Ciudad de México, junio de 2025.- En Mujeres Vivas, Mujeres Libres, junio es una oportunidad para recordar que el feminismo y el movimiento LGBT+ están entrelazados. Ambos buscan el fin del patriarcado, la misoginia y el odio hacia lo diferente. Ambos cuestionan los mandatos que dictan cómo debemos vivir, amar, vestirnos o expresarnos. En el corazón del feminismo y del orgullo está la misma exigencia: libertad para ser, sin miedo.
Celebrar el Pride no es solo pintar de arcoíris una marca o iluminar un monumento. Es reconocer una lucha histórica por existir sin miedo. Que ser una persona LGBT+ en un mundo profundamente LGBTfóbico significa, para muchas, aprender desde muy jóvenes a esconderse, a sobrevivir, a temer ser quienes son. Es enfrentar burlas, rechazo, prejuicios, discriminación y violencias de manera constante.
Lo personal es político… y lo emocional también
En México, una de cada 20 personas mayores de 15 años se identifica como parte de la comunidad LGBT+. Desde la adolescencia, muchas de estas personas enfrentan un entorno hostil: nueve de cada diez adolescentes LGBT+ han tenido que esconder quiénes son ante su propia familia. Esta presión social y emocional se acompaña de una realidad aún más alarmante: la comunidad LGBT+ enfrenta los niveles más altos de discriminación en el país. El 37.3% ha sufrido al menos un acto discriminatorio en el último año y una de cada cuatro personas reportó que, entre 2020 y 2025, se le negó algún derecho relacionado con la educación, la atención médica o el acceso a apoyos sociales. A esto se suma un dato aún más preocupante: seis de cada diez personas LGBT+ —es decir, el 60%— han sido víctimas de algún tipo de violencia, una cifra muy superior al 40% registrado entre personas no LGBT+.
A esto se suma una presión constante: ser juzgades, corregides o ridiculizades por lo que sienten, por cómo y a quién aman o por cómo se expresan. Esta violencia emocional se traduce en ansiedad, depresión, adicciones, aislamiento e incluso suicidio. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y de The Trevor Project, en México más del 28.7% de las personas LGBT+ ha tenido ideas o intentos suicidas a lo largo de su vida. Entre las juventudes de la comunidad, esta cifra asciende al 50%, como consecuencia de agresiones relacionadas con su identidad de género u orientación sexual.
El panorama se agrava con el aumento alarmante de crímenes de odio: tan solo en 2024 se registraron al menos 146 asesinatos, atentados y desapariciones contra personas LGBT+ en México, casi el doble que en 2023. Esto posiciona a nuestro país como el segundo más peligroso para esta comunidad en América Latina.
A este respecto, Angie Contreras, representante de Vivas y Libres enfatiza: “Es importante subrayar que esta cifra corresponde únicamente a los casos de los que se tiene conocimiento. Muchos no se denuncian ni se investigan como lo que son: violencia por prejuicio. Y lo que no se nombra, no se atiende. Y lo que no se atiende, se perpetúa.”
Estas violencias no solo hieren cuerpos: generan miedo, desconfianza en las instituciones, rompen el tejido social y dejan un profundo sentimiento de vulnerabilidad. Deterioran la calidad de vida de toda la comunidad LGBT+ y reproducen ciclos de exclusión. Por eso, cuando hablamos de Pride desde el feminismo, hablamos también de justicia. De acuerpamiento. De resistencia colectiva. Porque lo contrario al odio no es solo el amor: es la justicia, el cuidado y la organización para resistir.
La presión social, la corrección constante, el rechazo, la invisibilización y el castigo impactan directamente en la salud emocional de quienes viven su diversidad sexual y de género. Por eso, celebrar el Pride desde una visión feminista es entender que no basta con aceptar: hay que transformar.
“Desde Mujeres Vivas, Mujeres Libres reiteramos la urgencia de legislar leyes contra la discriminación en el ámbito local para prevenir los crímines de odio y también demandamos la formación con perspectiva integral de derechos humanos en el acceso a la justicia para la comunidad LGBT+” expresa Lizeth Mejorada, vocera de esta plataforma.
No se trata de encajar en un sistema que nos oprime. Se trata de cambiarlo. No queremos un mundo con las mismas reglas de siempre, solo pintadas de arcoíris. Queremos un mundo donde quepamos todes.
Orgullo también es resistir
Cada historia vale, incluso si nadie la conoce. Porque este mes no es solo para quienes van a la marcha. También es para quienes no pueden ir, para quienes todavía no tienen red, casa segura, familia que les apoye. Para quienes están en proceso. Para quienes resisten en lo cotidiano.
Así que este junio… celebremos y sigamos luchando juntes. Con alegría, con rabia.. Como se pueda. Como se quiera.
💜 Ser tú es suficiente.
💚 Ser tú es valiente.
💖 Ser tú es motivo de celebración.
En Mujeres Vivas, Mujeres Libres celebramos la existencia LGBT+. Creemos en sus historias. Acompañamos sus luchas. Y decimos con fuerza: merecen vivir sin miedo y con orgullo. ¡Hoy, mañana y todos los días!
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