Por Mario Sanchez, Mario Sánchez, director de Latinoamérica de D2L
Aunque
nadie lo imaginó ya estamos en emergencia por el COVID-19. En estas
situaciones algo que olvidamos hacer, incluso como adultos, es buscar
a los expertos y la mejor forma de hacerlo es prestar atención a lo que
dicen los especialistas en salud pública: “hay razón para preocuparse
pero no para caer en pánico”.
Ya
no está en duda si el virus se propagará sino cómo debemos protegernos
para reducir al máximo el riesgo de ser uno de los infectados. Aun así,
todos estamos en riesgo.
Al
momento de escribir este texto, la enfermedad ha aparecido en 199
países, con más de 430,000 enfermos y 19,500 muertos. Se trata pues de
una pandemia
global que puede agravarse durante los próximos meses.
Las
acciones para evitar la propagación son claras y realmente muy
sencillas: lavarnos las manos durante 20 segundos, toser en la parte
interna del
antebrazo y evitar las multitudes.
Nuevamente
se debe decir que entrar en pánico es la peor de las acciones que
debemos realizar. Solo debemos seguir con nuestras vidas, adaptándonos
a las limitaciones durante el periodo de emergencia.
El
gobierno ha ordenado que las escuelas de niveles básicos suspendan las
clases por 30 días mientras que la mayoría de las universidades e
instituciones
de nivel medio y superior están anunciando que harán lo mismo. La
realidad es que probablemente haya una pérdida importante en el tiempo
de clases para nuestros jóvenes, con el propósito de proteger su salud y
que estén seguros en casa.
Teniendo
siempre como prioridad la salud de la población, el distanciamiento
social no significa que los estudiantes deben dejar de aprender. Si
tienen acceso a un sistema de gestión del aprendizaje en casa –y si las
escuelas tienen una política y planes para continuar con las
actividades educativas en línea- no hay razón para que los profesores no
puedan publicar videos instructivos, tareas y pruebas
con la expectativa de que los estudiantes hagan el trabajo en casa.
Muchas
escuelas ya utilizan sistemas de gestión del aprendizaje. Lo que ahora
deben hacer las instituciones educativas es utilizarlas de modo distinto
e implementar sus recursos de educación a distancia existentes para
ayudar a los alumnos a estudiar en casa.
Hoy
necesitamos poner en práctica planes para reducir al mínimo el impacto
en los estudiantes. Los días de aprendizaje digital permiten a los
estudiantes
seguir aprendiendo incluso si las escuelas se cierran durante días o
semanas.
Los
estudiantes pueden seguir aprendiendo incluso cuando la escuela esté
técnicamente cerrada. Como lo ha dicho el gobierno, estos no son días de
vacaciones así que este periodo se debe de aprovechar para practicar
las lecciones vistas en los recientes días así como continuar con los
planes de estudio que cada escuela y clase tengan.
Además,
esto tiene grandes beneficios para los estudiantes. En primer lugar
reduce la interrupción de sus rutinas, que puede provocarles demasiado
estrés, en segundo lugar, los mantiene ocupados y, finalmente, les
ayuda a desarrollar la resiliencia al demostrarles que las amenazas
pueden manejarse a través de la preparación y acción racionales.
Lo
que necesitamos hacer ahora, como adultos y educadores, es buscar a los
expertos. Necesitamos comenzar a aprender de inmediato de las escuelas
que han implementado planes de contingencia para la educación a
distancia. En este
link hay mucha información sobre como las escuelas pueden enfrentar
la situación de emergencia con un plan de continuidad educativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario