Ciudad de México, mayo, 2025.- Hoy en día, la generación Z (jóvenes nacidos entre 1997 y 2012), enfrenta una relación compleja con el sistema financiero, dado que se ha destacado como el colectivo con mayor deuda en el uso de tarjetas de crédito. De acuerdo con el Banco de la Reserva Federal de Nueva York, el 15,3% de sus usuarios han llegado al límite en sus tarjetas.
Expertos apuntan que esto se debe a la falta de educación financiera, el entorno digital consumista y las nuevas formas de pago que disocian el acto de comprar, del esfuerzo económico que implica. “La transición del efectivo a los pagos digitales ha reducido la percepción del gasto”, señala Elisabet Ruiz-Dotras, investigadora de la UOC, alertando sobre cómo las redes sociales y el comercio online fomentan decisiones impulsivas.
“Los jóvenes utilizan cada vez más productos financieros tales como tarjetas de crédito y plataformas de pago a plazos (BNPL, en inglés). A pesar de que brinda la posibilidad de construir un historial crediticio y simplificar el acceso a bienes y servicios, también conlleva peligros, ya que varios ven a estas herramientas como un aumento de su ingreso, sin tener claridad sobre los gastos relacionados, tales como las tasas de interés o las fechas de vencimiento y pago”, comentó Lucas Souza, Head of KVZ Labs de Kuvasz Solutions.
Y es que, el problema va más allá de las herramientas. Según un informe de BBVA Research, solo 4 de cada 10 mexicanos puede realizar un cálculo de interés simple, lo que refleja un déficit considerable en la educación financiera básica. Esta brecha de conocimiento se traduce en malas decisiones financieras y, en muchos casos, en un ciclo de deuda que afecta también la salud mental. “Los jóvenes hoy viven bombardeados por una narrativa aspiracional: ropa, viajes, tecnología. Lo que no se ve es la ansiedad que se esconde detrás de esa presión de consumo”, agregó Souza.
Finalmente es clave también tener en cuenta ciertos consejos que pueden ayudar a evitar el sobreendeudamiento:
Paga el total de tu saldo cada mes: Evita los pagos mínimos. Así no generas intereses y mantienes tus finanzas sanas.
Establece un límite de gasto mensual: No uses más del 30% de tu línea de crédito. Esto te protege de sobreendeudarte y mejora tu historial crediticio.
Lleva un registro de tus compras: Usa apps o una libreta para anotar tus gastos y evitar sorpresas al final del mes.
Evita usar la tarjeta para gastos cotidianos: Como comida o transporte. Estos montos pequeños se acumulan y pueden salirse de control.
No uses una tarjeta para pagar otra: Esto es una señal clara de sobreendeudamiento y solo traslada el problema.
Revisa tu estado de cuenta cada mes: Detecta cargos erróneos, identifica tus patrones de consumo y haz ajustes si es necesario.
Conoce la tasa de interés de tu tarjeta: Así sabrás cuánto podrías pagar si no liquidas el saldo y evitarás decisiones costosas.
Evita retirar efectivo con la tarjeta: Estas operaciones suelen tener comisiones e intereses más altos desde el primer día.
Planea tus compras grandes: Si vas a usar meses sin intereses, asegúrate de que puedes cubrir las mensualidades sin comprometer tu flujo de efectivo.
Ten un fondo de emergencia: Así no dependerás de la tarjeta de crédito en caso de imprevistos.
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