Ciudad de México.- El 2025 presentó un panorama complejo para las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMEs) en México, marcado por la incertidumbre económica global y factores internos específicos, como la transición política y el entorno regulatorio. Estos desafíos operativos se tradujeron directamente en presiones financieras significativas que evidenciaron la necesidad de mecanismos de financiamiento ágiles y transparentes.
Aklara, marketplace de factoraje financiero basado en subastas digitales para múltiples fuentes de financiamiento empresarial, detalla los cinco retos más importantes que enfrentaron las PyMEs mexicanas en 2025 en materia financiera y dos previsiones para 2026.
1. Acceso Limitado a Financiamiento Tradicional
El principal obstáculo para el crecimiento de las PyMEs mexicanas fue el acceso restringido al crédito bancario tradicional en 2025. Estas carencias fueron una constante para las PyMEs, debido a las altas tasas de interés y la incertidumbre económica generalizada, que desincentivaron la inversión y el consumo, limitando la confianza de las instituciones financieras para otorgar préstamos a largo plazo.
De acuerdo con la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), aproximadamente el 35% de los emprendedores reportó dificultades para obtener financiamiento. Datos del Banco de México (Banxico) indican que las PyMEs siguen dependiendo en gran medida de sus propios recursos o de la banca comercial, pero con una aprobación de crédito que no satisface la demanda total.
Ante este panorama, Aklara registró incrementos de hasta 20% en solicitudes de impulso financiero por medio de factoraje por parte de empresas pequeñas y medianas. A decir de este Marketplace de financiamiento empresarial, los emprendedores buscan este tipo de recursos como alternativa en situaciones de insolvencia y ante picos de demanda de capital de trabajo, entre otros factores.
2. Incertidumbre Política y Regulatoria
El entorno político, incluyendo los cambios de gobierno a nivel nacional e internacional, generó volatilidad e incertidumbre para los inversionistas. La propuesta de reformas, como la judicial, y la posible renegociación de aspectos específicos del T-MEC, así como volatilidad en tipos de cambio y una guerra arancelaria, afectaron la confianza necesaria para la inversión a largo plazo.
No pocos analistas y expertos, como los del Banco Mundial, ajustaron a la baja sus pronósticos de crecimiento del PIB para 2025, en parte debido a la falta de confianza para la inversión, lo que impacta directamente el entorno empresarial de las PyMEs.
3. Presiones de Liquidez y Capital de Trabajo
La desaceleración económica y la prolongación de los ciclos de pago por parte de clientes, incluyendo grandes corporativos y entidades gubernamentales, generaron severas presiones de liquidez y requerimientos de capital de trabajo para las PyMEs.
La deuda a proveedores continuó siendo un problema, lo que deriva como principal afectación al flujo de caja de las empresas más pequeñas o las que dependen de pocos clientes y su capacidad para cumplir con sus propias obligaciones operativas, como nómina y pago a sus propios proveedores, hecho que ha acercado a Aklara, principalmente a empresas de sectores como Logística y Transportes (15% de su cartera de clientes), Alimentos y Bebidas (20%), Servicios (25%), Agricultura (15%), Energía (10%) y Otros (15%).
4. Incremento de la Carga Fiscal y Costos Operativos
El Paquete Económico 2026, discutido y perfilado a finales de 2025, introdujo nuevas medidas fiscales que impactarían al sector formal, como un aumento en la retención a plataformas digitales, lo que, de acuerdo con especialistas, afectará a más de un millón de PyMEs que usan e-commerce; así como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Y es que, como parte de ese Paquete Económico, se propuso una retención del 10.5% sobre las ventas para plataformas digitales, lo que representa una carga adicional para las PyMEs que dependen del comercio electrónico para su operación y crecimiento. A decir de Aklara, estas unidades económicas, estarán en busca de amortizar dicha carga fiscal con alternativas de financiamiento u optar por el traslado de la carga al cliente o usuario final.
5. Desafíos de la Digitalización y Ciberseguridad
Aunque la digitalización representa una oportunidad, para muchas PyMEs fue un reto operativo y financiero. La inversión inicial en tecnología y la capacitación del personal, sumado a los crecientes riesgos de ciberseguridad, representaron desafíos para los que no siempre estaban preparadas financieramente.
Previsiones para 2026 y el Rol del Factoraje Financiero
El panorama para 2026 presenta una cautela moderada, con proyecciones de crecimiento del PIB que oscilan entre el 1% y 1.4% según Bank of America (BofA) y el consenso de analistas. La expectativa de que la incertidumbre comercial con Estados Unidos, relacionada con la volatilidad de las decisiones de Donald Trump, pueda resolverse a mediados de año y la posibilidad de que la economía estadounidense repunte ligeramente ofrecen un rayo de esperanza.
Según Alejandro Cortina , Co-CEO de Aklara, “en este contexto, herramientas financieras como el factoraje se posicionarán como soluciones cruciales para subsanar las vicisitudes financieras de las PyMEs, al ser la alternativa natural ante lo que se prevé como la continuación a limitantes en el acceso a soluciones financieras de la banca tradicional en el siguiente año”.
Y es que el factoraje financiero permite a las empresas obtener liquidez inmediata mediante la venta de sus cuentas por cobrar o facturas, a una institución financiera, lo que permite acceso a capital de trabajo para continuar con la operatividad de las empresas, sobre todo de las pequeñas y medianas.
De acuerdo con la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom), el 46.6% de las PyMEs en México han recurrido al factoraje como alternativa de financiamiento, ante la falta de acceso a créditos bancarios. Y las previsiones de Aklara ubican picos que llegan hasta un 30% en solicitudes de factoraje, sobre todo en temporadas altas como la Navidad.
De este modo, Cortina prevé que “para 2026, el factoraje ganará terreno, pues facilita el acceso recursos de manera ágil, digital y segura, elementos vitales ante la persistente falta de acceso a financiamiento bancario tradicional. Al aprovechar el factoraje, las PyMEs pueden mitigar los retos de liquidez que se vivieron en 2025 y capitalizar las oportunidades de 2026 que, aunque incierto, presenta perspectivas de ligera recuperación económica”.
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Sobre Aklara
Creada en 2022, Aklara opera un mercado digital de factoraje donde conecta a empresas que requieren capital de trabajo con una red de inversionistas que, mediante un innovador esquema de subastas, competirán por anticipar sus cuentas por cobrar ofreciendo la tasa más competitiva del mercado. Ha subastado más de 15 mil facturas, operado más de 2 mil millones de pesos y, actualmente, más de 120 empresas confían en sus servicios.
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