sábado, 28 de marzo de 2020

Política oficial y política progresista



Marcos Espinosa San Miguel

Hay un dicho popular que reza “todos son iguales”, hablando de los hombres, pero que también la aplican cuando se refieren a políticos.
Todos son iguales, dicen y ahora suman a los que antes suponían que eran diferentes. Pero esto es una verdad a medias. Eso se podría aceptar el siglo pasado, pero hoy existe una nueva clase de políticos. Sintetizando, podemos decir que existen dos grupos contrarios: uno es los que practican la política oficial: los que salen en la TV, hacen conferencias mañaneras y en concreto poseen el poder político; el otro grupo es los que practican una política progresista, con ideas de cambio social para beneficio de todos los sectores.

Ninguno de los grupos se determina por el traje que se ponen o por lo que dicen de ellos mismos, sino por sus actos, por los hechos que van acumulando en su carrera y que dicen más que mil discursos. Ambos grupos se diferencian entre sí por los intereses que cada uno persigue, que están determinados, en última instancia, por la clase social a la que representan (en la mayoría de los casos no la clase a la que pertenecen, sino a la que representan).

Para explicar lo dicho quiero usar dos ejemplos locales, de Ixtapaluca particularmente, pero que resumen la situación nacional, pues son un botón de muestra de los dos tipos de política que existen actualmente.

Ante la situación que estamos viviendo de la proliferación del Covid-19 por el mundo y, por supuesto en nuestro país, hay acciones que toman diversos actores políticos, que los coloca a la vanguardia o en la retaguardia de los acontecimientos.

En Ixtapaluca tenemos un diputado federal poco conocido pero que es representante de uno de estos grupos. Su nombre es Felipe Arvizu. Ante la situación del Covid-19: ¿qué ha hecho para ayudar aunque sea a sus votantes? (ya que, como el mismo Presidente de la república ha dicho, primero ven por los que votaron por ellos). Es conocido por todos, porque trascendió, que su partido en la Cámara de Diputados, aprovechando la distracción de todos los medios de comunicación, votaron por la reelección de diputados hasta por cuatro ocasiones seguidas con la capacidad de no dejar el cargo (eso es, sin dejar de cobrar su salario) para ir a hacer campaña.

Muchos dirán que no es el trabajo de los diputados, que su trabajo es legislar. Pero decir eso es encubrir y promover el parasitismo de la mayoría de los que ocupan ese cargo. Los diputados no solo tienen la atribución de legislar, sino que tienen la posibilidad de asignar recursos para tomar acciones en las comunidades donde fueron elegidos. Además, tienen la capacidad de sentar postura y que el poder mediático ayude a informar a la ciudadanía. Y aunque su trabajo, único e inviolable, fuera el de legislar ¿legislar para quién, en qué ayuda al pueblo que Arvizu y compañía se reelijan y puedan hacer campaña sin dejar de cobrar el salario de diputado? Legislan para su grupo y no para el pueblo. Digan lo que digan de ellos mismos, sus actos son contundentes, irrefutables, y demuestran, en una época de crisis, lo que verdaderamente son las prioridades que tienen. En este caso nuestro camaleónico diputado está incluido.

El ejemplo del otro grupo es la presidenta del Sistema DIF municipal, Yessica Sarai González Figueroa, que ante la contingencia canceló las reuniones de los adultos mayores al tomar en cuenta que son a los que más afecta el Covid-19. Desplegó, con el respaldo de la presidenta municipal, Maricela Serrano, de un día para otro alrededor de quinientos trabajadores para visitar a unos cinco mil abuelitos, persona por persona, y entregarles un kit de higiene e indicaciones precautorias. Varios de los que fueron visitados en su domicilio refieren que fue la propia licenciada Yessica la que les entregó el material de higiene, demostrando así la iniciativa y las ganas de ayudar e informar.

Son dos ejemplos de la política oficial y la política progresista: la primera oportunista con nula empatía hacia los problemas, retaguardia en momentos decisivos; la segunda capaz de accionar rápidamente beneficiando a la población que lo necesita, poniéndose a la vanguardia cuando se requiere de liderazgos.
Son estas acciones las que nos tienen que ayudar a decidir lo que queremos para nuestro municipio y para nuestro país. ¿Queremos que nos gobierne gente que busca beneficiarse de la política o gente que usa la política para beneficiar a la población necesitada? Creo que todos coincidimos en que es necesario sustituir a la política oficial, la del gobierno, por una mejor, probada, progresista, que dé resultados a la ciudadanía en general y no solo al grupo que representan.

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