viernes, 13 de marzo de 2020

Mensaje del secretario de Hacienda y Crédito Público. 83 CONVENCIÓN BANCARIA “PROSPERIDAD PARA TODOS EN LA ERA DIGITAL” Versión estenográfica Acapulco, Gro., 13 de marzo de 2020.



- MAESTRA DE CEREMONIAS: Escucharemos el mensaje que nos dirige el Presidente de Hacienda y Crédito Público, doctor Arturo Herrera Gutiérrez.

- ARTURO HERRERA GUTIÉRREZ: Muchas gracias y muchas gracias por la promoción.

Presidente Andrés Manuel López Obrador;

Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México;

Compañeros en el presidium;

Miembros de la Asociación de Banqueros de México:

El tema de esta convención estaba enfocado en la Prosperidad para todos en la era digital y sus implicaciones en el sector bancario. Entendiblemente la coyuntura presentada por el COVID-19 y sus implicaciones para la economía, los mercados financieros y las finanzas públicas han nominado la discusión de estos últimos dos días.

Me referiré a ello y si no les importa comentaré al cierre de mi intervención los temas de la economía digital.

Es un hecho que la epidemia tendrá un impacto en la economía global, ya ha afectado de manera importante las economías de China e Italia; en algunos países este impacto será mayor que en otros y esto dependerá en gran medida de la capacidad de reacción de los países y del blindaje financiero y económico con el que ellos cuentan.

Necesitamos tomar acciones oportunas y adecuadas, pero no precipitarnos, acciones bien pensadas y basadas en datos, pero ejecutadas de manera impecable y expedita.

Tanto para las medidas en materia sanitaria como las simulaciones para calcular sus posibles impactos económicos, tenemos que dejar que la Secretaría de Salud marque el tono.

Aún y cuando entendemos que de manera anticipada muchos entes quieren empezar a tomar medidas precautorias, lo importante es seguir las medidas de la Secretaría de Salud y adoptarlas cuando ella así nos lo indique.

¿Qué estamos haciendo desde la Secretaría de Hacienda y Crédito Público?

Tenemos que diferencias tres tipos de acciones: las que tienen que ver directamente con los temas de salud y sanitario, las que tienen que ver con procurar el buen funcionamiento de los sistemas financieros y las que tienen que ver con mitigar el impacto en la economía.

En la primera de ellas, nuestras acciones están enfocadas fundamentalmente en coadyuvar a realizar una compra oportuna y ordenada de materiales de curación, equipamiento, fundamentalmente ventiladores y medicinas.

Hemos dado seguimiento para asegurarnos que hay un criterio homogéneo dentro de las distintas dependencias del sector salud sobre las necesidades reales.

Nuestra obligación es en todo momento garantizar que en ninguna de las fases de esta epidemia habrá desabasto.

En cuanto al funcionamiento de los mercados financieros estamos teniendo una coordinación estrecha con el Banco de México, donde estamos compartiendo nuestras diversas lecturas de la evolución de los mercados nacionales e internacionales analizando las posibles afectaciones y el abanico de opciones que tenemos, y así como tomando decisiones que tienden a aumentar la certidumbre y mantener liquidez en el mercado de ellas.

En este sentido deben leerse tanto el anuncio que realizamos el lunes pasado para aumentar el monto disponible para las coberturas cambiarias, como el anuncio del día de ayer a través del cual anunciamos la permuta de valores gubernamentales con el fin de darle liquidez al mercado.

Hoy, alrededor de las 11 de la mañana, concluimos de manera exitosa esta permuta por un monto de 36 mil 520 millones de pesos.

Si les pareció que el hecho de este anuncio hubiera sido de manera conjunta, sugería una coordinación estrecha entre el banco central y nosotros, están en lo correcto.

Estamos trabajando de manera coordinada y estamos trabajando para asegurarnos que los mercados están operando de manera correcta en nuestro país y con el menor número de trabas posibles.

Esta es una coyuntura compleja, pero tanto el Banco de México como nosotros estamos dando seguimiento de manera permanente y evaluando las posibles medidas y acciones que necesitamos tomar.

Ahora bien, desde la visión más macro, para la atención de esta coyuntura disponemos de diversos mecanismos para absorber este tipo de choques y atenuar sus efectos en el sector real de la economía, el empleo y los precios.

Déjenme mencionar sólo algunos de ellos. Las reservas internacionales registran un nivel de 185 mil millones de dólares, al 6 de marzo de 2020.

El Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios tiene 158 mil millones de pesos.

Contratamos, como es sabido, una serie de coberturas petroleras para proteger los ingresos del Gobierno federal relacionados con el petróleo ante choques en los precios.

Asimismo, durante este primer trimestre se han realizado diversas acciones que nos han permitido cubrir la totalidad de los requerimientos financieros en divisas para solventar las obligaciones del gobierno federal en materia de deuda.

Déjenme decirlo claro. No importa qué pase en los mercados externos, tenemos ya asegurada la totalidad de los requerimientos para el año 2020.

De igual manera, contamos con un portafolio de deuda extraordinariamente robusto.

Déjenme señalar las tres características más importantes.

Más del 78 por ciento está denominado en pesos, esto es, es deuda interna.

Cerca del 81 por ciento de la deuda interna está a tasa fija y a largo plazo, por lo que no se verá afectada por la volatilidad coyuntural.

El 100 por ciento de la deuda externa está denominada en tasa fija.

El plazo promedio de vencimiento de la deuda es de casi 10 años, ocho años para la deuda interna y casi 19 años para la deuda externa. Solamente para que tengan elementos de comparación, en el año 2000 este plazo era de cinco años.

Este tipo de acciones permite mitigar de gran manera, los posibles riesgos que tienen las finanzas públicas.

Pero si bien fortalece las finanzas públicas, lo que tenemos que hacer por otro lado, es tratar también de mitigar los efectos en la economía.

Estamos todavía en el proceso de analizar cuáles son las posibles implicaciones y las estamos modelando a partir de las propias simulaciones que va a tener la epidemia, calculadas por la Secretaría de Salud.

Y aun cuando estamos concluyendo nuestro programa, déjennos compartir con ustedes tres o cuatro de las líneas que ya tenemos listas.

¿Cuáles son ellas? En primer lugar, están totalmente activadas las líneas de crédito de la banca de desarrollo y disponibles para el sector productivo, para proveer liquidez temporal para en caso de que éstas pudieran necesitarse.

Con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores trabajamos en la adopción de criterios contables que faciliten el mantenimiento de las líneas de crédito al sector productivo.

Asimismo, la regulación prudencial que hemos adoptado desde el marco de Basilea III ha permitido que los bancos constituyan suplementos de capital y niveles de liquidez que pueden aplicarse para soportar escenarios adversos.

En este mismo sentido esta semana estaremos concluyendo un barrido de todos los adeudos que tiene el gobierno federal con proveedores, contratistas y personas físicas para asegurarnos que los liquidemos a la brevedad posible para dotar de liquidez también a los proveedores del gobierno.

Esto es lo que estamos haciendo para enfrentar la coyuntura del COVID-19, pero como decía Abraham Lincoln: “Esto también va a pasar”.

Así que también tenemos que empezar a ver más allá de esta coyuntura y tratar de seguir trabajando en los temas que van a ayudar a fortalecer de manera más estructural a la economía mexicana.

Déjenme referirme únicamente a dos de ellos. El primero de estos, como es natural, tiene que ver con la ratificación que se dio hoy por la mañana por el Parlamento canadiense del Tratado de Libre Comercio.

Tenemos que aprovechar de manera inmediata las oportunidades que esto abre para aumentar la inversión en nuestro país.

En un mundo de muchas incertidumbres hay certeza en la región de América el Norte, y esta es una oportunidad inigualable con la que contamos en México.

Ahora bien, si no les importa, me gustaría regresar, finalmente, al tema de esta convención, los temas que tienen que ver con la era digital y la banca.

Y el día de ayer yo mencionaba un programa del gobierno que tiene que ver exactamente con esto, el Programa de Jóvenes Construyendo el Futuro, y este programa nos permite dar un vistazo a lo que puede ser la banca en los años que viene.

Déjenme recapitular algunas de las cifras que yo mencioné ayer. Prácticamente el total de las 900 mil cuentas aperturadas para los jóvenes que se incorporaron en este programa fueron hechas a través de una App digital.

El 65 por ciento de todos los beneficiarios ni siquiera solicitaron una tarjeta bancaria, hicieron sus operaciones desde la propia cuenta digital.

Menos del 1 por ciento, únicamente el 0.44 por ciento de todos los jóvenes inscritos en este programa acudieron a una sucursal para efectuar retiros en ventanillas.

Y las dos terceras partes de todos los jóvenes que estaban en este programa hicieron operaciones a partir de sus plataformas digitales.

Esto muestra, por un lado, que las generaciones más jóvenes y que tienen acceso a la conectividad están mucho más acostumbrados que mi propia generación a utilizar los servicios digitales en general y que se adaptan rápidamente al uso de los servicios financieros y bancarios en línea.

Esta es una muestra de cómo podemos buscar conjuntamente prosperidad para todos en la era digital.

Muchísimas gracias, y buenas tardes.

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