La pandemia de COVID-19 intensificó las conversaciones en la industria
de Aire Acondicionado sobre cómo funcionan los sistemas de climatización en los
edificios y cómo afectan a los ocupantes. Los inquilinos, visitantes y
propietarios de edificios tienen inquietudes y expectativas sobre la
importancia de la calidad ambiental interior (IEQ) junto con la sustenibilidad,
como diferenciadores críticos para los edificios comerciales de alto desempeño.
Asimismo, con el tema del regreso escalonado a las actividades, las
empresas comienzan a establecer los procesos para la reapertura de sus
organizaciones. Esto implica un gran desafío para los administradores y dueños
de inmuebles, no sólo por responder ágilmente a los requerimientos de lograr
espacios con una verdadera calidad de aire interior, sino también encontrar opciones
de eficiencia energética para optimizar sus recursos y asegurar su bienestar y
el de sus ocupantes.
Y debe ser un tema prioritario, pues alrededor del 30% de los
trabajadores en el país regresarán a laborar a sus centros de trabajo este año
y poco más de la mitad (57%) mantendrá esquemas híbridos de trabajo, con lo que
estarán parcialmente en sus oficinas. De igual forma, 56% de los trabajadores
están más preocupados por una potencial transmisión de virus a través del aire
que por el contacto con una superficie.(1)
Para responder a estos requerimientos, Trane, proveedor
líder de soluciones de Aire acondicionado y automatización, sugiere que los
sistemas VRF son la tecnología de
sistema de aire acondicionado ideal, por ofrecer flexibilidad de diseño,
eficiencia confiable, funcionamiento ultra silencioso y alta calidad del aire
interior al mismo tiempo que crean oportunidades para reducir o evitar los
costos asociados con sistemas tradicionales, pues a diferencia de otras
opciones, los sistemas VRF pueden producir un ahorro de energía de 30% a 40%,
lo cual es significativo cuando el 50% del uso de energía de un edificio
proviene del sistema de aire acondicionado.(2)
Las aplicaciones donde se requiere de la climatización se beneficiarán
más con un sistema VRF variable. Trane presenta las cuatro
razones por las que la tecnología VRF es una opción inteligente:
1. El edificio requiere que algunas zonas estén
más frías que otras
Los sistemas VRF incluyen múltiples unidades interiores conectadas al
menos a un módulo exterior. La ubicación de las unidades interiores
determina las diferentes zonas. Se pueden instalar más módulos exteriores si
el edificio requiere más. Cuando el sistema VRF está activo, el
refrigerante se cicla desde el módulo exterior a las unidades interiores, según
las necesidades específicas de cada zona.
VRF puede calentar y enfriar simultáneamente un edificio al absorber el
calor residual cuando está enfriando una zona y redirigirlo a otra, lo que
resulta en menos desperdicio de energía y más productividad. Un edificio
que pueda necesitar calefacción para un perímetro determinado y aire
acondicionado para habitaciones centralizadas, por ejemplo, quedaría beneficiado
enormemente de esta característica dual.
2. El edificio experimenta cambios bruscos de
temperatura
En lugar de encenderse y apagarse, los sistemas VRF cuentan con un
compresor de velocidad variable que funciona de forma continua y a velocidades
variables para satisfacer la demanda. El compresor de velocidad variable
funciona con un control centralizado para optimizar el consumo de energía en el
sistema. Éste mide y entrega refrigerante a cada zona, ajustando el flujo
de refrigerante, según sea necesario, para mantener la temperatura deseada.
Un entorno confortable no solo es importante para mantener la
productividad de los empleados, también es importante para mantener bajos los
costos de energía. Las investigaciones muestran que lograr la temperatura
ideal del edificio mejora el rendimiento de los colaboradores; investigadores
de la Universidad de Cornell realizaron un estudio que encontró que los colaboradores
cometían un 44 por ciento más de errores en temperaturas frías que en cálidas.2
3. Necesitas un equipo de aire acondicionado con
un bajo costo de operación
Los sistemas VFR podrían tener un costo inicial más alto en comparación
con los sistemas HVAC tradicionales, pero podría ahorrarle dinero al
propietario de un edificio en dos áreas clave a lo largo del tiempo. En
primer lugar, el VRF requiere un mantenimiento mínimo, ya que funciona según la
demanda, lo que limita el desgaste. Debido a que las unidades interiores
funcionan de forma independiente, el apagado de una no afecta al resto.
En segundo lugar, la tecnología VRF, específicamente los sistemas de dos
tubos, requiere poco tiempo para su instalación. Los sistemas VRF de
dos ductos son compactos para simplificar el proceso de
instalación. Además, su capacidad para ajustarse a edificios existentes
elimina la necesidad de destruir y reconstruir, lo que ahorra tiempo y costos.
4. El diseño de su edificio actual o los planes
de diseño requieren un sistema sin ductos
La tecnología VRF puede ayudar a recuperar aproximadamente el 10% del
espacio de un edificio ocupado por sistemas HVAC convencionales.(1) Para
empezar, las unidades interiores y los módulos exteriores son compactos para
adaptarse al diseño de la habitación y a las limitaciones de espacio. Asimismo,
las unidades interiores vienen en múltiples opciones: montadas en la pared,
empotradas y suspendidas en el techo, y de pie, para una ubicación versátil.
Para edificios nuevos, los sistemas VRF sin ductos y las tuberías de
refrigerante más pequeñas se adaptan a techos más altos, más luz natural y
diseños de edificios modernos. Debido a que se necesita menos espacio
entre los pisos, VRF es una buena opción para edificios más antiguos que no se
construyeron originalmente con equipos de aire acondicionado en mente,
renovaciones de edificios que no están equipadas con ductos para comenzar y
edificios nuevos con planes de diseño innovadores.
Al igual que en distintos países, los colaboradores en México comparten
la preocupación genuina de que sus espacios de trabajo sean seguros y ofrezcan
un ambiente saludable. La calidad del aire y los entornos más saludables no es
algo que se descarte una vez que estemos del otro lado de esta pandemia. Será
fundamental para la experiencia del ocupante del edificio de ahora en adelante,
y mejor aún si cumple con las necesidades actuales en temas sustentables y de
eficiencia energética. |