Por
Manuel Zamudio, National Accounts Manager de Axis Communications y Pierre Racz,
Presidente, CEO - Fundador de Genetec
Alrededor
del mundo, la ciberseguridad es un área cada vez más determinante para las
empresas. Los ciberataques costaron 3.5 millones de dólares a los negocios que
contaban con vulnerabilidades en 2016[1]. Las nuevas soluciones de
videovigilancia deben ser capaces ahora de identificar y corregir las
vulnerabilidades que pueden presentarse, mediante una gran base de datos de
amenazas.
Existe
una gran diferencia entre saber lo que hay que hacer y realmente llevarlo a cabo.
Se debe pensar en las recomendaciones que reiteradamente realizan las empresas
a sus clientes para adoptar nuevos hábitos de gestión para las soluciones
implementadas en sus negocios. Todos “saben” lo que deben hacer. Sin embargo,
muy a menudo el conocimiento no es suficiente para cambiar realmente los
comportamientos.
Probablemente
los negocios, independientemente de su tamaño, están al tanto de algunas
prácticas fundamentales sobre ciberseguridad. Pero pasar por alto las
vulnerabilidades comunes con las que cuenta un sistema de videovigilancia
instalado es un error recurrente. Podemos enfocarnos en dos de ellas:
contraseñas y firmware.
Cambiar
las contraseñas predeterminadas: Nunca se debe utilizar la contraseña
predeterminada de ningún tipo de solución. Este es un paso sencillo de
realizar, uno tan importante como la creación de contraseñas complejas. Se debe
hacer un hábito el cambiar la contraseña del fabricante por defecto. La
rotación de contraseñas difíciles de descifrar en forma regular es una buena
práctica. Simplemente cambiar el código con un cifrado complejo ofrecerá
seguridad confiable frente a vulnerabilidades cibernéticas básicas dentro de
cualquier solución de video.
Actualización
del firmware: Actualizar regularmente el firmware es una regla básica para
cualquier administrador. Si una vulnerabilidad conocida sólo afecta a ciertas
versiones de firmware, los dispositivos que estén ejecutando versiones
desactualizadas de firmware serán los eslabones débiles de la cadena de
seguridad cibernética de cualquier organización. Por lo tanto, no se deben de
posponer los cambios cuando se trata de instalar actualizaciones de firmware
que aborden esas vulnerabilidades críticas de seguridad.
¿Qué
podría sabotear buenas prácticas de ciberseguridad?
Incluso
si las empresas tienes las mejores intenciones de adoptar buenas prácticas, un
entorno dinámico de red puede socavarlos rápidamente. Lo primero que las
organizaciones deben hacer es entender su entorno. ¿Cuántos dispositivos IP hay
en su infraestructura de seguridad? ¿Tienen herramientas de generación de
informes que les indiquen que dispositivos se desvían de sus estándares?
¿Poseen estándares definidos? Si no es de su conocimiento qué dispositivos en
su entorno siguen utilizando la contraseña predeterminada o si se están
ejecutando con firmware desactualizado, es imposible comenzar a solucionar
estos problemas. Se debe establecer un estándar y tomar decisiones instantáneas
a diario si es posible para comparar continuamente su infraestructura.
En
segunda instancia, se debe prestar atención a la volatilidad natural de su red.
En un entorno de varios dispositivos, las empresas pueden esperar que al menos
un cierto número de dispositivos requiera mantenimiento en determinado momento.
Los pasos estándar de solución de problemas podrían requerir un
restablecimiento a los valores predeterminados de fábrica, lo que significa que
pueden tener un dispositivo con una contraseña predeterminada en su red.
Incluso si pasa por un ejercicio para establecer contraseñas y firmware, es
posible que haya perdido un pequeño porcentaje de dispositivos que estaban
fuera de línea o inaccesibles. Cuando esos dispositivos eventualmente vuelven a
conectarse, o son reemplazados por equipos de soporte, habrá de nueva cuenta,
otros dispositivos que no cumplan con los estándares de ciberseguridad.
En
conclusión, la ciberseguridad requiere disciplina constante, vigilancia y
monitoreo. Al igual que el desarrollo de cualquier hábito, es necesario
mantenerlo todos los días. No es suficiente tomarse el tiempo para cambiar las
contraseñas y actualizar el firmware en todos los dispositivos de seguridad si
no se da continuidad al día siguiente para asegurarse de que todo se encuentra
actualizado. La realidad es que los cibercriminales están esperando que las
empresas bajen la guardia. Pueden ser muy pacientes y persistentes en sus
intentos de encontrar vulnerabilidades en los sistemas. Al establecer un
proceso para cambiar las contraseñas predeterminadas y el firmware
desactualizado, así como un proceso para monitorear y actualizar regularmente
los dispositivos que no cumplan con un estándar, las organizaciones estarán
bien posicionadas para combatir posibles ataques cibernéticos.
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