos en el 28 o 29, ahí estamos nosotros, con un cambio trascendente que se
dio por primera vez en 10 años.
Este año se va actualizar la tarifa del
Impuesto Sobre la Renta por la inflación acumulada desde la última vez que se
actualizó. Es una actualización del 16 por ciento, va a implicando un
sacrificio fiscal de 40 mil millones.
Si no hubiéramos hecho la actualización, se
podría haber bajado la tasa del 30 al 28. Eso quiere decir que el alivio fiscal
que este año van a enfrentar las empresas y las personas, hubiese equivalido a
una tasa casi 2 puntos menor del Impuesto Sobre la Renta, por lo que no
perdemos competitividad respecto de a Estados Unidos lo que no quiere decir que
no tengamos que estar atentos de que esa reforma que no tiene un impacto México
específico, no vaya implicar reacciones de México y del resto del mundo, en una
agenda fiscal que permanente sin acabar.
-
LEONARDO CURZIO: Doctor Meade, la pausa esta que
nos pusieron en los aranceles del acero, te parece, tú fuiste también canciller
de la República una ventana de oportunidad o un espada de Damocles.
-
JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA: Mira, me parece que la
negociación se ha conducido bien, y me parece que eso nos trae a un punto bien
relevante: nosotros en las candidaturas --y yo quisiera dejar estos mensajes--:
primero y muy importante, las campañas son importantes, las elecciones se ganan
en la campaña y esa campaña todavía no empieza.
Segundo e igualmente importante, las
elecciones tienen consecuencias.
Hay una estadística que a mí siempre me
sorprende publicada en una hoja de internet que se llama five thirty eight, esa estadística dice que solamente el 4 por
ciento de la población piensa que los políticos cumplen sus palabras.
Eso quiere decir que de quienes aquí están
pues a lo mejor Juan y un par de buenos amigos más me están creyendo. Ese es un
error, a los políticos hay que tomarlos en serio, hay que tomarlos en serio y
literalmente.
Y lo que hemos visto en el caso de la
administración del presidente Trump es esa, el presidente Trump lo que dijo en
campaña se convirtió en programa de gobierno. Por eso es tan importante este
ejercicio de la ABM, porque lo que digamos nosotros aquí y a lo que nos
comprometamos, será programa de gobierno y le dará rumbo a este país hacia
adelante.
Frente a ese reto con el que empezamos la
administración que nos sumió en la peor crisis de confianza que hemos tenido desde
1995, México ha mantenido una postura digna en la negociación, México no se ha
dejado intimidar, México está haciendo su tarea y la tendrá que seguir haciendo
para no ser objeto nunca de una intimidación ni de Estados Unidos ni de ningún
otro país del mundo.
-
LEONARDO CURZIO: Sí es un tema de absoluta
actualidad.
El tema del Sistema Nacional
Anticorrupción, ya hablaste del fiscal en términos generales, ¿un fiscal
anticorrupción independiente, autónomo, es también la solución para este país?
-
JOSÉ ANTONIO MEADE: Sin duda; o sea, el ministerio
público autónomo es clave, la autonomía del ministerio público debiera ser
sagrada y la vemos en todas partes del mundo.
Nadie le pregunta hoy a Trump sobre una
investigación general, le pregunta a Müller; nadie le preguntaba a Clinton, le
preguntaban a Kenner Star; nadie le preguntaba a Andreotti, le preguntaban a
Falcon, ¿qué tenemos que hacer si queremos tener y hacer que el Estado de
Derecho sea vigente en México lo mismo, tener ministerios públicos autónomos y
que un día en una bancaria tengamos un panel como estos e invitemos a esos
ministerios públicos para que nos platiquen qué es lo que están haciendo para
someter a juicio a cualquier funcionario de cualquier nivel.
Hubo un acuerdo constitucional alrededor
del Sistema Nacional Anticorrupción, es una vergüenza que nosotros hayamos
dejado que por razones políticos ese acuerdo se dinamitara; fue un Sistema
Nacional Anticorrupción que se consensó a nivel constitucional, dos terceras
partes del Congreso Federal y la mitad de las legislaturas locales. Es un
Sistema Nacional de Anticorrupción que se construyó con voces ciudadanas; es un
Sistema Nacional de Anticorrupción que cuando se estudia su diseño es
absolutamente moderno y es una vergüenza que por rencillas políticas nosotros
lo hayamos dinamitado y le hayamos perdido confianza antes de darle oportunidad
de arrancar.
Nosotros hemos señalado que no debíamos de
esperar a que termine la contienda, hemos empujado a que se den los
nombramientos desde ahorita, ni modo que no seamos capaces de encontrar gente
honorable para ocupar ese puesto, las magistraturas, la propia PGR y hacerlo
con toda transparencia y hacerlo desde ahora, y hacer de una vez algunas de
esas modificaciones, como la de la congruencia patrimonial y la modificación
para recuperar el patrimonio de una vez desde ahorita estando ahí las
iniciativas.
-
LEONARDO CURZIO: En alguna ocasión me demostraste
con la vehemencia y contundencia con la que demuestras todas las cifras, es
impactante verte desplegar tus argumentos, que el tema de la informalidad y la pobreza estaban ligados. Este país
sigue teniendo un montón de informales, eso pega a la bancarización, pega al
acceso a de un montón de servicios.
¿Ese tema cómo lo has
visto y cómo lo ves a futuro?
- JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA: Mira cuando hablamos en algunos de los discursos,
en discursos de campaña, de cómo podríamos traducir Estado de Derecho, y por
eso a mí el que el ABM ponga el centro de la atención en ese tema me parece
fundamental.
El Estado de Derecho es
mucho más que seguridad y corrupción, el Estado de Derecho es un problema de
acceso, es un reto de acceso, reto de acceso a muchos satisfactores, reto de
acceso hoy en México todavía a la educación.
Doy dos datos que ponen
de relieve la magnitud del reto. Hay más o menos en México 82 millones de
adultos de más de 18 años, de esos, solamente 34 han terminado la preparatoria;
48 son adultos que no terminaron la preparatoria. ¿Eso qué quiere decir? Que
tenemos 48 millones de adultos que les va a costar mucho trabajo conseguir un
empleo.
En México el que no
termina la preparatoria vive cinco años menos que el que sí la termina; gana 41
por ciento menos. En México, cuando uno ve la pobreza extrema, nueve de cada 10
no terminaron la prepa; de quienes no tienen seguridad social siete de cada 10
no terminaron la prepa.
De quienes viven en una
vivienda sin servicios, ocho de cada 10 no terminaron la prepa.
Este es un problema de
Estado de Derecho, nosotros estamos obligados a dar ese acceso a la educación y
estaríamos obligados, en consecuencia, cada vez que un adolescente deje la
escuela a ir a averiguar por qué, y lo que nos vamos a encontrar es que no es
la beca, lo que nos vamos a encontrar es que no es el espacio, lo que nos vamos
a encontrar es un mal transporte público, lo que nos vamos a encontrar es un
entorno inseguro en la escuela, lo que nos vamos a encontrar es un drama
familiar del que tendríamos que hacernos cargo.
El problema de la pobreza
en México visto así es un problema de Estado de Derecho, es un problema de que
como gobierno no nos hemos asegurado que en México sea realidad que la gente
acceda a la educción.
En México hay 20 millones
de personas que viven en una vivienda que se calienta con leña.
Hoy los mexicanos
constitucionalmente tienen derecho a tener servicios dignos en su vivienda, y
le damos y nos regresa al tema federal, y es algo que hicimos muy bien juntos
en Guerrero, le damos a los estados un fondo de aportación para infraestructura
social.
Hace muchos años, bueno,
no hace muchos años, hace algunos años, ese Fondo de Aportación de
Infraestructura Social servía básicamente para financiar una política
suburbana, y los presidentes municipales entendían por política suburbana el
que de ahí sacaran lana para comprar su Suburban. Les explicamos que no, que ese dinero era para llevar servicios básicos a la vivienda.
Cambiamos la ley, ¿y qué hicimos?
Focalizamos esos recursos de forma tal que nos aseguráramos que se utilizaran
para llevar agua, luz y drenaje, de nuevo, la pobreza vista así es un tema de
Estado de derecho.
Y lo que estamos planteando, que parece
revolucionario, no es más que un gobierno que funcione y que haga que el Estado
de Derecho esté vigente en México de manera permanente.
-
LEONARDO CURZIO: José Antonio Meade, muchísimas
gracias.
-
JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA: Muchas gracias.
-
MAESTRO DE CEREMONIAS: Muchísimas gracias a José
Antonio Meade.
Continuamos con nuestro programa, no hay
receso.
A continuación, quiero pedirle de nueva
cuenta a Marcos Martínez Gavica que suba al escenario para presenta a nuestro
siguiente ponente, el candidato Ricardo Anaya.
Muchas gracias.
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