Guillermo Jr. Cárdenas Salgado
一 Si se considera el efecto combinado de la dinámica demográfica y económica, se estima que cada año se incorporan aproximadamente 3.5 millones de nuevos usuarios potenciales (personas físicas y morales) que podrían incorporarse al sistema financiero formal.
一 Los saldos en las cuentas administradas por el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) son las que presentan el mayor dinamismo entre los saldos en cuentas de ahorro y transaccionalidad de mercado abierto y de nómina, ya que registran seis trimestres consecutivos de crecimiento real.
一 Aunque las mujeres tienen registrado un número relativamente mayor de cuentas de ahorro y transaccionales que los hombres, al analizar los saldos nominales al corte, la brecha se revierte: los hombres concentran un mayor volumen de saldo, con una diferencia aproximada de 0.1 billones de pesos corrientes a su favor.
一 La brecha en el número de cuentas de nómina es a favor de los hombres y su reducción ha sido más lenta en comparación con la observada en las cuentas de ahorro y transaccionales. Esta brecha pasó de 4.2 millones de cuentas en agosto de 2022 a 3.9 millones en abril de 2025, lo que indica un avance moderado.
一 La brecha en los saldos de las cuentas administradas por el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) ha mostrado una tendencia creciente, al pasar de 1.42 billones de pesos en agosto de 2022 a 1.78 billones en abril de 2025, en ambos casos a favor de los hombres.
La presente nota contiene información relacionada con la inclusión financiera. Su objetivo es presentar las tendencias y los datos más recientes —a nivel trimestral— sobre las cuentas de captación de ahorro y transaccionales de nómina y de mercado abierto, correspondientes a la banca múltiple, tanto en moneda nacional como extranjera. Además, se incluye información sobre los fondos de ahorro para el retiro de la población en México. Con ello, se propone un indicador del comportamiento de ahorro a corto y largo plazo.
Además de analizar la serie histórica —a partir de un año antes del inicio de la pandemia—, la información se presenta de forma desagregada por género, con el fin de contribuir al análisis de brechas en materia de inclusión financiera.
La información utilizada proviene de los instrumentos de ahorro y cuentas transaccionales de mercado abierto y de nómina, activos en moneda nacional y extranjera, reportados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). (Para mayor detalle sobre estos instrumentos, véase la nota correspondiente en BBVA Research).
Por su parte, se utilizaron estadísticas relacionadas con el total del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), las cuales fueron obtenidas de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) e incluyen: 1) Las cuentas administradas por las Afores, 2) las cuentas inhabilitadas y 3) las cuentas resguardadas en el Fondo de Pensiones para el Bienestar.
Respecto de las cuentas administradas por las Afores[1], éstas contienen información de:
一 Los trabajadores registrados:
○ En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que firmaron un contrato con una AFORE para que administre los recursos de su cuenta individual, que cuenten con un Número de Seguridad Social (NSS) y que han cotizado por lo menos un bimestre.
○ Que únicamente han cotizado al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y no cuentan con NSS y tienen AFORE pensionISSSTE.
○ Trabajadores independientes, que son cuentas en alguna AFORE y que no han recibido aportaciones derivadas del régimen obligatorio (IMSS o ISSSTE)[2].
一 Los trabajadores asignados, que son los que no están registrados en una AFORE y que fueron asignados en una para que administre sus recursos:
○ Siefores. Son los que tienen una cuenta individual en AFORE y que sus recursos están depositados en Siefores.
○ Asignados con Recursos Depositados en Banco de México. Son los que tienen una cuenta individual en AFORE y que sus recursos están depositados en Banco de México.
Por otro lado, las cuentas inhabilitadas son aquellas que una Administradora dejó de operar y cuyo saldo en todas sus subcuentas se mantienen en cero durante al menos un plazo de seis bimestres consecutivos por diferentes causas[3].
Finalmente, las cuentas resguardadas en el Fondo de Pensiones para el Bienestar, son aquellas cuentas individuales que cumplieron los criterios determinados en el Decreto del Fondo de Pensiones para el Bienestar, dicho fondo es un fideicomiso público que tiene como fin procurar que las personas trabajadoras que alcancen 65 años de edad y cuya pensión sea menor o igual al monto establecido en el art. 2 del Decreto reciban un complemento para que su pensión sea igual a su último salario, topado al salario medio de cotización del IMSS.
Se estima que cada año hay cerca de 3.5 millones de nuevos usuarios (personas físicas y morales) potenciales al sistema financiero formal.
El aumento en el número de cuentas de ahorro y cuentas transaccionales de mercado abierto puede considerarse un indicador clave de avance en la inclusión financiera. Si se toma en cuenta el efecto de la dinámica demográfica y económica, estas cuentas deberían crecer alrededor de 3.5 millones al año, como resultado del ingreso de nuevos usuarios potenciales al sistema financiero formal.
Este valor se deriva de dos fuentes de crecimiento: por un lado, se estima que entre 2020 y 2025, en promedio 2.3 millones de jóvenes alcanzan anualmente la mayoría de edad, convirtiéndose en posibles titulares de cuentas bancarias. Por otro lado, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi, 24 de junio de 2024), en México se crean anualmente cerca de 1.2 millones de establecimientos MIPYMES, muchos de los cuales también requieren servicios financieros para su operación.
Por otro lado, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2024, alrededor de 22.5 millones de adultos en el país no poseen una cuenta de captación, lo que representa cerca del 26% de la población adulta (entre 18 y 70 años). Asimismo, existen empresas —particularmente micro y pequeñas— que aún no cuentan con cuentas de captación vinculadas a su operación formal.
En conjunto, estos datos reflejan tanto el potencial de crecimiento natural del sistema financiero por razones demográficas y económicas, como los desafíos pendientes para lograr una inclusión financiera plena. Acelerar la apertura de cuentas entre personas con mayoría de edad sin servicios financieros y facilitar el acceso para nuevas empresas son pasos fundamentales para cerrar brechas estructurales y ampliar el alcance del sistema financiero formal en México.
En lo que respecta al análisis del saldo en estas cuentas y en las cuentas administradas en el SAR, se puede relacionar con el comportamiento de ahorro formal para el corto y el largo plazo, mientras que el número de cuentas de nómina y de las administradas en el SAR, son un reflejo de la población ocupada en el sector formal.
Los saldos en las cuentas administradas por el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) son los que presentan el mayor dinamismo entre los analizados ya que registran seis trimestres consecutivos de crecimiento real.
Respecto a las cuentas de ahorro y transaccionales, la Gráfica 1 muestra que el número de cuentas continúa en crecimiento. Entre el primer trimestre de 2024 y el primer trimestre de 2025, estas cuentas aumentaron en 4.0 millones, un incremento superior al estimado de nuevos usuarios potenciales. Además, en el primer trimestre de 2025 se registró un crecimiento trimestral de 3.0% con respecto al último trimestre de 2024, lo que representa la segunda vez consecutiva en que el primer trimestre tiene un incremento, luego del aumento del 4.6% observado en el primer trimestre del 2024 (2024T1).
En cuanto a las cuentas de nómina, se ha identificado un efecto estacional positivo en el primer trimestre de cada año desde 2022, reflejado en incrementos respecto del trimestre inmediato anterior. No obstante, estos aumentos han mostrado una tendencia decreciente: 4.5% en 2022, 1.5% en 2023, 1.0% en 2024 y 0.6% en 2025. Esta desaceleración progresiva podría estar relacionada con el crecimiento limitado del empleo formal en el país (para mayor detalle, véase nota de BBVA Research).
En el caso de las cuentas para el retiro, si bien el número continúa creciendo, la tasa de crecimiento trimestral promedio ha venido disminuyendo. Antes de la pandemia, el promedio anual de crecimiento trimestral era de 1.2%. Posteriormente, este promedio descendió gradualmente a 0.9%, 0.8%, 0.7% y 0.6%, manteniéndose en 0.6% durante 2024. Esta tendencia sugiere una ralentización estructural en la incorporación de nuevas cuentas de retiro.
En la Gráfica 2 se observa que, en términos reales, los saldos promedio trimestrales de las cuentas de ahorro y transaccionales pasaron de 2.79 billones de pesos a precios de 2018 en el primer trimestre de 2019 (2019T1) a 3.54 billones (a precios de 2018) en el 2025T1. Además, estos saldos han registrado cuatro trimestres consecutivos de crecimiento real, lo que refuerza su tendencia positiva.
En el caso de las cuentas de nómina, también se observa una evolución al alza: su saldo promedio trimestral aumentó de 0.32 billones de pesos en 2019T1 a 0.54 billones en 2025T1, igualmente en términos reales. Cabe destacar que esta categoría acumula dos trimestres consecutivos de crecimiento, con tasas de 5.1% en el 2024T4 y 0.9% en el 2025T1.
Por su parte, las cuentas administradas por el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) son las que presentan el mayor dinamismo entre las cuentas analizadas. Sus saldos promedio pasaron de 4.98 billones de pesos en 2019T1 a 9.76 billones en 2025T1, también a precios constantes de 2018. Estas cuentas han registrado seis trimestres consecutivos de crecimiento real, consolidándose como el de mayor expansión sostenida en el periodo de las tres analizadas.
Aunque las mujeres tengan relativamente más cuentas de ahorro y transaccionales, al analizar los saldos nominales al corte, la brecha se revierte: los hombres concentran un mayor monto, con una diferencia de aproximadamente 0.1 billones de pesos a su favor.
Al analizar el número de cuentas de ahorro y transaccionales de mercado abierto por género (Gráfica 3), se observa un avance en la reducción de la brecha de género. En agosto de 2022, existía una diferencia de 4.9 millones de cuentas a favor de las mujeres, la cual se redujo a 4.0 millones en abril de 2025. Es decir, las mujeres siguen teniendo más cuentas que los hombres, aunque la diferencia se ha acortado (este hallazgo ya lo había publicado la CNBV, 2024 y 23 de octubre de 2024).
De acuerdo con las estimaciones de población del Consejo Nacional de Población (Conapo), en promedio hay alrededor de 3.5 millones más de mujeres adultas que hombres, lo cual podría explicar parte de esta brecha. Para contrastar esta hipótesis, se relativizó el número de cuentas por población adulta, obteniendo así un indicador de cuentas por persona. En abril de 2025, por ejemplo, se registraron 0.82 cuentas por cada mujer adulta y 0.79 cuentas por cada hombre adulto, lo que implica una diferencia marginal de 0.02 cuentas a favor de las mujeres, lo cual indica que la brecha relativa es muy cercana a cero.
Finalmente, aunque las mujeres tengan relativamente más cuentas, al analizar los saldos nominales al corte, la brecha se revierte: los hombres concentran un mayor monto, con una diferencia de aproximadamente 0.1 billones de pesos a su favor.
En lo que respecta a las cuentas de nómina (Gráfica 4), se observa que la brecha en el número de cuentas es a favor de los hombres, y que su reducción ha sido más lenta en comparación con la observada en las cuentas de ahorro y transaccionales. Esta brecha pasó de 4.2 millones de cuentas en agosto de 2022 a 3.9 millones en abril de 2025, lo que indica un avance moderado.
Si se analiza el número de cuentas de nómina en relación con la población adulta, se observa que en abril de 2025 había aproximadamente 0.5 cuentas por cada hombre adulto y 0.4 cuentas por cada mujer adulta. Esta diferencia ha sido relativamente constante desde agosto de 2022, con una brecha promedio de alrededor de 0.1 cuentas por adulto a favor de los hombres.
En cuanto a los saldos nominales en cuentas de nómina, la brecha también favorece a los hombres y se ha mantenido estable en torno a 0.05 billones de pesos nominales durante el periodo analizado.
Las cuentas administradas por el SAR (Gráfica 5) son las que tienen mayor brecha de las tres analizadas, de 8.7 millones de cuentas a favor de los hombres en abril de 2025 y aunque la brecha ha disminuido, también ha sido muy lento el avance (pasó de 9.0 millones en agosto de 2022 a 8.7 millones en abril de 2025).
Al relativizar por el número de adultos, se observa que la brecha pasó de 0.25 cuentas por adulto a favor de los hombres en agosto de 2022 a 0.23 en abril de 2025. Asimismo, es importante mencionar que en abril de 2025 había 0.7 cuentas por adulto hombre y 0.5 cuentas por adulto mujer.
Finalmente, la brecha en los saldos de las cuentas administradas por el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) ha mostrado una tendencia al alza, al pasar de 1.42 billones de pesos en agosto de 2022 a 1.78 billones en abril de 2025, en ambos casos a favor de los hombres.
[1] A partir de enero de 2012 incluye cuentas pendientes de ser asignadas y a partir de septiembre de 2024, con base en el art. 157 del Reglamento de la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, el total de cuentas administradas por las Afores no contabiliza a las cuentas inhabilitadas.
[2] A partir de marzo de 2021 se reporta el número de cuentas registradas como independientes. Anteriormente, se reportaba el número de cuentas en alguna AFORE.
[3] Pueden ser procesos de disposición de recursos, de unificación o separación de cuentas, de traspaso de cuentas o cuando, desde su apertura, no hubiesen recibido aportaciones de cualquier tipo.
Conclusiones
Se observa un crecimiento sostenido de cuentas y saldos. El número de cuentas de ahorro, transaccionales, nómina y del SAR continúa creciendo, impulsado por factores demográficos y económicos, aunque a diferentes ritmos según el tipo de producto.
Persisten brechas de género relevantes. Aunque las mujeres tienen más cuentas de ahorro y transaccionales en número absoluto, los hombres concentran mayores saldos. Esto último ocurre en mayor medida en las de nómina y las administradas por el SAR. La reducción de estas brechas ha sido lenta y desigual.
Desaceleración en cuentas vinculadas al empleo formal. Las cuentas de nómina muestran una clara tendencia de desaceleración en su crecimiento, lo cual puede estar vinculado al estancamiento en la creación de empleo formal.
Las cuentas administradas por el SAR destacan por su dinamismo, pero también son las que aportan mayor desigualdad. Son las que tienen mayor crecimiento en saldos, pero también las mayores brechas por género, tanto en número como en montos administrados.
Finalmente, se observa que hay oportunidad para cerrar brechas estructurales. Con más de 22 millones de adultos sin cuenta y más de un millón de MIPYMES creadas anualmente, existen amplias oportunidades para fortalecer la inclusión financiera y reducir desigualdades no sólo en el acceso, sino también en el saldo para favorecer el ahorro a corto y largo plazo.
Fuentes:
Comisión Nacional Bancaria y de Valores [CNBV] (2024). Panorama anual de inclusión financiera 2024. https://www.cnbv.gob.mx/Inclusi%C3%B3n/Anexos%20Inclusin%20Financiera/Panorama_2024.pdf
Comisión Nacional Bancaria y de Valores [CNBV] (23 de octubre de 2024). “CNBV publica el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2024”. Comunicado de prensa No. 021. https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/952827/Comunicado_de_Prensa_21_panorama_IF_2024.pdf
Instituto Nacional de Estadística y Geografía [Inegi] (24 de junio de 2024). “Estadísticas a propósito del día de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES)”. Comunicado de prensa núm. 383/24. https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/aproposito/2024/EAP_MIPYMES24.pdf
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