viernes, 22 de agosto de 2025

¿Te ascendieron? Aquí unos tips para empezar a liderar sin morir en el intento


       Asumir un rol de liderazgo por primera vez puede ser tan emocionante como abrumador, pero con las herramientas adecuadas, es posible hacer esta transición de forma efectiva sin perder el equilibrio.

       Jose Luis Rodríguez, Director del Máster en Gestión de Personas, Talento y Transformación Digital de EAE Business School, reflexiona sobre lo que implica pasar de colaborar a dirigir y recomienda algunas buenas prácticas para liderar con éxito.

 

México, agosto de 2025 —  Ser ascendido en el trabajo no solo es un reconocimiento al buen desempeño, sino también una puerta a un nuevo escenario del mundo laboral. Aunque parezca que se trata simplemente de ejercer nuevas funciones, subir a una posición de líder implica más compromisos: nuevas maneras de pensar, actuar y relacionarse con los demás. Ser líderes conlleva la responsabilidad implícita de ser el ejemplo a seguir por las personas que van a trabajar en nuestro entorno empresarial.

Cuando los profesionales son ascendidos, asumen este nuevo rol con ilusión, pero pronto descubren que el liderazgo conlleva desafíos complejos que van más allá de coordinar tareas, porque implica pasar de la ejecución individual a la responsabilidad colectiva. Así lo explica Jose Luis Rodríguez, Director del Máster en Gestión de Personas, Talento y Transformación Digital de EAE Business School, perteneciente a la red de formación superior Planeta Formación y Universidades.

«Ya no se trata solo de hacer las cosas bien, sino de lograr que un equipo funcione, se sienta motivado y alcance resultados», detalla Jose Luís «Eso exige habilidades nuevas, tener capacidad de comunicación, incluyendo tanto escucha activa como proporcionar feedback adecuado a nuestros equipos y también una gestión emocional distinta».

Desafíos al pasar de colaborador a líder

Cuando un trabajador asume una función de líder, normalmente vienen tres desafíos importantes: dejar de pensar en términos personales para tomar decisiones que afectan a todo el grupo, expectativas de ambos lados de la jerarquía y dificultad para delegar.

«Pensar de manera grupal exige un reajuste mental, especialmente cuando el ascendido hace parte de un mismo equipo», explica Jose Luís . «Pasar de colega a líder genera tensiones, dudas y una necesidad de redefinir vínculos, además de equilibrar las expectativas que vienen tanto de arriba en la espera de resultados, como de abajo con un equipo que espera claridad, apoyo y visión. Esto es un coctel que da como resultado sobrecargas emocionales, tensión y ansiedad».

Muchos líderes nuevos también sienten que deben seguir haciéndolo todo por sí mismos, ya sea por hábito o por desconfianza en que otros logren el mismo nivel de calidad. Pero liderar no es hacerlo todo, sino facilitar que otros crezcan y asuman responsabilidades. Y es la confianza uno de los elementos más importantes en esa transición.

«Hay gestos que consolidan vínculos y motivan a los grupos, como reconocer los logros, visibilizar el esfuerzo colectivo y celebrar los avances compartidos», recomienda Jose Luis Rodríguez, Director del Máster en Gestión de Personas, Talento y Transformación Digital de EAE Business School. «El liderazgo efectivo no se construye con distancia jerárquica, sino con conexión humana».

Consejos y errores a evitar al convertirse en líder

La transición al liderazgo suele venir acompañada de una carga emocional intensa. Las decisiones pesan más, los errores se sienten con mayor impacto y el deseo de «no fallar» puede convertirse en una fuente de ansiedad. Por eso, es fundamental desarrollar estrategias para gestionar el estrés desde el inicio, según anota Jose Luís .

       Establece límites saludables: Reconoce cuándo desconectar, aprender a decir no y evitar asumir todas las responsabilidades solo. Priorizar tareas, delegar con criterio y apoyarse en herramientas de planificación también ayuda a ordenar la carga mental.

       Cultiva espacios de autocuidado y reflexión: Puede ser una caminata breve, una actividad física regular o una conversación con un mentor. Hablar con otros líderes y compartir experiencias permite tomar distancia, recibir apoyo y ampliar la perspectiva.

       Enfrenta los desafíos con altura: Aunque un buen líder debe ser empático, no debe caer en el intento de agradar a todos. Mantener buenas relaciones es clave, pero liderar implica tomar decisiones difíciles y asumirlas con firmeza. Tratar de evitar conflictos a toda costa puede minar la autoridad y generar confusión.

       Aprende a delegar: Querer controlarlo todo puede conducir rápidamente al agotamiento y frenar el desarrollo del equipo. Observa bien las capacidades del talento humano a cargo, brinda la oportunidad de que otros asuman responsabilidades y sé reconocer el esfuerzo, así como brindar feedback si es necesario. Esta característica es comúnmente reconocida como la más compleja de gestionar por las personas en sus primeros años de liderazgo.

       No te compares: Aunque sea tentador imitar al líder anterior, tu liderazgo debe ir construyendo una identidad y estilo propio. Encontrarlo, sin embargo, toma tiempo y autoconfianza, pero el proceso es valioso y dejará huella para liderazgos futuros. Diferenciarse aportando nuevas ideas, procesos u optimizando procesos es lo que las organizaciones buscan con los nuevos líderes. Personas con talento que permitan a la organización seguir desarrollándose ante la evolución del entorno empresarial y social.

       Sigue cultivándote: Hay quienes descuidan su propia formación por enfocarse demasiado en las tareas operativas. Participar en programas de desarrollo, recibir retroalimentación y buscar acompañamiento profesional es clave para construir un liderazgo auténtico y sostenible.

«En este proceso, también es clave recordar que el equipo y el líder van de la mano», señala el experto. «Interesarse por los desafíos y aspiraciones de cada integrante, cumplir lo prometido y explicar con claridad las decisiones son prácticas básicas para forjar credibilidad».

_______________________________________________

SOBRE EAE BUSINESS SCHOOL 

EAE Business School es una escuela de negocios internacional, perteneciente a la red de educación superior Planeta Formación y Universidades, con una visión de vanguardia e innovadora para abordar los retos del siglo XXI. Más de 80.000 alumnos de más de 100 nacionalidades diferentes se han formado en EAE. Cuenta con un claustro de 500 docentes (35% internacionales) que, en su mayoría, combinan su actividad profesional con la académica. La escuela tiene alianzas internacionales con instituciones de prestigio como Babson College, o MIT Data Science Lab, entre otras.

En su compromiso con el desarrollo profesional de sus alumnos, EAE Business School ha gestionado este año más de 2.000 ofertas de empleo, gracias a una red de empresas colaboradoras. Estos datos han permitido que EAE aumente la tasa de inserción de sus estudiantes y el ROI de sus másteres, por lo que ha sido reconocida en los rankings internacionales Bloomberg y QS.

EAE Business School forma parte de Planeta Formación y Universidades, la red internacional de educación superior de Grupo Planeta. Cuenta con veintidós instituciones educativas en España, Andorra, Francia, Italia, Norte de África, Estados Unidos y Colombia. Cada año más de 150.000 estudiantes procedentes de 100 nacionalidades distintas, se forman a través de sus escuelas de negocios, universidades, escuelas superiores especializadas y centros de formación profesional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario