Para
cumplir metas más ambiciosas sobre el clima y la biodiversidad, reducir
la contaminación y lograr la Agenda 2030 es necesario que la sociedad
entera impulse la sostenibilidad.
- Adoptar
una visión del mundo que ponga la naturaleza en el centro de la toma de
decisiones es clave para lograr un cambio transformador.
- Los
planes de recuperación pos-COVID-19 son una oportunidad única para
invertir en la naturaleza y alcanzar la meta de cero emisiones netas
para 2050.
Nairobi, 18 de febrero de 2021 -
El mundo
puede transformar su relación con la naturaleza y abordar las crisis del
clima, la biodiversidad y la contaminación de manera conjunta con el
fin de garantizar un futuro sostenible y prevenir
futuras pandemias, según un nuevo informe del Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que ofrece un plan integral para
abordar nuestra triple emergencia planetaria.
El informe Hacer
las paces con la naturaleza expone la gravedad de estas tres crisis ambientales con base en evaluaciones mundiales, incluidas las del
Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático
(IPCC) y la
Plataforma Intergubernamental científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas
(IPBES), así como la
Perspectiva del Medio Ambiente Mundial
del PNUMA, los estudios del Panel Internacional de Recurso
y nuevos hallazgos sobre la aparición de enfermedades zoonóticas como la COVID-19.
Los autores evalúan los
vínculos entre distintos desafíos ambientales y de desarrollo, y
explican cómo los avances científicos y la formulación de políticas
audaces pueden abrir un camino hacia el cumplimiento
de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030 y un mundo
neutro en carbono para 2050, al tiempo que se detiene la pérdida de
biodiversidad y la contaminación y generación de residuos.
De acuerdo con el
informe, tomar ese camino implica innovar e invertir solo en actividades
que protejan a las personas y la naturaleza. El éxito se traducirá en
ecosistemas restaurados y vidas más saludables, así
como en un clima estable, entre otros beneficios.
“Este
informe sienta las bases de la esperanza. Al reunir las pruebas
científicas más recientes relativas a los efectos y amenazas asociados a
la emergencia climática,
la crisis de la biodiversidad y la contaminación que acaba con la vida
de millones de personas cada año, pone en evidencia que nuestra guerra
contra la naturaleza ha destrozado el planeta. Sin embargo, también nos
muestra el camino hacia un mundo más seguro”,
dijo el secretario general de la ONU, António Guterres, en el prólogo del informe.
“Al transformar nuestra
percepción de la naturaleza, podemos reconocer su auténtica valía. (…)
Al reconocer a la naturaleza como una aliada indispensable, podemos
desatar el ingenio humano en favor de la sostenibilidad
y garantizar tanto nuestra salud y bienestar como los del planeta”,
agregó el secretario general.
En medio de una ola de
inversiones para revitalizar las economías afectadas por la pandemia de
COVID-19, el informe comunica la oportunidad y la urgencia de una acción
transformadora e inmediata. También establece
los roles que todos los actores de la sociedad pueden y deben
desempeñar.
2021 es un año especialmente crucial, con dos importantes conferencias mundiales sobre
cambio climático y
biodiversidad,
en las cuales los gobiernos deben proponer objetivos sinérgicos
y ambiciosos para reducir casi a la mitad las emisiones de gases de
efecto invernadero en esta década y conservar y restaurar la
biodiversidad.
Abordar de forma conjunta tres amenazas planetarias
La expansión económica ha traído una prosperidad desigual a una población mundial en rápido crecimiento. Como resultado,
1.300 millones de personas viven en la pobreza, mientras la extracción de recursos
naturales se ha triplicado hasta alcanzar niveles
dañinos y crear una emergencia planetaria.
A pesar de la
disminución temporal de las emisiones debido a la pandemia, el planeta
se dirige a un aumento de la temperatura global de
al menos 3°C en este siglo,
más de 1 millón
de las aproximadamente
8 millones de especies de plantas y animales corren un riesgo de
extinción sustancialmente elevado, y las enfermedades causadas por la
contaminación matan cada año a unas
9 millones
de personas. La
degradación ambiental está impidiendo el progreso hacia la erradicación
de la pobreza y el hambre, la reducción de las desigualdades y la
promoción del crecimiento económico sostenible.
El informe muestra cómo
estas tres emergencias ambientales interactúan y tienen causas comunes
y, por lo tanto, solo pueden abordarse de manera efectiva en conjunto.
Los subsidios a los combustibles fósiles, por
ejemplo, al igual que los precios que no toman en cuenta los costos
ambientales, están impulsando la producción y el consumo basados en el
uso desenfrenado de energía y recursos naturales, el cual está detrás de
estos tres desafíos planetarios.
“Al mostrar cómo la
salud de las personas y la naturaleza están entrelazadas, la crisis de
la COVID-19 ha subrayado la necesidad de un cambio radical en la forma
en que vemos y valoramos la naturaleza. Si se refleja
ese valor en la toma de decisiones, ya sea que hablemos de política
económica o de elecciones personales,
podremos lograr una transformación rápida y duradera hacia la sostenibilidad”, dijo la
directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
“Los planes de
recuperación verde para las economías afectadas por la pandemia son una
oportunidad imperdible para acelerar la transformación”, añadió
Andersen.
El informe, publicado de cara a la quinta
Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, presenta
ejemplos de cómo una transformación sostenible puede ponerse en práctica y generar prosperidad, empleo y una mayor igualdad.
Un cambio de largo
alcance implica reformular las maneras en que valoramos e invertimos en
la naturaleza al integrar ese valor en las políticas y decisiones en
todos los niveles, ajustar los subsidios y otros elementos
de los sistemas económicos y financieros, y fomentar la innovación en
tecnologías y modelos comerciales sostenibles. La inversión privada
masiva en movilidad eléctrica y combustibles alternativos muestra cómo
industrias enteras reconocen los beneficios potenciales
de un cambio rápido.
Los autores señalan que poner fin al deterioro ambiental en todas sus formas es esencial para promover varios de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible,
en particular el alivio de la pobreza, la seguridad alimentaria e
hídrica, y la buena salud para todos. Un ejemplo es cómo la
intensificación sostenible de la agricultura y la pesca, junto con
cambios en la dieta y un menor desperdicio de alimentos, puede
ayudar a acabar con el hambre y la pobreza y mejorar la nutrición y la
salud, al tiempo que se conservan más espacios naturales terrestres y
marinos.
El informe enfatiza la
necesidad de que toda la sociedad se involucre en la toma de decisiones e
identifica acciones clave que se pueden y deben emprender desde todos
los sectores para lograr un mundo sostenible.
Por ejemplo:
- Los
gobiernos pueden incluir el capital natural en las medidas de desempeño
económico, poner un precio al carbono y reorientar billones de dólares
que actualmente se destinan a subsidiar los
combustibles fósiles o la agricultura y el transporte no sostenibles
hacia soluciones bajas en carbono.
- Las
organizaciones internacionales pueden promover el enfoque de “Una sola
salud” y metas Internacionales ambiciosas para la biodiversidad, como
las redes de áreas protegidas más amplias.
- Las
organizaciones financieras pueden dejar de extender préstamos a
proyectos de combustibles fósiles y desarrollar mecanismos de
financiación innovadores para la conservación de la biodiversidad
y la agricultura sostenible.
- Las
empresas pueden adoptar los principios de la economía circular para
minimizar el uso de recursos y los residuos, y comprometerse a mantener
cadenas de suministro transparentes y libres de
deforestación.
- Las
organizaciones no gubernamentales pueden crear redes de diversos
actores para garantizar su plena participación en las decisiones sobre
el uso sostenible de los recursos.
- Las
organizaciones científicas pueden proponer tecnologías y políticas de
punta para reducir las emisiones de carbono, aumentar la eficiencia de
recursos y elevar la resiliencia de ciudades,
industrias, comunidades y ecosistemas.
- Las
personas pueden reconsiderar su relación con la naturaleza, aprender
acerca de la sostenibilidad, cambiar sus hábitos para reducir el
desperdicio de alimentos, agua y energía, y adoptar
dietas más saludables.
Un futuro sostenible
también significa aprender de la crisis de COVID-19 para evitar nuevas
pandemias. El informe subraya cómo la degradación de los ecosistemas
aumenta el riesgo de que los patógenos pasen de los
animales a los humanos, y la importancia del enfoque de “Una
sola salud”, que considera la salud humana, animal y planetaria en conjunto.
NOTAS PARA LOS EDITORES
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el informe
Sobre el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
El PNUMA es la autoridad
ambiental líder en el mundo. Proporciona liderazgo y alienta el trabajo
conjunto en el cuidado del medio ambiente, inspirando, informando y
capacitando a las naciones y a los pueblos para
mejorar su calidad de vida sin comprometer la de las futuras
generaciones. unep.org/es
Sobre la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA)
La Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente es el
máximo órgano mundial de toma de decisiones ambientales.
Se reúne cada dos años con el fin de establecer prioridades para las
políticas ambientales globales
y contribuir al desarrollo del derecho ambiental internacional.
Mediante sus resoluciones y llamados a la acción, la Asamblea
proporciona liderazgo y cataliza la acción intergubernamental sobre el
medio ambiente.