• Entrenará fuerte para bajar su marca de las 4 horas 30 minutos, para asistir a eventos internacionales.
• Buscará asistir al Campeonato Abierto en Nueva York en octubre próximo.
• Asistir el próximo año al Mundial de Atletismo en Doha, Catar y competir en eventos internacionales parte del ciclo olímpico.
Ciudad de México, 18 de julio de 2018. La marchista
mexiquense Érika Jazmín Morales Cruz, pionera en la prueba de 50
kilómetros de caminata, ya tiene nuevos planes y metas, donde sin duda
el objetivo será asistir a competencias internacionales como los
próximos Juegos Olímpicos en Tokio 2020.
Desde los 11 años de edad fue muy inquieta y siempre le llamó la
atención el deporte; con el apoyo de sus padres decidió incursionar en
el karate, disciplina en la que pudo asistir a tres olimpiadas
nacionales, competencias juveniles y donde permaneció por casi 15 años.
Bióloga de profesión, con diplomado en rehabilitación física y maestría
en Fisioterapia Deportiva, al iniciar su vida laboral en la Comisión
Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) como fisiatra con los
equipos de Hockey, Atletismo con salto, Taekwondo y Marcha, encontró su
vocación en la caminata, por invitación del experimentado entrenador
Pedro Aroche Montero.
Avecindada en Nezahualcóyotl, Érika Morales compartió que al principio
no fue sencillo dedicarse a la caminata ya que requiere de mucha técnica
y entrenamiento; sin embargo, contar con la Maestría en Fisioterapia ha
sido un complemento en su carrera deportiva y la clave para abrirse
camino en los 50 kilómetros del Atletismo.
“La marcha es una disciplina que implica demasiada técnica y como tenía
muchas fallas técnicas, tenía que pensar en cómo resolver ciertos
problemas y me ayudó mucho tener esos estudios, porque yo podía leer y
comprender porque no podía de lleno hacer la técnica de Marcha, porque
neurológicamente mi cerebro no estaba preparado para eso; en los 20
kilómetros siempre me descalificaban y llegó un momento en el que me
frustré demasiado y quería dejar la marcha”.
Érika Morales explicó que más que ser un referente en la extenuante
prueba de los 50 kilómetros de marcha femenil, se encuentra comprometida
con su trabajo, con ella misma y en responder al apoyo que ha recibido
por parte del Estado de México.
“Agradecerle al Estado de México, porque siempre, siempre me ha apoyado,
la asociación siempre me ha apoyado y yo siempre me he sentido muy
agradecida con el Estado de México”, comentó.
En febrero de 2018 en el Memorial Jerzy Hausleber, en Monterrey, ya con
más experiencia y preparación, la mexiquense compitió por segunda
ocasión cronometrando 4.32:53, a diferencia del año anterior, donde hizo
cinco horas dos minutos, logrando así bajar casi media hora a su
tiempo.
“Es un proceso, ahorita quiero enfocarme a bajar ese tiempo, porque si
quiero ir a pruebas internacionales tengo que bajar a fuerza de las 4
horas 30; la campeona del mundo tiene 4 horas 6, entonces es una gran
brecha, una gran diferencia y si yo quiero aspirar a algo más, tengo que
entrenar y seguir bajando el tiempo”.
Con el respaldo de su equipo y el apoyo de la entidad mexiquense, la
marchista buscará prepararse para su siguiente compromiso que será el
Campeonato abierto de Estados Unidos en Nueva York, el próximo 21 de
octubre, evento en el que se espera ya tener listo el tiempo, para lo
cual seguirá entrenando en el Desierto de Los Leones, el Volcán
Xinantécatl, el Centro Ceremonial Otomí y en el Centro Nacional de Alto
Rendimiento.
“El siguiente año, se va a hacer el Mundial de Atletismo, va a ser es en
Doha, Catar, y necesito tener una marca desde este año; así que iremos a
Nueva York en octubre, para tener un colchón en febrero del siguiente y
asistir a ese mundial es lo que yo quiero para el siguiente año”,
añadió.
En cuanto a trabajar junto al experimentado entrenador Pedro Aroche,
quien ha formado a glorias de la caminata como Carlos Mercenario y Noé
Hernández, la mexiquense dijo que es muy exigente y que tiene un gran
compromiso de ser su aprendiz por la trayectoria que posee.