La inflación general en México ya se ubica cerca de 5.0% anual. No obstante, la parte subyacente apenas cayó a 6.9%. En sus más recientes minutas, Banxico destacó el riesgo de una inflación subyacente que persista sobre niveles elevados. Tanto en México como en Estados Unidos, los datos económicos han sido satisfactorios a pesar de que apunten hacia una desaceleración respecto a 2022
En Estados Unidos, la nómina no agrícola de junio sorprendió a la baja; no obstante, la creación de plazas se ubicó por encima de las 200 mil unidades y la tasa de desempleo se mantuvo alrededor de mínimos (3.6%). La actividad del sector de servicios se mantiene firme.
Con una semana que inicia con varias intervenciones públicas de diversos miembros de la Reserva Federal, todos reafirman la idea de que es necesario seguir apretando la política monetaria para asegurar que la inflación alcance el objetivo de 2.0%.
Precisamente, esta semana se publicará la inflación del mes de junio, el mercado estima que la variación de precios al consumidor en el agregado general pase de 4.0% a 3.1% en términos anuales y la parte subyacente de 5.3% a 5.0%.
A pesar de que ambos dan muestra de desaceleración, la parte subyacente seguirá mostrando signos de presión, sobre todo por el lado de servicios. Los cuales han mostrado una dinámica de actividad considerablemente alta.
Por lo tanto, y aunque las tasas de interés a lo largo de la curva empezaron la semana con bajas entre 10 y 7 puntos base (4.86% y 4.00% en los bonos del Tesoro de 2 y 10 años); no podemos descartar rebotes en los niveles de los réditos, sobre todo sí el reporte de inflación queda por arriba de los estimados del consenso.
En términos de estrategia, en la deuda global mantenemos el grueso de las posiciones en la parte más corta de la curva de cero a un año de vencimiento, tasas revisables y en mucha menor medida algo de duración con vencimientos entre 1 y 2 años.
En las minutas de política monetaria, la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) destacó a una inflación subyacente persistentemente elevada como uno de los principales riesgos al alza para la inflación. Asimismo, se sugirió analizar de cerca el desempeño del mercado laboral, donde las revisiones salariales han sorprendido al alza.
Contrario a nuestra idea, las tasas en pesos tuvieron una reacción similar a las tasas en dólares. El mercado local ha desechado la idea de que Banxico pudiera bajar la tasa este año, cosa que nosotros no hemos considerado en nuestras estimaciones. La idea central es que el banco central no se moverá del 11.25% en lo que resta del año y que se mantendrá la política monetaria restrictiva derivado de una tasa real que se mantendrá alta.
Sin embargo, ante la idea de que el ciclo de alza de tasas seguirá en los Estados Unidos y que el riesgo de la inflación subyacente a nivel local se mantiene en niveles relativamente altos; dada una perspectiva de niveles altos de crecimiento en la demanda de servicios, el mercado se empieza a visualizar, al menos, un potencial incremento de la tasa por parte de Banxico. Así lo señala la reacción en la curva de CETES y IRS cortos al cierre de la semana anterior.
El inicio de esta semana para la curva de Mbonos no acompaña la disminución de las tasas en dólares, lo que refuerza la expectativa que tiene el mercado y que recién señalamos.
En términos de estrategia, puede beneficiar las renovaciones de CETES que estén por hacerse y mantener la protección contra la presión del alza en las tasas por medio de papeles de tasa revisables. Mantenemos la menor ponderación en tasas reales y nominales de largo plazo.
En cuanto al tipo de cambio, la relación peso -dólar mostró una alta volatilidad durante la semana anterior. El peso se logró recuperar al cierre de la misma, con valuaciones del dólar hacia niveles alrededor del $17.10 pesos; para esta semana el mercado cambiario registra menor volatilidad; pero no podemos descartar que esta regrese.
Iniciamos la segunda mitad del año con menor entusiasmo en las bolsas, con mucha información que asimilar por parte de los inversionistas y que los ha llevado a tomar una postura de cautela. En Europa los indicadores recientes de actividad en el sector privado han generado un mayor temor sobre el desempeño de la economía, al tiempo que la retórica del BCE y del BoE es de continuar con el incremento en las tasas de interés. Esta región destacó por su debilidad en el rendimiento de los principales índices accionarios en la semana pasada.
Por otro lado, en Estados Unidos el sólido reporte de empleo de junio hace evidente la resiliencia de la economía y genera entusiasmo sobre la tracción que podríamos ver en los resultados de las empresas; pero, al mismo tiempo, provoca temores por el argumento a favor que ello implica para continuar con la política monetaria restrictiva por más tiempo de lo esperado y con niveles más altos en las tasas de interés de referencia a los que se preveía. Esta segunda parte de la ecuación, y su impacto en múltiplos que vuelven a lucir elevados en algunos sectores, fue la que pesó más en la mente de los inversionistas.
La temporada de reportes corporativos cobra fuerza y la volatilidad podría hacerse presente con las cifras del sector bancario, con expectativas mixtas al interior de sus componentes, en el caso de Citi, por ejemplo, se proyecta una importante caída en su UPA del trimestre, mientras que en JP Morgan y Wells Fargo las expectativas son altas.
El referente S&PBMV IPC de México se resiste a sostener los 54,000 puntos; hubo algunas emisoras con fuertes avances en la semana pasada que dieron soporte al mercado, como fue el caso de VESTA luego de hacer una oferta pública de acciones en Estados Unidos para obtener recursos que le permitan aprovechar la demanda por espacios industriales en México asociados al nearshoring. Pero, esto fue contrarrestado con un menor apetito por otros activos con mayor peso dentro del referente, como fue el caso de CEMEX en días recientes.
Nuestra Cartera Recomendada de Renta Variable Local se vio impactada por lo antes mencionado, nos afectó no tener VESTA y la sobre-ponderación en CEMEX; sin embargo, favoreció nuestra apuesta activa en GFNORTE.
Como hemos dicho en publicaciones previas, la temporada de reportes corporativos se espera débil en términos de rentabilidad y julio puede ser un mes con importantes movimientos para el referente. A nuestro juicio, más allá de la volatilidad que se genere en el corto plazo, existe espacio para que el S&PBMV IPC vuelva a ganar tracción en lo que resta del año. Será importante conocer si el mensaje de las empresas comienza a revelar en sus expectativas el efecto de un mejor dinamismo económico en el país y que ello sirva justamente de catalizador para el mercado accionario.
En Estados Unidos, la nómina no agrícola de junio sorprendió a la baja; no obstante, la creación de plazas se ubicó por encima de las 200 mil unidades y la tasa de desempleo se mantuvo alrededor de mínimos (3.6%). La actividad del sector de servicios se mantiene firme.
Con una semana que inicia con varias intervenciones públicas de diversos miembros de la Reserva Federal, todos reafirman la idea de que es necesario seguir apretando la política monetaria para asegurar que la inflación alcance el objetivo de 2.0%.
Precisamente, esta semana se publicará la inflación del mes de junio, el mercado estima que la variación de precios al consumidor en el agregado general pase de 4.0% a 3.1% en términos anuales y la parte subyacente de 5.3% a 5.0%.
A pesar de que ambos dan muestra de desaceleración, la parte subyacente seguirá mostrando signos de presión, sobre todo por el lado de servicios. Los cuales han mostrado una dinámica de actividad considerablemente alta.
Por lo tanto, y aunque las tasas de interés a lo largo de la curva empezaron la semana con bajas entre 10 y 7 puntos base (4.86% y 4.00% en los bonos del Tesoro de 2 y 10 años); no podemos descartar rebotes en los niveles de los réditos, sobre todo sí el reporte de inflación queda por arriba de los estimados del consenso.
En términos de estrategia, en la deuda global mantenemos el grueso de las posiciones en la parte más corta de la curva de cero a un año de vencimiento, tasas revisables y en mucha menor medida algo de duración con vencimientos entre 1 y 2 años.
En las minutas de política monetaria, la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) destacó a una inflación subyacente persistentemente elevada como uno de los principales riesgos al alza para la inflación. Asimismo, se sugirió analizar de cerca el desempeño del mercado laboral, donde las revisiones salariales han sorprendido al alza.
Contrario a nuestra idea, las tasas en pesos tuvieron una reacción similar a las tasas en dólares. El mercado local ha desechado la idea de que Banxico pudiera bajar la tasa este año, cosa que nosotros no hemos considerado en nuestras estimaciones. La idea central es que el banco central no se moverá del 11.25% en lo que resta del año y que se mantendrá la política monetaria restrictiva derivado de una tasa real que se mantendrá alta.
Sin embargo, ante la idea de que el ciclo de alza de tasas seguirá en los Estados Unidos y que el riesgo de la inflación subyacente a nivel local se mantiene en niveles relativamente altos; dada una perspectiva de niveles altos de crecimiento en la demanda de servicios, el mercado se empieza a visualizar, al menos, un potencial incremento de la tasa por parte de Banxico. Así lo señala la reacción en la curva de CETES y IRS cortos al cierre de la semana anterior.
El inicio de esta semana para la curva de Mbonos no acompaña la disminución de las tasas en dólares, lo que refuerza la expectativa que tiene el mercado y que recién señalamos.
En términos de estrategia, puede beneficiar las renovaciones de CETES que estén por hacerse y mantener la protección contra la presión del alza en las tasas por medio de papeles de tasa revisables. Mantenemos la menor ponderación en tasas reales y nominales de largo plazo.
En cuanto al tipo de cambio, la relación peso -dólar mostró una alta volatilidad durante la semana anterior. El peso se logró recuperar al cierre de la misma, con valuaciones del dólar hacia niveles alrededor del $17.10 pesos; para esta semana el mercado cambiario registra menor volatilidad; pero no podemos descartar que esta regrese.
Iniciamos la segunda mitad del año con menor entusiasmo en las bolsas, con mucha información que asimilar por parte de los inversionistas y que los ha llevado a tomar una postura de cautela. En Europa los indicadores recientes de actividad en el sector privado han generado un mayor temor sobre el desempeño de la economía, al tiempo que la retórica del BCE y del BoE es de continuar con el incremento en las tasas de interés. Esta región destacó por su debilidad en el rendimiento de los principales índices accionarios en la semana pasada.
Por otro lado, en Estados Unidos el sólido reporte de empleo de junio hace evidente la resiliencia de la economía y genera entusiasmo sobre la tracción que podríamos ver en los resultados de las empresas; pero, al mismo tiempo, provoca temores por el argumento a favor que ello implica para continuar con la política monetaria restrictiva por más tiempo de lo esperado y con niveles más altos en las tasas de interés de referencia a los que se preveía. Esta segunda parte de la ecuación, y su impacto en múltiplos que vuelven a lucir elevados en algunos sectores, fue la que pesó más en la mente de los inversionistas.
La temporada de reportes corporativos cobra fuerza y la volatilidad podría hacerse presente con las cifras del sector bancario, con expectativas mixtas al interior de sus componentes, en el caso de Citi, por ejemplo, se proyecta una importante caída en su UPA del trimestre, mientras que en JP Morgan y Wells Fargo las expectativas son altas.
El referente S&PBMV IPC de México se resiste a sostener los 54,000 puntos; hubo algunas emisoras con fuertes avances en la semana pasada que dieron soporte al mercado, como fue el caso de VESTA luego de hacer una oferta pública de acciones en Estados Unidos para obtener recursos que le permitan aprovechar la demanda por espacios industriales en México asociados al nearshoring. Pero, esto fue contrarrestado con un menor apetito por otros activos con mayor peso dentro del referente, como fue el caso de CEMEX en días recientes.
Nuestra Cartera Recomendada de Renta Variable Local se vio impactada por lo antes mencionado, nos afectó no tener VESTA y la sobre-ponderación en CEMEX; sin embargo, favoreció nuestra apuesta activa en GFNORTE.
Como hemos dicho en publicaciones previas, la temporada de reportes corporativos se espera débil en términos de rentabilidad y julio puede ser un mes con importantes movimientos para el referente. A nuestro juicio, más allá de la volatilidad que se genere en el corto plazo, existe espacio para que el S&PBMV IPC vuelva a ganar tracción en lo que resta del año. Será importante conocer si el mensaje de las empresas comienza a revelar en sus expectativas el efecto de un mejor dinamismo económico en el país y que ello sirva justamente de catalizador para el mercado accionario.
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