- No se puede proteger a las niñas y niños en el vientre de su madre y al mismo tiempo destrozar a las familias y la institución matrimonial en Guanajuato
- Con estas iniciativas aprobadas legisladores traicionan a las familias y al electorado del PAN que los eligió para representarlos
Mujeres de México reconoce a las diputadas y diputados que votaron a favor de la vida y cumplieron su compromiso con la sociedad para defender a las niñas y niños inocentes en el vientre de su Madre. Sin embargo, expresamos nuestro profundo extrañamiento e indignación ante el hecho de que esos mismos legisladores, que recientemente se declararon defensores de la vida, la familia y la patria, hoy voten a favor del matrimonio igualitario y de la penalización del acompañamiento familiar mediante terapias de conversión.
Esta contradicción no sólo traiciona la confianza ciudadana, atenta contra los pilares que sostienen a Guanjuato.
Valoramos el voto en defensa de la vida, una decisión que honró a quienes esperan de sus representantes una postura firme en la protección de los más indefensos en el vientre materno. “Mujeres de México reconoce el compromiso con la dignidad humana y con la defensa de la vida desde la concepción hasta su muerte natural”, resaltaron.
Sin embargo, es preocupante que quienes se dicen “provida, profamilia y prolibertades” hayan dado la espalda a cientos de miles de guanajuatenses al votar a favor del matrimonio igualitario.
Con el voto a favor del mal llamado “matrimonio igualitario” se daña terriblemente al primer núcleo de la sociedad: La Familia, ignorando por completo el sentir de los ciudadanos y de la evidencia científica (Dr. Fernando Pliego, “Estudio: Familias y Bienestar en Sociedades Democráticas”), que sostiene que la familia es clave para reducir problemas sociales graves como la delincuencia, las adicciones, la violencia familiar y la deserción escolar.
“Esta reforma rompe con el consenso histórico del estado, debilita la estructura familiar y desatiende las prioridades reales de cientos de miles de guanajuatenses que hoy sufren violencia e inseguridad”, denuncia Mujeres de México.
Con la aprobación de las reformas a las terapias de conversión se ilimita la libertad de atención y pone en riesgo a padres, madres, psicólogos, consejeros y líderes espirituales que buscan apoyar a un familiar que atraviesa por una crisis de identidad. Lejos de proteger el vínculo afectivo y familiar los criminaliza y limita el derecho básico a acompañar.
“¡No se puede defender la vida y atacar al mismo tiempo la familia, esto es incongruencia, se dicen provida, profamilia y prolibertades y no lo demuestran!” reclamaron.
Mujeres de México rechaza con firmeza esta contradicción. La sociedad merece representantes que actúen con principios y valores fundamentales, no con cálculos políticos ni presiones partidistas.
Por lo anterior, exigimos a los diputados del Congreso de Guanajuato: 1. Recuperar la coherencia moral y legislativa. Defender la vida implica también defender la insLtución que la acoge, la educa y la protege: la familia.
2. Rectificar inmediatamente el rumbo. Revisar y revertir las decisiones que debilitan el matrimonio, confunden a la sociedad y criminalizan el acompañamiento familiar.
3. Atender las verdaderas necesidades de las mujeres en Guanajuato, no las agendas ideológicas de grupos políticos. Mientras el estado enfrenta niveles preocupantes de inseguridad y descomposición social, resulta inaceptable priorizar iniciativas que no atienden a las necesidades reales de las familias.
4. Cumplir sus compromisos con las familias que los eligieron. Los votos tienen consecuencias. “Los cuidadanos tomamos nota de quién defiende realmente nuestros derechos y quién utiliza nuestras causas para transacciones políticas”, advirtieron.
Defender la vida y a la familia es un deber irrenunciable. Lo demás es incoherencia incoherencia legislativa que siempre termina afectando a quienes más necesitan protección: niñas y niños, mujeres y familias guanajuatenses. |
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