Por
Fernando Maroniene, Vicepresidente de Marketing de Ricoh Latinoamérica
Según
un estudio reciente de la empresa GIA[1], se prevé que el mercado mundial de la
impresión en 3D llegue a los $2.99 mil millones de dólares para el año 2018,
impulsado por el desarrollo de nuevas tecnologías, enfoques y aplicaciones. La
expansión del uso de la manufactura aditiva (Additive Manufacturing) o
impresión 3D en la fabricación de productos finales, la disminución del costo
de las impresoras y el creciente uso de esta tecnología en áreas nuevas indica
que su crecimiento seguirá exponencial en los próximos años.
El
“Additive Manufacturing” puede beneficiar a una amplia gama de empresas que
trabajan con plásticos, metales y hasta comestibles. Esto les permite ser más
eficientes, innovar más rápidamente y cambiar las cadenas productivas. El
potencial de esta tecnología va más allá, pasará a ser parte de un sistema de
negocios súper-conectados, lo que favorecerá la Industria 4.0 o la próxima
"revolución industrial". En combinación con la robótica y la AI
(Inteligencia Artificial en sus siglas en inglés), la impresión 3D puede crear
oportunidades verdaderamente especiales.
Referente
al cambio en las cadenas productivas de las empresas, los resultados son
totalmente medibles. Por ejemplo, si un empleado de una fábrica se dirige a la
bodega para pedir una pieza, el gerente de la bodega, tradicionalmente,
buscaría la pieza en el almacén, y la entregaría. ¿Qué pasaría si pudiera
decirle que en un par de horas puede contar con la pieza fabricada en la misma
fábrica y con las especificaciones que requiere sin tenerla en inventario o que
movilizar ningún servicio logístico? Sin duda, es un ejemplo de lo que ya está
sucediendo actualmente con la impresión 3D, sus aplicaciones no tienen límites
ya que se focalizan en un concepto, no en una máquina o hardware.
También
hace posible la identificación de mejoras en las piezas a producir, antes
incluso de su creación física, lo que permite a las empresas ser más creativas
e innovadoras, al tiempo que ahorran en costos de producción, de tiempo y se
ven capacitadas para mejorar su Time to Market. Además, en las compañías en
concreto del sector automotriz se están mostrando muy entusiasmados por la
capacidad de generar piezas en Polipropileno, ya que la mayoría de las piezas
de plástico de los automóviles de hoy en día se fabrican precisamente en este
material, por lo que podrán plantear la fabricación de tiradas cortas de piezas
funcionales con la misma calidad a la que están acostumbrados. Los prototipos
se generan de forma más rápida y la producción no tiene que ser masiva. No es
necesario tener que invertir grandes cantidades para una herramienta de
producción lo que reduce barreras para la generación de modelos de negocio más
innovadores.
En
concreto, las aplicaciones de la tecnología de impresión 3D actuales incluyen
(pero ciertamente no se limitan a): Prototipado rápido, Herramientas de bajo
costo, Piezas complejas, cuidado de la salud, modelos arquitectónicos a escala,
entretenimiento (por ejemplo, accesorios de película, replicar artefactos
antiguos en arqueología, ajuste personalizado para electrónica (orejeras,
herramientas quirúrgicas, componentes de manufactura).
El
sector aeroespacial también es uno de los principales impulsores de esta
tecnología. Diversas compañías usan estas técnicas para multitud de componentes
que emplea la NASA. La impresión 3D se utiliza en la producción de piezas de
uso final y permiten producir piezas complejas bajo demanda para aviones y
cohetes, garantizando la entrega a tiempo y racionalizando las cadenas de
suministro.
Por
otro lado, con el fin de que las economías pueden potencializar las ventajas de
negocio derivadas de las tecnologías 3D, los planes de estudio de las carreras
de ingeniería, diseñadores industriales y técnicos tienen que empezar a incluir
materias teóricas y prácticas que ensenen cómo se van a utilizar estas
tecnologías en los diseños y fabricación de los productos en un futuro próximo.
Sin duda, la evolución del 3D provocará la generación de nuevas profesiones
como Biólogos y científicos de modelado, expertos en operaciones y
administración en 3D o modelado de diseño en 3D, por ello, se requiere desde la
actualidad la capacitación de profesionales especializados. Hay otros temas
relevantes a cuestionarse que tienen que ver con las instalaciones físicas y
normas de seguridad, por la generación de gases tóxicos dependiendo de la
tecnología utilizada.
Gartner
afirma que "la impresión 3D está experimentando una amplia aceptación más
allá de su aplicación en industrias especializadas". La impresión 3D, o
manufactura aditiva, es parte de la transformación digital en que nos
encontramos, siendo una tecnología transformadora, que lleva la innovación a
una amplia gama de industrias y sectores y que con el uso de la tecnología y
procesos digitales, entrega productos en el mundo físico, haciendo la conexión
entre el mundo digital y el físico.
¿Cuál
es la propuesta de valor de Ricoh?
Ricoh
ya trabaja con múltiples socios en este campo con el fin de impulsar la
innovación de estas tecnologías en diferentes sectores empresariales para la
impresión de piezas funcionales bajo demanda y la creación de prototipos
permite a las empresas satisfacer sus necesidades de innovación en materia de
fabricación, algo siempre en constante evolución. Con los servicios de extremo
a extremo que ofrece Ricoh, las empresas latinoamericanas tienen ahora un único
punto de contacto para todo lo relacionado con la fabricación aditiva. Esto
hace que para ellos sea más fácil entender, desplegar e implementar soluciones
de fabricación aditiva que pueden ayudar a mejorar su eficiencia, su
productividad y la entrada de nuevas áreas de negocio.
Otro
punto importante de lo que se desarrolla en este campo no está relacionada con
la producción. Ricoh trabaja con sus clientes industriales para personalizar la
tecnología, optimizar los procesos e incluso inventar soluciones en cualquier
parte del mundo.
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