1. LUGAR, FECHA Y ASISTENTES
1.1. Lugar: Reunión celebrada por enlaces virtuales.
1.2. Fecha de la sesión de la Junta de Gobierno:
17 de mayo de 2023.
1.3. Asistentes:
•Victoria Rodríguez Ceja, Gobernadora.
•Galia Borja Gómez, Subgobernadora.
•Irene Espinosa Cantellano, Subgobernadora.
•Jonathan Ernest Heath Constable, Subgobernador.
•Omar Mejía Castelazo, Subgobernador.
•Rogelio Eduardo Ramírez de la O, Secretario de
Hacienda y Crédito Público.
•Gabriel Yorio González, Subsecretario de Hacienda
y Crédito Público.
•Elías Villanueva Ochoa, Secretario de la Junta de
Gobierno.
Se hace constar que en fechas anteriores a la
celebración de esta sesión, se desarrollaron trabajos
preliminares en los que se analizó el entorno
económico y financiero, así como la evolución de la
inflación, sus determinantes y perspectivas (ver
anexo).
2. ANÁLISIS Y MOTIVACIÓN DE LOS VOTOS DE
LOS MIEMBROS DE LA JUNTA DE GOBIERNO
Entorno Externo
La mayoría destacó que en el primer trimestre de
2023 la actividad económica mundial exhibió una
recuperación respecto del cuarto trimestre de
2022. Algunos apuntaron que ello obedeció a la
mejoría en el funcionamiento de las cadenas de
suministro, a menores presiones en los precios de
energéticos y a la reapertura económica de China. La
mayoría señaló que en diversas economías los
mercados laborales siguieron mostrando señales
de apretamiento. No obstante, algunos notaron que
en Estados Unidos hay indicios de menores
presiones. Uno detalló que en las principales
economías el incremento en los salarios nominales
se moderó.
La mayoría señaló que las perspectivas de
crecimiento mundial para 2023 continúan
apuntando a una desaceleración con respecto a
2022. Uno detalló que se prevé un menor crecimiento
en las economías avanzadas, al tiempo que se
anticipa que las economías emergentes enfrenten
dificultades asociadas con una moderación de su demanda externa, un mayor servicio de la deuda, un
menor margen fiscal y una inflación elevada. Añadió
que indicadores relacionados con el volumen de
comercio mundial ya han mostrado señales de cierta
debilidad, al tiempo que indicadores oportunos de
manufacturas y servicios muestran un
comportamiento diferenciado, con estos últimos
mostrando un mayor dinamismo. Otro opinó que no
puede descartarse una recesión en algunas
economías de importancia sistémica. No obstante,
notó que para 2024 se sigue esperando una ligera
recuperación de la actividad económica global. Entre
los riesgos globales, algunos mencionaron
condiciones monetarias y financieras más apretadas.
Algunos agregaron el agravamiento de las tensiones
geopolíticas y los retos para la estabilidad financiera.
La mayoría comentó que en un amplio número de
economías la inflación general continuó
descendiendo, aunque alertó que aún permanece
en niveles elevados. Atribuyó esta disminución a
los menores precios de referencia de alimentos y
energéticos. Uno añadió que la mitigación de los
choques y la restricción monetaria global también
han contribuido a la caída de la inflación. Sin
embargo, la mayoría resaltó que el componente
subyacente sigue mostrando resistencia a
disminuir. Al respecto, uno consideró preocupante
este comportamiento. Notó que los mercados
laborales apretados son uno de los factores que
mantienen a la inflación en niveles históricamente
altos. Otro apuntó que en algunos países esta aún
no muestra un punto de inflexión. Uno destacó que
en algunas economías presentó cierta moderación.
Finalmente, algunos señalaron que se anticipa que
en diversas economías la inflación converja a su
meta hasta finales de 2024 o principios de 2025.
La mayoría consideró que los bancos centrales
se encuentran en la fase final de su ciclo alcista.
Destacó que diversas autoridades monetarias ya
dejaron de incrementar sus tasas de referencia.
Al respecto, uno apuntó que las principales
economías emergentes que ya han pausado su ciclo
de alzas acumularon un incremento de 660 puntos
base en promedio. Algunos resaltaron que diversos
bancos centrales han comunicado que se requerirá
de tasas elevadas por un periodo prolongado para
lograr la convergencia de la inflación a su meta. Uno
añadió que el hecho de que las autoridades hayan
usado herramientas específicas para atender los
riesgos para la estabilidad del sistema financiero, que
surgieron a raíz de los eventos bancarios, ha
permitido que los bancos centrales se enfoquen en
su objetivo prioritario de combatir la inflación.
Todos mencionaron que en su reunión de mayo
la Reserva Federal incrementó el rango objetivo
para la tasa de fondos federales en 25 puntos
base. La mayoría comentó que para la próxima
reunión analistas y participantes en los mercados
prevén una pausa. Opinó que el apretamiento en
las condiciones de crédito derivado de los
problemas en el sector bancario contribuyó a
esta previsión. La mayoría notó que los
instrumentos de mercado proyectan recortes
durante la segunda mitad de 2023. Subrayó que,
en contraste, el presidente de la Reserva Federal
señaló que dadas las proyecciones actuales de
inflación no anticipan recortes durante 2023 y que
mantendrán una postura dependiente de los
datos. Uno agregó que las encuestas a analistas
prevén que los recortes ocurran hasta el próximo
año.
La mayoría mencionó que, después de la
turbulencia financiera resultante de los eventos
bancarios en meses pasados, los mercados
financieros internacionales se han estabilizado.
Destacó que lo anterior se debió a la oportuna
intervención de las autoridades en las economías
afectadas. Algunos comentaron que el entorno de
menor aversión al riesgo se reflejó en ganancias en
los principales índices accionarios, una depreciación
del dólar estadounidense e incrementos moderados
en las tasas de interés de mediano y largo plazos. Sin
embargo, uno argumentó que, ante las
negociaciones sobre el techo de endeudamiento en
Estados Unidos, el mercado de renta fija en ese país
mostró volatilidad. La mayoría opinó que persisten
riesgos para los mercados financieros a nivel
mundial. Algunos señalaron que podrían prevalecer
condiciones financieras y crediticias más
astringentes a nivel mundial.
Actividad Económica en México
La mayoría consideró que ante un entorno
externo complejo la economía mexicana ha
mostrado resiliencia. Destacó que de acuerdo
con la estimación oportuna del PIB en el primer
trimestre la actividad incrementó su ritmo de
expansión y el crecimiento resultó mayor a lo
anticipado. Uno detalló que este dato significa que
la economía nacional habría registrado seis
trimestres consecutivos de crecimiento positivo, algo
no visto desde 2016. Sin embargo, otro opinó que el
balance de riesgos para el crecimiento se encuentra
sesgado a la baja. Uno puntualizó que la información
más reciente sugiere una desaceleración a partir del
segundo trimestre del año.
La mayoría señaló que el desempeño de la
economía mexicana en el primer trimestre estuvo
apoyado tanto por el sector servicios, como por
la actividad industrial. Uno destacó que la
expansión de los servicios fue generalizada durante
el primer bimestre de 2023, observándose en ocho
de sus nueve subsectores. En el interior de los
servicios, otro resaltó el mayor dinamismo de los
relacionados con el comercio al por menor;
transporte e información de medios masivos;
financieros e inmobiliarios y alojamiento y
preparación de alimentos. No obstante, la mayoría
notó que la actividad industrial ha perdido
impulso en meses recientes. En particular,
enfatizó la moderación en la producción
manufacturera. Uno puntualizó que ello podría estar
reflejando un incipiente debilitamiento de la demanda
externa. Algunos también mencionaron la
desaceleración de la minería. Uno sostuvo que en
marzo la construcción exhibió una incipiente mejoría.
La mayoría destacó que en los dos primeros
meses del año el consumo privado continuó
mostrando dinamismo, impulsado
principalmente por el consumo de servicios. Uno
mencionó que su nivel es históricamente alto. No
obstante, otro señaló que el consumo de bienes
sufrió cierta reversión en febrero. Uno apuntó que se
ha observado un mayor dinamismo del consumo de
bienes importados respecto del consumo de bienes
nacionales, a lo que posiblemente contribuyó la
apreciación del tipo de cambio real registrada desde
que empezó el ciclo alcista en 2021. La mayoría
advirtió que algunos indicadores oportunos
sugieren una moderación del consumo privado
hacia delante. Respecto de la inversión, destacó
que esta continuó creciendo, apoyada por el
rubro de maquinaria y equipo, si bien uno opinó
que todavía presenta un rezago importante. Otro
apuntó que, en su conjunto, la inversión en
construcción muestra atonía. Uno notó que la
construcción residencial permaneció en niveles
bajos, mientras que otro resaltó el crecimiento de la
no residencial. En el contexto de atonía en la
inversión, uno consideró necesario establecer
condiciones para que el país aproveche la
reconfiguración de las cadenas globales de valor.
Argumentó que ello coadyuvaría a contrarrestar la
debilidad cíclica prevista para la demanda externa.
Añadió que, desde una perspectiva de mayor plazo,
permitiría incrementar la capacidad productiva del
país.
En cuanto al sector externo, algunos señalaron que
las exportaciones manufactureras mostraron un
crecimiento moderado en el primer trimestre del año.
Uno destacó que las importaciones de bienes
intermedios han seguido contrayéndose, al tiempo
que las exportaciones no automotrices han mostrado
debilidad. No obstante, otro consideró que estas se
han venido recuperando después de la disminución
observada al cierre de 2022. Agregó que las
exportaciones automotrices se han mantenido
estables y en niveles relativamente elevados.
Todos coincidieron en que el mercado laboral
muestra fortaleza. La mayoría detalló que la tasa
de participación laboral continuó aumentando,
mientras que la tasa de desempleo alcanzó
mínimos históricos. Puntualizó que, en
congruencia con lo anterior, la población
ocupada ha crecido a un mayor ritmo que la
población económicamente activa. Algunos
destacaron el crecimiento del número de
trabajadores afiliados al IMSS. Algunos señalaron la
elevada razón de ocupación a población en edad
laboral. A su vez, la mayoría resaltó la magnitud
relativamente elevada de las revisiones
salariales. Uno precisó que la variación anual
nominal del salario diario de los trabajadores
asegurados en el IMSS se ha mantenido en niveles
superiores a 11%, mientras que las revisiones de los
salarios contractuales se han acelerado, destacando
las de empresas privadas, con niveles del 8.9%. Otro
advirtió que es previsible que los incrementos al
salario mínimo tengan un mayor efecto en el salario
promedio, pues, de acuerdo con la última cifra
reportada a marzo, el 35% de la población ocupada
ya recibe hasta un salario mínimo.
La mayoría notó que la brecha del producto
continúa cerrándose. Destacó que esta no es
estadísticamente distinta de cero. Uno comentó
que espera que la estimación puntual, que se
encuentra ligeramente por debajo de cero, se
mantenga negativa durante este y el siguiente año.
Otro externó que, si se consideran los problemas de
medición, pudiera haber mayores presiones de
demanda de lo que en principio pareciera.
Inflación en México
Todos destacaron que, desde la última reunión de
política monetaria, la inflación general anual
siguió descendiendo. La mayoría argumentó que
diversas presiones inflacionarias se están
atenuando. No obstante, la mayoría enfatizó que
todavía se mantiene elevada al situarse en abril
en 6.25%. Consideró que su disminución ha
obedecido, fundamentalmente, a la evolución de
la inflación no subyacente. Algunos puntualizaron
que más recientemente también ha contribuido el
componente subyacente. Uno notó que desde febrero los datos quincenales de inflación se han
ubicado por debajo de lo anticipado por el consenso
de los analistas. Mencionó que en abril la variación
mensual de la inflación general fue negativa, algo no
visto en los dos años previos, al tiempo que
prácticamente todos sus componentes y
subcomponentes mostraron caídas en sus
variaciones anuales. Otro agregó que, al analizar las
variaciones mensuales desestacionalizadas y
anualizadas de la inflación general y de sus dos
componentes, estas han mostrado una tendencia a
la baja. Mencionó que el porcentaje de la canasta que
muestra variaciones mayores a 10% ha disminuido.
Comentó que indicadores, como la media truncada,
apuntan a que ha mejorado el comportamiento de la
mayoría de los componentes de la inflación, con
excepción del subíndice de servicios. Uno argumentó
que la trayectoria a la baja de la inflación parece
comenzar a consolidarse, si bien hasta ahora la
reducción ha sido lenta y marginal.
La mayoría destacó que la última lectura de la
inflación subyacente anual mostró una reducción
más marcada que en los meses previos, si bien
aún permanece elevada al situarse en abril en
7.67%. Uno mencionó que se ubicó por debajo de
8% por primera vez en ocho meses. Otro añadió que
lleva tres meses consecutivos descendiendo. La
mayoría detalló que su variación mensual ha
descendido. Algunos notaron que en abril se ubicó
más cerca de su promedio de los últimos 10 años.
Uno agregó que algunos indicadores de sus
variaciones mensuales confirman una
desaceleración más allá de efectos de base de
comparación y un crecimiento menos generalizado.
Indicó que cerca del 50% de la canasta de consumo
de bienes y servicios en el interior de la subyacente
registra ya una inflación mensual anualizada por
debajo del 5%. No obstante, la mayoría consideró
que la inflación subyacente se muestra
persistente. Algunos indicaron que, si bien la
inflación ha disminuido, ello obedece principalmente
a factores externos favorables. Advirtieron que, en su
opinión, hay presiones inflacionarias de origen
interno que podrían obstaculizar la convergencia de
la inflación. Uno puntualizó que la transición hacia
presiones internas es un patrón que se observa en la
mayoría de los países. Otro opinó que ello podría
atribuirse a que: i) la vivienda enfrenta presiones de
oferta acumuladas durante varios años; ii) el resto de
los servicios pueden estar siendo afectados por la
normalización de los patrones de consumo y por el
traspaso de presiones de costos; y iii) el mercado
laboral presenta condiciones más estrechas y una
dinámica salarial relevante en un entorno de elevada
inflación.
La mayoría argumentó que la inflación de
mercancías ha venido reduciéndose. Uno notó
que ya se encuentra por debajo de los niveles de
doble dígito que se observaron por nueve meses.
Otro señaló que su descenso obedece a las mejoras
en el funcionamiento de las cadenas globales de
suministro y a la moderación en las presiones sobre
los precios de diversos insumos. Algunos
mencionaron que tanto el subíndice de las
mercancías alimenticias como el de las no
alimenticias han mostrado disminuciones. Uno
precisó que ambos componentes acumularon cuatro
y cinco meses con caídas, respectivamente, si bien
se mantienen en niveles elevados. Al respecto, otro
alertó que la inflación de mercancías alimenticias
permanece en niveles de dos dígitos.
La mayoría señaló que en su última lectura la
inflación de servicios registró una disminución.
Uno explicó que esta disminución obedeció, en
buena parte, al comportamiento de la inflación de los
servicios turísticos que reflejó factores estacionales.
Además, algunos mencionaron que la inflación de
servicios sigue mostrando persistencia. Asimismo,
algunos enfatizaron que permanece elevada. La
mayoría apuntó que, en su interior, las
variaciones anuales de los precios de los
servicios de vivienda y educación aún no
muestran una inflexión a la baja. Uno compartió
una reflexión sobre el comportamiento de la inflación
de servicios. Primero, opinó que su aumento refleja,
en parte, la recuperación de este sector ante la
reversión de los cambios en los patrones de consumo
que propició la pandemia. Segundo, notó que la
inflación de servicios educativos ya dejó de aumentar
y consideró probable que el alza observada en este
rubro al inicio del año fue de una sola vez, si bien
seguirá teniendo una incidencia en la inflación anual
de los servicios por efectos base. Tercero, señaló
que la inflación de vivienda sigue afectada por las
elevadas cifras de inflación del año pasado, ya que
este componente es muy sensible a las lecturas de
inflación observadas y tiende a reflejarlas con rezago.
Cuarto, puntualizó que algunos de los rubros de
servicios se han visto afectados por los choques
globales que presionaron a la inflación, como el caso
de los servicios de alimentación, si bien estos han
mostrado recientemente una trayectoria a la baja en
sus variaciones mensuales ajustadas por
estacionalidad y anualizadas. Sin embargo, otro
alertó que los precios de algunos servicios, como
precisamente los de alimentación, aún se encuentran
creciendo a doble dígito.
La mayoría mencionó que la inflación no
subyacente anual siguió disminuyendo y se ubicó en 2.12% en abril. Añadió que este
descenso se explica por reducciones en la
variación anual de los precios tanto de
energéticos como de frutas y verduras. Uno notó
que desde enero las inflaciones de estos subíndices
acumularon una caída significativa de 674 y 644
puntos base, respectivamente. Otro indicó que la
inflación no subyacente ha reflejado de manera más
inmediata la mitigación de las presiones externas en
alimentos y energéticos. Algunos señalaron que la
inflación no subyacente está registrando variaciones
atípicamente reducidas que no se pueden considerar
como permanentes hacia delante. Uno precisó que
la cifra de abril fue una de las más bajas en términos
históricos y representó su menor lectura desde
diciembre de 2020.
La mayoría señaló que las expectativas de mayor
plazo se mantuvieron relativamente estables. No
obstante, precisó que se encuentran en niveles
por encima de la meta. Algunos consideraron que
estas aún no exhiben una tendencia a la baja. En
cuanto a las de corto plazo, algunos mencionaron
que las expectativas de inflación para los siguientes
12 meses y para 2023 disminuyeron. Uno precisó
que la encuesta a analistas indica que la probabilidad
de que la inflación general al cierre de año se ubique
por arriba de 5.5% ha disminuido. Otro apuntó que la
mediana de las expectativas para los próximos 12
meses acumula una reducción de 68 puntos base
respecto de su lectura más alta durante el actual
episodio inflacionario. La mayoría notó que la
compensación por inflación y riesgo inflacionario
ha disminuido. Uno opinó que se mantiene en
niveles incompatibles con la meta de inflación. Otro
puntualizó que ante las reducciones que desde
marzo ha exhibido este indicador, la prima por riesgo
inflacionario ha caído a niveles cercanos a su media
histórica.
La mayoría mencionó que los pronósticos para la
inflación general se ajustaron marginalmente a la
baja para algunos trimestres, mientras que los
correspondientes a la subyacente permanecieron
prácticamente sin cambio. Señaló que se sigue
anticipando que la inflación converja a la meta en
el cuarto trimestre de 2024. Uno apuntó que las
revisiones marginales se hicieron debido a que la
inflación observada se ha mantenido ligeramente por
debajo de los pronósticos del Banco de México
correspondientes a la reunión de marzo. Sin
embargo, alertó que las previsiones de inflación
provenientes de encuestas y de instrumentos de
mercado se encuentran por encima de los
pronósticos del Instituto Central para prácticamente
todo 2024. Otro estimó que la moderación de las presiones sobre los precios internacionales de
alimentos y energéticos eventualmente se transmitirá
a los precios de los bienes y servicios del
componente subyacente. Mencionó que se continúa
anticipando un descenso más notorio de la inflación,
tanto por la mitigación de los choques globales como
por las acciones de política monetaria
implementadas. Uno notó que la inflación en Estados
Unidos ha dado señales de alivio, lo cual favorece el
proceso de desinflación en México.
Todos consideraron que el balance de riesgos
respecto de la trayectoria prevista para la
inflación en el horizonte de pronóstico se
mantiene sesgado al alza. Uno opinó que dicho
balance no se ha deteriorado. Mencionó que, sin
embargo, persiste incertidumbre asociada a la
trayectoria prevista para la inflación. Otro indicó que
la trayectoria pronosticada debe continuar
validándose con los datos observados. Consideró
que el camino hacia la convergencia de inflación
permanece frágil, prolongado y difícil. Entre los
riesgos al alza para la inflación, algunos señalaron
la persistencia del componente subyacente en
niveles elevados. Uno añadió que, si bien se
proyecta una caída rápida de las inflaciones general
y subyacente a partir del tercer trimestre de este año,
esta podría no materializarse, aún con el
apretamiento monetario alcanzado, debido a la
persistencia de la inflación que se ha observado. Al
respecto, otro puntualizó que ello podría
comprometer el anclaje de las expectativas de
inflación. Consideró preocupante la persistencia de la
inflación de las mercancías y que la de servicios
presente un incremento significativo, lo que puede
significar que los distintos choques aún no se han
asimilado completamente. Por otra parte, uno opinó
que la configuración de las presiones inflacionarias
sigue implicando retos hacia delante, debido a que la
disminución de la inflación está apoyada
principalmente por el componente no subyacente. Al
respecto, algunos apuntaron el riesgo de presiones
en los precios de los energéticos o de los bienes
agropecuarios. Uno comentó que el componente no
subyacente podría verse afectado por choques
asociados con factores climatológicos frente a la
posible llegada del fenómeno de El Niño. Otro indicó
que tras sus bajas lecturas la inflación no subyacente
podría presentar una reversión a su media que ejerza
presión sobre la inflación general. Adicionalmente,
algunos apuntaron el riesgo de mayores presiones
de costos. En el detalle, algunos señalaron el
crecimiento de los salarios en el contexto de fortaleza
del mercado laboral. Sin embargo, uno subrayó que
estimaciones recientes de la curva de Phillips para
México sugieren que esta tiene una pendiente relativamente poco pronunciada. Argumentó que ello
implica que la dinámica del mercado laboral no sería
el determinante principal de la inflación en estos
momentos. En cambio, consideró que los
determinantes asociados a la oferta y las
expectativas representan el canal principal por el que
se han acumulado presiones, por lo que, en su
opinión, este será también la vía para lograr la
convergencia, debido a lo cual las expectativas de
inflación deben mantenerse ancladas. Como riesgo
adicional al alza, otro agregó la posibilidad de
episodios de depreciación cambiaria. Entre los
riesgos a la baja, uno resaltó la posibilidad de una
desaceleración económica global mayor a la
anticipada.
Entorno Macrofinanciero
La mayoría enfatizó que desde la última reunión
los mercados financieros nacionales, al igual que
los internacionales, exhibieron un mejor
desempeño. Destacó las intervenciones
oportunas de las autoridades para enfrentar los
problemas suscitados con los sistemas
bancarios estadounidense y europeo. En este
sentido, uno indicó que el riesgo de contagio parece
haber disminuido. Además, señaló que el sistema
bancario mexicano tiene una exposición limitada a
las instituciones que han presentado problemas,
cuenta con una sólida capitalización, y cumple
holgadamente con los requerimientos de liquidez.
Añadió que no se observa un elevado grado de
apalancamiento en el sistema financiero nacional,
por lo que no se anticipan razones fundamentales
que pudieran generar una falta de liquidez en México.
Todos resaltaron que el peso mexicano se
apreció. La mayoría precisó que se ubica en
niveles que no se registraban en varios años. Por
su parte, uno agregó que el tipo de cambio real
bilateral con Estados Unidos se ha apreciado
alrededor de 10%, mientras que el multilateral lo ha
hecho en cerca de 17% desde que comenzó el ciclo
alcista. Algunos atribuyeron el desempeño del peso
al amplio diferencial de tasas de interés entre México
y Estados Unidos, así como a los sólidos
fundamentos macroeconómicos del país. Uno notó
que después de los episodios de turbulencia
financiera en los sistemas bancarios internacionales,
se revirtió el incremento en volatilidad que había
registrado el mercado cambiario. Otro destacó la
mejoría en las condiciones de operación de dicho
mercado.
La mayoría apuntó que, desde la decisión previa,
las tasas de interés de corto plazo aumentaron y
las de mediano y largo plazos disminuyeron, profundizando la inversión de la curva de
rendimientos. Uno señaló que las condiciones
financieras domésticas han alcanzado niveles más
astringentes en congruencia con los ciclos
monetarios interno y global. La mayoría destacó las
ganancias registradas por el mercado accionario
en México. Uno detalló que el comportamiento de
este mercado estuvo en línea con lo observado en
otras economías emergentes. Algunos mencionaron
que las primas por riesgo de incumplimiento crediticio
de México disminuyeron.
Algunos indicaron que el crédito vigente de la banca
comercial a empresas y a hogares ha continuado
expandiéndose, especialmente el dirigido al
consumo. Uno destacó que el crédito destinado a la
vivienda también ha aumentado. Otro señaló que la
morosidad se sitúa en niveles bajos y estables. Uno
notó que parte del dinamismo en el crédito obedece
a que la economía continúa recuperándose de las
afectaciones derivadas de la pandemia. Comentó
que el crédito en saldos reales se encuentra
ligeramente por debajo de su nivel de febrero de
2020. Agregó que, aunque las empresas siguen
encontrando financiamiento de fuentes internas vía la
colocación de instrumentos, en el exterior han
enfrentado condiciones más adversas para realizar
sus colocaciones, ello en línea con el apretamiento
de las condiciones globales de crédito.
Política Monetaria
La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y
diversidad de los choques inflacionarios y de sus
determinantes, así como la evolución de las
expectativas de mediano y largo plazos, y el
proceso de formación de precios. Consideró que
se ha entrado en una fase de desinflación debido
a que diversas presiones se han mitigado. Sin
embargo, juzgó que estas siguen incidiendo
sobre la inflación, la cual permanece alta, y que el
panorama inflacionario continúa siendo muy
complejo. Con base en lo anterior y tomando en
cuenta la postura monetaria alcanzada en este
ciclo alcista, la Junta de Gobierno, con la
presencia de todos sus miembros, decidió por
unanimidad mantener el objetivo para la Tasa de
Interés Interbancaria a un día en 11.25%. Con esta
decisión, la postura de política monetaria se
mantiene en la trayectoria requerida para lograr la
convergencia de la inflación a su meta de 3%
dentro del horizonte de pronóstico.
La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las
presiones inflacionarias, así como todos los
factores que inciden en la trayectoria prevista
para la inflación y en sus expectativas. Estima que el panorama inflacionario será complicado e
incierto a lo largo de todo el horizonte de
pronóstico, con riesgos al alza. Ante ello, para
lograr la convergencia ordenada y sostenida de la
inflación general a la meta de 3%, considera que
será necesario mantener la tasa de referencia en
su nivel actual durante un periodo prolongado. El
banco central reafirma su compromiso con su
mandato prioritario y la necesidad de perseverar
en sus esfuerzos por consolidar un entorno de
inflación baja y estable.
Un miembro recordó que a partir de 2021 se
enfrentó un entorno inflacionario de una complejidad
y con niveles de inflación no observados en las
últimas décadas. Precisó que este Instituto Central
inició de manera oportuna el ciclo de apretamiento
monetario y que ante la intensificación de las
presiones inflacionarias adoptó acciones
contundentes. Apuntó que tras alcanzar una postura
restrictiva y, ante señales de mitigación de distintos
choques, desde finales del año pasado se comenzó
a reducir el ritmo de los incrementos de la tasa. Opinó
que el panorama actual, si bien sigue siendo
complejo e incierto, y la inflación aún está lejos de la
meta, es menos adverso que lo enfrentado a lo largo
del año pasado. Argumentó que, dada la evolución
descrita del panorama inflacionario y tomando en
cuenta la postura monetaria alcanzada después de
incrementos acumulados por 725 puntos base en la
tasa de referencia, es apropiado mantener dicha tasa
sin cambios. Señaló que, debido a los aumentos
acumulados y considerando los niveles claramente
restrictivos de la tasa real ex-ante, la postura
monetaria lograda es sólida y consistente con un
proceso desinflacionario. Mencionó que debe
mantenerse una actitud de cautela y dejar que siga
operando la postura monetaria restrictiva alcanzada.
Consideró que con dicha postura se envía una señal
al público de que el Banco de México aún no está
satisfecho con el entorno inflacionario. Enfatizó que
la restricción monetaria contribuye al anclaje de las
expectativas de largo plazo, evitando así que la
inflación permanezca en niveles elevados a pesar de
que se disipen los choques. Apuntó que una postura
restrictiva también coadyuva al comportamiento
ordenado de los mercados financieros, incluido el
cambiario, ello ante el entorno inflacionario y de
apretamiento monetario global. Indicó que el
diferencial entre tasas internas y externas ajustado
por volatilidad, resultado de las acciones de política
monetaria, junto con los sólidos fundamentos
macroeconómicos del país, han favorecido un
desempeño resiliente de la moneda nacional, lo que
contribuye a moderar las presiones inflacionarias.
Además, comentó que la postura restrictiva conduce a una reasignación intertemporal del gasto de los
agentes económicos, al incentivar el ahorro, también
favoreciendo al proceso desinflacionario. Argumentó
que en el ciclo actual se ha observado una
desaceleración significativa en la demanda de
activos líquidos por parte de los hogares, mientras
que ha aumentado la demanda por instrumentos a
plazo. Recalcó que hacia delante se vislumbra un
panorama que seguirá siendo complejo, con riesgos
al alza e incertidumbre sobre el ritmo al que los
choques se irán desvaneciendo. En este contexto,
consideró que es difícil anticipar el tiempo por el que
la tasa de referencia se mantendría en su nivel
actual. Opinó que es muy prematuro comenzar a
discutir sobre posibles recortes de tasas. Sostuvo
que es fundamental refrendar, de manera categórica,
el compromiso con la consecución del mandato
prioritario y, en consecuencia, la necesidad de
perseverar en los esfuerzos por consolidar un
entorno de estabilidad de precios.
Otro miembro señaló que la evolución reciente de
los principales indicadores de inflación y el nivel de
restricción monetaria alcanzado después de 15
aumentos consecutivos en la tasa de referencia
permiten considerar una pausa por esta ocasión en
el ciclo de apretamiento monetario. Enfatizó que el
tono del comunicado resultará de la mayor
importancia para la formación de expectativas del
mercado sobre las decisiones futuras. Destacó que
debe comunicarse que, si bien los principales
indicadores de inflación se han comportado de
manera favorable, estos han respondido
primordialmente a la evolución de factores externos,
al tiempo que persisten presiones inflacionarias de
origen interno que pueden obstaculizar la
convergencia de la inflación a su meta en el horizonte
de planeación. Resaltó los siguientes elementos que
pueden propiciar que la inflación no disminuya a la
velocidad anticipada: i) el dinamismo de la demanda
interna, impulsado principalmente por el consumo; ii)
la fortaleza del mercado laboral; iii) aumentos en los
costos laborales y su traspaso a los precios al
consumidor; y iv) expectativas de inflación de
mediano y largo plazos por encima de 3%. En cuanto
a la guía sobre las decisiones futuras de política
monetaria, indicó que el entorno de elevada
incertidumbre sobre el proceso inflacionario obliga a
actuar con suma cautela y favorecer una postura
flexible. Agregó que no puede descartarse que se
requiera mayor o menor apretamiento. Argumentó
que debe comunicarse que una pausa no significa
que el Banco de México haya concluido su trabajo, ni
que necesariamente esta vendrá seguida de un
relajamiento. Añadió que debe indicarse claramente
que se responderá acorde con las circunstancias económicas que se vayan presentando. En
particular, opinó que las siguientes decisiones
dependerán de que las inflaciones general y
subyacente consoliden su tendencia a la baja.
Enfatizó que, en cualquier caso, el Instituto Central
debe ser claro en que la postura de política monetaria
deberá mantenerse en terreno restrictivo durante
todo el horizonte de planeación. Externó que lo
anterior contribuiría a que las expectativas de
inflación de analistas, que actualmente se ubican por
encima de los pronósticos para todo el 2024, sean
más parecidas a las del Banco de México, lo cual
mejoraría la eficacia de la política monetaria.
Un miembro argumentó que con los incrementos en
la tasa acumulados durante este ciclo alcista se
alcanzó una postura suficientemente restrictiva para
lidiar con un panorama inflacionario aún complejo.
Detalló que la tasa real ex-ante lleva varios meses en
terreno restrictivo, llegado a niveles máximos desde
que se definió la tasa de fondeo bancario como
instrumento de política. Recalcó que aunque la
postura relativa respecto de Estados Unidos se
redujo en el margen, el amplio diferencial de tasas y
la resiliencia observada del peso proporcionan
espacio para dicha reducción. Opinó que, en
ausencia de choques imprevistos, la postura lograda
es consistente con una trayectoria descendente de la
inflación durante el horizonte de pronóstico. Estimó
que se ha alcanzado la tasa terminal sin que ello
implique estar exentos de algún ajuste posterior o el
fin de la restricción monetaria, ya que se pasará de
un manejo activo, con incrementos de la tasa
nominal, a una nueva fase de manejo pasivo,
determinado por la disminución de las expectativas
inflacionarias. Indicó que la política monetaria
restrictiva seguirá operando mediante sus
mecanismos de transmisión. Consideró que la
postura restrictiva debe continuar por el tiempo que
sea necesario para romper con la persistencia de la
inflación subyacente. Subrayó que podría requerirse
de algún incremento adicional a la tasa objetivo en
caso de que la inflación no descienda. Asimismo,
apuntó que, al materializarse el descenso de la
inflación, debe evitarse una postura demasiado
restrictiva, por lo que eventualmente se evaluaría
algún recorte de tasas. Señaló que ello no sería un
relajamiento, sino un ajuste para mantener la tasa
real ex-ante en un rango entre 6 y 7%, el cual estima
consistente a la convergencia inflacionaria. Opinó
que mediante una guía prospectiva deben darse a
conocer las intenciones futuras, puntualizando que
estas son condicionales a los datos disponibles, por
lo que no representan un compromiso inamovible.
Comentó que, aunque es aventurado anunciar que la
postura restrictiva se mantendrá durante todo el horizonte en el que opera la política monetaria, se
debe comunicar que dicha postura requiere ser
mantenida por un tiempo extendido. Consideró que
los avances en la estrategia de comunicación han
sido fundamentales para que el público conozca la
función de reacción de la Institución y se fortalezca la
formación de expectativas. Agregó que dichos
avances no han respondido a cuestiones
circunstanciales sino que han sido resultado de una
discusión intensa y de un análisis de la literatura
académica y de las mejores prácticas. Enfatizó que
se debe continuar trabajando para que, mediante una
comunicación clara, directa y transparente, que es
fundamental para el manejo eficiente de las
expectativas inflacionarias, se logre el cumplimiento
del mandato prioritario.
Otro miembro apuntó que el nivel alcanzado en la
tasa de interés es históricamente restrictivo, tanto en
términos nominales como reales, lo cual consideró
congruente con las presiones inflacionarias sin
precedentes que se han enfrentado. Opinó que dada
esta postura el análisis debe enfocarse en la
evolución del mecanismo de transmisión de la
política monetaria. Detalló que: i) desde hace nueve
meses se ha observado una recomposición en el
portafolio de activos del sector privado, sustituyendo
activos líquidos por instrumentos a plazo,
especialmente en la cartera de hogares, lo que
implica que el canal de tasas está operando y
ganando tracción; ii) en el actual ciclo, las tasas de
financiamiento han subido más de lo observado en
otros episodios, y que las fuentes de recursos de la
banca también se han endurecido
considerablemente, lo cual sugiere que las
condiciones crediticias son astringentes; iii) a
diferencia de otros ciclos monetarios, donde el tipo
de cambio real se depreció abruptamente, este canal
está actuando de forma notoriamente restrictiva; iv)
el canal de precios de activos, que en México suele
ser débil, ha operado a través del incremento en los
nodos de la curva de rendimientos desde el inicio del
ciclo, incidiendo en el precio de los instrumentos de
deuda, los cuales han disminuido significativamente;
y v) las expectativas de inflación se mantienen
ancladas y, en el margen, han revertido
gradualmente sus afectaciones, tendencia que
permitirá que la postura monetaria se siga
endureciendo. Debido a ello, consideró que todos los
canales están funcionando en la dirección correcta
para propiciar que la inflación regrese a su objetivo
en el horizonte de pronóstico. Subrayó que la
configuración de las presiones inflacionarias aún es
delicada y que el elevado nivel de incertidumbre
refuerza la importancia de mantener un enfoque
flexible y dependiente de los datos. Indicó que la comunicación debe ser clara para propiciar una
adecuada formación de expectativas y un
comportamiento ordenado de los mercados, los
cuales aún descuentan recortes en la tasa de
referencia en el futuro cercano, lo que consideró no
ser compatible con la convergencia de la inflación a
su meta en el plazo previsto. Advirtió que debe
indicarse que la postura restrictiva durará el tiempo
necesario y suficiente para confirmar: i) una
tendencia clara y descendente de las inflaciones
general y subyacente hacia el 3%; ii) un balance de
riesgos neutral en torno al pronóstico; y iii) un retorno
de las expectativas de inflación a sus promedios
históricos. Expuso que ello es primordial para
garantizar el cumplimiento con el mandato
constitucional.
Un miembro explicó que el ciclo alcista comenzó
oportunamente y que el Banco de México respondió
de manera contundente ante el deterioro significativo
del panorama inflacionario. Señaló que después de
un incremento acumulado significativo de 725 puntos
base en la tasa de referencia es prudente realizar una
pausa en el ciclo y evaluar el grado de absorción de
este apretamiento monetario en la economía. Ello
considerando que si bien la inflación aún se mantiene
en niveles elevados, se observan señales de
mitigación de las presiones sobre los precios y que
dicho ajuste continuará teniendo efecto en los
siguientes trimestres. Externó que la tasa real exante de corto plazo se encuentra en un terreno
claramente restrictivo. Añadió que esta tasa
aumentaría en la medida en que las expectativas de
inflación continúen disminuyendo. Reflexionó sobre
el rezago con el que opera la política monetaria.
Apuntó que, en este horizonte se pueden distinguir
dos etapas. La primera, que ya está ocurriendo, es el
tiempo en que la tasa de política monetaria afecta los
canales a través de los que opera. La segunda, que
comenzará a ser más notoria, es aquella en la que el
impacto de los canales se ve reflejado en la inflación
y sus determinantes. Enfatizó que uno de los canales
más relevantes es el de las expectativas. Subrayó
que las de menor plazo ya se han estabilizado,
mientras que las de mayor plazo, que son las que
más influyen en el proceso de formación de precios,
se han mantenido ancladas. Mencionó que el ajuste
monetario se ha transmitido a lo largo de toda la
curva de tasas reales y en las tasas de mercado para
los diferentes segmentos. También ha propiciado un
cambio en la tenencia de activos por parte de los
hogares hacia instrumentos de mayor plazo, lo cual
incide en las decisiones de consumo. Destacó la
operación del canal del tipo de cambio. Al respecto,
enfatizó que el peso mexicano se ha apreciado de
manera importante en términos reales desde que inició el ciclo restrictivo. Observó que el apretamiento
de las condiciones monetarias se encuentra en uno
de sus niveles más altos desde que se adoptó el
régimen de objetivos de inflación. Recalcó que si
bien, en su opinión, no hay evidencia contundente de
que haya presiones inflacionarias internas, si las
hubiera estas estarían ya atendidas con el nivel de
restricción alcanzado. Agregó que, dada la
persistencia del componente subyacente y el
ambiente de elevada incertidumbre, es indispensable
mantenerse vigilantes para tomar las acciones
necesarias en caso de que se presenten choques
adicionales. Aseveró que habiendo pausado el ciclo
alcista, el Banco de México puede hacer uso de la
comunicación como una herramienta para continuar
apuntalando la solidez de la postura monetaria.
Opinó que, con ese fin, es prudente comunicar que
se mantendrá una postura monetaria restrictiva el
tiempo que sea necesario para garantizar la
convergencia de la inflación a la meta.
3. DECISIÓN DE POLÍTICA MONETARIA
La Junta de Gobierno evaluó la magnitud y diversidad
de los choques inflacionarios y de sus determinantes,
así como la evolución de las expectativas de mediano
y largo plazos y el proceso de formación de precios.
Consideró que se ha entrado en una fase de
desinflación debido a que diversas presiones se han
mitigado. Sin embargo, juzgó que estas siguen
incidiendo sobre la inflación, la cual permanece alta,
y que el panorama inflacionario continúa siendo muy
complejo. Con base en lo anterior y tomando en cuenta la postura monetaria alcanzada en este ciclo
alcista, la Junta de Gobierno, con la presencia de
todos sus miembros, decidió por unanimidad
mantener el objetivo para la Tasa de Interés
Interbancaria a un día en 11.25%. Con esta decisión,
la postura de política monetaria se mantiene en la
trayectoria requerida para lograr la convergencia de
la inflación a su meta de 3% dentro del horizonte de
pronóstico.
La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las
presiones inflacionarias, así como todos los factores
que inciden en la trayectoria prevista para la inflación
y en sus expectativas. Estima que el panorama
inflacionario será complicado e incierto a lo largo de
todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza.
Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y
sostenida de la inflación general a la meta de 3%,
considera que será necesario mantener la tasa de
referencia en su nivel actual durante un periodo
prolongado. El banco central reafirma su compromiso
con su mandato prioritario y la necesidad de
perseverar en sus esfuerzos por consolidar un
entorno de inflación baja y estable.
4. VOTACIÓN
Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez, Irene
Espinosa Cantellano, Jonathan Ernest Heath
Constable y Omar Mejía Castelazo votaron a favor de
mantener el objetivo para la Tasa de Interés
Interbancaria a un día en 11.25%.