Los Informes
correspondientes al primer trimestre reflejan el compromiso del
Gobierno de México con la salud y el bienestar de la población como
prioridad número uno, en un marco de estabilidad macroeconómica y
prudencia fiscal.
Los indicadores
económicos, las finanzas públicas y las operaciones del Gobierno de
México en el mercado de deuda mostraron solidez en el periodo,
resultado de la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos de
nuestro país, la responsabilidad en el manejo de la política fiscal
y la oportunidad de las medidas tomadas para contener los impactos
sanitarios y económicos del COVID-19.
Si bien se
observaron signos de deterioro en la actividad industrial vinculada
con el exterior y en los de servicios, al cierre del trimestre se
crearon 190 mil 421 puestos de trabajo formales permanentes, respecto
al mismo periodo de 2019, la tasa de desocupación se mantuvo en
niveles bajos y el salario promedio de cotización del IMSS aumentó
3.1% real anual. Asimismo, el valor en términos reales de las ventas
totales de los establecimientos afiliados a la ANTAD aumentó 3.7%
respecto a enero-marzo de 2019.
La inflación
general al mes de marzo registró una tasa de anual de 3.25%, dentro
del rango de variación del Banco de México para la tasa objetivo y
las reservas internacionales se incrementaron en 4 mil 759 millones
de dólares, alcanzando los 185 mil 509 millones de dólares.
El Gobierno de
México desarrolló e inició una serie de medidas encaminadas a
alcanzar tres objetivos: (1) evitar la propagación del COVID-19 y
minimizar sus efectos sobre la salud de los mexicanos; (2) mitigar
rápida y efectivamente los impactos económicos sobre hogares,
trabajadores y empresas; y (3) promover una recuperación económica
acelerada y sostenida.
La selección
del primer conjunto de acciones privilegia una implementación rápida
para contener oportunamente los impactos sanitarios y económicos;
una focalización en los sectores en mayor situación de
vulnerabilidad, que disponen de menos amortiguadores y acceso a
mecanismos de mercado para hacer frente a emergencias; y un manejo
responsable de las finanzas públicas, que prioriza el uso de fuentes
existentes de recursos sobre el endeudamiento, a fin de reducir los
impactos sobre generaciones futuras de medidas tomadas en el
presente. Asimismo, las medidas implementadas toman en cuenta que en
el 1escenario central nuestra economía se verá beneficiada por la
reapertura coordinada de sectores clave, adoptando los protocolos
sanitarios necesarios, poder asegurar el funcionamiento de las
cadenas de valor con Canadá y Estados Unidos, a partir de las
próximas semanas; la entrada en vigor del T-MEC en julio; la
sincronización del inicio de nuestra recuperación económica con
una recuperación más avanzada en economías mayores a la nuestra; y
la mayor actividad económica que se anticipa para nuestro principal
socio comercial a partir del segundo semestre.
Entre las
acciones adoptadas destacan:
1. Créditos para
microempresas formales e informales, por un total de 50 mil millones
de pesos;
2. Rehabilitación
de la infraestructura urbana de 50 municipios, con una inversión de
25 mil millones de pesos;
3. Ampliación de
los Programas de Bienestar para dar liquidez a la población más
vulnerable, por 25 mil millones de pesos;
4. Seguro de
desempleo y prórrogas para trabajadores que vean afectado su trabajo
o ingresos por la contingencia, con recursos por cerca de 20 mil
millones de pesos del Infonavit;
5. Cambio en los
criterios de facturación del servicio de electricidad para hogares,
a fin de que el mayor consumo no resulte en tarifas más altas;
6. Flexibilización
de la regulación de la CNBV y la CNSF, para que la banca y las
instituciones de seguros permitan a las empresas y personas afectadas
por COVID-19 el diferimiento de pagos de créditos y pólizas; y
7. Las medidas
llevadas a cabo por la Comisión de Cambios y el Banco de México
para garantizar el adecuado funcionamiento de los mercados
financieros nacionales y fortalecer la liquidez en el sistema
financiero.
El Gobierno de
México da seguimiento puntual a la evolución de la curva
epidemiológica, de los indicadores económicos y de los distintos
riesgos que enfrenta nuestro país, y dispone de un abanico de
opciones de política pública para atender con rapidez una potencial
profundización de la emergencia.
Los principales
resultados de las finanzas públicas en el primer trimestre son
congruentes con la prudencia fiscal, con los esfuerzos por reducir la
evasión de impuestos y el fraude fiscal y con la protección de la
población más vulnerable.
Los ingresos no
petroleros del Gobierno Federal fueron mayores a los del primer
trimestre del año previo en 17.7% real y superaron a lo previsto en
el programa en 115 mil 483 millones de pesos, resultado de mayores
ingresos tributarios en 48 mil 214 millones de pesos y no tributarios
por 67 mil 269 millones de pesos. 2 En su conjunto, los ingresos
presupuestarios del sector público se incrementaron 9.2% real
respecto al mismo periodo de 2019 y fueron superiores al programa en
25 mil 344 millones de pesos.
El gasto
programable del Gobierno Federal sin considerar los entes autónomos
fue mayor en 26 mil 530 millones de pesos respecto al programa y
15.2% real superior al del primer trimestre de 2019, derivado
principalmente de un aumento en las erogaciones en salud para atender
la emergencia sanitaria, así como de las medidas implementadas para
atender a la población en situación de vulnerabilidad.
Este mayor gasto
fue más que compensado por un menor gasto programable de las
empresas productivas del Estado (Pemex y CFE), los organismos bajo
control presupuestario directo (IMSS e ISSSTE) y los entes autónomo
en 50 mil 770 millones de pesos, resultando en un gasto programable
total menor al programa en 21 mil 111 millones de pesos.
Por su parte, el
gasto no programable fue inferior en 9 mil 18 millones de pesos
respecto a lo calendarizado, explicado principalmente por el menor
costo financiero. Lo que significó un gasto neto pagado total
inferior al programa en 30 mil 129 millones de pesos.
Los balances de
finanzas públicas presentaron mejores resultados que los
programados. El balance primario registró un superávit de 137 mil
713 millones de pesos, que se compara favorablemente con un superávit
programado de 79 mil 585 millones de pesos. Asimismo, el balance
público registró un superávit de 26 mil 933 millones de pesos, el
cual se compara de manera positiva con el déficit previsto en el
programa de 73 mil 393 millones de pesos.
Finalmente, se
han realizado 7 operaciones exitosas de financiamiento y manejo de
pasivos tanto en el mercado interno como en el externo, con demandas
por los instrumentos emitidos de hasta 6.4 veces y mínimos
históricos obtenidos en las tasas cupón que pagan instrumentos
emitidos en euros y en dólares, que reflejan la confianza de los
inversionistas en la conducción de la política económica y fiscal
de nuestro país.
La Secretaría
de Hacienda y Crédito Público se asegura del financiamiento y
cumplimiento puntual de las acciones para proteger la salud y la
economía de la población mexicana, y se mantiene atenta al
desarrollo de los principales indicadores epidemiológicos,
económicos y financieros, con el fin de dar respuesta oportuna a
cualquier eventualidad.
*****
3En cumplimiento con
lo dispuesto en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad
Hacendaria (LFPRH) y en la Ley Federal de Deuda Pública, la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) da a conocer los
Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la
Deuda Pública correspondientes al primer trimestre de 2020.
Los resultados del
primer trimestre de 2020 reflejan la prioridad que ha asignado el
Gobierno de México a la atención oportuna y eficaz de la emergencia
sanitaria, así como a la mitigación de los impactos sobre el
bienestar de la población derivados de las medidas implementadas
para detener la propagación del COVID-19. Asimismo, los resultados
dan cuenta de la fortaleza de los fundamentos macroeconómicos de
nuestro país, la responsabilidad en el manejo de las finanzas
públicas y la confianza de los inversionistas en la conducción de
la política fiscal y económica.
En un entorno
crecientemente complejo tanto a nivel nacional como internacional, se
generaron cerca de 200 mil empleos formales permanentes, la tasa de
desocupación se mantuvo baja, el salario promedio de cotización del
IMSS se incrementó en términos reales anuales en 3.1%, la inflación
se mantuvo baja y estable y hubo un aumento en las reservas
internacionales cercano a los 5 mil millones de dólares.
Los ingresos no
petroleros del Gobierno Federal fueron mayores a los programados en
115 mil 483 millones de pesos, resultado en buena medida de las
ganancias en eficiencia en la recaudación del SAT y de las acciones
implementadas desde 2019 para combatir la evasión y elusión fiscal
así como la facturación fraudulenta.
El gasto de Gobierno
Federal sin incluir los entes autónomos fue mayor en 26 mil 530
millones de pesos respecto al programa, derivado de las medidas
llevadas a cabo para enfrentar la emergencia sanitaria y proteger a
la población, en especial a la más vulnerable, como el adelanto de
las transferencias relacionadas a los Programas de Bienestar.
La Secretaría de
Hacienda y Crédito Público llevó a cabo diversas operaciones de
financiamiento y manejo de pasivos altamente exitosas en los mercados
interno y externo, que mejoraron el perfil de vencimientos de la
deuda y obtuvieron tasas cupón en mínimos históricos para
emisiones en dólares y euros del Gobierno Federal.
Los balances de
finanzas públicas presentaron mejores resultados que los
programados. En particular, el balance primario registró un
superávit de 137 mil 713 millones de pesos, que se compara
favorablemente con un superávit programado de 79 mil 585 millones de
pesos.
4El Gobierno de
México ha anunciado y desplegado una serie de acciones de rápida
implementación, encaminadas a proteger la economía de los hogares,
con énfasis en los más vulnerables; la permanencia de las empresas,
particularmente de aquellas que no cuentan con acceso a canales
tradicionales de crédito; y la liquidez del sistema financiero.
Las medidas
privilegian la eficiencia y reorientación del gasto público y el
aprovechamiento de fuentes de recursos existentes, para evitar
recurrir a mayor endeudamiento y sus implicaciones para las
generaciones futuras. El Gobierno de México da seguimiento puntual a
la evolución de la curva epidemiológica, de los indicadores
económicos y de los distintos riesgos que enfrenta nuestro país, y
dispone de un abanico de opciones de política pública para atender
efectiva y oportunamente una potencial profundización de la
emergencia.
Situación económica
A inicios de 2020,
la economía mundial mostró señales de recuperación, después del
débil crecimiento observado en 2019. No obstante, el brote epidémico
del COVID-19 y su evolución a pandemia global, transformó el
panorama internacional drásticamente. Aunado al padecimiento de
parte de la población y la lamentable pérdida de vidas humanas en
todo el mundo, la pandemia ha traído retos sin precedentes en
materia de los sistemas de salud, la economía y la situación
financiera de las empresas y de los gobiernos.
En este contexto,
las medidas sanitarias para mitigar los efectos del COVID-19 han
tenido que ser severas, provocando la suspensión temporal de la
actividad económica en sectores no esenciales. El efecto de estas
medidas en la economía, además del desconocimiento de la duración
de la pandemia y de la posible existencia de nuevos brotes, ha
incrementado la incertidumbre. Frente a esta situación, las
perspectivas de crecimiento económico mundial se han revisado de
manera continua a la baja y se mantienen con riesgos elevados hacia
una mayor contracción.
Las perspectivas de
una importante recesión a nivel global han provocado una reducción
en la demanda de energéticos y de materias primas, así como una
disminución en sus precios. Adicionalmente, se han observado
importantes episodios de volatilidad en los mercados financieros
internacionales como consecuencia de la elevada incertidumbre a nivel
internacional, desencadenando una mayor aversión al riesgo. Lo
anterior se ha reflejado en una reducción en la demanda de activos
de economías emergentes y en el consecuente aumento en la demanda de
activos seguros.
La respuesta frente
a la situación económica y volatilidad en los mercados financieros
de los principales bancos centrales ha incluido importantes estímulos
monetarios y medidas no convencionales de provisión de liquidez con
el fin de disminuir los riesgos sistémicos en el sector financiero.
Adicionalmente, los gobiernos de diversos países han anunciado
importantes paquetes de medidas para mitigar los efectos sobre la
población de la pandemia y estimular la economía. En línea con las
perspectivas de recesión a nivel global, la actividad económica en
México, considerando la estimación oportuna al primer trimestre,
con cifras ajustadas por estacionalidad presentó un retroceso de
1.6% con respecto al cuarto trimestre de 2019. Al interior se observa
un incremento de 0.5% en el sector primario, mientras que se los
sectores secundario y terciario se redujeron en 1.4%. Debe
mencionarse que esta variación trimestral en el PIB es menor en
magnitud que la observada en el primer trimestre de 1995, cuando hubo
una contracción de 5.7%, y que la registrada en el primer trimestre
de 2009, en el que hubo una caída de 5.1%, ambas con cifras
desestacionalizadas
A pesar de lo
anterior, durante el primer trimestre se observaron datos que
reflejan un mercado interno sólido y resistente: se generaron 190
mil 421 puestos de trabajo formales permanentes respecto al mismo
periodo de 2019; la tasa de desocupación se mantuvo en niveles
bajos; el salario promedio de cotización del IMSS aumentó 3.1% real
anual; y el valor en términos reales de las ventas totales de los
establecimientos afiliados a la ANTAD aumentó 3.7% respecto a
enero-marzo de 2019.
En materia de
precios, al cierre del trimestre se registró una tasa de inflación
anual de 3.25%, como resultado principalmente de la reducción en el
precio de los productos energéticos de -6.36% anual, la menor tasa
que se tiene registro. Esto compensó los incrementos del subíndice
de agropecuarios y las actualizaciones que ocurren al inicio de cada
año en las tarifas autorizadas por los distintos niveles de
gobierno.
En línea con las
menores presiones inflacionarias y con las acciones de política
monetaria que han llevado otros países del mundo ante la pandemia
del COVID- 19, durante el primer trimestre, la Junta de Gobierno del
Banco de México realizó dos recortes a su tasa de referencia, en 75
puntos base (pb), ubicándola al cierre del trimestre en un nivel de
6.50%. Vale la pena señalar que en una reunión extraordinaria del
21 de abril el Banco de México recortó 50 pb adicionales su tasa
objetivo, para ubicarla en 6.0%.
Al cierre del primer
trimestre las reservas internacionales alcanzaron los 185 mil 509
millones de dólares, un aumento de 4 mil 759 millones de dólares
respecto al último trimestre de 2019. Lo anterior se dio en un
entorno de elevada volatilidad en los mercados financieros
internacionales, donde la semana del 16 al 20 de marzo fue la de
mayor volatilidad desde la crisis financiera de 2008. En este
contexto, el peso alcanzó un nivel de 23.67 pesos por dólar, una
depreciación de 20.05% 6respecto al cierre del año previo. La SHCP,
el Banco de México y la Comisión de Cambios han llevado a cabo
medidas para asegurar el funcionamiento ordenado de los mercados
financieros, proveer de liquidez al mercado cambiario y reducir la
volatilidad cambiaria.
Finanzas públicas
Los resultados al
primer trimestre reflejan los frutos de las acciones tomadas desde el
inicio de la administración para fortalecer los ingresos, respetando
el compromiso de no crear nuevos impuestos ni aumentar los
existentes; la prioridad que el Gobierno de México ha dado a la
atención de la emergencia sanitaria y a la mitigación de los
impactos económicos sobre la población de las medidas de
distanciamiento social; y el manejo prudente y responsable de las
finanzas públicas, a pesar de los choques adversos que enfrenta la
economía mexicana.
Durante enero-marzo
de 2020, los ingresos presupuestarios del Sector Público se ubicaron
en 1 billón 462 mil 899 millones de pesos, monto superior en 25 mil
344 millones de pesos a lo previsto en el programa y mayor en 9.2%,
en términos reales, respecto al primer trimestre de 2019. Los
ingresos tributarios sumaron 1 billón 4 mil 729 millones de pesos,
lo que representó 48 mil 214 millones de pesos arriba del programa y
un crecimiento de 13.3% en términos reales respecto a lo observado
en 2019. La evolución de los ingresos tributarios en el trimestre se
explica por el crecimiento en la recaudación del ISR, IVA e IEPS,
con tasas anuales de 13.0, 18.3 y 4.6%, respectivamente. La mayor
recaudación refleja las ganancias en eficiencia administrativa del
SAT así como la entrada en vigor en enero de 2020 de diversas
medidas que tienen como finalidad reducir las prácticas de evasión
y elusión fiscal. Asimismo, los ingresos no tributarios de Gobierno
Federal fueron superiores al programa en 67 mil 269 millones de
pesos, derivado de mayores aprovechamientos y derechos. Lo anterior
más que compensó los menores ingresos petroleros del Sector Público
de 94 mil 821 millones de pesos, derivados principalmente de una
menor plataforma de producción respecto a la estimada, a un menor
volumen de ventas internas de Pemex y mayor compra de mercancía para
reventa, respecto al programa.
En el primer
trimestre de 2020, el gasto programable del Gobierno Federal sin
considerar los entes autónomos fue mayor en 26 mil 530 millones de
pesos respecto al programa y 15.2% real superior al del primer
trimestre de 2019, producto fundamentalmente del mayor gasto en la
Secretaría de Salud y al anticipo de gasto para el Programa para el
Bienestar de las Personas Adultas Mayores.
Este mayor gasto fue
compensado por menores erogaciones de las empresas productivas del
Estado (Pemex y CFE), los organismos bajo control presupuestario
7directo (IMSS e ISSSTE) y los entesautónomo en 50 mil 770 millones
de pesos, resultando en un gasto programable total menor al programa
en 21 mil 111 millones de pesos.
Por su parte, el
gasto no programable fue inferior al programa en 9 mil 18 millones de
pesos, como resultado principalmente de un menor costo financiero por
5 mil 359 millones de pesos. Así, el gasto neto pagado se ubicó en
1 billón 480 mil 970 millones de pesos, monto mayor al registrado el
año anterior en 6.2% real, e inferior al previsto en el programa en
30 mil 129 millones de pesos.
Al cierre del primer
trimestre de 2020 los principales balances fueron mejores que lo
programado. El balance primario del Sector Público, definido como la
diferencia entre los ingresos totales y los gastos distintos del
costo financiero, registró un superávit de 137 mil 713 millones de
pesos, mayor al superávit previsto originalmente de 79 mil 585
millones de pesos. En el mismo periodo, el balance del Sector Público
presentó un superávit de 26 mil 933 millones de pesos, que se
compara con un déficit proyectado originalmente para el periodo de
73 mil 393 millones de pesos.
En el primer
trimestre de 2020, los Requerimientos Financieros del Sector Público
(RFSP), la medida más amplia y robusta de balance del Sector Público
Federal, registraron un déficit de 49 mil 675 millones de pesos, que
se compara con el déficit observado en 2019 de 9 mil 588 millones de
pesos.
En congruencia con
los Pre-Criterios 2021, las estimaciones de cierre de las finanzas
públicas para 2020 se realizaron bajo un escenario prudente que
considera un balance de riesgos acorde con la elevada incertidumbre
que existe sobre la actividad económica, así como la situación del
mercado petrolero, la cual implicará que los precios de los
energéticos se mantengan bajos durante este año y posiblemente el
siguiente. Así, se prevé que este año los RFSP ascenderán a 4.5%
del PIB, mayor al 2.6% aprobado por el H. Congreso de la Unión.
Asimismo, se anticipa un déficit en el balance primario equivalente
al 0.4% del PIB y un Saldo Histórico de los RFSP (SHRFSP) de 52.1%
del PIB.
En este punto vale
la pena destacar los amortiguadores financieros y fiscales de que
dispone el Gobierno de México para hacer frente a la coyuntura. La
contratación de las coberturas petroleras permitirá garantizar los
ingresos petroleros del Gobierno Federal previstos en la Ley de
Ingresos de la Federación ante caídas en los precios del petróleo.
Además, se cuenta con fondos y reservas para enfrentar la emergencia
sanitaria y un saldo en el Fondo de Estabilización de los Ingresos
Presupuestarios (FEIP) al cierre de marzo de 174 mil 959 millones de
pesos, lo que permitiría compensar la caída en los ingresos del
Gobierno Federal.
Finalmente, al 27 de
marzo se tienen reservas internacionales por 185 mil 509 millones de
dólares (mmd), una línea de crédito flexible con el Fondo
Monetario 8Internacional por 61.4 mmd y líneas de intercambio de
divisas con la Reserva Federal y con el Tesoro de los Estados Unidos
por 60.0 y 9.0 mmd, respectivamente, elementos destinados a hacer
frente a problemas potenciales de liquidez internacional y de balanza
de pagos.
Deuda pública
Las acciones para el
manejo de la deuda pública implementadas durante el primer trimestre
de este año se han orientado a mejorar el perfil de vencimientos de
la deuda del Gobierno Federal, asegurar el buen funcionamiento y
liquidez de los mercados locales de deuda y, en general, garantizar
la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo.
Lo anterior es
fundamental en un contexto en el que la incertidumbre que prevalece
en el mundo está generando episodios de volatilidad y de falta de
liquidez en los mercados financieros, así como un potencial aumento
significativo en los niveles de deuda de muchas economías, lo que
podría originar con el tiempo escenarios de inestabilidad
financiera a nivel regional o global.
De entre las
diversas operaciones exitosas realizadas en el mercado interno y el
externo, resalta la del 6 de enero en los mercados internacionales
por un monto total de 2 mil 300 millones de dólares, que implicó la
emisión de un nuevo bono de referencia a 10 años que pagará un
cupón de 3.25%, tasa que representa un mínimo histórico para
cualquier emisión realizada por el Gobierno Federal en el mercado en
dólares.
En la misma línea,
resalta la colocación el 13 de enero de bonos por 1 mil 750 millones
de euros, que requirió la emisión de un nuevo bono de referencia a
10 años donde el Gobierno Federal obtuvo la tasa cupón más baja
para bonos denominados en euros emitidos por el mismo, igual a 1.125%
anual.
Finalmente y pese a
que se encuentra fuera del trimestre que se reporta, por su
relevancia es importante mencionar la operación de financiamiento
realizada el 22 de abril, donde el Gobierno Federal colocó nuevos
bonos de referencia en el mercado de dólares por un monto de 6 mil
millones de dólares. A pesar de la volatilidad observada de los
mercados financieros internaciones, México continúa teniendo amplio
acceso a los mercados de capital del mundo. Además, esta fue la
colocación de bonos con mayor demanda llevada a cabo por el Gobierno
Federal en la historia del país.
En lo que respecta
al mercado interno, es importante destacar que la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público llevó a cabo tres operaciones de
permuta de valores gubernamentales durante el mes de marzo por un
monto total de 130,209 millones de pesos. En estas operaciones se
intercambiaron bonos de largo plazo por instrumentos de corto y
mediano plazo. Con ello, se otorgó liquidez a los 9participantes del
mercado, permitiéndoles re-balancear sus portafolios de inversión
de manera ágil. Estas operaciones de permuta de valores
gubernamentales continuarán llevándose a cabo con el fin de proveer
liquidez en el mercado secundario de deuda gubernamental.
Al cierre del primer
trimestre de 2020, el 73.9% de la deuda neta del Gobierno Federal se
encontraba denominada en pesos y el 26.1% en moneda extranjera.
Dentro de la deuda
interna, el plazo promedio de la deuda interna en valores
gubernamentales fue de 8.0 años y el 82.1% de estos se encuentra a
tasa fija y largo plazo. Dentro de la deuda externa, el plazo
promedio de la deuda externa de mercado es de 19.0 años, al tiempo
que el 100.0% de esta se encuentra a tasa fija.
La evolución de los
saldos de la deuda durante el primer trimestre de 2020 se encuentra
en línea con los objetivos de la política fiscal para este año. Al
cierre del primer trimestre de 2020, el saldo de la deuda neta del
Gobierno Federal se ubicó en 9 billones 24 mil 255.9 millones de
pesos. El componente interno neto se situó en 6 billones 666 mil
518.4 millones de pesos; por su parte, el saldo de la deuda externa
neta ascendió a 100 mil 277.2 millones de dólares.
En lo que se refiere
a la deuda neta del Sector Público Federal, que incluye la deuda
neta del Gobierno Federal, de las Empresas Productivas del Estado y
de la banca de desarrollo, al cierre del primer trimestre de 2020, se
ubicó en 12 billones 125 mil 380.3 millones de pesos. El componente
interno de esta deuda neta se situó en 7 billones 253 mil 2.3
millones de pesos, mientras que el externo ascendió a 207 mil 227.7
millones de dólares. Finalmente, al cierre del primer trimestre de
2020, el SHRFSP, indicador que incluye las obligaciones del Sector
Público en su versión más amplia, ascendió a 11 billones 860 mil
134.4 millones de pesos. El componente interno se ubicó en 7
billones 92 mil 326.6 millones de pesos y el componente externo
ascendió a 202 mil 780.2 millones de dólares.
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