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En
SEGALMEX (Seguridad Alimentaria Mexicana) la Auditoría encontró presuntas
irregularidades en 5,640 millones de pesos
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En
el Programa “Sembrando vida” se encontraron irregularidades con un faltante por
valor de 900 millones de pesos
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Respecto
a la construcción del aeropuerto “General Felipe Ángeles”, la Secretaría de la
Defensa no ha podido comprobar el gasto de 20 mil millones de pesos
Como es sabido, anualmente la Auditoría Superior de la
Federación (ASF) dependiente de la Cámara de Diputados, tiene la función
principal de realizar sistemáticamente la comprobación del gasto que ejercen
todas las dependencias federales, estatales y municipales del Presupuesto de
Egresos, en el marco de una estrategia que permite certificar si efectivamente
el dinero público se canaliza al desarrollo de planes, programas y proyectos a
favor de todos los mexicanos.
La evaluación preliminar de resultados de la ASF, para 2020,
arroja un faltante de más de 63 mil millones de pesos que “no cuadran”; no se
han comprobado en los estados de cuenta ni dónde se encuentran, quién los
guarda celosamente o en qué se invirtieron sin los comprobantes
correspondientes. “Es muchísimo dinero para que ande volando por el espacio
sideral”, comentan millones de mexicanos.
El actual Gobierno Federal, encabezado por el Presidente
Andrés Manuel López Obrador, aplica una estrategia llamada Cuarta
Transformación (4T), que pretende emular transformaciones políticas, económicas
y sociales que, en el pasado, dieron como resultado el cambio de la vida social,
pública de México.
Una explicación breve sobre los tres movimientos sociales
anteriores, con referencia al porqué de la 4T, indica que, en los tres, se
registró una revolución armada. Destaca la lucha de nuestro país por la
Independencia Nacional, iniciada en 1810; otra fue la Guerra de Reforma de 1857,
incluida una nueva Constitución, y la tercera fue la Revolución Mexicana, donde
se estima tuvo un costo de más de un millón de muertos, entre ellos los abuelos
de miles de mexicanos de la actual generación. (Hay que decir que, el dictador,
ya había huido a Francia y en México siguieron los “cocolazos” derivados de la
“lucha por el poder”).
Retomando el tema de la auditoría federal, por ejemplo, en la
Secretaría de Salud, la Auditoría concluyó que diversas áreas no tienen la
forma de verificar rubros, como cuántas vacunas recibieron y tampoco cuántas se
canalizaron en 2020, a coordinaciones estatales.
Hay otras ramas dentro de la Secretaría de Salud, como el INSABI,
con irregularidades en cuanto a la compra de ventiladores para los hospitales
por mil millones de pesos. Simplemente, señalan los responsables, no se hizo la
entrega puntual de 650 ventiladores. Además, no se ha comprobado el pago de mil
600 millones de pesos por otros 2 mil ventiladores ni se ha comprobado la
entrega de un millón de cubrebocas con valor de más de 40 millones de pesos.
En cuanto a los megaproyectos del gobierno federal,
especialmente en el ejercicio de recursos fiscales en el Tren Maya, hubo
observaciones. En este rubro, son 1,300 millones de pesos faltantes por
irregularidades en el ejercicio de los recursos, por sobrecostos destinados
supuestamente a la elaboración de proyectos ejecutivos; de gastos no reportados
y otros que se hicieron sin respetar las normas básicas presupuestarias.
También se realizaron gastos reportados no autorizados para la compra de
predios.
Con relación al ejercicio del presupuesto dentro de construcción
del aeropuerto “General Felipe Ángeles”, y otros recursos fiscales utilizados
en el desmantelamiento del aeropuerto cancelado de Texcoco, vale la pena
mencionar que la Secretaría de la Defensa no ha podido comprobar el gasto de 20
mil millones de pesos del Fideicomiso Público utilizado para financiar la
construcción del nuevo aeropuerto.
Respecto de la construcción de la Refinería de Dos Bocas, en
Tabasco, es la que tiene menos observaciones. Los faltantes serían del orden de
50 millones de pesos. Sin embargo, todas las observaciones de la ASF, tendrán
que ser respondidas por las dependencias que ejercen recursos del Presupuesto
Federal de Egresos.
En el rubro de SEGALMEX (Seguridad Alimentaria Mexicana) la
Auditoría revisó un total de 6,235 millones de pesos de gasto público, y
encontró presuntas irregularidades en 5,640 millones; es decir, en 9 de cada
diez pesos hay observaciones. Las irregularidades se concentran en el sistema
de pagos, los cuales no puede demostrar, que excedieron a los productos
adquiridos, pagos que no se acreditaron por estar fuera de tiempo.
En resumen, son numerosas las observaciones que se hacen del
programa de compra y venta de granos alimenticios destinados a alcanzar la
soberanía alimentaria. También en el mismo rubro de manejo de recursos sin
comprobar, se encuentran Diconsa y Liconsa, dependientes del área
administrativa de SEGALMEX.
El Programa “Sembrando vida” no escapa de la certificación
del ejercicio de recursos del gobierno. Este programa, desde su inicio, ha
estado sujeto a observaciones frecuentes y este 2020 que se revisa, se
repitieron las irregularidades con un faltante por valor de 900 millones de
pesos.
Es preocupante el análisis de dos temas: primero, que el área
administrativa no pudo comprobar que entregó apoyos a más de 18 mil personas. No
tiene forma de saber si los apoyos ejercidos tuvieron respuesta en los
beneficiarios, en las obligaciones de cuidado que tenían que realizar a las
plantaciones forestales, como regadío de agua, recolección de semillas,
adquisición de herramientas, etc.
En otra parte, la auditoría en la Comisión Federal de
Electricidad, encontró contradicciones. Hace un análisis de los costos en la
generación de electricidad, y afirma que la producción de electricidad de CFE
es mucho más barata que la producción privada. Sin embargo, se comprobó que
ésta es 50 por ciento más económica que la generada por la CFE.
Califica que los hogares pagan más que un OXXO, por ejemplo.
Pero aquí, lo que se reportó a la Auditoría, es que los hogares y el sector
agrícola, pagan mucho menos. Estamos hablando de una diferencia de 0.6 pesos y
1.2 pesos por unidad, respectivamente, mientras que las empresas pagan entre
3.5 a 3.6 pesos. Aquí, no cuadra el discurso de la CFE para justificar la
Reforma Eléctrica.
En otro orden, los precios, las tarifas, tuvieron un
incremento, dependiendo del sector, de 3.4 a casi 9 por ciento, pero los costos
de generación, se redujeron. Es decir, hay un incremento de tarifas, mientras
que los costos para generar electricidad, bajaron.
Para el caso de Petróleos Mexicanos, llama la atención que se
incrementen los valores de los pasivos (las deudas). Estamos hablando de que
los estados financieros de 2020, ascienden a más de 500 mil millones de pesos
en pérdidas, distribuidos entre precios variables del petróleo, los recursos
que recibió Hacienda por impuestos, más el manejo financiero que tiene la
propia empresa petrolera.
Es de señalar que el gobierno federal inyectó recursos nuevos
a PEMEX por un monto de 75 mil millones de pesos en 2020, mediante una política
implementada en 2019, con dos efectos: Primero, le reduce la tasa de impuestos
que tiene que pagar Petróleos Mexicanos a Hacienda y, a la vez, le inyecta
dinero. Para el 2020, fueron 75 mil millones de pesos.
Para el 2021, en enero, el gobierno federal aportó 70 mil
millones de pesos para el asunto de la deuda. La conclusión es que, PEMEX,
recibe mucho apoyo y entregó malos resultados en los últimos dos años, lo cual
quedó asentado en las auditorías de 2019 y 2020.
Consultado el Presidente López Obrador sobre los resultados
de la ASF –en la “mañanera del 21 de febrero—afirmó que, en los próximos 30
días, a partir del 20 de febrero, las autoridades gubernamentales podrán
detallar el ejercicio de los recursos federales en obras de infraestructura y
gastos corrientes de las dependencias. Tendrán la oportunidad de subsanar las
irregularidades del Informe General de Resultados de la Fiscalización de la
Cuenta Pública 2020.
Aprovechó la oportunidad para afirmar: “en este gobierno, no
hay ladrones”. Y sacó y desdobló con ciertas dificultades, su “pañuelo blanco”,
en señal de que “ya no hay corrupción”. Lo mismo ha hecho en muchas ocasiones,
mientras que la ASF reporta cada año cuentas deficitarias que desaparecen de
los registros “como por arte de magia”.