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Por disposición oficial, todas las estaciones de venta
de gasolina y las actividades de almacenaje y transportación de hidrocarburos
deberán tener un seguro de riesgos medioambientales a partir de enero de 2019 .
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AIG Seguros advierte importancia de diferenciar entre
pólizas de responsabilidad civil y medioambientales
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65 años de experiencia global
en seguros de protección medioambiental fortalecen liderazgo de AIG Seguros en
el ramo .
Ciudad de México, 27 de diciembre de 2018.–
La disposición oficial para que todas las gasolineras cuenten con un seguro de
daños medioambientales, además del seguro de responsabilidad civil, es para AIG
Seguros una oportunidad para refrendar su posición de liderazgo en el
sector asegurador, con el respaldo de su
experiencia global de más de 65 años atendiendo riesgos al medio ambiente por
hidrocarburos, un diferenciador clave entre otros jugadores en el mercado
nacional.
“La nueva
regulación es una oportunidad de negocio desde el punto de vista de penetración
del seguro para AIG y la estrategia de comercialización será armar un paquete
en el que se incluyan las dos pólizas –la
de responsabilidad civil y la responsabilidad ambiental– a fin de ayudar a los
empresarios del sector energético a cumplir cabalmente con lo que está pidiendo
la ley”, dijo Leonardo Fantini, Director
Técnico y Calidad de Suscripción AIG Mexico.
Según datos de
la Comisión Reguladora de Energía (CRE), en el país hay 12 mil 150 estaciones
gasolineras, y a partir del 1 de enero de 2019 deberán contar con una póliza de
riesgos ambientales, además de la de responsabilidad civil, a la que ya estaban
obligados. (1)
Según las
disposiciones, habrá un margen de gracia por el periodo de vencimiento de la
póliza de responsabilidad civil vigente, para que al renovarla se incluya la
póliza medioambiental.
Fantini apuntó
que, si bien las pólizas medioambientales en materia de manejo de hidrocarburos
pueden tener costos aparentemente elevados, el costo de no tenerlas es superior,
pues “además de que las autoridades pueden cerrar el establecimiento o negar el
permiso de apertura, hay una sanción administrativa en lo que se refiere al
cumplimiento de la disposición, pues los costos relacionados con un siniestro
medioambiental son mucho más elevados”.
En esta coyuntura,
AIG recuerda que en el mercado local no existe otra aseguradora que tenga 65
años de experiencia mundial en gestión de riesgos en materia de hidrocarburos,
un atributo que la coloca en un lugar distinto a otras organizaciones del
sector. “En AIG acumulamos más de seis décadas de experiencia en estos riesgos,
con situaciones diferentes y de muy diversas índoles en todo el mundo, aplicadas
a la legislación y realidad local”, enfatizó Fantini.
“En AIG no
solo ofrecemos una póliza –añadió el ejecutivo–, sino una serie de servicios y
valores agregados. Por ejemplo, tenemos contratistas especializados en
remediación de siniestros ambientales, en apego a los lineamientos de la
Secretaría de Medio Ambiente y recursos Naturales (SEMARNAT); abogados
ambientalistas para asesorar al asegurado en todo momento; incluso, AIG paga servicios
de manejo de crisis, gestión de daño reputacional y relaciones públicas en caso
de algún incidente”.
Fantini apuntó
que las pólizas medioambientales pueden llegar a ser muy sofisticadas, “con
múltiples factores y detalles técnicos que no siempre son evidentes para
quienes no están familiarizados a cierta profundidad con el tema”. A la luz de
lo anterior, y a manera de recomendaciones ante la inminente entrada en vigor
de las nuevas disposiciones, Fantini sugirió observar algunos puntos
fundamentales al considerar la contratación de una póliza medioambiental:
1.
Contar con la asesoría de un agente de seguros
especializado.
2.
Considerar la experiencia de cualquier
aseguradora en riesgos medioambientales por hidrocarburos.
3.
Comprobar que el texto de la póliza esté
debidamente registrado y construido específicamente para este tipo de riesgo.
4.
Revisar detenidamente el clausulado y las
exclusiones de la póliza, a fin de contratar un producto específicamente
diseñado para riesgos medioambientales y no una póliza “a modo” que, en caso de
siniestro, resultará en una cobertura a medias.
Finalmente, el
ejecutivo sugirió consultar el registro de la póliza ante la Comisión Nacional
de Seguros y Fianzas (CNSF), a fin de evitar confusiones en la cobertura. “Se
puede buscar en las páginas de internet de cada aseguradora para leer los
detalles, con la Ley de Solvencia II todas las aseguradoras debemos hacer
públicos los textos de cada producto”, reveló.
Señaló que la
ley marca las coberturas específicas de las pólizas de responsabilidad civil y medioambientales.
“Típicamente –dijo– el seguro de responsabilidad civil cubre los daños a
terceros y la atención de emergencia, pero no la contención de contaminantes,
mitigación de impactos ambientales o la remediación del sitio después del
evento. Son seguros muy distintos. Para evitar sorpresas, yo siempre buscaría
el texto y el registro ante la CNSF para evitar confusión en la cobertura del
seguro”, apuntó.
La contaminación
ambiental siempre se ha sancionado, inicialmente las multas eran por el
equivalente de 2.5 millones de dólares, a partir de enero de 2018 por otra
disposición de la SEMARNAT se elevó esta
cantidad hasta 35 millones de dólares por multa. Cabe señalar que el siniestro
ambiental se compone de la multa y del
pago para remediar los daños ecológicos, que es lo más caro.
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