INTERCAM BANCO. OPINIÓN ANÁLISIS
Perspectiva del petróleo y
metales
Durante la segunda mitad de febrero el precio del petróleo registró principalmente
movimientos a la baja por temores de ver una sobreoferta de barriles en el corto
plazo, a pesar de mayores expectativas de ver un incremento en la demanda de
barriles por parte de China. Este comportamiento, resultó en una caída mensual
en su precio, a pesar del repunte observado en la primera mitad de febrero.
En lo que respecta a los metales, registraron un comportamiento negativo el mes
pasado, ante el cambio en la perspectiva económica. Puntualmente, los metales
preciosos tuvieron un desempeño negativo debido a la toma de ganancias y a
lecturas desfavorables en la inflación, que sumaron a la perspectiva de mayores
tasas por más tiempo. Por su parte, los precios de los metales industriales se
vieron afectados principalmente por la incertidumbre en torno al crecimiento
económico de China. Aunque, se espera que los precios de los metales
industriales se estabilicen a medida que China aumente su demanda con la
reapertura económica, como sugieren los indicadores adelantados.
Metales
Febrero fue un mes difícil para los metales, ya que la perspectiva de condiciones
financieras más ajustadas y la incertidumbre sobre la evolución de la economía
generaron un impacto negativo. Los metales preciosos tuvieron un desempeño
negativo: el oro cayó un -5.2% m/m y la plata un -11.8% m/m, mientras que los
metales industriales también se vieron afectados, con disminuciones
generalizadas, destacándose la caídas a doble dígito del aluminio (-10.9%), níquel
(-18.4%) y zinc (-11.3%); aunque el acero fue la excepción, al imprimir un
incremento en el mes del 3.8% m/m.
La caída en el precio de los metales preciosos se debió principalmente a las
sorpresas negativas en las cifras de inflación, que junto a lecturas de empleo y
consumo en EE.UU, que muestran bastante vigor al inicio del año, han fortalecido
las expectativas de una estancia monetaria más restrictiva por un mayor periodo
de tiempo. En este contexto, se vio una tendencia hacia la toma de utilidades,
derivadas de las ganancias de enero, acompañada de una rotación hacia activos
con mejores perspectivas para sus retornos. En este contexto, los niveles de los
inventarios aumentaron en el mes, ante una menor demanda debido a la
desaceleración de algunas economías occidentales. Sin embargo, hacia adelante
se espera que los precios de los metales industriales se estabilicen a medida que
China aumente su demanda con la reapertura económica.
Para marzo, la atención de los inversionistas se concentrará en el Congreso
Nacional del Pueblo en China, debido a la expectativa de medidas de apoyo al
sector inmobiliario y de construcción, que podrían impulsar la demanda de
metales. Sin embargo, el gobierno chino fijó un objetivo de crecimiento por debajo
de lo esperado lo que ha generado incertidumbre en la perspectiva para los
metales. Adicionalmente, del congreso que finalizará el 13 de marzo, se espera
también anuncios de apoyos a las pequeñas y medianas empresas, lo que
fomentaría al comercio interno, incidiendo de manera positiva en el precio de los
metales, especialmente los industriales.
Otro evento relevante con implicaciones para los próximos meses es la suspensión
por parte de la “London Metal Exchange” (LME) a la entrada de metales rusos en
los almacenes registrados norteamericanos ante la imposición prevista de
aranceles por parte de EE.UU. a los metales rusos. El aluminio será el más
afectado con aranceles penales del 200% sobre las importaciones del metal ruso
a partir del 10 de marzo. Los aranceles de importación de otros metales, incluidos
el cobre y el plomo, se duplicarán al 70%, mientras que el níquel estará sujeto a
un arancel del 35%.
Que se espera de los principales metales
Oro
Se espera que el oro se mantenga estable por encima de los 1,850 dólares por
onza mientras los inversionistas esperan con cautela el informe mensual de
empleo de EE.UU, lo que abonaría a la estancia más agresiva por parte de la Fed
señalada por Powell en su comparecencia ante el congreso. En este sentido, vale
la pena recordar la alta sensibilidad del oro al nivel de las tasas, dada la relación
directa entre tasas y el costo de oportunidad de mantener lingotes. La perspectiva
para el oro es conservadora, con la media de los precios esperados de 1.843
dólares por onza para el primer trimestre de 2023 y de 1.831 dólares por onza para
el segundo trimestre de 2023. Anualmente se espera que la media del precio sea
de 1.848 dólares por onza para el 2023 y 1.840 dólares por onza para el 2024. La
curva forward a un año se encuentra en $1,943 dpo.
La plata ha mostrado mayor sensibilidad al ciclo alcista de la Fed y a las
expectativas sobre el crecimiento mundial. Así, los precios de la plata han caído
alrededor de un 13% desde el comienzo del año, mientras que el oro se ha
mantenido estable. Sin embargo, la demanda de plata como insumo para bienes
que requieren una alta conducción de electricidad como lo son los paneles solares
ha impactado al alza el precio de sus futuros, los cuales se ubicaron por encima
de los $21 dólares la onza, rebotando desde el mínimo de tres meses de $20.6
dpo. Aunado a esto, los intentos de China de crear una economía más limpia con
el uso de energías renovables apoyaron la perspectiva de los futuros. Al mismo
tiempo, la oferta de la plata se ha visto diezmada por los bajos niveles de
inventarios como en el caso del London Bullion Market Association (LBMA) y
Commodity Exchange (COMEX); mientras que las reservas de Perú, tercer mayor
productor de plata del mundo, disminuyeron en 22,000 toneladas a 98,000 en
2022. En este contexto, el forward a marzo del 2024 se encuentra en $22.02 dpo.
La media de los precios se espera que sea $22.5 dpo para el 1T23 y se mantenga
para el 2T23. Anualmente, se espera que la media del precio sea $22.83 dpo para
el 2023 y $23.20 dpo para el 2024.
Cobre
Para el cobre, se espera una estabilización en los precios conforme la demanda
de China continúe aumentando por la reapertura y los estímulos prometidos por el
gobierno de China para la infraestructura y construcción; aunque matizado por un
objetivo de crecimiento del 5.0% para este año. Sin embargo, hasta ahora, los
futuros del cobre bajaron a 4.05 dólares por libra, significativamente por debajo dl
máximo reciente de 4.25 dólares por libra alcanzado en enero ante la perspectiva
de una estancia monetaria aún más restrictiva. Del lado de la oferta, la producción
de cobre tuvo una contracción en 2022, la cual se espera se repita en 2023 debido
a problemas de producción en Latinoamérica, como lo son los aplazamientos de
la minería en Perú por los disturbios políticos, así como la recientes suspensión
de las operaciones en Panamá asociadas al pago de regalías e impuestos al
gobierno por parte de First Quantum Minerals de Canadá. En este sentido, la
menor producción incidiría en menores niveles de inventarios ante una creciente
demanda. Así, la curva forward se encuentra en $4.07 dpo. La media de los precios
se espera que sea $8,550 dólares por toneladas métricas (dtm) para el 1T23 y
baje a $8,525 dtm para el 2T23. Anualmente se espera que la media del precio
sea $8,500 dtm para el 2023 y $9,100 dtm para el 2024.
Durante la segunda mitad de febrero, los precios retomaron su tendencia a la baja,
principalmente por reportes que señalaban una futura sobreoferta en el mercado.
Así, el precio del petróleo WTI y Brent sufrió un retroceso en el mes, concluyendo
el mes en niveles de 76.67dpb (-3.2% m/m) y 83.03dbp (-2.5% m/m)
respectivamente.
La perspectiva de sobreoferta deriva de un mayor nivel en los inventario de barriles
por parte de empresas petroleras norteamericanas, las cuales registraron un
incremento semanal de 16 millones de barriles, en la semana que terminó el 17 de
febrero, significativamente superior a los 1.2 millones de barriles esperados, y que
incluso es la cuarta mayor variación semanal registrada. Adicionalmente, en marzo
entraron al mercado los 26 millones de barriles que el gobierno de Biden anunció
anteriormente que retirarían de la Reserva Estratégica de Petróleo, con el
propósito de poner a venta.
Continuando por el lado de la oferta, en febrero algunos reportes de la industria
señalaban que Rusia estaría planeado reducir en 25% su exportación de barriles
a través de sus puertos occidentales a partir de marzo; implicando una contracción
adicional a la oferta de crudo ruso en comparación a lo anunciado previamente.
Sin embargo, su impacto sería inocuo dado que EE.UU informó que cuenta con
barcos de carga, anclados y en el mar, llenos de barriles sin vender.
Del lado de la demanda hubo señales mixtas, con un incremento en la demanda
esperada respecto a 2022 por parte de la OPEC y se espera que China adquiera
más de la mitad de ese incremento y termine el año con un nuevo record de
compra de barriles, con fuertes datos económicos que se publicaron a fin de mes
que apoyan esta idea.
Sin embargo, ante las crecientes expectativas de ver tasas de interés más altas
que eventualmente incidirían en una menor actividad económica en EE.UU. y
Europa (desaceleración o recesión), se espera una disminución de la demanda.
En este sentido, el reciente incremento en inventarios de EE.UU. puede significar
que ya se empieza a materializar una menor demanda.
En este contexto, de acuerdo a Bloomberg, se espera que el precio promedio
durante el 1T23 sea de $77.73 y $83.86, respectivamente para el WTI y el Brent.
Anualmente se espera que la media del precio sea $76.67 y $81.83 para el 2023
para cada mezcla.
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