· Estudiantes de ingeniería civil tienen la oportunidad de formarse en constante innovación y transformación tecnológica para abordar grandes retos: Mauricio Jessurun, presidente del CICM
· Participan estudiantes del IPN, UNAM, UAM, UVM y TecNM
· Seguridad hídrica depende de la calidad del agua y de la infraestructura para suministrarla: estudiantes de ingeniería civil.
Ciudad de México, a octubre de 2024.- Este lunes, en el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), se realizó una edición especial de “Diálogo con Estudiantes. La visión de los futuros ingenieros civiles de México” con el tema “Seguridad Hídrica como un tema de Seguridad Nacional”, un panel organizado en su totalidad por estudiantes de ingeniería civil de diferentes instituciones de educación superior.
En dicho espacio participaron en el siguiente orden de presentación, los estudiantes de ingeniería civil Daniel Sotelo Hernández, del Tecnológico Nacional de México Iztapalapa III; Luis Adolfo Martínez Santiago, de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, Zacatenco; Víctor Hugo A. Rosales Magaña y Aislin Alexia Franco Portillo, ambos de la Universidad Nacional Autónoma de México; Misael Hernández Acatitla, de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco; Daniel Rodríguez Betto, estudiante de la Universidad del Valle de México Campus Coyoacán y Fernanda Juárez Rivera, de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional, Zacatenco, y coordinadora general del Club de Estudiantes del CICM. El panel estuvo moderado por Joanna Sánchez Gaitán, de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
Mauricio Jessurun Solomou, presidente del Consejo Directivo del CICM, señaló que es fundamental promover e impulsar la formación de las nuevas generaciones de ingenieros, colaborando estrechamente, a través del Consejo Académico del Colegio, con todas las instituciones de educación superior para la actualización de planes y programas que fortalezcan la preparación de los ingenieros civiles del futuro.
Asimismo, el ingeniero Jessurun enfatizó que los estudiantes de hoy tienen la oportunidad de formarse en un ambiente de constante innovación y transformación tecnológica que les permita abordar estos grandes retos con recursos actualizados, herramientas tecnológicas avanzadas y, sobre todo, con un fuerte compromiso con la responsabilidad social, la resiliencia, la sostenibilidad y la experiencia de varias generaciones de ingenieros civiles, que han desarrollado las grandes obras y proyectos de la infraestructura de México.
Los estudiantes definieron la seguridad hídrica como la capacidad de dar suministro adecuado de agua en la cantidad y calidad requerida por los diferentes usos en la sociedad, a precios accesibles, de manera justa y equitativa; así como proteger a las personas e infraestructuras de fenómenos hidrometeorológicos extremos. A partir de esta definición, se abordaron diferentes retos que se enfrentan.
En cuanto a seguridad de los acuíferos, se plantearon el tratamiento de líquidos lixiviados mediante el uso de geomembranas para evitar la contaminación de suelos, y el uso de tecnologías para identificar puntos de fugas de agua en las redes de distribución y almacenamiento.
Asimismo, se identificaron múltiples factores que provocan las inundaciones, como las lluvias intermitentes de gran intensidad, la gestión deficiente de los residuos sólidos, el cambio climático, drenaje insuficiente, la mayor impermeabilidad de las zonas urbanas; se recomendaron medidas como crear obligaciones a la población e industria para optar por una economía circular; obligar a inmobiliarias a optar por modelos de energía cero, bioconstrucción integrada en un diseño ecológico y biorregional (BedZed); planes de gestión de sistemas de drenaje sostenible, entre otras. Enfatizaron la importancia de presas de control de avenidas para evitar inundaciones como el caso de Villahermosa y la planicie costera de Tabasco.
En casos específicos, se planteó la necesidad de separar las aguas residuales de las pluviales que se encauzan al río Tula; los riesgos de construir viviendas en espacios cercanos a cuerpos de agua, como en el caso de la presa Madin. Tomando como referencia la presa El Zapotillo, en Jalisco, que originalmente se planeó para proveer de agua a Guadalajara y León, Guanajuato, al reducirse la capacidad de almacenamiento para no inundar poblados, solo dará agua a Guadalajara; se estimó conveniente ajustar el proyecto y dar prioridad a una mayor inclusión social y ambiental, abordando las necesidades urbanas y rurales de manera equilibrada. Cabe señalar que en el panel se dio a conocer que, aunque en 2024 se destinaron 35 mil millones de pesos para hacer frente a la crisis hídrica, solamente 591 millones de pesos se destinaron a la rehabilitación de presas.
Los estudiantes concluyeron que la seguridad hídrica depende totalmente de la calidad del agua, ya que un ingeniero civil tiene como propósito satisfacer las necesidades de la sociedad. Las presas para el agua de riego son de suma relevancia para producir alimentos y reducir la dependencia creciente de su importación. Por ello, cada obra que se realiza es en pro del bienestar de la comunidad, del propio país, y la calidad del agua impacta en todas las fases de los proyectos, desde el diseño y la construcción, hasta la operación y el mantenimiento, asegurando la durabilidad y sostenibilidad de las infraestructuras. Otro punto es que la educación y la concientización son clave, ya que si se sensibiliza a la población, será más fácil que se hagan cambios significativos en cuestión de tratamiento, cuidado, almacenamiento y distribución del agua.
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