A la
hora de diseñar y construir su infraestructura de red, los responsables
de la toma de decisiones en materia de telecomunicaciones deben tener en
consideración la crisis climática.
Por muchos años, los efectos del consumo energético del
centro de datos han estado muy presentes en las mentes de los
responsables de la toma de decisiones y aunque la reciente presión pública ha
dado motivos de preocupación, los operadores de centros de datos están
más que listos para implementar estrategias que hagan frente a los
problemas climáticos y de sostenibilidad de forma urgente.
Después de que la pandemia provocó un cambio de paradigma y modificó
todos los aspectos de la vida diaria, la industria de centros de datos
pasó la mayor parte de los pasados dos años intentando dar soporte a los
sistemas de TI y ayudar a las empresas a satisfacer una demanda sin
precedentes de trabajo remoto, comercio electrónico y otras tecnologías
esenciales.
Por sorprendente que parezca, durante este tiempo la pandemia sacó a
la luz problemas adicionales de la continuidad empresarial,
específicamente en lo relacionado con la crisis ambiental y climática. A
medida que la situación se volvió más urgente, los expertos de Vertiv estiman que muchas organizaciones darán prioridad a la sostenibilidad del centro de datos en
2022, pero los líderes de la industria requerirán nuevas perspectivas e
ideas si quieren reducir la brecha entre las aceleradas necesidades
digitales y su impacto ambiental.
Ya hemos visto a la industria, en especial a los proveedores de
servicios en la nube y de hiperescala, dar respuesta a estas
preocupaciones sobre la sostenibilidad ambiental del centro de datos con
ambiciosas iniciativas de neutralidad hídrica y cero emisiones de
carbono. Google anunció que
tenía el objetivo de emplear únicamente fuentes de energía libres de
carbono para 2030, mientras que Microsoft se fijó la meta de ser carbono
negativo y tener un enfoque positivo sobre la gestión del agua (water
positive) para 2030.
Vertiv prevé que muchas más organizaciones utilizarán soluciones
digitales que consuman energías 100% renovables y operen exclusivamente
con energías sostenibles. Los sistemas energéticos híbridos y
distribuidos pueden proporcionar energía tanto de CA como de DC, lo cual
añade opciones para mejorar las eficiencias y permite que eventualmente
los centros de datos operen libres de emisiones de carbono.
Sin duda, estas iniciativas de sostenibilidad contribuirán a reducir a
largo plazo la huella de carbono de estas organizaciones, pero los
operadores de telecomunicaciones y centros de datos tendrán que hacer
frente a las devastadoras amenazas climáticas que dominan los ciclos
informativos. Por ejemplo, Estados Unidos experimentó el verano más caluroso que se haya registrado, y en los primeros 9 meses del 2021, pérdidas de 18.000 millones de dólares como consecuencia de eventos relacionados con el clima y las condiciones meteorológicas.
De acuerdo con un informe del Uptime Institute publicado
en marzo de 2021, tres de cada cinco encuestados cree que habrá más
cortes eléctricos de mantenimiento de TI como resultado directo del
cambio climático y casi un 90% piensa que el cambio climático aumentará
los costos de las operaciones y de las infraestructuras del centro de
datos en los próximos 10 años. Por lo tanto, las condiciones
meteorológicas extremas relacionadas con el cambio climático afectan las
decisiones sobre dónde y cómo construir nuevos centros de datos y redes
de telecomunicaciones.
Las actuales dificultades para alcanzar los objetivos de sostenibilidad
Aún queda mucho trabajo por hacer en la manera que las organizaciones
dan seguimiento a sus esfuerzos hacia la sostenibilidad. De acuerdo con
la 11a encuesta anual de centros de datos globales,
realizada por el Uptime Institute, solo la mitad de los gerentes de
centros de datos monitorean el consumo de agua en algún nivel y solo un
tercio supervisa el impacto del carbono y los residuos electrónicos.
Está claro que se trata de algo más que la eficiencia energética. En
2021, la efectividad del uso de la energía (PUE) promedio anualizada, la
principal manera de medir la eficiencia del centro de datos, fue de
1.57 en comparación con el 1.59 en 2020, lo cual indica que los niveles
de eficiencia en general se han estabilizado. Esto resulta casi
totalmente cierto en los centros de datos existentes.
El informe del Uptime Institute llega a la misma conclusión: “A pesar
de que un número creciente de construcciones nuevas ostentan una PUE de
diseño de 1.3 o más, para muchos operadores no resulta económica ni
técnicamente viable realizar los importantes reacondicionamientos
necesarios para mejorar la eficiencia en muchas instalaciones más
antiguas. Las mejoras adicionales requerirán un cambio significativo”.
La encuesta también concluye que las organizaciones deben ampliar el
alcance de las métricas monitoreadas si quieren comparar su progreso en
materia de sostenibilidad con mayor precisión. Esto incluye medir y dar
seguimiento a la utilización de los servidores, el consumo de agua, las
emisiones de carbono del centro de datos o TI, y el ciclo de vida de los
equipos o los residuos electrónicos.
Las tecnologías que impulsarán el cambio en 2022
Si las organizaciones quieren tener resultados más sostenibles,
resilientes y confiables, los expertos estiman que las siguientes
tecnologías serán las protagonistas: las celdas de combustible, los
activos renovables y los sistemas de almacenamiento de energía de larga
duración, incluidos los sistemas de almacenamiento de energía en
baterías (BESS) y las baterías de iones de litio.
Puede verse en el horizonte un crecimiento en la infraestructura de reciclaje de baterías de iones de litio en Norteamérica, a medida que las compañías cuenten con financiamiento público y privado garantizados
en el mercado. Este avance de la industria eliminará uno de los últimos
obstáculos para una adopción generalizada de las baterías de iones de
litio y una vez iniciadas las operaciones, la esperanza es que estas
compañías de reciclaje puedan contribuir con los objetivos de
sostenibilidad de una organización al evitar que estas baterías terminen
en los basureros.
Las celdas de combustible y los activos de energías renovables tienen
el potencial de liberar al operador del centro de datos de los cuellos
de botella y las restricciones de capacidad de la red eléctrica pública.
En la carrera hacia cero emisiones de carbono, estos activos pueden
combinarse con el almacenamiento de energía adecuado para ofrecer un
suministro eléctrico más duradero, económico, limpio y sostenible. Y
esta carrera no solo incluirá el carbono.
Las organizaciones que intentan reducir su efectividad del uso del
agua (WUE) pueden confiar en sistemas térmicos que no utilizan agua,
especialmente en las zonas afectadas por las sequías. Asimismo, los
expertos prevén una reducción gradual de los refrigerantes con alto
potencial en el calentamiento global (GWP), los cuales serán
reemplazados por refrigerantes con un bajo GWP a lo largo de 2030.
Uno de los obstáculos finales a la hora de operar un centro de datos
sostenible irá más allá de la tecnología: pedir a los operadores de
centros de datos, a los proveedores de infraestructura y a los
planificadores urbanos que trabajen juntos para que el centro de datos
ocupe una posición central en la infraestructura de una comunidad. Las
energías renovables y el almacenamiento de energía en el sitio para el
centro de datos podrían aprovechar la red eléctrica local más amplia con
el fin de estabilizar la red eléctrica y ofrecerle a la comunidad local
un suministro eléctrico limpio.
El calor residual proveniente del centro de datos, que se pierde en
el aire, puede usarse para calentar los calentadores en las
instalaciones cercanas, lo cual reduce sus necesidades energéticas. Para
que esto sea posible, se necesitaría la unión de múltiples partes
interesadas de todas las industrias por el bien común.
Todos estos factores climáticos y de sostenibilidad tendrán un efecto
en el diseño y van más allá del centro de datos hasta otra
infraestructura digital, como las redes de telecomunicaciones que deben
ubicarse en todas partes. A la hora de diseñar y construir su
infraestructura de red, los responsables de la toma de decisiones en
materia de telecomunicaciones deben tener en consideración la crisis
climática.
Además, los expertos estiman que estos responsables tomarán en cuenta
una serie de factores de selección del sitio a la hora de planificar
las nuevas construcciones de infraestructura, incluida la confiabilidad y
asequibilidad de la red, las temperaturas regionales, la disponibilidad
del agua, la energía renovable y sostenible generada localmente, y las
regulaciones que racionan el suministro eléctrico público y limitan la
cantidad de energía ofrecida a los centros de datos.
Aunque no hay respuestas sencillas para las preguntas relacionadas
con el cambio climático y la sostenibilidad, Vertiv sigue comprometida
con enfocarse en tecnologías que den soporte a la infraestructura de
telecomunicaciones y centros de datos sostenibles, así como trabajar en
colaboración con los líderes de la industria y los clientes para hacer
frente a los problemas de la crisis climática de forma más intencionada.