Durante las últimas
semanas se ha vuelto indiscutible que el coronavirus tendrá un
impacto en la economía mundial y en los diversos sectores, sin
embargo, la magnitud y la duración del impacto aún son muy
complicados de predecir. Dada la naturaleza de la crisis de salud que
se está viviendo, algunos de los sectores más afectados son el del
turismo y del transporte. Es por ello que desde que aumentó la
preocupación por la pandemia, las empresas de los sectores de
turismo como las aerolíneas, cruceros, hoteles han tenido una
corrección en el precio de sus acciones de manera considerable. Las
aerolíneas (incluidas las nacionales) comenzaron y continúan
aplicando las medidas de seguridad necesarias para mitigar el
impacto. Asimismo, los gobiernos han aplican medidas de control, como
el cierre de fronteras en la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá,
Colombia, Guatemala y El Salvador, entre otras, situación que nunca
había sucedido. Particularmente, en Estados Unidos Trump ha dicho
que buscarán ayudar a las aerolíneas durante este periodo.
Volaris, una
aerolínea de ultra bajo costo mexicana, cuyas cifras de tráfico y
medidas operativas hasta febrero (últimos reportes disponibles)
tenían de los mejores desempeños del sector, ha visto una
estrepitosa caída en el precio de su acción de $24.90 pesos por
acción al cierre del 20 de febrero, para encontrarse actualmente en
$7.95 pesos, lo cual implica una caída de -68.1% y su precio más
bajo desde su IPO. Con ello el valor de mercado de la empresa se
sitúa en $8,044.4 mdp.
Dada la coyuntura
actual, esperamos un decremento considerable en el tráfico de
pasajeros de los siguientes meses, y una afectación importante
durante la pandemia y el cierre de fronteras. Sin embargo, en el
mediano y largo plazo el tráfico deberá de recuperarse. En un
escenario sumamente negativo- y remoto en nuestra opinión- en el que
la compañía no registrara ingresos en el 2020, y sus gastos fueran
la mitad de los registrados el año anterior, la empresa tendría un
precio mayor al actual. Por otro lado, vale la pena mencionar que la
disminución en los precios del petróleo, ayudará a los costos por
combustible por lo que la afectación total pudiera ser menor a la
que los mercados han venido incorporando. Los costos fijos son
alrededor de una tercera parte de los totales y hay espacio para
disminuirlos en caso de ser necesario. El aumento en la aversión al
riesgo hace que de manera indiscriminada, los inversionistas se
deshagan de posiciones relacionadas con el turismo, siendo las
aerolíneas las más afectadas, al ser una industria intensiva en
capital. No obstante la situación financiera de la empresa sigue
siendo privilegiada. En cuanto a su balance sobresale que en su
último reporte tenían una posición en efectivo y equivalentes de
$7,980 mdp cantidad suficiente para cubrir su deuda financiera a
corto y largo plazo que suman $4,976 mdp. La deuda neta a EBITDA se
encuentra en 1.46, que refleja una sólida posición de liquidez.
Inclusive considerando sólo la caja no restringida, se podrán
cubrir los gastos operativos durante aproximadamente tres meses sin
necesidad de hacer ajustes al plan original.
Una ventaja
adicional es la elevada dependencia de vuelos domésticos, que
representan el 80% del total de su tráfico de pasajeros, haciendo
que el impacto por cierre de fronteras, y la consecuente afectación
en el tráfico internacional sea menor que la de sus competidores.
Otra ventaja para la aerolínea es su enfoque en pasajeros que
visitan amigos y familiares (VFR), ya que las aerolíneas enfocadas
en vuelos de negocios podrían resentir el efecto de las
restricciones de vuelos por parte de las empresas más
inmediatamente.
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