En línea con nuestra afirmación de la semana pasada acerca de un mercado cuya dirección será dependiente de los datos; los de la inflación, tanto en Estados Unidos como en México, a pesar de no parecer favorables, fueron bien recibidos por los inversionistas. En especial, la curva de rendimientos de plazos largos volvió a mostrar descensos. Continuamos considerando que las expectativas de los inversionistas con respecto a la fecha y el tamaño de la baja de tasas de interés que puedan adoptar las autoridades siguen siendo optimistas. Mantenemos la apreciación respecto a que la volatilidad en los mercados será elevada.
1.- Se publicó información sobre la inflación que no fue muy positiva. El índice de precios al consumidor de EE. UU. subió 0.3% en diciembre, marcando la mayor ganancia en tres meses. La tasa de inflación general anual en diciembre, y por lo tanto de todo 2023, fue de 3.4% desde el 3.1% del mes anterior.
La tasa de inflación subyacente aumentó 0.3% en diciembre. La tasa anual de inflación subyacente bajó a 3.9% desde 4% del mes anterior siendo la primera vez que la tasa cae por debajo de 4% desde mediados de 2021, pero fue mayor que el esperado de 3.8%.
Sin embargo, los precios del productor publicados el viernes disminuyeron 0.1% m/m en diciembre, en contraste con las previsiones de un aumento del 0.1% m/m. El costo de los bienes cayó 0.4%, el tercer descenso mensual consecutivo, principalmente por una caída en los precios del diésel. El índice de precios al productor subyacente aumentó 0.2% m/m. Al inicio de la tercera semana del año, el mercado mantiene cierta volatilidad en la valoración de las tasas de interés. Esta volatilidad es resultado de la incongruencia que existe entre los datos y la visión que tienen los participantes del mercado de dinero en los Estados Unidos. Los mercados se entusiasmaron al final de la semana con esta lectura en especial.
2.- El resto de la información sigue describiendo a una economía muy sólida. Las solicitudes de seguro de desempleo llegaron a un nivel más bajo desde octubre. La nómina no agrícola publicada a principios de este mes, así como el descenso en las solicitudes iniciales del seguro de desempleo, refuerzan la expectativa de un mercado laboral sólido durante los siguientes meses. El empleo alimentaría al consumo, la variable de mayor participación en el PIB. La resiliencia del consumo dificultaría el descenso de la inflación.
El indicador adelantado que calcula la Reserva Federal de Atlanta GDPNow describe un crecimiento cercano al 2.0% en este trimestre, basado en los datos publicados hasta ahora.
3.- Nuestra visión es que siguen en un camino encontrado los datos que reflejan una economía que no da trazas de descender rápidamente, con datos de inflación mixtos y que de alguna manera han detenido su avance. Esta divergencia apunta más a que la Reserva Federal consolide su postura el próximo 31 de enero, no mueva las tasas y explique que no están satisfechos con el descenso de los indicadores de empleo y crecimiento.
4.- En el camino hay mucha información por delante. En Estados Unidos se anunciarán datos sobre vivienda, consumo, confianza del consumidor y producción. Respecto al consumo, se publicarán las cifras de ventas al menudeo de diciembre, para las cuales el mercado anticipa un aumento del 0.4% mensual. Las proyecciones para las ventas al menudeo que excluyen automóviles y gasolina sugieren un crecimiento de 0.2% mes a mes.
Además, se espera que las ventas de viviendas existentes en enero no muestren crecimiento mensual. En contraste, las expectativas de mercado para las ventas de viviendas nuevas en diciembre apuntan a una disminución del 9.2% mes a mes, mientras que se anticipa un incremento del 1.0% mensual en los permisos de construcción, lo cual es una señal positiva para la inversión residencial, que experimentó una recuperación al final del tercer trimestre de 2023.
Se prevé una disminución del 0.1% en la producción industrial de diciembre en términos mensuales. Por último, la Universidad de Michigan publicará su índice de confianza de enero, en el que se espera un descenso de 69.7 a 67.30 puntos. La Reserva Federal publicará la primera de ocho ediciones del Beige Book para este año.
5.- Diversos miembros de la FED han declarado en los días más recientes que de no mantener las condiciones monetarias apretadas hay riesgos de rebotes en la inflación y revertir el progreso de los niveles de este indicador. Asimismo, aunque hay avances, persisten también los riesgos y se suman nuevos que pueden impactar la determinación de los precios en el corto plazo. Por lo que se concluye que aún se está lejos de alcanzar la estabilidad de precios, de acuerdo con los diferentes miembros del banco central norteamericano.
6.- Un mercado que seguirá siendo muy sensible a la información por venir es un contexto idóneo para ver vaivenes en la dirección de los mercados, tal y como lo hemos visto.
Anticipamos más de lo mismo en las siguientes semanas, en especial previo al siguiente comunicado de política monetaria. Para entonces, el Comité de Mercados Abiertos deberá de moderar las expectativas que hasta ahora tiene el mercado y que han mantenido disminuciones en las tasas al inicio de este año. Todo esto bajo los argumentos ya expuestos sobre la inflación y el crecimiento.
Bajo esta idea, las inversiones deberán seguir centradas en los plazos cortos, mayormente hasta de un año, tasas revisables y algo más en vencimientos entre uno y tres años. Las posiciones de duración deberán mantenerse por debajo de las referencias, desde nuestro punto de vista.
7.- En México, el comportamiento de las tasas se mantiene correlacionado con el de sus pares en dólares, con disminuciones importantes a lo largo de toda la curva de rendimiento que en promedio fueron de 17 puntos base durante la semana anterior.
Asimismo, hubo pocas reacciones al reporte de inflación que confirmó la variación de todo el 2023 de 4.66% y con la persistencia de las presiones de mercancías alimenticias, así como servicios. Para 2024 mantenemos la idea de que habrá mayor fricción en el proceso de desinflación; así lo ha señalado Banxico, las precauciones sobre el entorno inflacionario y sus riesgos permanecen vigentes.
Creemos que el movimiento de baja en la curva de tasas a largo plazo que se reafirmó la semana anterior debería de revertirse.
Mantenemos por ahora un diferencial de menor duración con respecto a las referencias de nuestros portafolios que marcamos al inicio de este año. Continuaremos con la renovación de CETES en plazos de tres y seis meses y con nuestras posiciones “core” en tasas revisables.
8.- Las propuestas de colocaciones de Certificados Bursátiles para el inicio de año ya se activaron de forma importante. En las carteras de inversión de deuda corporativa vamos a comprar algunas de ellas, dándole preferencia a aquellas que ofrezcan mejor rentabilidad y todavía inclinándonos un poco más a la parte de tasa flotante con calificaciones crediticias satisfactorias. Entre los nombres que se comienzan a mencionar son reapertura de Cemex, América Móvil, Sigma Alimentos, Megacable Holdings, Arca Contal, entre otros.
9.- Para el mercado cambiario, la valuación del dólar presentó un incremento de la volatilidad con un rango de operación entre $16.80 y $17.10 pesos. Este nivel de volatilidad en parte se debió a los reportes de inflación, tanto en Estados Unidos, como en México que al final favorece una visión de que no haya cambios en las tasas, al menos durante los primeros meses del año.
Dado un entorno de altos diferenciales que se mantiene, la cotización abre la semana alrededor de $16.89 pesos por dólar. Sin embargo, no vemos un potencial para realizar posiciones largas en dólares que permitan dar un empuje a la exposición al portafolio con moneda extranjera.
10.- En los últimos días se percibe una mayor calma en el mercado de capitales. La información económica apoya la idea de que el FED no tendrá prisa por moverse, parece extraño que el mercado vuelva entonces a subir sus expectativas respecto a que en marzo se dé un primer recorte en las tasas de interés de referencia. Los inversionistas parecen seguir actuando de forma irracional y anticipada, y de continuar con esta postura, la corrección de las bolsas en marzo podría ser relevante si la FED no cumple con esta expectativa.
En este sentido, la variable de revaloración en múltiplos parece haber dejado de ser un catalizador y se constituye como un riesgo, porque las expectativas son altas.
La variable de crecimiento podría ser el soporte para las bolsas, habrá que ver si la temporada de reportes ayuda en este sentido, pero la información reciente tampoco ha sido del todo favorable, iniciamos la temporada de reportes corporativos de forma adversa. Los reportes en el sector financiero fueron menores a lo esperado, con una sorpresa negativa de (-) 2.2%. Aunque las cotizaciones del sector en conjunto no se vieron del todo afectadas (retrocedió sólo (-) 0.5% en la semana). Hubo efectos extraordinarios que incidieron en las utilidades reportadas por los bancos, en especial los relacionados a los pagos que tuvieron que hacer con relación a los problemas que sufrieron bancos regionales el año pasado.
Las expectativas para reporte del cierre de 2024 son conservadoras, con espacio que se puedan dar sorpresas positivas que motiven al mercado. De acuerdo con el consenso de Refinitiv se espera que las utilidades del S&P 500 en el 4T-23 crezcan 4.4% (AaA), un importante ajuste a la baja desde las proyecciones de 11.0% en octubre: las revisiones se dieron en mayor medida en el sector Salud e Industrial, en donde ahora se espera una contracción en las cifras, así como resultados más débiles en Consumo básico y Materiales.
Nuestra cartera recomendada de renta variable global se vio afectada la semana pasada por nuestra sobre-ponderación en Tecnología, esperamos que pueda darse un mejor desempeño justamente por las expectativas positivas en los resultados del sector, en donde se espera un crecimiento de 16.7% en las utilidades trimestrales (AaA) uno de los pocos sectores en donde las previsiones mejoraron respecto a la encuesta de octubre. Por otro lado, impactó nuestra posición en Comunicaciones, que, si bien nuestro ETF tuvo una reacción favorable en el mercado, quedó rezagado del benchmark sectorial.
11.- El mercado mexicano por el contrario sigue deprimido, el S&PBMV IPC sumó dos semanas en terreno negativo y comenzó este lunes operando a la baja. Se percibe un entorno de poco apetito por riesgo, en general vemos al mercado con pocas emisoras que se resistan a esta aversión por la renta variable local. La temporada de reportes corporativos también comienza esta semana en México y será relevante lo que pueda arrojar en cuanto al cierre del año; pero, en especial las expectativas para el 2024. De momento, el consenso de Bloomberg espera un crecimiento de 14% en el EBITDA del 4T-23 (AaA); pero, una fuerte contracción de (-) 24% en la métrica de 2024.
Nuestra cartera de renta variable local se ha mostrado más defensiva que su referencia en el año, en particular la semana pasada favoreció al Portafolio no tener GCARSO y GRUMA, así como nuestra apuesta activa en CEMEX, entre otras posiciones. En sentido contrario restó valor principalmente la sobre-ponderación en GFNORTE.
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