viernes, 19 de enero de 2024

PRIMERA TEMPORADA 2024 DE LA OFUNAM

● El Foco Parajes, busca evocar en el público memorias e imágenes de distintas partes del mundo ● Participación de la OFUNAM en el Festival internacional de piano 2024 con Martina Filjak (Croacia), Gonzalo Gutiérrez (México), Stephen Hough (Reino Unido) y Noelia Rodiles (España) ● Estreno mundial de la obra 1824 de la mexicana Ana Paola Santillán ● Las compositoras en esta temporada son Maconchy, Olmedo, Boyle, Frank, Santillán y Chin La Primera temporada 2024 de la Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) se integra al Foco Parajes, en el que se busca evocar en el público memorias a través de música de compositoras y compositores tanto de nuestro país como de otros en América, Europa y Asia. Si bien los autores tienen ciertas intenciones al crear sus obras, es inevitable que al escucharlas, cada persona las relacione con sus propias vivencias, coincidan o no con las del compositor y ese poder de evocación es parte de lo que enriquece la experiencia artística. En esencia, los múltiples parajes que esta nueva temporada ofrece al visitante que se acerque con oídos abiertos y atentos, se concentran en un “pretexto” creado por la memoria, la cual seguro tendrá un significado personal e intransferible y hará de la escucha una sensación completamente íntima. Las asociaciones que la música puede despertar en cada uno de nosotros siempre será terreno fértil para conectar con un momento concreto de la vida o para, sencillamente, dejar andar la imaginación con todas sus consecuencias. La orquesta universitaria participará en el Festival internacional de piano de Música UNAM en cuatro programas en los que se interpretarán el Concierto para piano de Edvard Grieg con Martina Filjak, el Concierto núm. 1 de Béla Bartók con Gonzalo Gutiérrez, el Concierto núm. 1 de Johannes Brahms con Stephen Hough y Noches en los jardines de España de Manuel de Falla con Noelia Rodiles. Asimismo, ofrece dos programas en el marco de las Jornadas de mujeres en la música. En el primero de ellos, las violinistas Ana Caridad Villeda, Mariana Valencia, Alma Osorio, Ewa Turzanska, Nadejda Khovliaguina y Ekaterine Martínez; la violista Patricia Hernández; la violonchelista Beverly Brown; la oboísta Araceli Real; la flautista Alethia Lozano; y la arpista Janet Paulus, todas ellas integrantes de la OFUNAM, serán solistas en obras concertantes de Telemann, Bach, Vivaldi y Mozart. En el segundo se podrá escuchar música de Ina Boyle y de Gabriela Lena Frank. Además de los y las solistas que se han mencionado, la OFUNAM contará con la participación de Sebastian Kwapisz, concertino de la orquesta, quien interpretará el Concierto para violín núm. 1 de Henryk Wieniawski. De igual forma, la soprano Tania Solís, la mezzosoprano Eva Santana, el tenor Andrés Carrillo y el barítono Édgar Gil, formarán el cuarteto en la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven. La orquesta actuará bajo la batuta de su director titular, Sylvain Gasançon, así como de Iván López Reynoso, Antonio Méndez, Catherine Larsen-Maguire, Rodrigo Macías, Ludwig Carrasco, Mariana Martínez y JoAnn Falletta. Entre las obras que ofrece esta temporada están Redes de Silvestre Revueltas, la Sinfonía núm. 7 de Jean Sibelius, el Poema elegiaco de Manuel M. Ponce, la transcripción orquestal de Carlos Chávez a partir de la Chacona para órgano de Dieterich Buxtehude, la Sinfonía núm. 3 de Aaron Copland, la primera suite de El sombrero de tres picos y Noches en los jardines de España de Manuel de Falla, Iberia de Claude Debussy, la Sinfonía núm. 7 de Dvořák, Los planetas de Gustav Holst, Una parvada desciende al jardín pentagonal de Tōru Takemitsu, Pinos de Roma de Ottorino Respighi, la Obertura de Poeta y campesino de Franz von Suppé, Pueblerinas de Candelario Huízar, la Suite de Estancia de Alberto Ginastera, la Sinfonía núm. 2 de Carl Nielsen, la Sinfonía núm. 3 Renana de Robert Schumann y la Sinfonía núm. 9 Coral de Ludwig van Beethoven. Como se ha buscado desde hace varias temporadas, el quehacer de las mujeres está presente con el Nocturno de Elizabeth Maconchy, la Obertura Luisa de Guadalupe Olmedo, la Sinfonía núm. 1 Glencree de Ina Boyle, la Elegía andina de Gabriela Lena Frank, el estreno mundial de 1824 de Ana Paola Santillán y Subito con forza de Unsuk Chin. La Primera temporada 2024, del 20 de enero al 24 de marzo, consta de 8 programas regulares y dos extraordinarios. Los conciertos se realizarán en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, los sábados a las 8:00 pm y los domingos a las 12:00 pm, excepto el fin de semana del 10 de marzo que sólo se realizará concierto el domingo. El costo de los boletos (excepto donde se indica) será de $240, $160 y $100 pesos, disponibles en la taquilla de la Sala y en línea, en la página boletoscultura.unam.mx Más información sobre abonos y boletos aquí. Las transmisiones dominicales y en vivo podrán seguirse a través del sitio web de Música UNAM musica.unam.mx, TV UNAM tv.unam.mx y Radio UNAM radio.unam.mx/ . Programa general de la Primera temporada 2024 disponible aquí. También lo puede descargar con este código QR: Programas Programa 1: sábado 20 y domingo 21 de enero. Sylvain Gasançon, director titular; Sebastian Kwapisz, violín. Para comenzar la temporada, la OFUNAM presenta el Nocturno de la compositora inglesa Elizabeth Maconchy, escrito entre 1950 y 1951 y que evoca la mística del poema “La balada del viejo marinero” de Samuel T. Coleridge. El Concierto para violín núm. 1 de Henryk Wieniawski, escrito a sus 18 años, es un pilar del repertorio violinístico ya que refleja la maestría y el profundo conocimiento instrumental de este autor polaco. Redes de Silvestre Revueltas muestra en sonidos la dura vida diaria de los pescadores de diversos puntos de la costa veracruzana, del mismo modo que la película homónima para la cual fue escrita. La Sinfonía núm. 7 de Sibelius se caracteriza por su singular estructura en un solo movimiento continuo de gran formato orquestal. Programa 2: sábado 27 y domingo 28 de enero. Iván López Reynoso, director huésped. Este programa inicia con el Poema elegiaco de Manuel M. Ponce, sentido tributo a la memoria de su amigo, el poeta español Luis G. Urbina, estrenado en 1941. La Chacona en mi menor de Dieterich Buxtehude, en orquestación de Carlos Chávez, es una obra que conecta el siglo XX con el XVII y que convierte la música del gran organista danés en una versión magistral. La Sinfonía núm. 3 de Aaron Copland, en la que desarrolla todo un movimiento basado en el mismo tema de su Fanfarria para el hombre común, es un hito de la música estadounidense ya que captura el espíritu de la posguerra; fue estrenada en 1946 por Serguéi Koussevitzki al frente de la Orquesta Sinfónica de Boston. Programa 3: sábado 3 y domingo 4 de febrero. Antonio Méndez, director huésped. En un programa con sabor español se presenta la primera suite del ballet El sombrero de tres picos de Manuel de Falla, basado en la novela del mismo título de Pedro Antonio de Alarcón y que fuera comisionada por Serguéi Diaguilev, coreografiada por Léonide Massine y con escenografía y vestuario de Pablo Picasso para su estreno en Londres; en ella se describe una animada comedia andaluza situada en el siglo XVIII, llena de personajes pintorescos. Después se interpretará Iberia del francés Claude Debussy, un tríptico de su serie Images pour orchestre que evoca una visión francesa de España, considerada como un lugar exótico a inicios del siglo XX. La Sinfonía núm. 7 de Dvořák es una obra que reflejó su deseo de equiparar la música checa con la alemana en un contexto histórico de tensiones culturales y étnicas en Europa. Programa 4: sábado 10 y domingo 11 de febrero. Catherine Larsen-Maguire, directora huésped; Martina Filjak, piano. Después de comenzar con la Obertura Luisa —obra que le valió el reconocimiento a Guadalupe Olmedo como la primera compositora graduada de una institución oficial en México—, la OFUNAM abre su participación en el Festival internacional de piano con el Concierto de Edvard Grieg, un ejemplo del Romanticismo en el que, como es común en el autor, recurre a ritmos y melodías de su natal Noruega; se trata de una partitura temprana de gran envergadura que fue elogiada por Liszt, Chaikovski y Anton Rubinstein. El programa concluye con Los planetas del inglés Gustav Holst, suite que evoca los misterios y la grandiosidad del espacio exterior, aunque se sabe que se inspiró más en el aspecto astrológico que en el astronómico; fue escrita entre 1914 y 1917 y está dividida en siete partes que corresponden a cada planeta del sistema solar, excepto la Tierra y el lejano Plutón, ya que no había sido descubierto todavía. Programa 5: sábado 17 y domingo 18 de febrero. Sylvain Gasançon, director titular; Gonzalo Gutiérrez, piano. En el marco del Festival internacional de piano, la orquesta universitaria interpreta el Concierto núm. 1 del compositor húngaro Béla Bartók, obra con notables innovaciones, como la disposición de los instrumentos, un uso diferente del instrumento solista que adopta más funciones de percusión, su complejidad rítmica y armonías angulosas. Sigue Una parvada desciende al jardín pentagonal del compositor japonés Tōru Takemitsu, quien se inspiró en una famosa fotografía del artista francés Marcel Duchamp. El programa cierra con Pinos de Roma del italiano Ottorino Respighi, pieza dividida en cuatro partes que evoca el paisaje sonoro de la antigua capital italiana, donde los famosos pinos atestiguan el paso del tiempo. Programa 6: sábado 24 y domingo 25 de febrero. Rodrigo Macías, director huésped; Stephen Hough, piano. Franz von Suppé, austriaco nacido en lo que hoy es Croacia, es autor de la Obertura de Poeta y campesino, obra que se ha hecho popular en México por haber sido adoptada por grupos de mariachis, además de su presencia en caricaturas animadas y su excepcional fusión de elementos cómicos y líricos. La escucharemos su versión orquestal original. El poema sinfónico Pueblerinas de Candelario Huízar, escrito en 1931, evoca la música de los pueblos del centro y norte de México. El Concierto para piano núm. 1 de Johannes Brahms es un testimonio musical de la amistad y el amor en medio de la tragedia que rodeó al compositor y al matrimonio formado por Robert Schumann y Clara Wieck. Programa 7: sábado 2 y domingo 3 de marzo. Ludwig Carrasco, director huésped; Noelia Rodiles, piano. Con este programa culmina la participación de la OFUNAM en el Festival internacional de piano. Después de un enérgico comienzo con la suite del ballet Estancia del argentino Alberto Ginastera —una representación musical de la vida rural en la Argentina profunda, con los gauchos como protagonistas—, se ofrece una obra con piano solista que se aleja del formato tradicional del concierto: Noches en los jardines de España de Manuel de Falla, partitura de exuberante instrumentación que combina la música española con el impresionismo. Para terminar, se presentará la Sinfonía núm. 2 del danés Carl Nielsen, inspirada en una teoría psicológica que identificaba cuatro tipos fundamentales de temperamentos de la personalidad humana, de la cólera a la melancolía y que dan origen al subtítulo Los cuatro temperamentos. Programa extraordinario: domingo 10 de marzo. Mariana Martínez, directora huésped; Beverly Brown, violonchelo; Patricia Hernández, viola; Nadejda Khovliaguina, violín; Alethia Lozano, flauta; Ekaterine Martínez, violín; Alma Osorio, violín; Janet Paulus, arpa; Araceli Real, oboe; Ewa Turzanska, violín; Mariana Valencia, violín; Ana Caridad Villeda, violín. Como parte de las Jornadas de mujeres en la música, varias integrantes de la OFUNAM actuarán como solistas, en un programa con obras de Telemann, Bach, Vivaldi y Mozart. El Concierto para viola en sol mayor de Georg Phillip Telemann es el primero escrito para ese instrumento. El Concierto para violín y oboe y el Concierto para tres violines de Johann Sebastian Bach que se presentan son reconstrucciones, en las que se han tenido que inferir incluso los instrumentos solistas originales a partir del estilo de líneas, más líricas o más ágiles, que cada instrumento requiere. Escrito para las mujeres recluidas en el Ospedale della Pietà y considerada una obra maestra, el Concierto para dos violines y violonchelo de Antonio Vivaldi forma parte de la colección publicada con el número de catálogo Opus 3, también conocida como L’estro armonico. Compuesto por un joven Wolfgang Amadeus Mozart mientras vivía en París, el Concierto para flauta y arpa fue dedicado a un conde francés, quien tocaba la flauta y a su hija arpista. Programa 8: sábado 16 y domingo 17 de marzo. JoAnn Falletta, directora huésped. En el segundo concierto de las Jornadas de mujeres en la música se podrán escuchar obras de la irlandesa Ina Boyle y de la estadounidense -—de ascendencia multicultural peruana, china, lituana y judía— Gabriela Lena Frank. De la primera se presentará la Sinfonía núm. 1, que busca evocar el paisaje y la atmósfera del valle de Glencree, ubicado en las montañas de Wicklow al sur de Dublín donde nació y vivió. La Elegía andina de Frank explora la identidad de la compositora, e incorpora elementos estilísticos inspirados en las zampoñas peruanas. Para concluir, la Sinfonía núm. 3 de Robert Schumann, también conocida como Renana, nos transporta a las orillas del río Rin en una celebración de la vida y la belleza de la naturaleza. Programa extraordinario: sábado 23 y domingo 24 de marzo. Sylvain Gasançon, director titular; Tania Solís, soprano; Eva Santana, mezzosoprano; Andrés Carrillo, tenor; Édgar Gil, barítono. Para concluir la Primera temporada 2024 se tocará por primera vez 1824, obra comisionada por la OFUNAM a Ana Paola Santillán para conmemorar los 250 años del nacimiento de Ludwig van Beethoven en 2020 y cuyo estreno fue pospuesto por la pandemia; el título corresponde al año en que se estrenó la Sinfonía núm. 9 del compositor alemán. Las cuatro secciones que la integran simbolizan los cuatro movimientos de la Novena sinfonía de Beethoven y la parte coral entona breves estrofas del mismo poema de Schiller. Enseguida se interpretará Subito con forza de la coreana Unsuk Chin, también inspirada en la Sinfonía Coral de Beethoven y en los enormes contrastes de la música del compositor alemán: “desde las erupciones volcánicas hasta la extrema serenidad”. El programa concluye con la Novena sinfonía de Beethoven, que combina música y poesía para transmitir un mensaje de alegría y fraternidad que perdura hasta nuestros días. SEMBLANZAS OFUNAM La Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM), fundada en 1936, es una de las orquestas más importantes de México y su sede es la Sala Nezahualcóyotl, en Ciudad Universitaria. En sus más de ochenta años de historia la OFUNAM ha pasado por la batuta de José Rocabruna, José Francisco Vásquez, Eduardo Mata, Héctor Quintanar, Enrique Diemecke, Eduardo Diazmuñoz, Jesús Medina, Ronald Zollman, Zuohuang Chen y Massimo Quarta, entre otros directores titulares, además de numerosos de directores huéspedes. Su director actual es Sylvain Gasançon. Ha comisionado y estrenado obras de varios compositores mexicanos y ha tenido dos giras internacionales: Italia en 2014 y Reino Unido en 2015. La OFUNAM ofrece tres temporadas de conciertos al año en la Sala Nezahualcóyotl. La orquesta también realiza giras por diferentes escuelas y facultades de la UNAM. Sylvain Gasançon Nacido en Metz, Francia, estudió violín en su país natal y ofreció sus primeros conciertos a una edad muy temprana. Posteriormente se graduó del Conservatorio Real de Bruselas con Endre Kleve. Estudió dirección orquestal con Jean-Sébastien Béreau, Gerhard Markson, Gianluigi Gelmetti, Pinchas Zukerman y Jorma Panula. Comenzó su relación con la OFUNAM al ganar el Premio Internacional Eduardo Mata de Dirección de Orquesta en 2005. Johann Sebastian Bach (1685-1750) El músico alemán Johann Sebastian Bach es señalado como el compositor de música académica europea más trascendental de buena parte de la historia de Occidente. Su música, mezcla de un ejemplo perfecto del Barroco tardío y un lenguaje altamente personal, se caracteriza por su densidad, complejidad y aliento poético. Dentro de su producción, que alcanza más de mil obras, es obligado señalar sus motetes, misas, cantatas y demás obras sinfónico-corales de temática sacra, como las dos pasiones (Según San Juan y Según San Mateo). En el rubro meramente orquestal, Bach firmó dos series que, hoy día, son cimas de la música anterior al periodo clásico: las cuatro Suites orquestales y los seis Conciertos de Brandemburgo. Béla Bartók (1881-1945) El húngaro Béla Bartók representa un antes y un después en la música occidental de concierto. Sus obras fusionan tradición ancestral, una íntima vanguardia y un sentido muy novedoso de las texturas instrumentales, en las que experimentó tanto con la música de cámara como con la gran orquesta. Entre sus intereses destacó la exploración del piano, del que era un consumado virtuoso (al igual que su esposa, Ditta Pásztory), al que a menudo le dio uso de instrumento percusivo, como se puede apreciar en la Música para cuerdas, percusión y celesta y la Sonata para dos pianos y percusión, entre otras obras. Exiliado en Nueva York durante sus últimos años de vida, compuso su imponente testamento musical, el Concierto para orquesta, a petición del director de origen ruso Serguéi Koussevitzki y la Orquesta Sinfónica de Boston. Ludwig van Beethoven (1770-1827) Considerado como uno de los artistas y creadores más originales e influyentes en la historia de Occidente, el alemán Ludwig van Beethoven es el artífice y responsable de que la sinfonía haya sido el género orquestal predilecto durante todo el siglo XIX. Hijo de un músico de la corte, heredó un talento prodigioso y pronto se convirtió en un pianista y compositor de renombre. Además de su monumental ciclo de nueve sinfonías, sus cinco conciertos para piano y otro para violín siguen siendo piezas programadas una y otra vez por las mejores orquestas y solistas. Hombre de carácter huraño, perfeccionista y de fuerte temperamento, conviene recordarlo como el más perfecto autor de sonatas para teclado y cuartetos de cuerdas. También las oberturas de concierto y una única ópera, Fidelio, se cuentan entre sus obras maestras. Ina Boyle (1889-1967) Desde pequeña, la compositora irlandesa Ina Boyle tomó clases con un maestro tras otro, y en 1923 por fin se animó a viajar a Londres a formarse con la luminaria británica del momento, Ralph Vaughan Williams. Su vasto corpus de obra sinfónica, coral, vocal, de cámara y escénica permanece prácticamente desconocido hasta el día de hoy. A Boyle se la considera la música irlandesa más importante antes de 1950, aunque sus composiciones aún no han sido interpretadas por una mayoría de músicos. El arpa mágica y Lamento para Bion son las dos únicas obras que en su momento y en vida de la autora, tuvieron cierta repercusión. Johannes Brahms (1833-1897) El alemán Johannes Brahms es, junto con Liszt y Wagner, el compositor centroeuropeo más celebrado de la segunda mitad del siglo XIX, cuyas obras siguen considerándose joyas del repertorio. Su corto, pero muy significativo ciclo de cuatro sinfonías ocupa un lugar de preferencia dentro de toda su producción. Tuvo un reconocimiento pleno relativamente tardío, pues su genial Primera sinfonía se estrenó hasta 1876. Para el piano, instrumento que amaba y dominaba, escribió muchas de sus obras más representativas, como los dos conciertos. Fue amigo y confidente de Clara Wieck, gran pianista y esposa de Robert Schumann. Parte de su música de cámara, consagrada especialmente a las cuerdas, el corno y el clarinete, es muy apreciada y dentro del género sinfónico-coral destaca su Réquiem alemán. Dieterich Buxtehude (1637-1707) El organista y compositor alemán de origen danés Dieterich Buxtehude es uno de los músicos más influyentes del Barroco, aunque hoy en día no sea tan conocido. Sus piezas para órgano son de lo mejor en la literatura para este instrumento. Durante la mayor parte de su vida fue organista en la iglesia de Santa María de Lübeck, donde solía improvisar sobre música propia y ajena, algo que posteriormente haría habitualmente su gran admirador y alumno, Johann Sebastian Bach. De entre su producción camerística es obligado mencionar sus suites para clavecín, además de las sonatas de cámara, para violín, viola da gamba y clave, únicas obras publicadas en vida del autor. Aaron Copland (1900-1991) Junto a George Gershwin y Leonard Bernstein, Aaron Copland es considerado uno de los más influyentes compositores del Nacionalismo musical estadounidense. Su lenguaje, muy versátil y diverso, resulta un cruce de caminos entre la tradición posromántica, el modernismo, el jazz y un sutil paisajismo de su vasto país. Alumno de la pedagoga francesa Nadia Boulanger en el Conservatorio Americano de Fontainebleau, fue becado por la Fundación Guggenheim en los años veinte. Aparte de sus vibrantes conciertos para piano y clarinete, grabados en multitud de ocasiones, debemos mencionar los tres ballets que han alcanzado fama mundial por una hábil reinterpretación de las atmósferas folclóricas que los nombran: Billy the Kid (1938), Rodeo (1942) y Appalachian Spring (1944, comisionado por la coreógrafa Martha Graham). Unsuk Chin (1961) La compositora surcoreana Unsuk Chin estudió en la Universidad Nacional de Seúl con Sukhi Kang, y luego en Hamburgo con György Ligeti. La ilustración ideal de su estilo es de un refinamiento instrumental y vocal muy exagerado, pero al mismo tiempo lúdico y accesible. Emplea una amplia gama de instrumentos tradicionales y electrónicos en su catálogo, y los usa de manera altamente virtuosa, especialmente en el Concierto para violín y en AkrostichonWortspiel, para soprano y ensamble. Su ópera Alicia en el País de las Maravillas fue estrenada en 2007 en la Ópera Estatal de Baviera bajo la dirección de Kent Nagano, y testimonia la fascinación de Chin por la voz humana. Claude Debussy (1862-1918) El pianista y compositor francés Claude Debussy es considerado el renovador melódico y, sobre todo, armónico, de los primeros años del siglo XX en Europa. Su catálogo está marcado por joyas que invocan los paisajes tanto exteriores como interiores; destaca su finísima y revolucionaria producción pianística. En su catálogo destacan los 24 preludios para piano, las Estampas, la Suite Bergamasque, sus Arabescos, la suite Children’s Corner, la Sonata para flauta, viola y arpa, El mar, los Nocturnos y el Preludio a la siesta de un fauno, que describe en sonidos un poema homónimo de Stephane Mallarmé. Antonín Dvořák (1841-1904) El compositor bohemio Antonín Dvořák es considerado el padre del moderno Nacionalismo sinfónico eslavo. Su serie de nueve sinfonías posee una emoción rítmica que entronca con una habilidad para moldear melodías emotivas y armonías audaces. La trilogía de conciertos para piano, violín y violonchelo es una de las series más emocionantes y celebradas de toda la música del siglo XIX. Este último fue escrito en Nueva York en los años en que Dvořák se desempeñaba como director del Conservatorio Nacional, y está fuertemente influido por la cultura popular estadounidense, pero también con un pie en su Bohemia natal. Manuel de Falla (1876-1946) El pianista y compositor español Manuel de Falla se cuenta entre las voces más destacadas e interesantes del corpus musical nacionalista en la primera mitad del siglo XX. Sus creaciones tienen un profundo arraigo en la personalidad de su región mezclado con un íntimo simbolismo ligado a la poesía y el arte flamenco. Entre su obra, no tan amplia pero de calidad muy homogénea, se destacan El amor brujo y El sombrero de tres picos, ballets que fueron muy populares en su momento y que, muy especialmente en su país, representan una especie de “quintaesencia de lo español”. Su ópera La vida breve es un pequeño drama con los gitanos y sus tradiciones y rituales como protagonistas. Gabriela Lena Frank (1972) La pianista y compositora estadounidense Gabriela Lena Frank estudió en la Universidad Rice y en la Universidad de Michigan, y cuenta con un doctorado en composición. Sus obras han sido interpretadas por diversas orquestas en Estados Unidos, como las sinfónicas de Chicago, Cleveland y San Francisco. En su música incorpora sonidos del acervo sonoro latinoamericano, mezclados con instrumentos de ensambles clásicos convencionales. Su obra Inca Dances, para guitarra y cuarteto de cuerdas, ganó un Grammy Latino en 2009 y representa un paradigma de su estilo audaz y mezclado. Alberto Ginastera (1916-1983) El compositor y docente argentino Alberto Ginastera le ha dado la vuelta al mundo, tanto por sus brillantes conciertos para piano o violonchelo como por sus ballets y óperas. En su catálogo destacan los ballets Panambí y Estancia, o las Variaciones concertantes. En la etapa final de su vida estuvo casado con la violonchelista Aurora Nátola y a ella dedicó páginas de gran alcance poético, virtuoso y expresivo. Las óperas Beatrix Cenci, Don Rodrigo y Bomarzo representan hitos de la cultura musical de Sudamérica. Uno de sus alumnos más destacados fue el también argentino Astor Piazzolla. Edvard Grieg (1843-1907) El noruego Edvard Grieg es una de las figuras referenciales de aquellos nacionalismos musicales escandinavos en los albores del siglo XX. Sus composiciones abren un capítulo épico tanto en la literatura orquestal como en la del piano, donde su Concierto Op. 16 brilla muy especialmente. Una de sus creaciones que ha dado la vuelta al mundo e incluso ha servido de soporte sonoro a series, animaciones y películas de muy diverso sesgo, es la música incidental para el drama Peer Gynt de Henrik Ibsen, compatriota y amigo del compositor. La hermosa suite para cuerdas De los tiempos de Holberg es una joya de la camerística de todos los tiempos. Gustav Holst (1874-1934) El compositor y profesor inglés Gustav Holst estudió en el Royal College of Music de Londres con el maestro irlandés Charles Villiers Stanford. En su música, sobre todo dentro de la primera etapa, se manifiestan claramente las influencias de los compositores alemanes Richard Wagner y Richard Strauss. Fue profesor en St Paul's Girls' School y en Morley College. Si bien su obra es poco conocida en general, una sí es muy famosa: la suite Los planetas, misma que se destaca por su viveza, dinamismo e intenso color orquestal; fue estrenada por el director inglés Adrian Boult, quien también realizó una grabación que hasta la fecha es una referencia. Candelario Huízar (1883-1970) El cornista, compositor y pedagogo mexicano Candelario Huízar es una importante figura del Nacionalismo musical en la primera mitad del siglo XX. Estudió en el Conservatorio Nacional de Música con Arturo Rocha, Estanislao Mejía, Gustavo E. Campa y Rafael J. Tello. Como instrumentista, formó parte de la Banda de Música de la División del Norte y de la Banda de Música del Estado Mayor Presidencial. Durante muchos años fue profesor de armonía, composición e instrumentación en el Conservatorio Nacional de Música, donde formó a generaciones de músicos en la capital mexicana. Es notoria la elegancia y exuberancia de sus sinfonías y poemas sinfónicos, aún poco conocidos entre el público. Elizabeth Maconchy (1907-1994) La compositora inglesa Elizabeth Maconchy fue alumna de Ralph Vaughan Williams en el Royal College of Music de Londres. Además de sus trece cuartetos de cuerdas y piezas orquestales, es autora de tres importantes óperas en un acto: The Sofa, The Departure y The Three Strangers. Los estilos modernos y rupturistas de Bartók, Berg y Janáček influyeron mucho en el suyo propio. Maconchy fue nombrada dama comendadora de la Orden del Imperio Británico en 1987 y hoy en día continúa la labor de dar a conocer su corpus. Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) Junto a Haydn y Glück, Wolfgang Amadeus Mozart es la figura de referencia incontestable para entender la llamada Primera Escuela de Viena. Niño prodigio, virtuoso de cualquier instrumento de teclado y de violín, viajó por casi todas las cortes europeas con su estricto padre Leopold, quien le enseñó música y lo adiestró al lado de su hermana mayor, Nannerl. De temperamento rebelde y retador, siempre fue inconformista y un artista de rotunda individualidad. Su catálogo es vasto, pero es importante señalar las series de sonatas para piano, sinfonías y cuartetos de cuerda, así como los numerosos conciertos para uno o varios solistas y orquesta. Mención aparte merece su enorme producción operística, en la que abordó diferentes estilos e idiomas y entre las que destacan Las bodas de Fígaro, Così fan tutte, El rapto en el serrallo, La flauta mágica o Don Giovanni. Su Réquiem, que no pudo completar por su temprana muerte, es propio de un genio atemporal. Carl Nielsen (1865-1931) El compositor y profesor danés Carl Nielsen es, con Sibelius y Grieg, pieza clave en el surgimiento de un Nacionalismo escandinavo a comienzos del siglo XX. Es autor de obras muy interesantes como su ciclo de seis sinfonías o sus dos óperas, todas ellas con un auténtico sabor danés. Estudió con Niels Gade en el Conservatorio de Copenhague, que fue un pionero del Nacionalismo musical en Dinamarca. Las sinfonías de Nielsen representan el único ciclo que ha adquirido cierto reconocimiento y son piezas orquestales de sumo cuidado en la orquestación y recursos expresivos. Guadalupe Olmedo (1854-1889) La pianista y compositora mexicana Guadalupe Olmedo, además de ser mujer en un oficio que en su época estaba dominado por hombres, supo concentrar los rasgos estilísticos del pianismo europeo y su propia concepción de lo mexicano. Compuso un buen número de páginas vocales e instrumentales. La Obertura Luisa es, con toda seguridad, su pieza más celebrada y le valió su título profesional de compositora por el Conservatorio Nacional de Música de México. Manuel M. Ponce (1882-1948) El pianista, docente y compositor Manuel M. Ponce, junto con Julián Carrillo y Candelario Huízar, representa un parteaguas en la música mexicana de comienzos del siglo XX. Su estética modernista está entre lo nacional, lo europeo y lo impresionista. Educado musicalmente en París al lado de figuras importantes como Vincent d’Indy o Paul Dukas, su estilo altamente personal tiene un componente postromántico. Además de las canciones para voz y piano, destacan sus conciertos para piano, para violín y para guitarra, además de sus poemas sinfónicos Ferial y Chapultepec. Fue profesor y también director del Conservatorio Nacional de Música, donde tuvo discípulos muy notables a lo largo de los años. Ottorino Respighi (1879-1936) El pianista y compositor italiano Ottorino Respighi es uno de los autores más interesantes, hábiles y, al mismo tiempo, menos conocidos, de la música europea de la primera mitad del siglo XX. Su obra destila audacia y elegancia, lo que se aprecia en las sonoridades antiguas y en el uso masivo de la gran orquesta sinfónica como inventario de colores y texturas. Algunas de sus páginas sinfónicas más celebradas e interpretadas es su llamada “trilogía romana” (Pinos de Roma, Fuentes de Roma y Fiestas romanas), además de sus suites para pequeña orquesta conocidas como Antiguas arias y danzas para laúd. Silvestre Revueltas (1899-1940) Como el mayor de seis hermanos, todos artistas fundamentales de la vida cultural mexicana, el duranguense Silvestre Revueltas es, en síntesis, el músico que, con una obra mínima, logra un impacto absoluto en la modernidad musical del continente. Educado en instituciones de Estados Unidos, estudió violín, composición y dirección de orquesta en Austin y Chicago. De carácter difícil y errático, trabajó en diversas orquestas del país hasta que, en 1928, Carlos Chávez lo invitó a regresar para ser director asistente de la recién creada Orquesta Sinfónica de México. Su catálogo es pletórico de obras maestras, todas impregnadas de un lenguaje y color orquestal singulares. Entre ellas, destaca una suite sinfónica preparada por José Ives Limantour con la música para la película La noche de los mayas, así como Sensemayá, obra basada en un poema de Nicolás Guillén. Ana Paola Santillán (1972) La compositora mexicana Ana Paola Santillán ha escrito para varios géneros, tales como música orquestal, de cámara, coro, instrumentos solistas, electrónica y video. Su música ha sido interpretada por The Het Trio, el Cuarteto de Cuerdas Carlos Chávez, The New York New Music Ensemble, la Orquesta Filarmónica de la UNAM y la Sinfónica Nacional. Cursó un doctorado en composición musical bajo la supervisión de John Rea, y música electrónica con Philippe Leroux en la Universidad McGill de Montreal en Canadá. Robert Schumann (1810-1856) El pianista y compositor alemán Robert Schumann resulta de absoluta referencia durante la primera mitad del siglo XIX. Su Concierto para piano y orquesta lo sitúa como uno de los más refinados autores para el instrumento de todos los tiempos, y piezas como Carnaval o Escenas de niños son interpretadas y grabadas una y otra vez por los mejores pianistas del mundo. Estuvo casado con Clara Wieck, una fabulosa y trascendental pianista y profesora, y junto a ella fueron asiduos de la compañía de Brahms, amigo íntimo y confidente de la pareja. Padeció una extraña enfermedad mental que combinaba melancolía, delirios psicóticos y trastorno bipolar; murió con menos de 50 años, internado en un psiquiátrico por voluntad propia. Jean Sibelius (1865-1957) El pianista y compositor Jean Sibelius es, por definición, el impulsor del Nacionalismo musical finlandés. En sus muchos años de vida tuvo la oportunidad de componer obras para todos los géneros y formatos, y es autor de un ciclo de siete sinfonías que hasta la fecha se sigue programando asiduamente. En su música describió como nadie las leyendas y el singular paisaje de su país natal. Su Concierto para violín es parte del repertorio indispensable para el instrumento. Su poema sinfónico Finlandia es considerado por muchos un segundo himno de la nación. Durante su juventud fue un gran entusiasta de la música del alemán Anton Bruckner y colaboró estrechamente con un coterráneo ilustre, el director de orquesta Robert Kajanus, quien estrenó y grabó sus primeras sinfonías. Su esposa Aino fue siempre su fiel compañera, cuidadora, secretaria y confidente de sus anhelos más íntimos, vivieron juntos los últimos años de su vida en una casa de campo cerca de Helsinki, sin preocupaciones más allá de los paseos y la lectura. Franz von Suppé (1819-1895) El compositor y director de orquesta austrohúngaro Franz von Suppé es autor de numerosas y muy célebres operetas y oberturas. Estudió flauta y composición, así como derecho en Cremona y Padua, Italia. Además de operetas como Poeta y campesino, escribió un Réquiem, el oratorio Extremum judicium, tres misas, canciones, sinfonías y muchas oberturas de concierto. Sus piezas se han usado con bastante frecuencia en series, películas y caricaturas por sus altas dosis de humor y audacia rítmica. Tōru Takemitsu (1930-1996) El compositor japonés Tōru Takemitsu es una de las figuras referenciales en Oriente de la nueva música orquestal. Su producción, donde la gran orquesta, el piano y la guitarra ocupan lugar de privilegio, está inspirada en el paisaje, las fuerzas de la naturaleza y el mundo de los sueños. La mayoría de su catálogo está escrito para conjuntos instrumentales, unos muy inusuales y reducidos y otros enormes, todos con un elocuente uso del colorido y las texturas casi plásticas. Obras como De mí fluye lo que tú llamas tiempo, Hacia el mar, Sueño-ventana o En el límite del sueño lo refieren como uno de los más místicos e introspectivos compositores no occidentales. Siempre cultivó un interés por el jazz, las canciones populares y las sonoridades del gagaku y el teatro noh japonés. Georg Philipp Telemann (1681-1767) El alemán Georg Philipp Telemann es considerado uno de los exponentes más genuinos del Barroco tardío, junto a Bach y Haendel. Escribió una enorme cantidad de música sacra y profana, tanto instrumental como vocal, además de una vasta producción operística. Tuvo importantes puestos como maestro de capilla, y culminó con el de director de música de las cinco iglesias más grandes de Hamburgo, desde 1720 hasta su muerte. Entre sus composiciones instrumentales, se deben nombrar sus doce Fantasías para violín solo y otras doce para flauta sola. De entre todas sus óperas, podemos destacar Pimpinone, Germanicus, Cajus Caligula y Don Quijote. Antonio Vivaldi (1678-1741) El sacerdote, violinista y compositor italiano Antonio Vivaldi representa una cumbre en el Barroco por sus piezas virtuosísticas dedicadas principalmente a las cuerdas. En su catálogo hay diversidad de obras maestras, como la ópera Orlando furioso o el ciclo de conciertos Il cimento dell’armonia e dell’inventione, del que forman parte las famosas Cuatro estaciones. Trabajó como maestro de música en el célebre Ospedale della Pietà en Venecia, donde formó a innumerables niñas huérfanas y sin recursos que, tiempo después, se convertirían en profesionales de ese arte. La serie L’estro armonico y sus conciertos para flauta y para oboe se han convertido en parte del repertorio obligado para los intérpretes, particularmente los especializados en música antigua. Henryk Wieniawski (1835-1880) El violinista y compositor polaco Henryk Wieniawski es autor de dos magistrales conciertos para violín que son, aún hoy, pieza clave del repertorio concertante. Consumado virtuoso del instrumento, fue colega y profesor de otras dos figuras señeras de su tiempo: los belgas Henri Vieuxtemps y Eugène Ysaÿe. A pesar de ser un profesor muy respetado y de grandes dotes pedagógicas, terminó su vida casi sin actividad artística, aquejado por las deudas económicas y mermado por una penosa enfermedad que lo llevaría a la tumba con menos de 50 años

No hay comentarios:

Publicar un comentario