Se publicaron los PIB preliminares de Estados Unidos, México y la Eurozona y
todos confirmaron una desaceleración durante el tercer trimestre del año.
Inflación al consumidor en la Eurozona se acelera más que estimados. Alcanza
4.1% en términos anuales.
Inflación PCE en Estados Unidos se acelera a 4.4% en octubre.
El Banco Central Europeo lleva a cabo su reunión de política monetaria, sin
grandes cambios a su postura, a pesar de los riesgos de inflación.
Balanza comercial en México señala crecimiento de las exportaciones en 8.1%
y de las importaciones en 29.1%.
El retrovisor
El foco de atención de los inversionistas durante la semana estuvo en los
reportes preliminares del PIB de Estados Unidos, México y la Eurozona,
donde se confirmó una desaceleración más pronunciada de lo inicialmente
estimada, afectada por la variante delta y las disrupciones en las cadenas de
suministro. En la Eurozona, la inflación se aceleró más de lo estimado y
alcanzó el 4.1%, su nivel más alto desde julio de 2008. Además, en su reunión
de política monetaria, el Banco Central Europeo mantuvo sin cambios su
postura monetaria y reiteró que espera una inflación transitoria; aunque
reconoció que podría ser más persistente de lo esperado. En tanto en
Estados Unidos, la inflación PCE, lectura preferida por la Reserva Federal,
se aceleró a 4.4% anual, con el índice subyacente sin mostrar cambios con
respecto al mes previo (3.6%). Finalmente en el caso de México, la balanza
comercial del mes de septiembre nuevamente mostró un déficit. A tasa a
anual las exportaciones aumentaron 8.1%, en tanto las importaciones 29.1%.
En Estados Unidos la actividad económica del 3T21 creció tan sólo 2%
trimestre a trimestre (anualizado), menor a las estimaciones. El PIB del 2T21
aumentó 6.7% lo que confirma una fuerte desaceleración en la economía más
grande del mundo. La actividad estuvo afectada por la nueva ola de Covid19 de la
variante delta, aunque debemos señalar que los servicios crecieron a un paso
sólido. En este trimestre finalizaron los programas fiscales. El consumo creció
apenas 1.6%, que se compara negativamente contra el 12% registrado en el
trimestre previo y donde destaca la fuerte caída en el consumo de bienes
duraderos. Hacia adelante, esperamos que el consumo vuelva a ser el principal
contribuyente al avance del PIB, aunque las tasas de crecimiento serán
decrecientes al observarlas contra la primera mitad del año. Particularmente, se
ha observado una sustitución del gasto por bienes a mayor gasto por servicios. Al
mismo tiempo, la inversión fija decepcionó con una contracción de 0.8%, después
de cuatro trimestres consecutivos de alzas, restando 0.14 puntos porcentuales al
crecimiento del PIB en el trimestre. El menor dinamismo en la actividad económica,
también estuvo impactada por la inversión residencial que cayó nuevamente en
7.7% trimestral anualizado, cumpliendo dos trimestres consecutivos de
contracción. Por su parte, sorprendiendo al alza, la contribución de los inventarios
fue positiva, sumando 2.79pp al crecimiento del periodo, y siendo el principal
contribuyente al PIB del periodo.
El Banco Central Europeo sostuvo su reunión de política monetaria. En su
decisión, el Banco Central Europeo volvió a comprometerse con mantener el
programa de compras de activos a su ritmo actual y conservar las tasas de interés
bajas por un tiempo prolongado. La tasa de depósitos se mantuvo en -0.5% y el
BCE señaló que seguirán en niveles bajos hasta que la inflación subyacente sea
consistente con su objetivo de 2%. El programa de compras seguirá a un ritmo
ligeramente más moderado de los 75 mil millones de euros mensuales disponibles
y no se retirará sino hasta marzo de 2022. El banco incluso mantuvo su disposición
a extender el programa en caso de ser necesario. Christine Lagarde reiteró en
conferencia de prensa que esperan una moderación de la inflación en 2022 hacia
su objetivo de 2% y se mostró confiada sobre sus proyecciones de inflación; a
pesar de reconocer que el alza podría ser más persistente de lo anticipado.
Aseguró que no tienen contemplado modificar su postura monetaria por el reciente
impulso de alza en la inflación.
En cuanto a la inflación, ésta se aceleró a 4.4% anual en septiembre, medida
por el Deflactor del Gasto de consumo. El incremento mensual fue de 0.3% y el
índice registró su nivel más alto en 30 años a tasa anual. Sin embargo, desprovisto
de los componentes más volátiles, el índice apenas creció 0.2%, su menor avance
mensual desde febrero, lo que mantuvo a la inflación subyacente en 3.6% anual
por tercer mes consecutivo. Otros indicadores publicados en el reporte mostraron
que los consumidores siguieron realizando gasto en septiembre, con un
incremento de 0.6% en el consumo durante el mes. No obstante, esto fue a costa
del ahorro, pues el ingreso real disponible cayó -1.6% en el mes, muy
probablemente relacionado con el final de las ayudas por desempleo. Esto provocó
una caída de la tasa de ahorro de 9.2% a 7.5%, por debajo de sus niveles pre-
pandemia. Si bien el nivel de ahorro aún sugiere que el consumo se mantendrá
sano, los crecientes precios podrían erosionarlo. Un indicador muy observado por
los mercados en el reporte fue el índice de costes laborales, que se elevó 1.3% en
el 3T21 y que llevó al índice a registrar su mayor crecimiento a tasa anual en 17
años (3.7% anual). Esto comienza a reforzar la idea de que la inflación podría ver
mayor persistencia en el futuro.
La última lectura del Índice de Precios al Consumidor en Europa sorprendió
de nueva cuenta al alza, al registrar un crecimiento de 4.1% anual (vs. 3.8% e.)
en octubre. Se trata del mayor nivel de inflación en el bloque europeo desde julio
de 2008. La energía (23.5%) siguió encabezando el alza en los precios, en un mes
en el que los precios del gas natural vieron alzas importantes en el continente por
escasez del energético de cara al invierno. La inflación subyacente también se
aceleró, alcanzando 2.1% anual, con alzas consistentes en los precios de bienes
a causa de las disrupciones en cadenas productivas; mientras que los precios de
servicios también se aceleraron, pero no de manera preocupante, aún a pesar de
la reapertura. No obstante, los mercados reaccionaron agresivamente al dato y
han comenzado a desconfiar de las proyecciones del BCE. El mercado ha
adelantado de manera agresiva sus expectativas de normalización monetaria en
Europa y descuenta ahora un alza de 20 puntos base a la tasa de interés para
octubre de 2022.
En cuanto a crecimiento, la Eurozona creció ligeramente más de lo esperado
en el 3T21. De acuerdo a las primeras cifras del Eurostat, la economía europea
se expandió 2.2% trimestre a trimestre y 3.7% a tasa anual. El crecimiento fue
mayor de lo esperado en Italia (2.6% t/t vs 2%e.) y Francia (3% vs 2.1%e.),
mientras que decepcionó en Alemania (1.8% vs 2.1%e.) y en España (2% vs
2.7%e.). Si bien los datos confirman una sólida expansión de la economía gracias
a la reapertura, los indicadores adelantados apuntan a una sensible
desaceleración para el 4T21, por los problemas de logística en el transporte de
bienes y los crecientes precios, que han comenzado a afectar la confianza de
consumidores. El BCE aún espera ver a la economía retomar sus niveles de
actividad pre-pandemia para finales de este año.
El PIB del 3T21 en México presentó una caída de 0.2 por ciento trimestral
dato menor a estimados. La debilidad en el crecimiento económico se explica
por el retroceso en el sector servicios, por un consumo que ha agotado su
capacidad. En términos trimestrales la contracción fue originada por el sector de
los servicios, que retrocedió 0.6%, a pesar de un crecimiento de 0.7% en la
industria, así como en el sector primario. Considerando cifras originales, el PIB del
3T21 presentó un crecimiento en términos anuales de 4.6%, muy por debajo de
estimados y del dato del 2T21. La actividad estuvo afectada por las disrrucpiones
en las cadenas de suministro, particularmente en el sector manufacturero
automotriz, así como por la nueva ola de Coivd19 relacionada con la variante delta.
Por tipo de actividad, y considerando variaciones anuales, la industria creció 5.3%,
en tanto que los servicios lo hicieron en 4.1%. Estos datos de crecimiento
económico señalan una desaceleración más importante de lo inicialmente
anticipado que podría prolongarse hacia el último cuarto del año.
La balanza comercial del mes de septiembre nuevamente registra un déficit
considerable de 2,398 millones de dólares, atribuible a las nuevas
disrupciones en las cadenas de suministro. A tasa anual, las exportaciones
aumentaron 8.1% y las importaciones 29.1%, pero aun distorsionadas por una
base comparativa fácil de superar. En términos trimestrales, las exportaciones
avanzaron 3.0%, las petroleras retrocedieron 1.4% y las no petroleras crecieron
3.3%. En tanto las importaciones ligaron dos meses consecutivos de retrocesos
en 0.5%. Las petroleras fueron las que más disminuyeron en 7.5% en tanto las no
petroleras se redujeron 0.4%. Sobresale el repunte de 1.1% en las de capital,
aunque también se observan mejorías en las de consumo 0.4% y bienes
intermedios 0.3%.
El panorama
La próxima semana tendremos reunión de política monetaria en la Reserva
Federal de Estados Unidos. Se espera que la FED finalmente anuncie el inicio del
retiro del programa de compras, a un ritmo de 15 mil millones de dólares
mensuales. Fuera de ello, no se esperan novedades. A pesar de los riesgos de
inflación, muy probablemente la FED reiterará que será paciente con el proceso
de alzas en las tasas de interés. En cuanto a datos económicos, se publicarán
indicadores adelantados de actividad económica alrededor del mundo. Markit dará
a conocer los PMI finales de octubre para la economía estadounidense y europea,
mientras que el IMEF publicará los propios para México. Los datos más
importantes serán los de empleo en Estados Unidos, en los que se espera ver
sustancial mejoría del mercado laboral en octubre, con las estimaciones en torno
a 400 mil nuevos puestos de trabajo creados en el mes.
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