Desarrollo Sostenible e Incluyente
Juan José Li Ng
2 de octubre de 2024
- Remesas a México superan por segunda ocasión el umbral de los 6,000 millones de dólares en un solo mes. En agosto ingresaron a México 6,087 millones de dólares por concepto de remesas familiares.
- Las fluctuaciones de gran magnitud en el tipo de cambio del peso mexicano (MXN) frente al dólar estadounidense (USD) impactan las decisiones de los migrantes mexicanos sobre el monto a remitir. En agosto el peso se depreció 5.4%, lo que impulsó un crecimiento de las remesas a México de 9.3% en dólares y un aumento convertido en pesos de 17.0% en términos reales.
- La educación financiera puede generar grandes impactos a los hogares receptores de remesas para mejorar su salud financiera: el 59.2% de las personas de 18 años o más respondió que confía poco o nada en su habilidad para administrar su dinero día con día.
- Los hogares receptores de remesas tienen menor nivel de control, resiliencia y seguridad financiera. Solo el 28.6% de los hogares receptores de remesas puede hacer frente completamente o muy bien a un gasto imprevisto importante, vs. 33.9% en los hogares que no reciben remesas.
- Se deben continuar los esfuerzos para mejorar las oportunidades e inserción económica de las regiones expulsoras de migrantes: la educación e inclusión financiera son claves para detonar proyectos productivos en esas comunidades.
En el mes de agosto llegaron al país 6,087 millones de dólares por concepto de remesas familiares. Este es el segundo mayor monto histórico recibido en un solo mes, solo superado por el récord registrado en junio de este año, de 6,207 millones de dólares. Así, es la segunda ocasión en que las remesas superan el límite de los 6,000 millones de dólares mensuales. En agosto, tuvieron un aumento de 9.3% respecto de agosto de 2023, el segundo mayor aumento registrado en el año, superado nuevamente solo por el mes de junio (11.1%).
Bonanza: la depreciación del peso mexicano frente al dólar de 5.4% en el mes de agosto impulsó un aumento de las remesas a los hogares en México de 17.0% en términos reales
Gran parte de las remesas que llegan a México provienen de Estados Unidos, país donde residen casi 95% de la población migrante mexicana en el mundo. Las fluctuaciones de gran magnitud en el tipo de cambio del peso mexicano (MXN) frente al dólar estadounidense (USD) impactan las decisiones de nuestros connacionales sobre el monto a remitir a México. La población mexicana en el extranjero, al desconocer si los aumentos en el tipo de cambio son estructurales o coyunturales, aprovechan el momento para aumentar un poco su envío de remesas en dólares para que se traduzcan en un mayor monto relativo de pesos al ser cobrados en México.
Como se señaló en el Observatorio Migración y Remesas del mes anterior, en el mes de agosto se presentó una depreciación del peso mexicano de 5.4% en un solo mes, por lo que ya anticipábamos un crecimiento coyuntural importante de las remesas a México, el cual fue de 9.3% en dólares. Esto también ocurrió en el pasado mes de junio, cuando las remesas alcanzaron su máximo histórico y se incrementaron en 11.1%, explicado principalmente por la depreciación del peso mexicano de 7.6% en un solo mes.
En términos reales, convertidas en pesos y descontando el factor inflacionario, las remesas en el mes de agosto tuvieron un crecimiento de 17.0% respecto del mismo mes del año anterior, lo que representa un aumento muy significativo para los bolsillos de los hogares que reciben estos recursos.
Los hogares receptores de remesas ahorran más que los que no reciben este recurso (56.8% vs. 51.8%), pero predomina el ahorro informal
Los importantes volúmenes de remesas que llegan a los hogares en México deberían de estar relacionados con tener niveles de salud financiera mejores que los hogares que no reciben estos recursos. Sin embargo, la correlación entre recepción de remesas y salud financiera es más compleja de lo que podría parecer.
A partir de estimaciones propias realizadas a la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (Ensafi) 2023, publicada recientemente, se analizan las principales similitudes y diferencias entre personas mayores de edad que residen en hogares que reciben remesas respecto de aquellas que no reciben esta transferencia del exterior. La Ensafi 2023 tiene por objetivo generar información “sobre los aspectos que definen la salud financiera de la población de 18 años y más en el país, asimismo conocer sobre las preocupaciones más comunes y el estrés que la población pueda sentir a consecuencia de su situación financiera, e impactos en su vida” (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [Inegi], 2024).
En México, el concepto de salud financiera se delimita a partir de cuatro pilares que la componen (Consejo Nacional de Inclusión Financiera [CNIF] & Comité de Educación Financiera [CEF], 2020; Instituto Nacional de Estadística y Geografía [Inegi], 2024). Así, la salud financiera o bienestar financiero se puede definir como el “estado que permite que las personas sean capaces de: manejar sus finanzas de manera adecuada [control], permitiéndoles hacer frente a sus gastos cotidianos [seguridad], afrontar variaciones negativas en sus flujos de ingresos y aumentos desproporcionados o inesperados en sus gastos [resiliencia], lograr sus metas y aprovechar oportunidades para lograr su bienestar y movilidad económica [libertad]”.
De acuerdo con la Ensafi 2023, el 56.8% de las personas de 18 años o más que residen en hogares receptores de remesas tienen ahorros, cifra que es superior al 51.8% de los adultos en hogares que no recibieron remesas. Sin embargo, es muy alta la proporción de personas que ahorran informalmente o fuera de instituciones financieras. De este 56.8% de personas en hogares receptores de remesas que tienen ahorros, 7.9% del total corresponde a personas que solo ahorran en el sector formal, 18.0% lo hacen tanto en instituciones formales como en medios informales y 30.9% del total de la población adulta ahorra solo de manera informal. En los hogares receptores de remesas predomina el ahorro a través de tener dinero en su casa, participando en una tanda, teniendo dinero guardado en una caja de ahorro del trabajo o de personas conocidas y comprando propiedades animales o bienes (Gráfica 3).
Hay una menor tenencia de productos de crédito entre la población que reside en hogares receptores de remesas (39.3% vs. 42.1%)
La Ensafi 2023 también recolecta información sobre la tenencia de muy diversos productos y servicios de créditos, que incluyen los informales (como las cajas de ahorro, casas de empeño o préstamos con familiares, amistades y conocidos) y los formales (tarjetas de crédito departamentales y bancarias; créditos de nómina, personales automotrices e hipotecarios; créditos grupales; créditos contratados por Internet o aplicación; entre otros). Estimaciones a partir de la encuesta indican que el 39.3% de los adultos en hogares receptores de remesas tienen algún producto de crédito, mientras que en el resto de los hogares la cifra es mayor, del 42.1% (Gráfica 4). Tanto en los hogares que reciben remesas como en los que no las reciben, predomina mayoritariamente la tenencia de créditos formales, de donde destacan las tarjetas de crédito departamentales y bancarias.
No es posible determinar claramente si la menor tenencia de productos de crédito dentro de los hogares receptores de remesas se explica por una menor demanda, debido a los ingresos obtenido por este flujo monetario, o por factores socioeconómicos y culturales. Es posible que la falta de comprobantes tradicionales de ingreso puedan ser un factor que limiten que las personas receptoras de remesas puedan obtener un crédito. Otro factor muy relevante, es que las remesas son una fuente importante de ingresos en el hogar, lo que hace que, si los miembros del hogar deciden trabajar, laboren principalmente en el sector informal.
Oportunidades con la educación financiera: los hogares receptores de remesas tienen menor confianza en tener habilidades para administrar su dinero, planificar su futuro y tomar decisiones con instituciones financieras
En la Ensafi 2023 se capta información de los adultos entrevistados sobre la autopercepción en la confianza de sus habilidades financieras. En la Gráfica 5 se encuentra que las personas en hogares receptores de remesas tienen menor confianza en sus habilidades financieras respecto de personas en hogares que no reciben estas transferencias monetarias.
En los hogares receptores de remesas el 59.2% de las personas de 18 años o más respondió que confía poco o nada en su habilidad para administrar su dinero día con día (vs. 54.2% en el resto de la población adulta que no recibe remesas), el 39.5% indicó que confía poco o nada en su capacidad para planificar su futuro financiero (vs. 32.6%), mientras que el 21.8% refirió que tiene poca o ninguna confianza en sus habilidades para tomar decisiones sobre productos de bancos o instituciones financieras (vs. 19.9%).
Así, los programas de educación financiera podrían generar impactos importantes en aumentar las habilidades financieras de las personas receptores de remesas y así promover su mayor inclusión en el sistema financiera formal.
Los hogares receptores de remesas tienen mayor libertad financiera gracias a sus ahorros, pero menor nivel de control, resiliencia y seguridad financiera
Como se señaló anteriormente, la salud o bienestar financiero es multifactorial y se determina por el estado de cuatro pilares fundamentales: control, seguridad, resiliencia y libertad financiera. Se seleccionaron cuatro variables, una para cada uno de los pilares, para cuantificar el nivel de salud financiera de las personas en hogares receptores de remesas en comparación a aquellas en el que el hogar no recibe este recurso. Estas variables se pueden observar en la gráfica 6.
Los resultados obtenidos sobre el estado de la salud financiera de las personas en hogares receptores de remesas son consistentes con los hallazgos descritos previamente. El 25.6% de las personas en hogares receptores de remesas se siente completamente o muy bien tranquila(o) de que su dinero ahorrado sea suficiente para el futuro, porcentaje mayor a la población en hogares que no reciben remesas (23.6%); es decir tienen mayor nivel de libertad financiera.
En cambio, en las otras tres variables se encuentran rezagados. Solo el 15.6% de las personas en hogares que reciben remesas considera que está asegurando completamente o muy bien su futuro financiero (control financiero) y el 28.6% indica que puede hacer frente completamente o muy bien a un gasto imprevisto importante (resiliencia financiera); en comparación al 20.6% y 33.9%, respectivamente, entre la población en hogares que no recibe remesas. La dependencia de los hogares receptores de remesas a ingresos provenientes fuera del país y la menor posibilidad de acceder a un crédito formal son razones que pueden explicar esta situación.
En lo que respecta a la variable de seguridad financiera, las personas en hogares receptores de remesas tienen un porcentaje ligeramente menor al resto de la población respecto a que siempre o casi siempre le sobra dinero al final del mes (19.0% vs. 19.4%).
Referencias
Consejo Nacional de Inclusión Financiera [CNIF], & Comité de Educación Financiera [CEF]. (2020). Política Nacional de Inclusión Financiera. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/643214/PNIF__2020.pdf
Instituto Nacional de Estadística y Geografía [Inegi]. (2024). Encuesta Nacional sobre Salud Financiera 2023. ENSAFI. Documento conceptual (332.024). Inegi. https://www.inegi.org.mx/app/biblioteca/ficha.html?upc=889463918196
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