Chimalhuacán, Méx.- Un joven visionario,
ejemplar, solidario, humilde y que trabajaba por acceder a una vida mejor para
él y sus semejantes; es como familiares y amigos recuerdan a Rogelio Martínez
Jiménez (1983-2000), quien pereciera un sábado 18 de agosto, a causa del ataque
planificado por Guadalupe Buendía “La Loba”.
El joven originario de Oaxaca, llegó con
su familia a poblar el municipio de Chimalhuacán el 20 de agosto del año 1999.
Aunque radicaron por algún tiempo en la Ciudad de México, la familia Martínez
Jiménez buscaba consolidar un patrimonio y con ello acceder a mejores
condiciones de vida. De esa manera, se establecieron en territorio local con
apoyo del maestro Alejandro Martínez, quien los trasladó a la colonia Luis
Donaldo Colosio.
Rogelio era visionario e imaginó un
Chimalhuacán diferente, sin rezago ni carencias; siempre cuidó de su madre
Catalina Jiménez Viera, por ello se propuso comprar un terreno y construir una
casa en donde su mamá pudiera vivir en tranquilidad e independencia. De esa
forma, el joven comenzó a trabajar en una mueblería ubicada en Pantitlán, cerca
de calle 'Siete', permitiéndole costear algunos materiales requeridos en la
construcción del hogar que tanto anhelaba.
Tras un accidente en el trabajo le
otorgaron incapacidad laboral, por lo que aprovechó sus días de asueto en
diversa actividades, entre ellas, escuchó sobre la toma de protesta del alcalde
Jesús Tolentino Román Bojórquez, y ante la curiosidad de presenciar el hecho,
no dudó en asistir.
Casi un año después de llegar a
Chimalhuacán, la vida y sueños de Rogelio se vieron truncados por el hambre de
poder de “La Loba”, quien con tal de conservar el cacicazgo que estableció en
la demarcación, orquestó un ataque que pretendía corromper la voluntad y
democracia que el pueblo emitió en las urnas.
En memoria de Rogelio Martínez Jiménez y
de los mártires del 18 de agosto, es que el pueblo de Chimalhuacán alista un
homenaje público, dedicado a los diez héroes civiles. La conmemoración dará
inicio con una misa al filo de las 9:00 de la mañana, en la plaza Zaragoza,
ubicada en la Cabecera municipal. La ceremonia continuará con un evento
político cultural en el deportivo del barrio Herreros, a partir de las 11:00 de
la mañana.
Antes de fallecer, el joven de 17 años
pidió a su madre Pilar, tuviera fe de que Chimalhuacán progresaría; ese sueño,
el día de hoy es una realidad en respuesta a la unión, trabajo fraterno y
organización de los chimalhuacanos con el Movimiento Antorchista y el Proyecto
Nuevo Chimalhuacán (PNCh), colectivos sociales que a lo largo de 19 años han
combatido la pobreza y el rezago que alguna vez caracterizó a este municipio
mexiquense, donde la lucha continúa por mejores oportunidades y condiciones de
vida.