- MAESTRA DE
CEREMONIAS: Presentamos al maestro Arturo Herrera Gutiérrez,
Secretario de Hacienda y Crédito Público;
Licenciado Héctor
Astudillo Flores, Gobernador del Estado de Guerrero;
Licenciado Luis Niño
de Rivera, Presidente de la Asociación de Bancos de México;
Licenciado Alejandro
Díaz de León Carrillo, Gobernador del Banco de México;
Licenciado Carlos
Rojo Macedo, Presidente Ejecutivo de la Asociación de Bancos de
México;
Diputada Patricia
Terrazas Vaca, Presidenta de la Comisión de Hacienda y Crédito
Público;
Licenciado Manuel
Romo Villafuerte, Vicepresidente de la Asociación de Bancos de
México;
Maestro Gabriel
Yorio González, Subsecretario de Hacienda y Crédito Público;
Licenciado Enrique
Zorrilla Fullaondo, Vicepresidente de la Asociación de Bancos de
México;
Maestro Juan Pablo
Graf Noriega, Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores;
Licenciado Julio
Carranza Bolívar, Vicepresidente de la Asociación de Bancos de
México;
Licenciado Gabriel
Limón González, Secretario Ejecutivo de la Institución para la
Protección del Ahorro Bancario;
Licenciado Raúl
Martínez-Ostos Jaye, Vicepresidente de la Asociación de Bancos de
México;
Licenciado Oscar
Rosado Jiménez, Presidente de la Comisión Nacional para la
Protección y Defensa de los usuarios de servicios financieros,
CONDUSEF;
Ingeniero Eduardo
Osuna Osuna, Director General de BBVA;
Ingeniero Enoch
Castellanos Férez, Presidente de la Cámara Nacional de la Industria
de la Transformación;
Arquitecto José
Manuel López Campos, Presidente de la Confederación de Cámaras
Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo;
Maestro Galia Borja
Gómez, Tesorera de la Federación;
Maestro Carlos
Romero Aranda, Procurador Fiscal de la Federación;
Licenciado Álvaro
García Pimentel, Presidente de la Asociación Mexicana de
Instituciones Bursátiles;
Y Juan Carlos
Jiménez Rojas, Director General de Asociación de Bancos de México.
(PROYECCIÓN
DE VIDEO)
- MAESTRA DE
CEREMONIAS: Ahora le damos la bienvenida al licenciado Luis Niño
de Rivera, Presidente de la Asociación de Bancos de México, quien
nos dirigirá un mensaje.
- LUIS NIÑO DE
RIVERA LAJOUS: Muy buenas tardes tengan todos ustedes;
Señor Secretario de
Hacienda;
Señor Gobernador
del estado de Guerrero;
Señor Gobernador
del Banco de México;
Diputada Patricia
Terrazas;
Señor Presidente
de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores;
Señores y señores.
Nosotros presumimos
en la industria bancaria que estamos haciendo una transformación al
mundo digital, pero nunca la enseñamos, somos muy discretos y a
veces hasta penosos, pero cada vez que hacemos una transacción a
través de CoDi, cada vez que pagamos remotamente el recibo de la luz
o atendemos un cliente en un corresponsal bancario esto es lo que
sucede atrás, la tecnología transforma, reduce costos, permite
velocidad, ubicuidad, facilidad de acceso y, sobre todo, permite
mejor calidad de servicio, pero nunca la habíamos enseñado.
Este entorno es al
que nos tenemos que acostumbrar. Por ello les doy la bienvenida a
esta edición número 83 de la Convención Bancaria en que el lema es
“Prosperidad para todos en la era digital”.
Efectivamente
tenemos que usar todo este entorno, toda esta tecnología para ir a
todos los rincones del país y a todos los segmentos de la población.
Por eso deseo que hoy en la tarde y mañana, hasta la comida, pasemos
una velada de discusión, de intercambio de ideas, pero sobre todo de
innovación, de transformación, tenemos que atrevernos a ser
diferentes.
Y los dejo con un
pensamiento de un señor que no fue banquero ni siquiera se acercó
al mundo financiero; fue escritor, dramaturgo, poeta y periodista, un
uruguayo que se llama o se llamó Mario Benedetti, que dijo algo que
debemos de tener en la mente todos: “Cuando creíamos que teníamos
todas las respuestas, de pronto cambiaron todas las preguntas.
En eso estamos,
resolviendo las preguntas que el entorno actual, en esta turbulencia
que vivimos, encontremos las respuestas adecuadas.
Bienvenidos y muchas
gracias.
- MAESTRA DE
CEREMONIAS: Gracias al licenciado Niño de Rivera por su mensaje.
A continuación
escucharemos la intervención del licenciado Juan Pablo Graf,
Presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
- JUAN PABLO GRAF
NORIEGA: Licenciado Adela Romano Campo, Alcaldesa de Acapulco;
Héctor Antonio
Estudillo Flores, Gobernador del estado de Guerrero;
Maestro Arturo
Herrera Gutiérrez, Secretario de Hacienda;
Alejandro Díaz de
León, Gobernador del Banco de México;
Licenciado Luis Niño
de Rivera, Presidente de la ABM.
Muy buenas tardes a
todos y a todas.
Es para mí un
placer estar en este evento. Agradezco a nuestra anfitriona, Adela,
Alcaldesa de esta gran ciudad y también al señor Gobernador del
estado de Guerrero.
Quisiera comenzar mi
intervención y tomar el espacio que se me brinda, agradecer al
Subsecretario Gabriel Yorio; al Secretario de Hacienda, Arturo
Herrera y al Presidente de la República, Andrés Manuel López
Obrador, la confianza depositada al encomendarme esta alta
responsabilidad.
Igualmente, hago un
reconocimiento al ingeniero Adalberto Palma por las tareas que
realizó durante su gestión, durante el último año, la cual tuve
la oportunidad de trabajar en equipo desde la Unidad de Banca,
Valores y Ahorro de la CNBV.
Es para mí un honor
haber sido nombrado Presidente de la CNBV, que el próximo mes de
mayo cumple 25 años, a lo largo de los cuales ha enfrentado diversos
retos.
Los retos que
enfrenta hoy no son diferentes a la magnitud de los retos que
enfrentó en el pasado.
Quisiera referirme
en primer lugar, a los retos que enfrentamos por el desarrollo de los
riesgos asociados al COVID-19.
En este sentido la
CNBV formulará una serie de recomendaciones iniciales a las
instituciones bancarias en línea con lo que está sucediendo en
muchos otros países.
Todas las entidades
supervisadas deberán asegurar que sus planes de continuidad
operativa y de negocios estén listos y actualizados para hacer
frente a los riesgos del coronavirus, mitigando sus posibles efectos
adversos.
En todo caso deberán
contemplarse tareas que aseguren, tanto la continuidad del servicio
como la seguridad de los empleados, toda vez que la capacidad
operativa de las instituciones podría verse comprometida en caso de
que su personal no pueda desempeñar sus actividades habituales.
De igual forma
podría verse limitada la prestación de servicios de proveedores
externos.
El plan de
continuidad de continuidad de negocios debe establecer las
estrategias de prevención, contingencia, restauración y evaluación
para la continuidad en la prestación de los servicios.
Entre las medidas
que se deben de contemplar se encuentran: controles de infecciones en
el lugar de trabajo, incluyendo protocolos para reducir los
contagios, así como campañas preventivas de concientización.
Evaluar la capacidad
de respuesta para implementar el plan de continuidad de negocio
previendo el tiempo durante el cual pueda mantenerse la actividad en
el escenario de contingencia.
Contemplar centros
de trabajo alternos y asegurar la disponibilidad de los sistemas de
trabajo a distancia que sean necesarios para la continuidad
operativa.
En quinto lugar
evaluar y comprobar activamente la capacidad de la infraestructura de
tecnologías de información existente, considerando un posible
aumento de ciberataques y de fraudes relacionados con la suplantación
de identidad.
Mantener un diálogo
con los proveedores de servicios básicos para garantizar la
continuidad.
Esperamos que
cualquier contingencia significativa que llegaran a detectar nos la
informen a las autoridades.
Igualmente, es
deseable que las instituciones bancarias orienten a sus clientes y
promuevan un mayor uso de la banca digital con el objeto de evitar
concentraciones de personas en sucursales y centros de negocio, y
cuando ello no sea posible se establezcan esquemas de turnos y citas
programadas.
Es oportuno
mencionar que la Comisión Nacional, al igual que cuando se
presentaron contingencias sanitarias similares, como el caso del A
H1N1 en el 2009, así como en otros eventos catastróficos como
inundaciones o terremotos, estará monitoreando las afectaciones que
pudieran tener las entidades financieras y estará preparada para
responder con las facilidades regulatorias necesarias a fin de evitar
que se generen distorsiones y efectos negativos en el sistema
financiero.
Estas medidas pueden
contemplar, entre otras, la adopción de criterios contables
especiales, la flexibilización plazos, así como la adopción de
otras medidas prudenciales en concordancia con estándares
internacionales cuando la aplicación resulte plenamente justificada.
En adición a lo
anterior, debe considerarse que la regulación prudencial que hemos
adoptando desde el marco de Basilea 3 ha permitido que los bancos
constituyan suplementos de capital y niveles de liquidez que puedan
aplicarse para soportar escenarios adversos como el que posiblemente
pueda presentarse.
La Comisión, en
coordinación con otras autoridades financieras y federales, estará
atenta a la oportuna implementación de estas medidas por parte de
las instituciones financieras.
En adición a lo
anterior, es pertinente señalar que la Comisión está adaptando en
el orden interno las medidas necesarias que garanticen la continuidad
de sus procesos críticos.
El tema original de
esta Convención es un trabajo muy cercano a la Comisión Nacional
Bancaria y de Valores, será con la continuación del esfuerzo que se
ha venido realizando, y vamos a aprovechar la disrupción tecnológica
para que las instituciones financieras evolucionen y cumplan mejor
sus funciones.
Es indispensable la
innovación desde ambos lados del mostrador sin afectar la
estabilidad y la fortaleza que hoy caracteriza al sistema financiero
mexicano.
Hace un año tuvimos
en este foro un acuerdo generalizado de que hay una falta de
profundidad en el sistema. La oportunidad que representa el entorno
de la reducida inclusión financiera nos señala el camino a seguir.
Es quehacer de la
Comisión el producir la solidez, estabilidad e inclusión en el
sistema financiero.
Es conveniente
destacar que en todo momento se tiene presente el apego a los más
altos estándares de regulación con carácter prudencial para
mantener la solides del sistema.
En este sentido, la
supervisión que ha venido evolucionando hacia un enfoque basado en
riesgos primordialmente en las áreas de solvencia y liquides.
En años recientes
los riesgos operacionales y tecnológicos se han vuelto más
importantes.
La supervisión se
sigue fortaleciendo a través de una definición clara de prioridades
en la que de manera consistente con la práctica internacional se ha
dado énfasis a la resiliencia operacional del sistema financiero.
Otro componente a
destacar es la estrategia y acciones de supervisión de la Comisión
de los últimos meses, relacionado con los retos y oportunidades
derivado de la creciente innovación digital.
Los cambios
tecnológicos representan retos de regulación y supervisión, pero
también ofrecen oportunidades, particularmente en la modernización
de las metodologías y herramientas analíticas, las cuales potencian
a través de la supervisión tecnológica, el llamado SUPTEC.
Todo el trabajo que
se realiza en la Comisión, tanto en materia de supervisión como de
regulación, se hace con apego a los estándares internacionales.
La Comisión
participa activamente en el Comité de Basilea, en el IOSCO y en las
organizaciones globales en la materia, considerando la importante
participación de instituciones bancarias extranjeras en el sistema
financiero del país, la Comisión también participa en los colegios
de supervisión bancaria de los bancos globales.
Ante los retos que
conlleva el entorno globalizado en el que vivimos, debemos de
trabajar en robustecer aún más la supervisión a través de nuevas
tecnologías y en convergencia con las iniciativas supervisoras que
están siendo discutidas con autoridades internacionales, esto con el
objeto de atender los desafíos cambiantes como el que ahora
enfrentamos.
La CNBV tiene como
uno de sus objetivos no sólo adaptarse a la nueva realidad, sino
aprovechar la innovación y avances tecnológicos para fomentar el
desarrollo del sistema financiero e impulsar la inclusión
financiera.
Estamos convencidos
de la incorporación de herramientas biométricas nos ayudará a
afrontar los retos de los fraudes por su implantación de identidad.
De acuerdo con la
información enviada por las propias instituciones de crédito, del
primer trimestre del 2011 al primer trimestre del 2019 se triplicaron
las reclamaciones por su implantación de identidad, principalmente
en tarjetas de crédito.
La CNBV modificó
las disposiciones aplicables a los bancos, con el objetivo de que
refuercen los procesos de identificación de los clientes, en los
cuales además de validar su información personal verifiquen las
huellas dactilares contra los registros de autoridades mexicanas que
brinden el servicio de verificación de datos biométricos.
En concordancia con
lo ya mencionado, además de los fraudes que se pueden cometer como
la suplantación de identidad, la innovación tecnológica incrementa
los posibles riesgos en materia de ciberseguridad.
No obstante que el
tema de la ciberseguridad es una responsabilidad primordial de las
instituciones financieras, la Comisión ha elevado la visión de
ciberseguridad desde el 2018 para las entidades bancarias a través
de la circular de bancos, con las siguientes medidas de mitigación
de riesgos; primero, implantación de políticas de ciberseguridad al
interior de las entidades bancarias; y, segundo, incorporación de la
figura del oficial de seguridad en la información.
Además de ello se
creó el grupo de respuesta a incidentes en la cual se coordinan los
esfuerzos de las autoridades para contener los incidentes de
ciberseguridad en las entidades financieras.
Es importante
intensificar los esfuerzos de colaboración con la autoridad
financiera bajo el principio de confidencialidad, involucrando a toda
la organización en la protección de la información de los usuarios
y estableciendo un Sistema de Gestión de Seguridad Transversal en
las entidades con la finalidad de mitigar los riesgos en el Sistema
Financiero.
En esta era digital,
otra vertiente de la disrupción tecnológica son las empresas
Fintech, cuya presencia representa un gran cambio de paradigmas en
algunos servicios del sector financiero, tanto en México como a
nivel mundial, debido a la utilización de tecnologías disruptivas
que han revolucionado la manera de concebir los servicios
financieros.
La Comisión está
consciente en que los ecosistemas digitales han generado grandes
beneficios a la población, no sólo por la velocidad en que la
realización de transacciones, sino por la protección al consumidor,
la disminución de fraudes y el fomento a la inclusión financiera.
Se espera que las
Fintech apoyen a las micro, pequeñas y medianas empresas a fin de
obtener financiamiento para la generación de proyectos productivos
que contribuyan al desarrollo económico y al bienestar social.
Nuestra presencia
internacional, también en el último año, la Comisión se incorporó
como miembro a diversos órganos internacionales, como la Red de
Bancos Centrales y Supervisores para Enverdecer el Sistema Financiero
y la Red Global de Innovación Financiera, la cual tiene como fin que
los reguladores colaboren y compartan experiencias de innovación
financiera, incluyendo tecnologías y modelos emergentes.
La Comisión
mantiene canales de comunicación directa con los gremios y al actuar
coordinadamente entre autoridades financieras y ambientales, estamos
buscando que los esfuerzos que se propongan se den a nivel nacional y
sean consistentes en el sistema financiero de México.
Señoras y señores.
La CNBV renueva su
compromiso de trabajar por la seguridad tanto para los usuarios como
para las instituciones financieras en materia de seguridad y en
trabajo de conseguir para todos los clientes de la banca y
desarrollar los expedientes biométricos.
Trabajaremos también
en la adopción de la tecnología para que los servicios financieros
lleguen a todas y todos de la manera más eficiente, me refiero a los
procesos de Subtech, Fintech, banca móvil y más adelante, el open
banking.
No puedo dejar de
expresar mi reconocimiento al gran equipo de colaboradores y
colaboradoras de la CNBV cuyo esfuerzo, capacidad y compromiso
permitirán que la institución responda a los retos que enfrentamos.
Muchas gracias y muy
buenas tardes.
MAESTRA DE
CEREMONIAS: Damos las gracias al maestro Juan Pablo Graf Noriega.
Toca el uso de la
palabra al maestro Gabriel Yorio, Subsecretario de Hacienda y Crédito
Público.
- GABRIEL YORIO
GONZÁLEZ: Muy buenas noches a todos ustedes.
Antes que nada,
quiero expresarles que estoy muy contento de estar aquí el día de
hoy. Esta es la segunda vez que participo en un formato como este,
voy a tratar entonces de corregir los errores que cometí la vez
pasada.
Para mí es un gran
honor estar el día de hoy otra vez en la Convención Bancaria, es la
segunda vez que participo en esta Convención. Es muy grato estar
discutiendo con todos los actores del sector financiero ideas, estar
rebotando propuestas, estar analizando cómo podemos ampliar más el
sector financiero.
Y a mí me gustaría
dedicar mi participación a hablar sobre inclusión financiera. El
día de ayer hicimos la presentación de lo que es el Plan Nacional
de Inclusión Financiera, creemos que tiene características y
elementos que la hacen diferente.
Lo voy a explicar a
continuación.
Y un poco como de
contexto me gustaría contarles un poco cuál es la racionalidad de
este Plan de Inclusión Financiera y cómo está conectado con los
temas de educación financiera también.
Desde el inicio de
la administración hemos sido muy vocales en cuanto a qué tipo de
acciones queremos impulsar para fomentar el crecimiento.
Como parte de los
diagnósticos que hemos realizado, hemos identificado: número uno,
quisiéramos tener un sector financiero más amplio, que crezca y
obviamente una mayor inclusión financiera.
Número dos,
queremos más inversión pública y privada.
Número tres,
tenemos que fortalecer nuestra recaudación.
Número cuatro,
tenemos que incluir a más personas en el sector: jóvenes y mujeres,
y también en las actividades productivas del estado.
Y, número cinco,
tenemos que fomentar más competencia.
Para nosotros la
inclusión financiera es un tema transversal a todos estos ejes. En
la medida en la que podamos desplegar mayores productos financieros a
mayor población vamos a poder impactar más la competitividad,
podemos impactar más el crecimiento, podemos tener más recaudación
y, obviamente, podemos tener las bases sólidas para una economía
más fuerte.
Entonces, está en
nuestro interés, precisamente, que el sector financiero se expanda,
se profundice y crezca
Nuestro Plan de
Inclusión Financiera, en esta ocasión hicimos el recorrido de estar
haciendo durante siete meses reuniones consultivas, como
tradicionalmente se marca, pero en esta ocasión también hicimos un
cambio un poco no tradicional en la forma en la que estuvimos
reuniéndonos con los diferentes actores.
Hicimos más de 30
reuniones de grupos de enfoque. Los grupos de enfoque nos sirvieron
para identificar, por ejemplo, cuál va a ser una agenda de reforma,
que pronto se las van a presentar, el Secretario. Pero también nos
ayudó a ver cuáles son los retos en temas de inclusión financiera
y cómo cada una de estas acciones puede impactar a esta agenda de
reforma.
El Plan de Inclusión
Financiera lo dividimos en dos partes, cómo podemos tratar de
fomentar una mayor inclusión de las empresas. ¿Por qué? Porque las
empresas, las pequeñas empresas, las MiPyMES son prácticamente,
emplean al 60 por ciento de la población económicamente activa,
pero muy pocas de ellas reciben financiamiento de bancos.
Entonces, esto
significa que el financiamiento no está viniendo del sector
financiero, están buscando financiamiento en otra parte, o
simplemente no tienen financiamiento y es por eso que estamos
tratando de ver cómo podemos establecer una política que nos
permita traer a más empresas, traer a más PyMES al sector
financiero y poderlas ayudar a crecer.
Y ahí hemos
identificado ya, creo yo, dos grandes acciones, obviamente tienen que
ver con la garantía y poder reducir el riesgo de estas empresas,
pero también generar bases de datos que les permita fortalecer su
historial financiero y, posteriormente, un historial crediticio y
abrirles acceso.
El segundo gran eje
que estamos impulsando en términos de inclusión financiera es sobre
los individuos, sobre las personas.
Entonces, tenemos
ahí dos niveles de acción que estamos haciendo, sobre todo en las
zonas urbanas y semiurbanas, donde tenemos presencia bancaria, donde
tenemos conectividad, donde tenemos ciertas herramientas que nos
permiten acceder a los servicios financieros.
Obviamente, hay
varias iniciativas, ya el CoDi está desplegándose y estamos
tratando de ya determinar la regulación secundaria con respecto a
Fintech y tratando de fomentar este sector.
Pero el reto está
en las zonas rurales, donde no necesariamente tenemos presencia
bancaria o infraestructura que nos permita llegar en la última
milla, y es ahí donde el esfuerzo de Banco de Bienestar es muy
importante, porque la solución que tengamos en la última milla no
va a estar tan relacionada en la parte Fintech.
La parte Fintech o
las tecnologías nos van a ayudar a abaratar el costo para llegar
ahí, pero necesitamos una solución física más tradicional y es
por eso que es muy importante tener el esfuerzo que va a hacer Banco
de Bienestar en el despliegue de sucursales, porque esto va a asentar
la base para abrir acceso para que después puedan llegar más
servicios financieros de la banca privada.
Cuando estuvimos
haciendo el Plan de Inclusión Financiera estuvimos discutiendo mucho
si teníamos o no que incluir de manera paralela y hacer un análisis
paralelo sobre el Plan de Educación Financiera, y la verdad es que
es muy difícil hablar de una estrategia de inclusión financiera sin
hablar de educación financiera, es prácticamente imposible desligar
las dos cosas.
Parte del
diagnóstico que también estuvimos viendo en los temas de educación
es que no necesariamente las personas estaban elaborando un
presupuesto para poder ordenar sus finanzas personales, no
necesariamente estaban tomando decisiones de ahorro; muchas de ellas
también desconfiaban del sistema o del uso de las aplicaciones y eso
representa una barrera que va frenando la demanda de productos
financieros.
La decisión que
tomamos fue que el Plan Nacional de Inclusión Financiera tiene que
estar complementado con el Plan de Educación, y en este sentido
tuvimos reuniones muy productivas con todos los actores del sector
financiero, Banco Central, los bancos y todas las autoridades
regulatorias.
Y aquí hay un hito
muy importante. Hace muchísimos años que creo que México había
tratado de traer contenidos económico-financieros a los libros de
texto, fue una demanda que surgió bastante durante los grupos de
enfoque y el día de ayer que hicimos la presentación del Plan
Nacional de Inclusión, por primera vez estamos en posibilidades de
incluir estos contenidos en los libros de texto. Y esto también nos
permite establecer o tratar de desplegar tres acciones muy
importantes ahora en las escuelas través de la SEP.
Número uno, incluir
a nivel escolar contenidos para que los estudiantes puedan utilizar
las capacidades cuantitativas, matemáticas o pensamiento crítico a
la hora de tomar decisiones relacionadas con el sector financiero, el
uso de productos.
Número dos,
capacitar a los docentes para que puedan hacer este despliegue de
educación.
Y número tres, a
nivel de secundaria se va a poder incluir también módulos
relacionados con educación financiera.
Entonces, para
nosotros este es un hito histórico que va a cambiar la forma en la
que vamos a poder desplegar información entre la población desde
una edad temprana bajo una política costo eficiente.
Para terminar, me
gustaría un poco resaltar las dos razones por las cuales creemos que
este plan es diferente a los anteriores.
Por primera vez
también tenemos del lado del gobierno una política muy ambiciosa de
que todos los programas sociales tengan que ser dispersados a través
de cuentas bancarias, y en este programa de cuentas bancarias están
participando todos los bancos que están aquí presentes, incluyendo
Banco de Bienestar.
Al mismo tiempo,
también estamos desplegando en las zonas rurales una gran inversión
en conectividad, de tal manera que vamos a tener cuentas bancarias en
personas que nunca habían tenido un acceso a estas cuentas, pero
también conectividad. Y esto nos da la base para que podamos
realmente tener un plan ambicioso de inclusión financiera, y va a
tener que ser acompañado de un programa de educación financiera,
también bastante ambicioso.
Y, además, bueno,
también obviamente los bancos han expresado su apoyo y su interés
en acompañar estos esfuerzos. Por lo tanto, este plan, si bien es
actualmente un documento, sí brinda un programa de trabajo en el
cual, todos hemos aportado y creemos que si todos trabajamos duro lo
podemos lograr.
Yo cerraré aquí mi
intervención, una vez más agradeciéndole a la ABM, al Gobernador y
a la alcaldesa, y a todos los presentes la invitación. Y bueno, les
deseo mañana también, un día muy lleno de discusiones y de
presentaciones.
Muchísimas gracias
a todos.
- MAESTRA DE
CEREMONIAS: Agradecemos al maestro Gabriel Yorio González, por
su intervención.
---OO---
A continuación,
damos la bienvenida al licenciado Alejandro Díaz de León,
Gobernador del Banco de México.
- ALEJANDRO DÍAZ
DE LEÓN CARRILLO: Buenas tardes a todos. Gracias.
Comentábamos hace
unos minutos con Luis, sobre el formato. Le comentaba que es un paso
para la ABM, un paso gigantesco para la banca central estar en este
formato, pero bienvenido el cambio por un formato un poco más ameno,
a lo mejor, espero que así sea.
Saludar al
secretario, al gobernador, a la ABM, a todos ustedes, un gusto estar
en esta Convención Bancaria.
Yo sé que todos
tenemos mucha inquietud y mucha necesidad de entrar a los temas de
coyuntura más importantes, diría yo, urgentes. Pero también hay
otros temas de agenda que valen la pena no perder.
Así que, si me
acompañan en esta presentación, iremos viendo y atendiendo tanto
los temas urgentes como también los temas importantes.
En cuanto a los
antecedentes, empezaría yo, comentaba Juan Pablo que para la
Comisión se cumplen 25 años.
En 2020, el Banco de
México cumple 95 años de su fundación, se fundó en 1925 y es
importante, y sobre todo en estos tiempos de volatilidad y de
incertidumbre dar cuenta que, cuando vemos en un plazo largo, la
institución ha lidiado con muchos problemas y ha sido una
institución que al final de estos 95 años ha sido y se ha ido
construyendo como una institución más robusta y más resiliente.
¿Cuál es la razón
de ser de un Banco Central?, ¿Por qué en 1925 se consideró que era
una buena idea tener un Banco Central? Bueno, porque era imperante
tener un Banco Central como emisor único de dinero fiduciario.
La ley que nos rige
actualmente, ¿Cuál es la finalidad primigenia, por así decirlo,
que tiene el Banco de México? Es proveer a la economía de moneda
nacional.
¿Eso qué implica?
Los bancos centrales deben de proveer dinero fiduciario y deben de
procurar que este cumpla con las tres funciones esenciales del
dinero.
¿Cuáles son esas
tres funciones esenciales del dinero? Unidad de cuenta, medio de pago
y depósito de valor.
La unidad de cuenta
está establecida en la Ley Monetaria de los Estados Unidos
Mexicanos, en su artículo primero. El medio de pago en la misma ley,
en el artículo séptimo.
Y podremos decir que
esas son prácticamente por una atribución del Estado definir que la
unidad de cuenta sea el peso y que el medio de pago, que ese peso sea
con pleno poder liberatorio. Esos son, casi, casi, por estatuto
legal.
Pero el tercero,
como depósito de valor, eso no nada más tiene que ver con un
estatuto legal, tiene que ver con cómo se comporta y cómo se
conduce el Banco Central, cómo emite el dinero fiduciario.
Y es precisamente
ahí donde destacaría que la emisión del dinero fiduciario debe
hacerse con prudencia. Y la emisión de dinero no nada más implica
la emisión de los billetes y la cantidad de billetes en circulación,
el dinero primario incluye billetes y monedas y los depósitos
también que se generan con la creación de dinero del Banco Central
y debe ser importante cuidar los términos y condiciones y la
cantidad de dinero que se pone en circulación
Precisamente la
regla de operación del Banco Central debe ser tal que dé a entender
que se va a preservar el valor del dinero para que sea además
plenamente aceptado como medio de pago.
Es por eso que los
bancos centrales tenemos como objetivo primordial mantener la
estabilidad de precios.
En el pasado
diversos países han utilizado a la emisión monetaria para aumentar
la capacidad de pago de manera transitoria y en el muy corto plazo a
los gobiernos en turno y se ha tratado de impulsar directamente al
crecimiento.
Sin embargo, ha
quedado muy claro que la política monetaria es ineficaz por sí
misma para influir de manera sostenida en variables reales, como el
crecimiento y el empleo.
El uso de la política monetaria para estimular el gasto ha generado desconfianza en el poder adquisitivo del dinero, afecta de estas tres variables esenciales funciones esenciales del dinero y no cumple con la razón de ser de los propios bancos centrales y provoca, inclusive, no sólo periodos inflacionarios, sino también crisis económica.
Una reflexión en
cuanto a la autonomía. La experiencia y el año pasado cumplimos 25
años de autonomía del Banco Central, y la teoría muestran la
conveniencia de contar dentro del Estado con una institución que
tenga suficiente independencia para proveer de estabilidad de precios
y estabilidad al sistema financiero.
Se ha visto y ha
quedado claro que el marco idóneo para poder cumplir con las
funciones de la banca central es el de autonomía.
Ahora déjenme pasar
a algunas reflexiones sobre la estabilidad de precios y porqué la
deberíamos de entender como un bien público, algo que debe de estar
presente todo el tiempo.
Como ustedes saben,
la inflación afecta el bienestar del individuo y también el de la
sociedad. En primer lugar, reduce los salarios reales y no sólo eso,
también hemos mencionado muchas veces que reduce el poder
adquisitivo del efectivo, etcétera, pero no sólo el efectivo de los
billetes y monedas, de todos los saldos que estén denominados en
este caso en pesos o los flujos monetarios también erosionan su
poder adquisitivo.
Segundo, crea un
ambiente de incertidumbre que afecta la planeación de mediano y
largo plazo; tercero, eleva el costo real del crédito y limita la
inversión; cuarto, afecta la estabilidad del propio sistema
financiero.
Es muy claro que la
estabilidad de precios debe estar al servicio del individuo y al
servicio de la sociedad.
También déjenme
decir en qué sentido está al servicio del individuo y a la sociedad
también.
Al servicio del
individuo, en primer lugar, porque debe de conservar el valor de su
patrimonio, también debe de darle a los individuos la posibilidad de
evaluar sus patrones de consumo más adecuado y también la manera de
planear su futuro a través de proyectos de inversión o de retiro.
Y para la sociedad
por qué es importante, porque permite que pueda signar y utilizar de
una manera más eficiente sus recursos económicos.
Desde hace 25 años,
ya lo comentaba, que se otorgó autonomía al Banco de México y se
le brindó el objetivo prioritario de procurar la estabilidad del
poder adquisitivo de la moneda nacional.
Y, como se señala
en la lámina que pueden ver en la esquina, desde esa autonomía el
Banco de México nunca ha utilizado la emisión de dinero en favor de
ningún gobierno, y esto está asociado a que en los últimos 20 años
podamos tener y decir que hemos tenido el periodo de estabilidad de
precios más larga, más prolongado desde que somos un país
independiente.
También se le han
asignado dos objetivos al Banco Central: el primero; el segundo
adicional es el del sano desarrollo del Sistema Financiero; y, el
tercero, es de propiciar un buen funcionamiento de los sistemas de
pagos.
Y en la proyección
podemos ver la historia inflacionaria que ha tenido nuestro país con
algunos episodios, como el que se señala en el 88, con una inflación
del 176 por ciento, y como hemos tenido hacia el final de la gráfica
en los últimos 20 años el periodo de menor inflación en la
historia.
Ahora déjenme pasar
hacia los retos un poco más cercanos.
Primero en los
últimos cinco años porque ya hemos enfrentado choques
significativos y los hemos podido sobrellevar con un ajuste ordenado.
En primer lugar, en
los últimos cinco años, como decía, hemos enfrentado una baja muy
importante en los precios internacionales del petróleo que también
dieron lugar a una baja en los volúmenes de producción. Como
ustedes saben, México pasó de ser un exportador de hidrocarburos a
un importador de hidrocarburos.
Claramente en
aquellos años, finales del 14 y durante 2015 se presionaron las
cuentas fiscales y externas y hubo un ajuste muy significativo.
Segundo, hubo un
menor estímulo monetario en aquellos años entre el 2015 y finales
del 2018, la reserva federal subió en ocho ocasiones la tasa de
interés.
Tercero, hubo un
cambio muy significativo en la filosofía de integración global,
aparecieron las tensiones comerciales y la incertidumbre acerca de
los tratados comerciales, y todos sabemos lo complicado que fue el
tránsito en el caso nuestro, el Tratado de Libre Comercio al ahora
T-MEC, que ya tiene un grado de avance completo en Estados Unidos, en
México y está pendiente en Canadá.
Y, cuarto, hemos
enfrentado factores de riesgo e incertidumbre global e interna de
manera importante.
¿Cuál ha sido la
respuesta de la política monetaria ante estos choques? En primer
lugar, se ha orientado al compromiso de tener una inflación baja y
estable con niveles alrededor de su meta.
Frente a los fuertes
choques la postura de política monetaria ha buscado ser prudente y
propiciar un ajuste, como señalaba, ordenado en dichos mercados.
¿Cuáles son tres
características que debemos de tener en mente siempre cuando
enfrentamos un choque adverso, ya sea de origen externo o interno?
¿Cuáles son las características de nuestros mercados financieros?
Y hay tres elementos
muy importantes. El primero, tenemos una cuenta de capital muy
abierta.
Segundo, tenemos un
mercado cambiario muy líquido y profundo con plena convertibilidad y
un volumen diario de operación de alrededor de 114 mil millones de
dólares con base en la encuesta más reciente del bis, que fue el
año pasado, y en la cual más del 80 por ciento se intercambia entre
contrapartes extranjeras, es decir, el peso es para todo fin práctico
una moneda global.
Y el tercero, que
tenemos más de 260 mil millones de dólares de inversión extranjera
de portafolio en la suma de renta fija y renta variable, y esa es una
condición que debemos de tener presente siempre que estamos
instrumentando las políticas públicas y en particular, en nuestro
ámbito, la monetaria.
Ahora, en los
últimos ocho meses la Junta de Gobierno redujo en cinco ocasiones su
tasa de interés objetivo de 8.25 a 7 por ciento.
Entre los elementos
que consideró en esas cinco ocasiones destacan los tres siguientes:
Primero, que la
inflación general disminuyó y sus perspectivas se ubican alrededor
de la meta en el horizonte en el que opera la política monetaria.
Segundo, que la
holgura en la economía se había venido ampliando y, tercero, el
comportamiento que en esas decisiones se destacaba y se señalaba en
cuanto a las curvas de rendimiento tanto externas como internas que
se habían venido reduciendo si bien, con episodios de volatilidad.
Ahora bien. pasemos
a, probablemente lo que es más importante el día de hoy.
Cuáles son los
retos en la coyuntura actual.
Es claro que la
pandemia del virus COVID-19 ha impuesto retos muy significativos para
la economía mundial y nacional. Y hay dos grandes choques o dos
grandes afectaciones de manera directa por este virus.
La primera es a
través de la actividad económica tanto a nivel mundial como
nacional y tiene dos canales. El primero es por el lado de la oferta.
Estas son las interrupciones que podrían llegar a tener las cadenas
globales de suministro, especialmente en la producción
manufacturera.
Todos sabemos que en
la integración comercial se fue también por el lado productivo, y
que están muy estrechamente relacionadas la producción con la de
otras economías, y si se detiene el suministro de algunos insumos,
puede afectar a la producción. Eso es por el lado de la oferta.
Pero el lado que
probablemente preocupa de manera más significativa a la mayoría de
los países es por el lado de la demanda y en particular, el gasto se
verá afectado por las medidas precautorias tanto de los consumidores
como de las empresas, impactando adversamente al consumo y a la
inversión.
El segundo canal de
afectación de este virus hacia las economías y obviamente,
concentrándome en la parte económica, es claro que primero tiene
una dimensión humana trágica y que ojalá pueda revertirse lo antes
posible. Este segundo canal tiene que ver con las afectaciones en los
mercados financieros globales y nacionales.
En particular, hemos
visto afectaciones muy significativas en el apetito por riesgo a
nivel global. Se han presionado de manera significativa los tipos de
cambio y las tasas de interés, especialmente en las economías
emergentes. Las economías avanzadas han tenido un reacomodo de
portafolio diferente. Han tenido una salida de mercados accionarios y
más hacia renta fija.
Pero en el caso de
economías emergentes ha sido el tipo de cambio y tasas de interés
algunos de los que han sufrido de una manera más inmediata.
Claramente los
mercados nacionales estarán muy sensibles a la evolución
epidemiológica del virus y éste será un elemento en el que es
inusitado el tipo de choque estamos viendo.
Finalmente, también
se han presentado caídas en los precios internacionales del petróleo
y yo creo que ha sido muy lamentable la falta de acuerdo entre los
principales países productores y lo que se perfila como un posible
incremento en la oferta o una guerra por el mercado.
Esto ha incrementado
un factor de riesgo adicional sobre un entorno ya de por sí sin
precedente y especialmente complejo.
¿Cuáles son las
implicaciones que esto tiene en materia de política económica? Los
mercados financieros globales y nacionales han mostrado marcada
volatilidad, eso ya lo destaqué, pero el que quisiera destacar es
que las autoridades financieras han tomado medidas y hemos estado muy
coordinados ya desde hace muchas semanas con la Secretaría de
Hacienda, identificando los riesgos y también evaluando las posibles
medidas que debemos de tomar.
El 9 de marzo, el
lunes de esta semana, la Comisión de Cambios incrementó el Programa
de Coberturas Cambiarias de 20 mil a 30 mil millones de dólares. El
día de hoy la Comisión de Cambios anunció una subasta de
coberturas cambiarias por 2 mil millones de dólares y el día de hoy
también se anunció que la Secretaría de Hacienda realizará el 13
de marzo una permuta, intercambiando valores gubernamentales de bonos
a tasa fija por CETES a un año y Bondes D, en la que el Banco de
México funge como el agente financiero de la Secretaría de
Hacienda.
Y hemos destacado en
todos nuestros comunicados que estaremos evaluando de manera continua
las condiciones de los mercados y también sus posibles afectaciones
en la economía nacional.
Es un momento para
estar monitoreando de manera estrecha los acontecimientos
internacionales y su posible impacto en nuestro país.
¿Y qué hay acerca
de la postura de política monetaria? Es muy claro que ante un
entorno como el que enfrentamos el Banco de México analizará toda
la información disponible respecto a los efectos que la propagación
del virus y otros riesgos puedan tener en tres renglones principales:
en la economía nacional, en los mercados financieros nacionales y
claramente también en el mantenimiento de una inflación baja y
estable alrededor de la meta.
Por estas
consideraciones estaremos evaluando toda la información y en un par
de semanas, como ustedes saben, tendremos decisión de política
monetaria.
Un poco resumiendo
algunos de estos mensajes de la coyuntura actual. La economía
mundial enfrenta un choque sin precedentes, sus efectos serán
especialmente adversos en el corto plazo y lo estamos viendo; la
fortaleza macroeconómica con la que contamos contribuirá a un mejor
ajuste de nuestros mercados financieros y a un mejor ajuste de la
economía en su conjunto.
Finalmente, el Banco
de México está atento para tomar las acciones que se requieran en
lo que corresponde a nuestro perímetro de responsabilidad y alcance,
y a coordinarnos estrechamente con la Secretaría de Hacienda.
Algunas reflexiones
sobre la estabilidad financiera como un bien público.
¿Por qué
consideramos que el desarrollo del sistema financiera debe ser
entendido como un bien público?
En primer lugar,
porque eso implica poner en el centro al ciudadano y a sus
necesidades. Este objetivo permite disponer sosteniblemente de
mejores opciones de ahorro, inversión y financiamiento para toda la
población, y contribuye a que pueda desplegar su talento y si
iniciativa.
Y se trabaja en tres
planos: en el banco creemos que estos tres planos cortan de manera
transversal tanto a los servicios del lado activo como del lado
pasivo, que son: la transparencia e información para que el
consumidor tome mejores decisiones; segundo, eficiencia y competencia
para mejorar y diversificar productos y bajar costos de manera
sostenible; y, tres, protección al consumidor para nivelar
condiciones.
Ya comentaba el
Subsecretario la estrategia del Plan Nacional de Inclusión
Financiera. Estamos muy coordinados y muy en sintonía, compartimos
las oportunidades que se pueden tener en este ambiente.
Dos elementos
adicionales que los mencionaré de manera muy breve, pero que
ilustran una de las consideraciones, podemos llamar oportunidades y
retos para el sistema financiero en una coyuntura tanto de corto
plazo como de largo plazo.
En la de corto plazo
son retos de continuidad operativa, y Juan Pablo ya lo comentaba, que
tenemos claramente ante esta contingencia y este choque global,
tenemos retos importantes de continuidad operativa.
En el pasado ya los
hemos tenido, pero claramente la pandemia del COVID-19 implica un
reto singular para la continuidad operativa del Sistema Financiero, y
estaremos muy coordinados y muy de la mano para ver cómo podemos
afectar en lo menos posible a la población y a los usuarios.
Y el segundo que
tiene que ver con un reto más de mediano y largo plazo, que se veía
muy lejano hace algunos años, pero ahora se ve prácticamente
ineludible, tiene que ver con la degradación del medio ambiente, el
cual es un desafío global que plantea retos para los sistemas
financieros.
Y al final del día
no deberíamos de ver el tema de cambio climático como algo ajeno al
Sistema Financiero. Es muy claro que puede implicar y de manera
importante riesgo de crédito y puede no estar adecuadamente
identificado.
En California está
el caso de PG&E, y no hay más que ver el tamaño de esa quiebra
para identificar cómo a veces cuando se combina degradación
ambiental con cambio climático, la exposición puede ser muy
significativa. Así que ese es un reto que además hemos venido
trabajando y de manera conjunta también con la ABM, el Banco de
México junto con el brazo financiero y para temas climáticos de
Naciones Unidas, realizamos una encuesta muy detallada sobre las
acciones y el tipo de manejo de riegos que tienen las instituciones,
más de 60 instituciones participaron no nada más la banca, pero
otras instituciones financieras.
Y tenemos un mejor
pulso de cómo están midiendo todos ustedes el riesgo climático y
cuál puede ser el área de oportunidad para canalizar para que,
número uno, el crédito asociado a cambio climático no esté fuera
del radar o no esté contemplado, no esté bien dimensionado y
también tratar de nivelar o ponerle un precio para que pueda evitar
que algunas de estas tecnologías muy poco amigables con el ambiente
puedan proliferar.
Ahora sobre el buen
funcionamiento de los sistemas de pagos y por qué también lo
consideramos como un bien público.
Los sistemas de
pagos y un buen funcionamiento de ellos permite al ciudadano revisar
transacciones económicas y financieras de manera ágil, segura y
buscamos que sea también imperceptible, que sea muy, muy ágil.
La innovación
tecnológica y en sintonía con el tema de esta Convención Bancaria
claramente ofrece una oportunidad inédita para poder zanjar brechas
en materia de servicios y también en materia de inclusión; y los
pagos son la puerta de entrada a la inclusión financiera para una
base de la población muy amplia que el día de hoy no tiene acceso.
Como ustedes saben,
el SPEI liquida operaciones en tiempo real las 24 horas del día, los
365 días del año. ¿Por qué lo menciono? El SPEI ya lo vemos como
algo cotidiano. La reserva federal hizo una encuesta hace un poco más
de un año y decidieron que quieren darse a sí mismos un sistema
como el SPEI y probablemente lo tengan funcionando en tres años.
El hecho de que
tengamos ya el SPEI funcionando en sus condiciones actuales nos ha
permitido pensar en CoDi.
Como usted sabe y el
año pasado se comprometió en esta ABM, el que CoDi fuera una
realidad, es hoy, y como lo señalo en la parte de debajo de la
lámina, CoDi es una realidad tecnológica de pagos que funciona el
día de hoy, pero ese no es el reto, el reto es convertirla en una
amplia y profunda red de usuarios, necesitamos que sea una red de
pagos amplia y utilizada por un muy alto número de usuarios.
Como ustedes saben
CoDi hace las transacciones más ágiles, seguras, facilita el acceso
a otros servicios; al día de hoy tenemos validadas más de 2.2
millones de cuentas, se cumplió la meta de diciembre del año
pasado, pero tenemos que acelerar el paso para cumplir con la meta
del cierre del siguiente año.
Recientemente
destacaría que diversas cadenas comerciales están adecuando sus
sistemas para recibir pagos con CoDi. Hay una gran cadena nacional
que ya tiene, que ya acepta CoDi en todas sus sucursales, en
Chedraui.
Para terminar,
déjenme hacer una reflexión sobre por qué creo que es importante
reflexionar sobre cómo armonizar el bien individual y el bien
común.
Alinear los
incentivos individuales con la búsqueda del bien común es esencial
para el desarrollo de cualquier economía moderna, y especialmente
cuando consideramos choques significativos como el que enfrentamos.
Se ha constatado que
en una economía de mercado bien regulada y con un Estado fuerte, se
puede conciliar el esfuerzo individual y el del bien común, con lo
cual se puede construir una sociedad más próspera para todos.
El Estado y sus
instituciones reguladoras deben procurar los bienes públicos
necesarios para incentivar una interacción plena y constructiva de
los individuos en sociedad.
Y básicamente hay
cuatro elementos que quisiera destacar, que creo que son muy
importantes:
Uno. Un efectivo
Estado de derecho.
Dos. Bases sólidas
en materia de educación y salud que nivelen oportunidades.
Tres. Políticas
públicas que promuevan la competencia y la inversión de largo
plazo.
Cuatro. Y lo ligo
aquí con el objetivo del Banco de México es, estabilidad de
precios, un sano desarrollo al sistema financiero y un buen
funcionamiento de los Sistemas de Pagos entendiéndolos los tres como
bienes públicos.
Estos bienes
públicos permiten alcanzar tanto objetivos básicos de justicia
social, como de eficiencia económica, mejorando las posibilidades de
desarrollo sostenible de una Nación.
El Banco de México
seguirá trabajando en la consecución de los objetivos que le asigna
la Constitución en beneficio de la sociedad.
Esta es la mejor
manera en que el Instituto Central puede contribuir a un desarrollo
nacional más sostenido y equitativo.
Tenemos todos un
gran país. Estamos todos trabajando para construir uno aún mejor.
No nos desanimemos. Tengamos entusiasmo. Muchas gracias.
- MAESTRA DE
CEREMONIAS: Muchas gracias licenciado Alejandro Díaz de León.
Recibimos al maestro
Arturo Herrera, Secretario de Hacienda y Crédito Público, quien
dará un mensaje y hará la declaratoria inaugural de esta octagésima
tercera Convención Bancaria: “Prosperidad para todos, en la era
digital”.
- ARTURO HERRERA:
Muchas gracias. Buenas tardes, Gobernador, Gobernador, Luis.
Yo tengo que empezar
por confesar que hace algunas semanas cuando Luis nos presentó cuál
iba a ser el nuevo formato para esta Convención, a mí no me quedó
muy claro de ver en render exactamente de qué se trataba.
El gobernador Díaz
de León decía que parecía un ring. Me da gusto ver que es algo más
amigable de lo que sonaba en el documento.
Luis decía que lo
iba a hacer a uno estar más cercano a los asistentes. Yo me siento
más expuesto, supongo que también más cercano.
Y entiendo que la
motivación es para que estuviera alienado con el tema de la
Convención, que es este tema de la banca, la prosperidad en la era
de la economía digital.
Pero me parece
también una coincidencia muy interesante con los tiempos que estamos
viviendo, porque es un formato que lo obliga uno a adaptarse a una
situación diferente. Y estamos en momentos en que las autoridades
financieras, fiscales, tenemos que adaptarnos a una situación
diferente.
De hecho, el mensaje
que yo tenía pensado la semana pasada era muy distinto que el que
tengo pensado ahora.
Así es que
bienvenido en nuevo formato, nos permite ir viendo cómo nos
ajustamos a estas situaciones.
Tenemos un entorno
extraordinariamente complejo, donde tenemos tres tendencias que están
confluyendo al mismo tiempo. En primer lugar, la economía global
estaba saliendo de un proceso de desaceleración en el 2019, donde
para el 90 por ciento de las economías, para un conjunto de
economías que acumulan el 90 por ciento de la actividad económica
global, el 90 por ciento del PIB, tuvieron caídas con relación al
2018, y apenas se estaba percibiendo que podíamos empezar un repunte
en este año.
A esa trayectoria
donde veníamos se suma el tema del coronavirus y, finalmente, este
fin de semana los choques en el precio del petróleo, que para un
país como el nuestro son claramente muy importantes.
Así es que una de
las primeras preguntas que nos tenemos que hacer es cuál es la
formulación de políticas públicas frente a este tipo de choques.
Y un tema que a mí
me parecía y que he venido insistiendo en las últimas semanas es
que tenemos que escoger el tipo de políticas públicas adecuadas y
que tenemos un ejemplo muy claro que nos permite reflexionar acerca
de cuáles de ellas.
La analogía más
cercana es lo que pasó en el 2019, cuando tuvimos una crisis
financiera a nivel internacional, junto con el fenómeno del N1H1
aquí en México, y me parece que hay una serie de lecciones muy
importantes que tenemos que extraer de esos episodios.
La primera, y yo he
sido no nada más ahora, sino con anterioridad, muy enfático, es que
uno tiene que tener cuidado cuáles son las decisiones de políticas
públicas que toma, porque mi impresión es que parte de los impactos
económicos que hubo del N1H1 entonces en México no fueron
necesariamente producidos por la enfermedad, sino fueron producidos
por las políticas que se adoptaron para enfrentar la enfermedad.
Déjenme darles un
par de ejemplos nada más. Yo recuerdo, y no voy a mencionar nombres
para que nadie se sienta aludido, pero hubo un momento en que alguna
Universidad pública muy importante de occidente decidió cerrar
clases, y decidió cerrarlas cuando ellos consideraron que era lo
oportuno, pero no cuando la Secretaría de Salubridad o la Secretaría
de Salud decidió qué es lo que se tenía que hacer.
Después, una
delegación de la Ciudad de México decidió que iba a cerrar los
restaurantes, cuando las delegaciones que estaban adjuntas no
cerraron los restaurantes, como si el virus se detuviera en el
Viaducto.
Y así hubo una
serie de medidas que fueron tomando autoridades estatales,
municipales, educativas, etcétera, que si bien pueden ser medidas
prudentes, no necesariamente fueron las que en su momento recomendó
la Secretaría de Salud, pero sí tenían un impacto en la economía,
porque grandes sectores de la economía empezaron a cerrarse de mutuo
propio o por recomendaciones de las autoridades.
Así es que una de
las lecciones que a mí me parecen muy importantes es que las
autoridades de salud tienen que estar al frente y nosotros tenemos
que estar muy coordinadas con ella.
Lo que nosotros
estamos planteando desde la Secretaría de Hacienda es que para
diseñar cuál es la respuesta correcta a este reto tenemos que tener
una triple fuente de coordinación. Una de ellas sí nos tocó a
Alejandro Díaz de León y a mí, es de estar en las primeras
discusiones que se dieron hace apenas dos semanas en el G20, y parece
poco, pero las condiciones eran completamente distintas.
Cuando empezamos
hablando en un foro de gobernadores de bancos centrales y ministros
de Hacienda del G20, me parece que fue el sábado hace dos semanas,
eso fue el día previo al brote en Italia. Así es que las
perspectivas parecían muy distintas de las que fueron al día
siguiente.
Y ya estábamos
hablando en ese entonces de que tenía que haber una respuesta
internacional que tenía que ser coordinada y donde tenía que
buscarse cuál era el mecanismo de coordinación y de respuestas
correctas por el lado de la política monetaria y por el lado de la
política fiscal.
Entonces, una de las
coordinaciones que tenemos que tener muy claras es la coordinación
hacia la coordinación internacional y esto es particularmente
importante en un fenómeno como este, donde es claramente un fenómeno
global, desde el día de ayer es una pandemia global.
La segunda
coordinación que tenemos que tener es una coordinación con el Banco
de México y voy a ser muy explícito, no solamente estamos tomando
decisiones en la Comisión de Cambios, etcétera, como habrán visto
a partir de los comunicados que sacamos el día de hoy estamos en
comunicación constante, estamos compartiendo cuál es la lectura que
estamos viendo de cómo están evolucionando la economía y los
mercados, y estamos en un diálogo continuo muy desde el inicio de la
administración cuando era todavía subsecretario de Hacienda,
empezamos una agenda de trabajo conjunto para el sector financiero
con el Banco de México, que ha permitido no solamente que vayamos
implementando y ejecutando esta agenda, sino generar una relación de
confianza y de colaboración entre el Banco de México y la
Secretaría de Hacienda, que es particularmente importante en
circunstancias como estas.
Y la tercera vía de
coordinación y esto probablemente es el más inédito de lo que
estamos intentando, es la Coordinación con la Secretaría de Salud.
Esto es un fenómeno de Salud que tiene impactos económicos muy
importantes.
Entonces, déjenme
decirles qué es lo que estamos haciendo con la Secretaría de Salud.
Lo primero y más
importante para nosotros es que nosotros tenemos que en la medida de
lo posible garantizar el bienestar y la salud de los mexicanos. Y
para eso hay dos responsabilidades que desde la Secretaría de
Hacienda tenemos de manera muy directa; una, asegurarnos que el
presupuesto de la Secretaría de Salud y de los entes de sanidad, del
IMSS, el ISSSTE, etcétera, fluye de manera muy suave, sin trabas,
etcétera.
El segundo, que es
algo que nosotros coordinamos directamente, es asegurarnos que la
provisión de equipamiento, de material de curación, etcétera, que
se va a necesitar para enfrentar en las siguientes fases el
coronavirus, es adquirido en tiempo y forma. Y esto es un poquito más
complejo de lo que suena, esto requiere que la Secretaría de Salud
tenga simulaciones de cómo se espera que se vaya a desplegar la
enfermedad y, por lo tanto, cuándo y cómo se va a necesitar, pero
también que tenga muy claro un protocolo de qué es lo que se
necesita y quién lo necesita.
La Secretaría de
Salud ha sido, por ejemplo, muy enfática en que se necesitan
mascarillas para los enfermos, se necesitan mascarillas para los
médicos, se necesitan mascarillas para las enfermeras, se necesitan
mascarillas para los camilleros.
Pero es muy distinto
a decir que se necesitan mascarillas para todos los mexicanos, que
fue lo primero que empezamos a hacer hace unos días cuando todo
mundo salió a comprar mascarillas.
La segunda decisión
que ellos tienen que tomar es cuántas veces las van a ocupar. Cada
vez que un médico visita a un enfermo tiene que tirar cada una de
ellas. Y nosotros estamos organizando el proceso de compra a partir
de ello, pero ese es un ejercicio muy interesante por una razón que
es todavía mucho más profunda para nosotros.
La coordinación más
profunda que estamos implementando con la Secretaría de Salud tiene
que ver con lo siguiente:
Nosotros le hemos
pedido a ellos que nos compartan cuál es el modelo de simulación
que tienen, de la trayectoria esperada de la enfermedad, y para cada
una de las fases que se espera que tenga en las próximas semanas,
cuáles son las acciones que ellos van a ir tomando.
Por ejemplo, en la
fase uno, no se espera ni se recomienda que se cancele ningún tipo
de convención, y por eso estamos aquí.
Para cada una de
esas acciones que van a ir tomando en cada uno de esos, nosotros
vamos a tener un modelo de simulación dentro de la Secretaría de
Hacienda, que va a ir estimando cuáles son las posibles afectaciones
que tiene en la economía; es decir, vamos a ir mapeando de las
decisiones de la Secretaría de Salud a los impactos que puede haber
en la economía y, por lo tanto, a ir diseñando cuál es la
respuesta que vamos a tener desde la Secretaría de Hacienda para ir
mitigando el impacto en la economía.
Para eso es muy
importante muchas cosas, algunas obvias es que nosotros nos pongamos
a hacer la tarea sobre este plan; otra, es que todos sigamos las
indicaciones de la Secretaría de Salud, lo cual quiere decir entre
otras cosas, que no nos adelantamos a tomar decisiones hasta que
ellos la sugieran.
Entonces, eso es
probablemente donde estamos trabajando nosotros de manera más
cercana para ellos.
Cuáles son algunas
de las cosas que nosotros ya hemos pensado, decidido y que estamos
actuando.
Algún impacto va a
haber en la economía. Aun en el escenario más favorable va a haber
un impacto en la economía.
Ya hay impactos en
la economía, en la industria del transporte, en la industria del
turismo, etcétera, y va a haber algunos impactos mayores. Tenemos
que trabajar con diversos escenarios, escenarios que son
relativamente someros, el escenario base, y escenarios en donde hay
un mayor nivel de estrés, pero algún impacto habrá en la economía.
Lo que estamos
haciendo ahora desde la Secretaría de Hacienda es no esperar a que
el impacto se dé para darle un estímulo sino empezar a darle,
tratar de empezarle a dar un estímulo a la economía desde ahora
para crear una especie de colchón económico sobre subir la base
sobre la cual la economía va a ser afectada.
Entonces, ¿qué es
lo que estamos haciendo? Adelantamos una parte muy grande ya del
gasto de inversión y adquisiciones que normalmente se va ejecutando
a lo largo del año, lo pusimos ya al inicio del año.
La segunda,
adelantamos el gasto también que va haciéndose con los estados.
La tercera,
adelantamos y estamos utilizando al máximo el número de concesiones
que podemos hacer y estamos preparando ya, a partir de las
simulaciones de los resultados que nos den las simulaciones
sectoriales, programas desde la banca de desarrollo para apoyar a los
distintos sectores que son afectados.
Estas son algunas de
las cosas que vamos a tener que hacer desde la Secretaría de
Hacienda, pero no somos los únicos que van a tener que hacer cosas.
Algunos más de los que van a tener que hacer, de tomar medidas y
decisiones importantes son ustedes, es la banca, es la banca privada.
Y cuando
reflexionaba sobre esto me acordé de cómo pensaba yo esto a partir
de una anécdota personal y dado que el formato es absolutamente
informal, me voy a permitir hablar de esa anécdota informal.
Hace, hace
muchísimos, muchísimos años, cuando yo era un estudiante de
posgrado y estaba tomando un curso de política monetaria, la columna
vertebral de ese curso era por qué la política monetaria era muy
poderosa y podía tener impactos importantes.
Y había una serie
de artículos a raíz de los cuales estaban construidos y había un
artículo semanal muy viejo, muy chiquito, que había sido producido
de una manera muy sencilla pero que tenía una idea muy poderosa, era
un artículo de Ben Bermanke y Alan Blinder.
Se darán una idea
de qué tan viejo era ese artículo y hace tanto que dieron esa
clase, si les dijo que Alan Blinder era mucho más famoso que Ben
Bermanke en esa época.
Pero el artículo
era, la premisa central del artículo era la siguiente: Para una
empresa en el sector privado que toma financiamiento y que tiene como
opciones el mercado de capitales, ir y emitir un bono en algún tipo
de mercado o pedirle prestado a un banco, la solución óptima es una
solución interior, quiere decir que toma prestado de ambos; no es el
precio, son sustitutos perfectos.
Y, entonces, había
una parte importante en la explicación de por qué eran sustitutos
perfectos, y lo que decía ese artículo y ese tipo de literatura es
que los bancos son especiales y tienen un rol especial.
A diferencia de
otras fuentes de financiamiento, probablemente ustedes cuando le
prestan a alguno corporativo pueden manejar su nómina, tienen su
historia de cheques, saben cuáles son sus patrones de consumo y de
gasto, saben cuándo tienen un problema que tiene que ver con el
ciclo de negocios y cuándo tiene un problema porque son mal
administrados, y por lo tanto están en una mucha mejor posición de
proveer liquidez cuando los problemas son temporales que cuando los
problemas son estructurales; pueden hace una mucho mejor lectura de
los corporativos a nivel individual.
Y esa es
probablemente la situación en la que nos vamos a ver en unas
semanas, y ustedes van a tener que estar a la altura de las
circunstancias y asumir ese rol especial del que hablaban mis
profesores hace algunas décadas. Estamos seguros de que lo van a
asumir, pero como es muy importante, no nada más queremos estar
seguros de que lo van a asumir, sino queremos ayudarles a que asuman
ese rol.
Entonces, déjenme
compartir con ustedes, y Gabriel Yorio hizo referencia a ello hace
algunos minutos, qué es lo que pensábamos decir en esta Convención
antes de que el fenómeno del Coronavirus distrajera una parte
importante de nuestra atención.
Nosotros hemos
pensado, y ha sido una tesis central para la Secretaría de Hacienda
en esta administración, que si queremos que la economía avance, que
el país se desarrolle, requiere de un sector financiero y bancario
más profundo y más dinámico.
Y bajo esa tesis el
año pasado tomamos una serie de medidas que aplicaban para el sector
de los fondos de pensiones, para los mercados de capitales, etcétera,
para el sector bancario; mandamos dos iniciativas al Congreso, una
que tenía que ver con el régimen de inversión de las pensiones,
otra que tenía que ver con las cuentas bancarias para los jóvenes
entre 15 y 17 años.
Y nosotros estábamos
muy optimistas de que con esas medidas íbamos a dar un pulso
importante al sector bancario y financiero. Un año después nos
queda claro que no fue así, y no sabemos si no fue así porque el
paquete fue insuficiente o porque las condiciones de desaceleración
de la economía protegieron que no hubiera la demanda adecuada.
Así es que cuando
estábamos pensando hace unos meses tratando de dilucidar qué es lo
que había pasado, decidimos tomar, hacer un ejercicio de humildad,
algo que a la gente de Hacienda no le resulta muy sencillo, y pensar
que no necesariamente teníamos nosotros todas las respuestas y
decidimos iniciar un proceso muy disciplinado y organizado con
consultas con todos los sectores que están involucrados: con los
bancos, con la ABM, con la MID, con la Asociación de Seguros, con
las PyMEs, con las cámaras, con las Fintech, etcétera, para tratar
de entender lo que cada uno de estos agentes en estos sectores nos
decía qué es lo que les preocupaba. Y a partir de ello hemos
destilado esta información y estamos por sacar un segundo paquete de
medidas que la idea es que refuercen las anteriores.
Voy a comentar
algunas muy rápidamente, algunas de ellas son muy, muy sencillas.
Había y fue una
preocupación recurrente de temas, ojalá tuviéramos de ese tipo de
problemas donde solamente nos pedían que aclaráramos si las medidas
que metimos nosotros para los bonos de las sociedades residentes
incluían a Pemex y a CFE o no, sí, sí lo incluyen y lo vamos a
aclarar muy pronto.
Había otras que
resultaron muy interesantes. En materia de inclusión financiera
durante más de un año estábamos tratando nosotros de que fuera
aprobada esta iniciativa para que los jóvenes de 15 a 17 años
pudieran abrir cuentas bancarias como ocurre en todos los países;
esta iniciativa estuvo moviéndose entre las distintas cámaras.
La Cámara de
Diputados tuvo y estamos muy contentos, tuvo a bien aprobarla, justo
hace dos días nosotros teníamos mucho interés en que estuviera
aprobada para cuando se diera esta Convención para que no todo
fueran buenas intenciones, pero aquí tengo algunas cosas que yo
quisiera comendar, que me parecen muy importantes en esta idea de la
banca digital o de cómo vamos a ir operando en la era, en la era
digital.
Y aun cuando hay
mucho camino por recorrer tenemos un ejemplo muy claro que nos puede
indicar hacia dónde podemos dirigirnos.
Hay uno de los
programas que tiene el gobierno, el programa de “Jóvenes
construyendo el futuro”, que fue hecho y dispersado a través de un
mecanismo digital y estos son un conjunto de ciudadanos usuarios de
los servicios bancarios que están en la parte baja de la
distribución por edades, son más jóvenes que ustedes y que yo.
Entonces, están más acostumbrados a tratar con los elementos
digitales de lo que estoy acostumbrado yo.
Déjenme
compartirles algunos de sus resultados.
El enrolamiento fue
totalmente hecho a través de una App, lo cual permitió que a todos
se les pudiera enrolar en tan sólo unos días.
El 36 por ciento de
todos nunca fueron a recoger una tarjeta asociada a su cuenta, es
decir, es un grupo que ya no necesita tener una tarjeta bancaria. Uno
podría pensar que los que tuvieron la tarjeta bancaria fueron a
sacar los recursos del cajero automático, el 55 por ciento de ellos
nunca fue a sacar la totalidad de los recursos.
Sólo 3 mil de los
900 mil jóvenes que están en el programa fueron a hacer un retiro
en ventanilla. Es decir, tres milésimos, este es un porcentaje de la
población que ya no tiene necesidad de ir a sus sucursales, que es
un porcentaje de la población que está acostumbrado a operar de
manera digital.
Y el 66 por ciento
de ellos hicieron alguna operación de compra a través de alguna app
o a través de alguna web.
Esa es un ejemplo y
nos da una luz de hacia dónde nos debemos ir moviendo en todos los
mecanismos.
Así es que ha sido
un poquito más lento de lo que nosotros quisiéramos, pero la verdad
es que parece que hay indicios de que podemos movernos más rápido.
Voy a mencionar de
manera muy, muy rápida un par de elementos adicionales sobre qué
fue lo que conseguimos.
Vamos a autorizar ya
y ya se lo regresamos a la ABM para sus comentarios, la iniciativa
que nos va a permitir flexibilizar la apertura remota de cuentas,
queda del lado de la cancha de ustedes desde hace una semana.
En materia de regulación proporcional, que fue una de las demandas
más claras que nosotros recibimos de la convención pasada, vamos a
adoptar algunas de las medidas en la propuesta que nos hicieron, pero
creemos que se puede ir aún más a fondo.
Esto es de los casos
muy, muy raros donde se le pide algo a Hacienda y Hacienda quiere
hacer más de lo que se le pidió, pero nos vamos a mover en esa
dirección.
Estamos tomando las
sugerencias que nos hicieron, que parecen más en el orden de
simplificación que de tener una regulación realmente más profunda
y diferenciada.
Y en materia de
ciberseguridad, y parece mentira cómo han evolucionado las cosas en
el último año. Hace un año en los foros internacionales se decía
que el riesgo mayor para el sector financiero era la ciberseguridad;
después se dijo que el riesgo mayor para la economía eran los
conflictos comerciales entre China y Estados Unidos, y ahora no
estamos hablando ni de los conflictos comerciales ni de los riesgos
de la seguridad, como los muy importantes.
Pero una de las
cosas que vamos a hacer es ampliar la regulación que en materia, que
tenemos en términos de ciberseguridad al sector bursátil, al de
SOFIPOS y al de las SOCAPS.
Es así entonces que
esto nos permite a nosotros trazar nuevamente y repensar, dadas las
nuevas condiciones, cuál es el espacio que queremos tener con
ustedes de reflexión sobre dónde y hacia dónde debe de dirigirse
el sector bancario y el financiero. Pero claramente lo tenemos que
hacer desde una doble perspectiva.
Una, cómo queremos
hacer cambios estructurales que nos permita tener un sector muchísimo
más desarrollado, que permita intermediar en una manera mucho más
eficiente a la inversión, pero también desde una perspectiva de una
coyuntura muy específica, muy compleja donde sector bancario y
financiero, junto con las autoridades tienen que convertirse en un
promotor que ayude a mitigar las medidas de riesgo del coronavirus y
de esta crisis tan compleja.
Así es que esta es
la agenda en la que queremos nosotros trabajar con ustedes en los
próximos meses.
Estamos seguros de
que vamos a poder tener un desarrollo muy fructífero y muy
productivo de ello.
Es para mí, en ese
sentido, un gusto, declarar formalmente inaugurada la 83ª Convención
Bancaria “Prosperidad para todos en la era digital”, siendo las 7
horas 36 minutos del día jueves 12 de marzo del 2020.
Muchísimas gracias.
- MAESTRA DE
CEREMONIAS: Agradecemos al maestro Herrera por su mensaje y así
es como damos por concluida esta Sesión Inaugural.
Le recordamos a
nuestros convencionistas que las actividades de mañana, viernes 13
de marzo, darán inicio en punto de las nueve de la mañana en este
mismo salón de sesiones.
El acceso al salón
será posible a partir de las ocho de la mañana para su comodidad.
Rogamos a ustedes su
puntualidad para mantener el programa en tiempo.
Asimismo, les
extendemos la más cordial invitación al Coctel que ofrecen para
todos Banorte y MasterCard, y que se llevará a cabo en el área de
albercas.
En caso de alguna
duda, nuestro personal de apoyo, ubicados en las puertas de acceso,
les guiarán gustosamente
Que tengan una
excelente noche.
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